Idea que salió de improviso mientras iba caminando de regreso a casa xD, es mi primer fan fic de Hetalia.

Que pasaría si España al fin logra cumplir su sueño de vivir con los gemelos Italianos? y si la única manera de conseguirlo es raptándolos sin que ellos sepan? Quizás no era tan bueno como imaginaba...

Disclaimer: Hetalia Axis Powers le pertenece a Himaruya sensei *-* así que los grandiosos personajes no son míos~


España esa mañana se sentía realmente feliz, quizás era por que el cielo estaba mas azul de lo usual, los girasoles se veían florecer atreves de la ventana, los tomates estaban madurando a la perfección, no había recibido amenazas, deudas, visitas indeseadas durante ya mucho tiempo pero el tenia claro que esas pequeñas cosas sin importancia a acepción de los tomates no eran la razón de su felicidad sino...

-Sr. Antonio que bueno que despertó-

-Oh Feliciano, Buenos días-

- Buenos días, ¡Mire llevo puesto el vestido que me regalo hace unos días! esta muy lindo, muchas gracias Sr. Antonio- Dijo Italia del norte agarrándose del brazo de este.

- De nada, por cierto ¿donde esta Lovino?-

- Esta en la cocina preparando el desayuno, lo hicimos entre los dos así que no le crea si le dice que solo lo hiso él-

- Jejeje ~ entiendo – dijo con voz dulce mientras le revolvía los cabellos al menor de los gemelos y caminaban juntos a la cocina. Al llegar hay Feliciano rápidamente se apresuro para colocar la mesa, Antonio veía con orgullo todo lo que había logrado, una linda casa y con amor logro conquistar a los italianos, miro hacia donde se encontraba Lovino de espalda y una aura pacifica lo rodeaba, se veía adorable con el vestido que era idéntico al que usaba hace años cuando apenas lo trajo a vivir con él. No soportando las ganas y corrió a abrazarlo hasta que…

"¿Que piensas que haces idiota?"

Antonio adolorido abrió los ojos lentamente y miro a su alrededor dándose cuenta de la realidad, dándose cuenta que estaba tirado entre un montón de paja, con el olor a alcohol emanando fuertemente de su boca, su ropa estaba manchada con barro. Volvió a recostarse intentando recordar por que se encontraba tirado allí, no demoro mucho en recordar que había pasado la noche en casa Prusia con él y Francia embriagándose mientras hablaban de como conquistarían el mundo, pero sabia muy bien que todo eso era una escusa realmente, conquistar el mundo no le importaba era agradecido con el trozo que ya le pertenecía, tan solo quería por un momento estar con un poco de compañía por que desde que Lovino decidió irse a vivir con su hermano, su casa se veía muy solitaria. De pronto volvió a recobrar la conciencia con la misma voz que lo había echo despertar con anterioridad.

- Te acabo de decir ¿que piensas que haces bastardo? no me ignores y para colmo apestas a borracho-

- ¡Lovino! - grito Antonio levantándose y abrazando fuertemente al italiano - Cuanto tiempo sin verte! -

- ¿Pero que demonios te pasa? – Nuevamente alzo la voz Lovino golpeando a España para intentar huir de su abrazo - Si apenas hace dos semanas atrás te fui a visitar -

-Pero aun así, te extraño - contesto sonriente desde el piso mientras se sobaba el rostro.

La mirada de Italia de sur se desvió, al darse cuenta que casualmente había puesto mucha fuerza en ese golpe, aunque quisiera ocultarlo estaba muy feliz de haberse encontrado Antonio esa mañana, había estado pensando en como estaría los últimos días incluso pensaba muy seguido en irlo a visitar pero su orgullo era mayor. Camino hacia donde se encontraba y le extendió la mano

-Ven, vamos a mi casa, esta muy cerca de aquí, podrás cambiarte, comer algo y darte un baño por que créeme... apestas... ¿donde estuviste revolcándote anoche? -

- ¿Me crees si te digo que no recuerdo?-

- Tendré que sacar mis propias conclusiones…como siempre…ven, apresúrate idiota-

- ¿Por cierto, que haces aquí? – Inquirió Antonio

-Esto es parte de mi casa-

-¿enserio? Bueno, esta muy lindo ¿sabias?-

Ambos caminaron hacia la casa, Antonio apreciando cada detalle, hace mucho que no venia, todo se veía tan diferente de lo que recordaba que aunque la casa de los italianos no era muy grande era muy acogedora y poda recordar que hubieron tiempo que solía visitarla seguido, en el tiempo en que todos se llevaban bien, esos viejos tiempos en que ni siquiera pensaba que mas adelante en el futuro todo cambiaria.

-Pasa- dijo Lovino mientras revisaba lo que había en el refrigerador

Miro con detenimiento la casa, verdaderamente todo estaba muy distinto a como lo recordaba, para no decir que era un desastre, los platos amontonados en el lavadero, las ollas con una especie de salsa de tomate se daba vuelta por el suelo, la mesa por alguna extraña razón estaba rota, los sillones sucios, en las ventanas habían dibujos que habían sido hechos con el mismo polvo que allí se encontraba.

- ¿Y Feliciano?-

- ¡Estoy aquí~! - Dijo Italia del norte mientras se levantaba de lo que parecía ser un castillo construido con cojines de sillones - Tanto tiempo España… tengo hambre ¿Trajiste comida? -

- ¿Eh?-

- Es que esta semana le tocaba el turno a mi hermano de encargarse de la casa, pero dijo que no se sentía de humor y bueno, hace dos días que no como y ni Japón ni Alemania están en su casa así que me he tenido que soportar el hambre - Decía Feliciano mientras se agarraba el estomago intentando que sus tripas dejaran de sonar

- Te hubieras echo algo tu solo – murmuro mientras se cruzaba de brazos el mayor de los italianos.

- Pero tú habías dicho que estaba prohibido hacer algo en la semana de trabajo del otro -

Antonio miro a Lovino que parecía molesto, y volvió a mirar a Feliciano que parecía hambriento, una extraña sensación recorrió su cuerpo al recordar el sueño, y una idea paso por su mente, quizás esta era una oportunidad que le había dado el destino para que cumpliera su deseo de vivir con los gemelos Italia, así que no lo dudo mas.

- ¿Que tal si vienen a almorzar a mi casa? -

-¿Eh? - Contestaron los gemelos en unisonó

- Hay pasta con tomates -

Al decir eso como por instinto agarraron a Antonio y salieron rápidamente de la casa, olvidando todo acepto cerrar la puerta, corrieron hacia el primer taxi que vieron y apresuraron al taxista amenazando con que sino iba rápido la mafia italiana vendría por el.

Mientras tanto en otro lugar del mundo...

- Alemania -

-¿que pasa Japón?-

- Me llegaron noticias que dicen haber visto a los italianos entrar a la casa de España -

-¿eso es un problema? -

- Es que recordé que una vez me mencionaste que desde que eran pequeños los acosaba-

- ¿A que viene eso?-


Primera parte del fic .

Gracias por leer