NOTA: Todo lo relacionado con Kuroko No Basuke es propiedad de Tadatoshi Fujimaki y los nombres de los equipos solo se usan como referencia para dar más realismo a la historia... porque de hecho existen, cualquier parecido con la realidad es pura coincidencia. La canción "Inocente" es propiedad de Los Gigantes del vallenato.

INOCENTE

Voy a contar una historia, que me conmovió

De un joven inocente, que se enamoró

Y se entregó por completo, nunca imaginó

Que con el pasar del tiempo, tendría un dolor...

- ¡Oh, si!... si!... ¡jodidamente bueno!

Se sentía como la mierda pero parecía por fin estarlo disfrutando ¿que mas debería pensar para darse ánimos?, podía ver su cara a través de esos grotescos y vulgares espejo que por querer cumplirle un capricho, había mandado a colocar por casi toda la habitación, las venas de su cuello marcándose en medio del éxtasis y sus ojos cerrados mientras el mundo, incluido el, parecían desaparecer, pero para Tetsuya la historia era otra, sentía que iba a partirse en dos. Las embestidas, cada vez más fuertes no solo le dejarían la piel maltrecha y llena de cardenales, calculaba que esta vez pasaría algo de tiempo para poder levantarse de la cama ¿sangraría? esperaba que no, pensó mientras sus brazos aguantaban contra el cabezal de la cama para evitar salir despedido y agregar otro doloroso golpe a su maltratado cuerpo, no quería hacerlo enojar por ser tan débil y aunque de hecho lo era, su voluntad era inquebrantable, era eso más que otra cosa lo que le había ayudado a soportar seis años de lo mismo, pero no importaba… lo amaba demasiado para dejarlo

- uhg, ¡maldición aflójate un poco! – lamentablemente su voz enojada tuvo el efecto contrario y como siempre no pudo relajarse de nuevo, esto pareció cabrearlo más y los embistes aumentaron de ritmo, estaba enfadado porque de alguna manera había echado a perder lo que tenía pintas de ser un orgasmo monumental, para cuando pensó que el dolor lo haría desmayarse pudo sentir la tibieza de su liberación llenarle las entrañas y cuando por fin salió de su cuerpo morder la almohada hasta no sentir su mandíbula fue lo que evito que gritara adolorido.

- Al menos esta vez aguantaste más tiempo, aunque sigues siendo un marica llorón – Tetsuya le miró alarmado, estaba seguro que no haber emitido ningún sonido – morder la almohada y apretar los dientes no te sirve una mierda, eres un pésimo amante, tienes suerte de que yo quiera estar contigo…

Tal vez habían pasado 15 minutos, el silencio en todo el apartamento era prueba de que Daiki ya se había marchado, era un record, teniendo en cuenta que desde que llego había comido algo ligero, habían tenido sexo, se había dado una ducha rápida y se había ido, todo en una hora… aunque había olvidado despedirse, pero no le importaba, tenía que amarlo sabiendo sus defectos y aunque le preocupaba que su sesión de esa noche había sido un poco mas brusca de lo normal, pues no se había preocupado por prepararlo si quiera, en su interior sabía que todo estaba bien. Termino de arreglarse y aunque caminar era una enorme hazaña tomó sus llaves y con cuidado, rebusco entre el estante y la pared un sobre blanco que había escondido antes de que su novio llegara. Sin esperar más tiempo, se puso en camino, esa noche… era la noche.

Tetsuya Kuroko había conocido a Daiki Aomine cuando estaban en segundo año de preparatoria, ambos estaban en el club de baloncesto y desde la primera vez que le vio jugar se había enamorado, era el mejor en todo lo que hacía, de hecho fue él quien le sorprendió dando el primer paso y desde ese momento iniciaron su relación, si bien cuando terminaron la escuela él había dejado de jugar para ir a la universidad y Daiki se había hecho jugador profesional, siguieron viéndose, siempre en secreto y así había pasado el tiempo, aún le quedaba medio año más para graduarse en medicina deportiva y hacer su residencia, aunque sabía que de ahora en más sería mucho más difícil, estaba feliz.

El estadio estaba a reventar, esa noche jugaba Toyota Alvark Tokyo contra Osaka Evessa en cuartos de final de la primera categoría de la NBL y aunque el equipo capitalino era favorito, sabía que Daiki no se dejaría ganar, no cuando eran defensores del título, pero si perdía, esperaba que lo que iba a hacer le calmara el malhumor. El parqueadero estaba casi lleno y le tomo mas de 20 minutos encontrar un lugar, los pasillo estaban desiertos y caminando ya mejor pero aun dolorido se detuvo un momento para dejar pasar a un grupo de paramédicos que arrastraban una camilla con alguien que no dejaba de maldecir en voz baja, por un momento se preocupó por que fuera Daiki pero, aunque no le veía ninguna parte del cuerpo se dio cuenta que su uniforme era negro, contrario al rojoblanco de Osaka y además era demasiado alto, tomó aliento y al fin fue hasta su lugar en la tribuna pero todos a su alrededor tenían la cara sombría y eso le preocupo. Saber la razón no fue difícil, Osaka iba perdiendo por una diferencia de casi 30 puntos

- Disculpe – una señora que estaba a su lado le miró con la ceja levantada – ¿hace cuanto empezó el partido?

- Van en el tercer cuarto – dijo con mal humor - ¿Puedes creerlo? ¡Tokio nos está dando una paliza!

Sorprendido vio el marcador y se dio cuenta que al haber tal diferencia de puntos, ya podía irse preparando para aguantar una larga rabieta

- ¡Todo es culpa de ese maldito pelirrojo! – siguió la mujer a su lado – si no se hubiera lastimado seguramente habría anotado el doble y estaríamos en absoluta vergüenza

- ¿Pelirrojo? – el no veía ninguno pero si se había lastimado debió ser grave pues no estaba en las bancas… ¿sería el tipo que vio hace un momento?

- El nuevo jugador estrella de Tokio, es un verdadero animal, pudo superar a mi Aomine-Kun como si no fuera nadie ¿puedes creerlo? – dijo con un lamento, y no era la única, recién se fijaba que detrás suyo había un grupito que gritaba el nombre de Daiki dándole ánimos, alguno de sus clubs de fans – ¡ojala le duela mucho su rodilla, maldito sea!

El resultado no pudo ser peor.

145 – 102, victoria de Tokio.

El estadio había quedado vacío hacia media hora, casi todo el equipo ya se había ido, pero hasta que no estuvo seguro de que Daiki estaría solo en los vestidores no se acercó, estaba muy nervioso pero reunió el valor necesario para verlo y entró. Se encontraba cabizbajo en la banca, su rostro desfigurado por la ira y el revoltijo a su alrededor era prueba de que ya había perdido los estribos, por lo menos la peor parte había pasado… o eso esperaba.

- Daiki…

Levantó la mirada y frunció las cejas, contrario a lo que Tetsuya pensaba, no estaba nada feliz de verle

- ¿Qué demonios haces aquí? – escupió destilando rencor – Si alguien te ve conmigo juro que me las vas a pagar

- Vine a verte jugar, por supuesto – ahora era el quien estaba enojado, dolido y de mal humor, no era como si anduviera con una pancarta proclamando que eran pareja

- El juego ya acabó, vuelve a tu apartamento… no iré en un tiempo, así que largo – era increíble cómo ni siquiera trató de disimular su fastidio, si no estuviera acostumbrado a sus cambios de humor… pensó con ironía, fue eso lo que había causado que muy rara vez sus emociones se reflejaran en su persona, todos pensaban que era muy serio y casi insensible, no lo era, solo había aprendido a no mostrar lo que pensaba pues no le gustaban las consecuencias que lo contrario traía con su novio.

- Saliste muy de prisa y no me dejaste tiempo de…

- ¿Crees que me importa? Acabo de perder el partido más importante de la temporada ¿y tú te preocupas porque no me quede más tiempo contigo?... – siguió gritando cosas por el estilo mientras se ponía de pie y pateaba cosas a su alrededor, Tetsuya por poco evito que un banquillo le diera justo en medio de la cara

- Solo quería darte esto – le tendió el sobre con la cara inexpresiva aunque sin poder disimular el temblor de sus manos, y la mirada que recibió no ayudo en nada, con furia contenida, le arrebató el papel de las manos y lo rasgó casi destrozándolo, Tetsuya solo esperaba que la noticia le alegrara y le hiciera olvidar su enojo

- ¿Qué demonios…? – le vio mirar la hoja como si fuera una especie de bicho venenoso, algo en su reacción no iba como esperaba y eso le asustó - ¡¿Cómo demonios paso esto?!

Él lo engañó, le juró amor

Y al descubrir, que ya en su ser

Se gestaba el fruto de aquel cariño

No le importó, y se alejó

Con gesto cruel, diciendo que

Ése hijo él no podía tenerlo

- Sabes cómo paso – se atrevió a decir, sintiendo que algo no iba bien, esa no era la reacción que esperaba de la única pareja que había tenido en toda su vida… la reacción de alguien que sabía sería padre – siempre te negaste a usar protección y yo…

- ¿Tu?… ¡Eso quisieras pequeña puta! si querías sonsacarme y joder mi vida pudiste idear algo mejor – sus palabras lo golpearon dejándolo sin aire, sin creer lo que oía le escucho decir con toda la crueldad de la que se negaba a creerlo capaz – además, por lo que se de ti… pudiste revolcarte con cualquier imbécil así que tengo mis dudas sobre si siquiera es mío

- Sabes que yo nunca…

- ¡Cállate! Si es mío como si no ¡No me jodas! Me importa una mierda lo que tengas que hacer pero "eso" - dijo señalándole el vientre – tienen que desaparecer

- Tienes que estar bromeando…

Llorando tristemente decía ¡Dios, no puede ser!

¡Que el padre del hijo que en mi llevo, hoy pretenda que…!

¡Que renuncie a darle la vida… y desista de él!

Llorando aquel jóven le dijo

¡Tiene que nacer!

¡Inocente es, no tiene maldad!

¡Fruto del amor, del que yo te dí!

¡Inocente es, no tiene maldad!

¡Fruto del amor, del que yo te dí…!

- ¡Es tu hijo! ¡¿Qué pasa contigo?! – como pudo retuvo las lagrimas y aun mirándolo con horror negó mientras se abrazaba a sí mismo como protegiendo a su bebé se las miradas de Daiki - ¿te atreves a querer matar a tu propia sangre? ¿Cómo puedes…?

- Deja el drama, eso no es mio…– dijo sin el menor reparo, Tetsuya en ese momento supo que debía alejarse de él antes de que hiciera algo estúpido, pero en medio de su decepción estaba tan furioso que eso le dio el valor para enfrentarlo, cuando lo que tenía que hacer era salir corriendo y protegerse - y más te vale que te deshagas de esa cosa o…

- ¿O qué? ¿Me vas a golpear?... ¿Qué harás, eh? ¿Me vas a matar acaso?– el moreno parecía no creer que le estuviera contestando y lentamente se fue acercando en actitud amenazante, Tetsuya solo retrocedió hasta la puerta y con furia de su boca empezaron a salir las palabras que no creía que diría algún día – ¡Eres un idiota, un maldito idiota! Todos estos años he aguantado tu mierda sin decir una palabra, toda esta relación secreta, todo este maldito anonimato ¿y para qué? Ahora sé que nunca me amaste y me trataste como basura, inflaste tu ego denigrándome y yo solo soportaba todo porque te amaba… porque creía que me amabas pero ahora sé qué clase de persona eres ¿sabes qué? Quédate tranquilo porque nunca más volveré contigo, no me busques, no me llames y ni se te ocurra acercarte a mí para hacerle daño a mi hijo porque te juro que te mataré

- Que lengua tienes… - dijo con burla sin escuchar realmente las palabras de Tetsuya arrojándole con furia el papel maltrecho a los pies - ojala la usaras para hacer algo más productivo que quejarte y lamentarte, tienes valor para gritarme estupideces sabiendo que antes de que me toques un pelo veremos cuál de los dos se muere primero – casi podía sentir su aliento y mientras abría la puerta del camerino a sus espaldas para salir a la menor señal de agresión, dijo lo único que se le paso por la mente

- Si te atreves a tocar a mi hijo destruiré tu adorada carrera deportiva, sabes que puedo, así que mantente alejado de mí

- A mi no me amenaces…

- Solo ponme a prueba bastardo infeliz y ya verás…

Sentía que su cabeza estallaría, estaba tan aterrado que seguro pronto entraría en shock, los oídos empezaron a pitarle dificultándole las ideas, trató de ignorar los calambres en sus manos y rostro evidenciando el inicio de un ataque de ansiedad que justo en ese momento era lo último que necesitaba entonces salió en un mar de confusiones antes de que Daiki alcanzara a cogerlo mientras le escuchaba gritarle que se detuviera pero sabiendo que si lo hacía iba a lastimarlo, caminó más rápido sin mirar por donde iba, las lagrimas habían empezado a nublar sus ojos mientras le era imposible dejar de temblar, no podía ver bien el camino cuando de repente sintió que tropezó con un par de personas, una de ellas evitó que cayera al suelo así que medio pidió disculpas sin dejar de caminar, dio un par de vueltas para despistar a Daiki y en unos minutos ya estaba cerca de su auto, quería salir de allí, alejarse lo más que pudiera y lamerse las heridas… pero ¡como dolía!, tanto que empezó a sentirse físicamente mal, el camino se vió plagado de puntitos negros y se obligo a respirar, pero ya era demasiado tarde y el mareo lo hizo tambalearse, con miedo solo pudo pensar en el bebé… "por favor que no le pase nada, por favor Dios…", antes de que todo se volviera negro se preparó para sufrir el impacto del suelo frío y ante la impotencia de no poder hacer nada, sintiendo que perdía la conciencia, su entorno desapareció y lo último que sintió fue la calidez de unos brazos que lo sostenían mientras se entregaba al olvido…

La rodilla le dolia como una hija de puta.

Salio cojeando de la enfermería para ir por sus cosas, su entrenador había querido esperarlo pero el le convenció que llegaría hasta el hotel por su cuenta y que podia irse. Desde que empezó su vida en el baloncesto nunca se fiaba de los comentarios que escuchaba antes de los partidos, asi como había un par que resultaban ser verdad, la mayoría solo eran habladurías, era de los que pensaba que la única manera de hacerse una opinión de un equipo, era enfrentándolo. Pero tampoco se confiaba y sería de necios ignorarlos, por eso jugar contra Osaka fue tal como se lo había imaginado, golpes, faltas, malas palabras un juez bueno para nada y ese estúpido que había golpeado su pierna, furioso porque no podía ganarle… y creía que jugar en norte América era difícil.

Afortunadamente todo había terminado, habían ganado con un buen margen de ventaja y cada minuto de dolor que tuvo que aguantar valió la pena solo por ver la cara descompuesta de su adversario, ese cretino necesitaba que le bajaran los humos.

- Oye, Taiga… ¿quieres mover tu trasero? es hora de irnos ¡somos los últimos! - Taiga rodo los ojos al verle parado fuera de la enfermería

- Pues vete, no recuerdo haberte pedido que me esperaras… otra cosa es que no quieres salir de aquí y enfrentar a tu noviecito… que culpa tengo yo de que seas un cobarde – se burló sin piedad, Tatsuya Himuro, su mejor amigo desde la preparatoria, le mostro su dedo medio como respuesta

- ¿Quien es cobarde? El hecho de que no quiera verle por culpa de ese idiota no me hace cobarde – masculló de mal humor, Atsushi solia esperarlo despues de sus partidos pero hoy le habia dicho que no podian verse con una disculpa tonta

- Si tu lo dices… yo digo que eres un miedoso, Murasakibara no sabe que lo viste ¿no?... a Akashi, me refiero – dijo riendo

- Imbécil… no te creas solo porque fuiste "la figura del partido" – replico totalmente rojo mientras salían de la enfermería y pasaban por los vestidores, donde ya no había prácticamente nadie – y no lo vi… él solito se apareció de la nada, vino a regodearse conmigo sobre los planes para separarnos porque yo debería saber lo mucho que Atsuchi lo adoraba… sicópata maldito.

- ¿A si? ¿No tenia su equipo un partido hoy en la noche? – Tatsuya recién parecía percatarse de ello y frunció las cejas - ¿ese tipo cruzó medio país, precisamente hoy, para decirte eso? Pues si, está loco…

- ¡Tetsuya, maldita sea, vuelve aquí! ¡Di una palabra de esto a alguien y te mataré!

Taiga miró a su compañero sorprendido mientras ambos seguían escuchando los gritos seguido de unos pasos apresurados que parecían venir en su dirección

- ¡Ya basta de esto! ¡Harás lo que te digo! ¡Detente… con un demonio, cuando te alcance te vas a enterar!

De repente algo… o alguien dobló la esquina con prisa mientras miraba sobre el hombro con mucho miedo, tan sorprendidos estaban que ninguno se movió y chocaron con esa persona que se tambaleó y en un acto reflejo, Taiga extendió los brazos para evitar que cayera

- Lo… lo siento… - no se detuvo ni un momento y siguió huyendo mientras apartaba de su cara lo que parecían ser lagrimas, aun un poco choqueados, siguieron viendo por donde se había ido hasta perderlo de vista, cuando se dieron la vuelta para seguir su camino un papel mal doblado y arrugado llamó su atención, Taiga lo recogió y estaba a punto de mirar que era cuando apareció un tipo muy cabreado gritando furioso, entonces disimuladamente lo metió en su bolsillo

- ¡Tetsuya…! – se detuvo en seco al verlos parados en medio del pasillo, estar de nuevo frente a Aomine después del partido agrió su humor a una velocidad pasmosa, aun traía su uniforme y respiraba con dificultad debido a la ira

- Buenas noches, Aomine – dijo Tatsuya al ver que Taiga solo apretaba la mandíbula y le miraba con odio

- Si, lo que sea… el que paso por aquí… ¿hacia donde fue? – preguntó de malos modos, Tatsuya iba a replicar pero Taiga, negó levemente con la cabeza y levantando una ceja dijo simulando confusión

- ¿Por aquí? Eres la primera cosa que me encuentro en el camino – Aomine se dio perfecta cuenta de que había evitado decir persona y le devolvió la mirada con más odio aun – con permiso nosotros nos vamos…

- Idiotas – se dio la vuelta y caminó por el pasillo contrario mientras empezaba a gritar de nuevo

- Bueno, bueno… de lo que se entera uno – Tatsuya frunció las cejas y negó – que carácter, me alegró que no le dijeras por donde se fue…

- Es un insoportable maldito grano en el culo – rebusco en su chaqueta y sacó la hoja de su bolsillo, estaba rasgada por un lado pero podía leerse claramente el nombre de una clínica

- Kuroko, Tetsuya… - murmuró su amigo mirando el nombre en la hoja mientras reanudaban su camino – ¿sería ese chico con el que tropezamos?

- Creo que si… ¿no era ese el nombre que gritaba Aomine? Yo no entiendo nada de lo que dice aquí… - dijo pasándole la hoja a Tatsuya, quien había estudiado medicina hasta que a los dos años de iniciar lo había dejado por una licenciatura en letras, ya que le daba más tiempo para el baloncesto, a lo mejor él sabía algo - de todas maneras… lo que sea que le haya hecho ojala le remuerda el coraje y le alborote la bilis, el muy cabrón… por culpa de ese bastardo estuve a punto de quedar fuera de la semifinal y ahora debo reposar como un lisiado hasta el próximo partido – dijo enojado mientras llegaban al parqueadero, él aun con algo de cojera por eso respiro tranquilo cuando lo encontró benditamente libre de fanáticas, rebuscó las llaves de su auto mientras recordaba donde lo había dejado, aunque encontrarlo le resulto fácil ante la falta de mas vehículos, solo un pequeño pero elegante auto negro estaba junto a su camioneta cuatro puertas, cortesia de su patrocinador.

- Si no hubiéramos llegado tarde de Los Angeles nos habríamos venido con el resto en el autobús… ¿cómo vas a manejar? – Taiga no dijo nada, solo le restó importancia con un gesto ausente - Yo lo haré, sé que aun te molesta la pierna, esta gente de Osaka es cosa seria, yo casi esperaba que los rumores fueran falsos pero… oye, oye ¿Qué demonios es eso?

- ¿Que es q…? – levantó la mirada para ver la pequeña figura de alguien tambalearse hasta el auto junto al suyo, aunque lo había visto por pocos segundos sabía que era el tipo que Aomine estaba persiguiendo y supo que no lograría llegar así que olvidando el dolor de su rodilla corrió hasta ponerse a su lado en el momento justo en que perdía el conocimiento

- Oye, tu… ¿te encuentras bien? Oye… – no hubo respuesta y se preocupo por la falta de color en su rostro - rayos, creo que se ha desmayado, está muy pálido, rápido… deja de mirar como un idiota y abre mi auto

- Mejor llama a una ambulancia, no podemos hacernos cargo de él, nos meteremos en problemas… - recordó que traía la hoja que habían encontrado y la metió de cualquier manera en su bolsillo, e ignorando su propia advertencia de todas maneras hizo lo que le pidió y sostuvo la puerta para que lo pusiera dentro

- Toma - no le estaba prestando atención porque había estado rebuscando en los bolsillos del inconsciente y había encontrado las llaves de su auto – ve detrás de mi

- ¿Qué?... no, no, no, ¿perdiste la cabeza? Taiga… ¡esto es un error! – su amigo no lo escucho y dejó cuidadosamente al desmayado en el asiento – Taiga…

- ¿Me vas a hacer el favor de seguirme? Por favor, no podemos dejar su auto aquí – su cabeza escuchaba las réplicas de Tatsuya y era consciente de que estaba a punto de hacer una locura pero ni siquiera el sabía porque estaba haciendo aquello

- Si quieres mi opinión esto parece una especie de secuestro mires por donde lo mires – le reprochó mientras ingresaba en el pequeño vehículo - me debes un favor enorme

- Si – sonrió con agradecimiento mientras se ponía en marcha…

Según su GPS había una clínica a poca distancia del complejo deportivo, llegaron en poco tiempo pero su pasajero aun no reaccionaba y al estacionarse, Tatsuya fue hasta la puerta para que los enfermeros lo transportaran en una camilla, junto a ellos corrió hasta el lugar de parqueo y murmurando una maldición vio a Taiga sacar al otro y levantarlo

- Entiendo que te preocupes por el pero me gustaría más que fueras consciente del daño que le haces a tu rodilla por ser tan impaciente

- Señor, por favor colóquelo en la camilla y déjenos el resto a nosotros – algo aprehensivo dejó que ellos cuidaran de él, pero estaba demasiado inquieto y tomando su bolsa de la camioneta fue tras ellos

- Taiga… ¡maldición! – Tatsuya corrió detrás de él murmurando algo sobre las personas idiotas que no escuchaban a sus amigos – en serio ¿Qué te pasa? Está en buenas manos, tómalo con calma… por favor espérate… ¡que esperes te digo!

- ¡¿Qué?! – por algún motivo tenia los nervios a flor de piel y tener a su amigo parloteando algo sobre los fanáticos le ponía de los pelos

- ¡Que te calmes! El lugar está lleno de personas que estuvieron en el partido, no podemos entrar porque aun traes la ropa del equipo y te van a reconocer enseguida… ¿Qué clase de loco te ha poseído, maldita sea? ¿Quieres ponernos en aprietos?

- Rayos – era cierto, algunas personas tenían camisetas de Osaka pero otro tanto tenia cosas de su equipo - ¿Qué hacemos entonces?

- Yo quisiera arrancarte los cojones… - murmuró mirandolo con amargura -por eso mejor espérame un minuto mientras hablo con algún médico y le explico la situación, luego te hago señas, pero no dejes que te vean – dijo con una clara señal de impaciencia

- Si… anda, ve… pero no tardes - tal peticion recibio un dedo medio como respuesta acompañado de un muy amable "que te jodan"

Llevaba demasiado tiempo esperando, aunque siendo objetivo en realidad solo habían pasado un par de minutos en los cuales había tenido que esconderse un par de veces detrás de unos arbustos, iba a entrar sin importarle quien lo viera cuando su amigo, acompañado de un médico, salió y comenzó a buscarle con la mirada

- Psss… aquí – murmuró lo suficientemente alto para llamar su atención

- Ohhh… vaya – el doctor era relativamente joven y al verlo extendió la mano para saludarlo vigorosamente - De verdad eres Kagami ¡wow!... digo… ¡wow!

- Eh… si, eh… mucho gusto – le lanzó una mirada confundida a su amigo y espero una explicación

- Pude pasar sin que me detuvieran pero él me reconoció apenas me vio… por fortuna es quien está atendiendo a… eh… bueno… el chico que trajimos – dijo haciendo como si no supieran nada, cosa que no estaba lejos de la verdad

- Bueno, voy a necesitar algunos datos – el pobre tipo estaba tratando de ser profesional pues se veía que estaba muy emocionado – El señor Himuro me explico que lo encontraron en el parqueadero antes de que se desmayara… ¿saben algo de él?

- Bueno… no, solo lo trajimos… - explico Tatsuya con pesar

- La hoja… - ante la mirada confundida de su amigo, dijo con impaciencia - ¡la hoja que te di!

- Oh, cierto… - el médico les miró esperando mientras el rebuscaba aquel papel arrugado – se le cayó esto mientras le ayudábamos, solo alcanzamos a ver el logo de una clínica – era mentira pero el doctor no tenia porque saberlo y además el resto de la información no era muy relevante

- Kuroko… Tetsuya – leyó lentamente y entre mas parecía comprender, el surco entre sus cejas se hacía más profundo – mmmm… ya me parecía haberlo visto antes, recuerdo a este chico, está en la facultad de medicina donde doy clases, es muy inteligente… bueno… vaya… - cuando llegó al fin de la hoja sus labios dibujaron un pequeño "oh", la espera estaba volviendo loco a Taiga quien tuvo el impulso mal sano de zarandear al pequeño hombre para que dijera de una vez que rayos significaba todo – eso explica muchas cosas…

- ¿Qué cosas? – Tatsuya se encogió de hombros y miró la hoja que el doctor sostenía, la leyó rápidamente, luego abrió los ojos y le miró asombrado

- Son solo las primeras 12 semanas así que será normal que se desmaye o este débil – doblo el papel y lo guardó - gracias por esto, tiene los datos que necesito, si quieren puedo hacerlos entrar y que no los molesten…

- No…

- Si…

Tatsuya le miró con la boca abierta

- Debemos irnos – al ver que estaba determinado a salirse con la suya trato de convencerlo - Taiga, en este momento ya estamos medio fugados del resto del equipo, si no nos aparecemos en la próxima media hora estaremos en problemas…

- Cuando decidan algo me avisan eh… yo debo volver adentro – el doctor quiso dejarlo solos pero Tatsuya se lo impidió dejando salir parte de su frustración

- Sabes que tengo razón – dijo sujetando al pobre doctor y mirando a Taiga

- Podrías ir tu solo y… eh… decir que tuve que venir a la clínica para… eh… que me examinaran la rodilla y… este… esas cosas – dijo algo incomodo

- Y luego el entrenador va a exigir que lo traiga para checarte el mismo y estar seguro que su diamante bruto… perdón "en" bruto este en perfectas condiciones para salir en el vuelo de mañana con nuestros compañeros, ya lo dejamos en las capaces manos de nuestro amigo… ehhh – miro de reojo el carnet del doctor y agrego – El Dr. Yamada, ¿qué más quieres? De verdad que no entiendo tu empeño – luego miró fijamente al confundido medico y pidió – por favor, dígale que podemos irnos

- Claro que pueden… pero presiento que quiere quedarse – agregó al ver la cara de Taiga – de hecho podría hacerle los estudios porque hace rato que esta apoyándose mucho en su pierna sana y creo que los necesita, solo será un control en tanto eso el señor Himuro puede ir hasta su hotel y decirle al entrenador lo propio, en caso de que venga yo le atenderé y le tendremos todo para que no… eh… ¿los regañe?

- ¿pensaste mucho en ello? – le reprocho Tatsuya en broma haciendo sonrojar al pobre hombre – lo peor es que puede funcionar

- Entonces vamos dentro… podemos ir por la entrada de empleados, ya saben, para que no haya ningún alboroto - el doctor caminó hacia dicha puerta y esperó a que Taiga lo siguiera

- Gracias hermano, yo… no entiendo realmente que pasa conmigo pero… siento que es algo que debo hacer

- Creo que soy la única persona que puede decir que te conoce mejor que tu madre así que yo si se lo que te pasa, también vi a ese chico y no soy ciego – Taiga tuvo la decencia de mostrarse apenado – todo este empeño tuyo es tan normal como un perro a cuadros pero es porque nunca lo haces que te perdono, te sientes atraído por él y eso está bien pero quiero que te calmes y no hagas algo estúpido porque lo mas que sabes de él es su nombre y además tiene el infortunio de estar relacionado de alguna manera con ese cavernícola de Aomine… mucho me temo que demasiado

- ¿Qué insinúas?

- Nada…

- Tatsuya…

- Bien, bien… la hoja… era una prueba de embarazo… positiva, y por cómo estaban peleando hace un rato pues… saca tus conclusiones yo me voy y seguramente volveré en un rato

Agua…

Podía escuchar agua correr a lo lejos, pero le pesaban los párpados y no podía abrir los ojos… sus brazos y piernas se sentían de plomo junto con el dolor punzante en su cadera, que no había sentido desde que Daiki lo dejara tirado en la cama, mismo que volvió maximizado por lo débil que se sentía.

El sonido se fue y su cabeza se lleno de ruidos por cosas moviéndose, siguió intentando abrir sus ojos y cuando pudo hacerlo casi lo cegó lo blanco del techo, los aparatos médicos a su alrededor y el penetrante olor de los farmacos desataron su pánico así que por un momento su mente imaginó las peores razones de su estancia en semejante lugar, no recordaba cómo había llegado allí y en lo único que podía pensar era en si su bebé estaba bien, buscó el botón de llamado y esperó a que el doctor llegara para salir de dudas cuando de repente la puerta junto a su cama se abrió y alguien, alguien muy alto, salió con una toalla frotándola sobre su cabeza, no podía verle la cara pero el torso, musculoso y esbelto, con algunas gotitas de agua deslizándose hasta perderse en el resorte de sus bóxer le dio suficiente para mirar, el hecho de que tuviera los jeans desabrochados lo dejó un poco… perplejo, no pudo emitir ninguna palabra y cuando le dio la espalda para buscar algo en la maleta, una que recién se daba cuenta había en la silla junto a la ventana, toda su atención fue capturada por un tigre de estilo chino, el tatuaje llenaba toda su espalda, no fue hasta que se lo cubrió con la camiseta que pudo hablar

- ¿Quien…? – la voz le salió algo débil pero fue suficiente, de inmediato el otro se dio la vuelta y le miró con una sonrisa, se acercó hasta la puerta y le hablo a alguien sobre buscar al doctor, tenía el cabello algo alborotado por la ducha y sus ojos le miraron fijamente mientras terminaba rápidamente de arreglar su ropa, Tetsuya no podía dejar de notar el color rubí oscuro de su iris… y de su pelo, de repente la frase "maldito pelirrojo" resonó en su cabeza al ver que al lado de la maleta estaba una sudadera con un bordado particular… el logo de los Alvark en letras doradas

- Yo… te traje hace un rato ¿recuerdas lo que paso? – su voz era grave y profunda, de una suavidad inusual y atractiva, un poco alarmado esperaba que el estremecimiento que sintió en consecuencia no tuviera nada que ver con lo sensual de ello

- ¿Lo que paso? – repitió algo desconcertado

- Te desmayaste en el parqueadero después del partido, yo pasaba por ahí entonces te traje aquí, lo siento no me he presentado… soy Taiga, Taiga Kagami – siempre se presentaba pues no era tan arrogante para creer que todo mundo lo conocia, aunque fuera cierto. El cambio en la expresión de Tetsuya le hizo tomar una actitud más prevenida, cierto era que no sabía nada de él pero en ese momento al igual que desde la primera vez que lo había visto no pudo dejar de notar lo "hermoso" que era, no había otra palabra para ello, si, era un chico y si, el también pero a su cabeza no parecía importarle, el azul de sus ojos y su cabello eran perfectos pero por alguna razón no era eso lo que más le atraía, era esa aura de… vulnerabilidad, de necesidad que emanaba, aunque dudaba que alguna vez el fuera a pedir ayuda por algo – espero que no te molestara por usar el baño pero necesitaba asearme después del partido ¿no te desperté, verdad?

- ¿El partido? – su mente quedo en blanco por una fracción de segundo antes de que todos los acontecimientos de la tarde llegaran como una avalancha a arrasar con su tranquilidad – oh, cierto… el partido, siento causarte molestias…

- No es nada, solo espero que te encuentres bien…

- Buenas noches señor Kuroko – el doctor Yamada miró sonriente a Tetsuya quien se sentía algo fuera de lugar, el doctor saludó a Taiga con un entusiasta movimiento de cabeza y le entregó un sobre – tenga esto un momento, luego le explico, por ahora quiero saber cómo esta mi paciente… - Taiga miro el sobre, luego al doctor y suspiro resignado - bien ¿Cómo te sientes?

- Yo… bueno… - miró un momento al pequeño hombre y dijo sorprendido - ¿Profesor Yamada? – una pequeña sonrisa mientras asentía fue su respuesta luego miró a Taiga un momento y no supo si preguntar frente a el sobre su estado – me siento bien

- Debes descansar, la fatiga hizo que tus defensas fallaran y por eso te desmayaste, en tu estado…

- Doctor… con respecto a eso ¿está todo bien? – iba a esperar pero estaba demasiado ansioso al respecto, no era como si estuviera gritando a los cuatro vientos que estaba embarazado

- Si, todo va bien, no te preocupes por eso, esta noche quiero que te quedes a descansar, te monitorearemos hasta mañana y luego te daré el alta, a futuro te recomendaría que tomaras todo con más calma, que evitaras fatigas innecesarias y… eso es todo, llámame si necesitas algo… en cuanto a usted… - miró a Taiga y negó con preocupación – cuando le dije que haríamos unos exámenes para revisar más a fondo su rodilla y estuvo de acuerdo ¿pensó en lo que sabe y no sabe su entrenador, no? Porque se supone que vamos a dárselos…

- En cuanto a eso… le diremos que los resultados se demoraran hasta dentro de dos semanas pero que por el momento estoy bien – dijo algo nervioso

- ¡Claro que no! – Tatsuya había llegado y estaba en el marco de la puerta mirándolo con reproche – si juegas así va a empeorar

- Estaré bien…

- No, no lo estarás, esta vez no te saldrás con la tuya… Dr. Yamada, si descansa dos semanas ¿estará mejor? – Taiga le miró con enojo pero Tatsuya lo ignoró

- No totalmente… pero si se da el caso podría jugar la final, con algo de moderación y cuidándose de recibir golpes innecesarios

- Entonces está decidido, no dejare que juegues el próximo partido… - le dijo su amigo con firmeza, iba a replicar pero Tatsuya le amenazó – no me cabrees, si lo haces le mostrare los resultados al entrenador, ese estúpido te pateó tan duro que te saco un esguince y si no juegas la final por su culpa vas a darle el gusto… Aomine Daiki se merece haber perdido pero tú no

- ¡Shh! – la advertencia de Taiga llego demasiado tarde, Tetsuya, que había seguido la conversación algo desconcertado les miró con sorpresa

- Bueno, lo siento pero es la verdad – dijo ya más calmado y con una mirada de disculpa – cuando se dio cuenta que no podía ganarle a Taiga le lastimó haciéndolo parecer un accidente

- Fue un accidente – Taiga sonrió con pesar y evitó mirarlo directamente - esto no tiene nada que ver contigo sabes…

- Siempre ha tenido mal carácter… - murmuró apenado y casi al instante quiso morderse la lengua, ignorando a propósito el hecho que de alguna manera ellos sabían que se conocía con Daiki, y prefería no pensar en el cómo y porqué

- En fin, creo que debería descansar… afortunadamente después de este torneo hay un largo tiempo de receso ¿no? – comentó distraídamente el doctor mientras verificaba las pulsaciones de Tetsuya - será suficiente para que se recupere, cuidándose mucho claro… - Taiga se mordió la lengua para no replicarle a su amigo y se conformó con mirarlo enfurruñado

- Bien... supongo - y un cuerno, maldito fuera si no iba a pelear por ello

- Todo bien entonces, el entrenador espera afuera, así que mueve tu culo gordo – Taiga siguió a su amigo mientras seguía murmurando sobre la traición y sus consecuencias, mientras aclaraba que su culo no era gordo, algo desconcertado, Tetsuya no pudo evitar reírse, al oírlo aquel pelirrojo le sonrió y le guiño un ojo antes de desaparecer de su vista

- Tetsuya, debes tomar ácido fólico y algo de calcio, te dejaré la receta para que la lleves cuando te den de alta, unas vitaminas tambien serian buenas lo demás creo que ya lo sabes, buena alimentación, descanso… afortunadamente los exámenes ya pasaron ¿eh?

- Eh…Si, el suyo fue el último… y el más difícil – dijo con una expreción apenada, sonrojado hasta las orejas pues no podía dejar de relacionar la palabra culo y Taiga en la misma frase, seguida del recuerdo de su sonrisa marca comercial de dentífrico

- Si te hace sentir mejor… lo has aprobado con muy buena nota

- Oh… gracias, pero ahora lo que me preocupa es la residencia… me retrasaré un poco pero supongo que nada se puede hacer

- Es cierto… vamos paso a paso – el doctor caminó hacia la puerta para seguir la ronda con otros pacientes y antes de irse agregó - por otra parte… tienes al padre para que te ayude así que yo lo tomaría con calma.

- Si… eso pensaba yo – murmuró cuando el doctor salió, recordarlo fue como un detonante, de repente las lágrimas comenzaron a salir y nada pudo hacer para detenerlas, con amargura dejo que fluyeran hasta dejarlo seco, en ese momento decidió que olvidaría todo de ese idiota y se dedicaría a lo único bueno que le dejó… su hijo

- Es lo más estúpido que has dicho hoy…

- Entonces ve y pártete las patas ya que tantas ganas tienes – Tatsuya estaba bastante harto de escuchar tal perorata de su amigo y bufó molesto – perdóname la vida por preocuparme por ti, malagradecido

El entrenador no había visto los exámenes, pero le había prohibido terminantemente jugar la semifinal, viéndolos discutir no se sabía a quién le dolía mas esa decisión si a él o a Taiga, Himuro pensó que el primero estaría todo el partido de los pelos y el segundo terminaría sin uñas pero era eso o que la lesión empeorara y pusiera en riesgo su salud

- Bien… lo siento, es solo que… estoy frustrado – quiso agregar otra cosa pero apretó los labios y esquivo la mirada inquisidora de Tatsuya

- Debes dejar de pensar en ello porque nada puedes hacer al respecto – dijo con seriedad

- Si, si... descansare para que…

- No hablo de eso, aunque también debes hacerlo y lo haras, lo que te molesta es lo de ese chico… no porque esté esperando un hijo, un hombre de verdad no pone remilgos por eso, sino porque lo más seguro es que sea de Aomine, bien dice el dicho que la mejor manzana se la come el cerdo mas asqueroso

- El modo en que lo dices es horrible… – dijo molesto mientras caminaba lentamente a su lado, le habían dado una muleta pero el infierno se enfriaría antes de alguien lo viera usándola – aunque aplica, ese imbécil… si mal no recuerdo amenazo con hacerle daño si decía algo al respecto – dijo con preocupación

- Si te digo que no intervengas… - negó con resignación – no veo como puedas quedarte aquí, así no vayas a jugar deberás venir con nosotros mañana hasta Akita y estar presente la semana siguiente en el partido

- No lo sé… ¿crees que estoy actuando como un estúpido?

- Si – contesto sin dudarlo, ganándose un empujón de reproche – pero… por otra parte, me gusta que te intereses en alguien – Taiga levantó las cejas en signo de pregunta - desde que nos conocemos has dedicado cada momento a ser el mejor jugador, el que entrena más duro…el mejor estudiante y eso no sé como lo hiciste, con lo denso que eres…

- Oye, no te pases… - al verlo nadie siquiera lo pensaría pero era chef profesional, aunque mas allá de la practica de la academia realmente nunca había ejercido, mas que para si mismo, aunque a largo plazo queria tener su propio restaurante cinco estrellas, no era tan iluso para creer que seria jugaror por siempre

- A lo que voy es… siento que a pesar de todos los amigos que tienes, de toda la gente que te rodea y de todas las cosas que has logrado… sigues estando solo, quisiera que tuvieras a alguien con quien compartir todo eso…

- Creía que lo compartía contigo – dijo haciendo un puchero que los hizo reír a ambos

- Sabes de lo que hablo… claro que puedes contar conmigo y yo soy feliz por ti porque soy tu amigo y te considero un hermano, pero hay cosas que solo puedes compartir con una pareja… por ejemplo, yo nunca tendré sexo de celebración contigo

- No porque no quieras… sino porque no eres mi tipo – aclaró dándose aires mientras Himuro le dio un empujón y ambos reían

- Que no te oiga o te golpeará – advirtió haciendo alusión a su novio

- Si, seguro que lo hará… sabes, no sabía que necesitaba a alguien así en mi vida hasta que lo mencionaste, pienso en Tetsuya y mi mente empieza a divagar, no se nada sobre su vida, ni su carácter, nada en absoluto con lo que pueda decir "me gusta porque…" ¿entiendes? Solo no puedo dejar de pensar en el… y de todas maneras no podemos asumir que será ese alguien, si las cosas están como pensamos un tipo como yo sería la última persona en la que él pensaría en enrolarse

- Un tipo como tu ¿eh?... ¿Exitoso? ¿Leal? ¿Apuesto? ¿Trabajador? ¿Responsable? ¿Por qué no se fijaría en alguien así? - preguntó con ironía – a menos que tenga algún problema mental… porque salir con una basura como Aomine sinceramente hace que me lo cuestione…

- Ese es el punto… siento que yo le recordaría todo de lo que quiere alejarse

- Hazle un favor al mundo y no te compares con ese animal – espetó enojado – Si bien es cierto que nos estamos adelantando mucho a los acontecimientos, se que no vas a dejarlo por imposible, te conozco y eres un gran tipo, permite que él se dé cuenta cómo eres y si sale algo bueno de ellos ¿no sería genial? Sabes lo que opino de esas cosas, no existen…

- "…las casualidades, todo lo que pasa tiene que pasar" – sonrió en medio de un suspiro y dijo en broma - ¿te imaginabas que yo tendría estos flechazos a primera vista?

- Imaginaba que algún día serías tan feliz como yo… porque te lo mereces, además verte hacer el tonto será mi recompensa por toda la odisea que me has hecho pasar hoy

- No fue tanto, solo mentiste y me ayudaste en un casi secuestro para después seguir mintiendo… es lo que hace un mejor amigo ¿no?

- Contigo trabajo horas extras.

- Gracias… de verdad… gracias

Tatsuya negó con una sonrisa y en un movimiento reflejo ambos chocaron sus puños, era ese, de todos, el gesto que demostraba que no solo eran los mejores amigos… eran hermanos.