A NATURAL WOMAN
Hola buenas noches, he aquí un mini fic, que me llego en un arrebato de inspiración mientras creaba los demás capítulos de mi fic "Quiero robarme a la novia" esto es en recompensa de aquellas chicas y chicos que esperan impaciente capitulo nuevo.
Espero les guste
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Mirando la lluvia
de la mañana
Me sentía
sin inspiración
Y cuando sabía que tenía
que enfrentar otro día
Dios, me
sentía tan cansada
Antes del día en que te conocí,
la vida era tan cruel
Pero tu amor era la llave
para tranquilizar mi espírituPorque tu me haces sentir,
me haces sentir,
Me haces sentir como
Una mujer natural
A natural woman—Adele
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CAPITULO 1
Era ya la tercera semana, ella parecía siempre con unos pantalones suaves de yoga, una mochila al hombro y una playera que cubría por total su cuerpo. Se sentaba en la esquina derecha. Veía a todos con mucho interés. Sonreía de forma tierna, a causa de su sonrisa se formaban unos hoyuelos en las mejillas.
Segundos después ella sacaba de su mochila un libro, leyendo con avidez interés, mientras esperaba que los demás terminaran.
Pero él se quedaba siempre en el mismo lugar viéndola a ella. Sonriendo cuando ella sonreía. Preocupándose cuando ella sin querer se lastimaba.
Sus hermosos ojos castaños se veían más claros cuando aprendía cada día más. Era el único momento donde ella se quitaba sus gafas. Deseaba que ella lo viera. Deseaba que ella se fijara en él. Pero se iba antes de que diera el primer paso.
Ahora solo se consolaba contemplándola a lo lejos. Pero era un cobarde, no se atrevía a acercarse. Con frustración se frotaba el rostro. Ya que eran los lunes, miércoles y viernes, los días en las cuales la veía, los días en que ella asistía a ese lugar durante una hora.
Era el hijo de la dueña, estaba de vacaciones por la universidad, mas nunca pensó que un día en el recinto cambiase su mundo, pues el mismo día que visitaba su madre una alumna nueva se inscribía. El mismo día que el sintió como su corazón latió con fuerza despertando de un largo letargo, como sus ojos no dejaban de verla, como su sonrisa le iluminaba su día.
Cobarde
El era un cobarde.
No se atrevía a acercarse, no se atrevía a conocerla.
¿Cómo era posible si en la universidad era el más guapo, el perseguido por las chicas, el llamado playboy?
Recordaba el patético intento, cuando por fin decidió acercarse a ella el primer viernes después de clases.
Un "hola ¿como estas hermosa?"
Ella ruborizada daba la media vuelta alejándose de él.
Fue un golpe a su orgullo, un golpe del cual no se recupero. No sabía nada sobre ella, excepto que le gustaba la lectura, que vivía arriba del consultorio dental, que estudiaba en chicago, que sus flores favoritas eran los lirios, que gustaba morderse el labio cada vez que dudaba si podía realizar los movimientos, que fruncía su ceño tratando de realizarlo cada vez que podía. Y que sonreía victoriosa cuando este le salía a la perfección.
Él solo negaba con la cabeza, pues sentía esas victorias como suyas.
Verifico su reloj, grave error, pues solo quedaban 5 minutos para que la clase terminara. Negó, no esta vez no sería un cobarde. El actuaria ya era hora de hacerlo.
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Ella ingreso al lugar, sonrió sus esfuerzos al fin rendía frutos. Bajo 2 kilos gracias a su dieta estricta y a sus rigurosos ejercicios. Más al estar dentro se sintió cohibida como el primer día. No saludo a nadie pues a pesar de llevar 3 semanas asistiendo al lugar no había concordado amistad alguna con los allí presentes.
Se dirigió a su lugar favorito, dejo su mochila en el suelo, vio todo el gran lugar maravillándose como el primer día. Mas sin embargo la lectura le llamaba con fuerza, así que saco el libro del cual se centro en todo el mundo maravilloso que las letras le mostraban, era ya su quinto libro que devoraba en la semana.
El tiempo pasó, su instructor les llamo. Ella sonreía pues siempre le sucedía lo mismo. se perdía entre las letras y perdía noción del tiempo.
Con un suspiro profundo, se levanto dispuesta a perder más kilos, a ser delgada a ser una mujer bella para él. Su amor platónico.
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Estaba cansada, esta vez la dificultad de cada uno de los pasos aumento, por poco tropieza aprendiendo uno nuevo, si no fuera por su compañera que la sostuvo y que en silencio le pidió que la siguiera.
Todo el cuarto se lleno de aplausos, como cada vez que terminaban, se aplaudían entre ellos mismos dándose ánimos, superando una prueba más.
Tomo sus cosas, se dirigió a las duchas para quitarse el exceso de sudor.
Más no pudo evitar chocar con "él"
Bajo su cabeza con timidez, sus mejillas se sonrojaron, con paso apresurado llego a las duchas aguantando la respiración.
Dejo sus cosas en un cubículo, saco su toalla, mas se recostó en la pared para tranquilizarse. Otra vez chocando con "él"
El chico de los ojos verdes
"hermosos ojos verdes"
El primer día que lo vio, ella se sonrojo. Era el ser más hermoso que había visto en su vida. Era como un dios griego, del cual había caído del cielo para dejarla a ella babeando por él.
Su mirada cruzo con él, percatándose de sus ojos esmeraldas, que estaban escondidas tras unas gafas. Se sintió cohibida, así que ella dio media vuelta dirigiéndose a las duchas.
Durante esas tres semanas, podía sentir su mirada, podía sentir su presencia y un escalofrió le recorría el cuerpo.
Sin embargo ella se veía todas las noches en el espejo
¿Qué vería un hombre como él a una mujer como ella?
Era obvio que las mujeres que el elegiría serian altas, rubias o morenas de grandes pechos, cuerpo escultural, cabello perfecto. Mujeres hermosas que estarían orgullosas en sus brazos, y que el exhibiría orgullo
En cambio ella…
Estaba gorda, su cabello era un estropajo, sus dientes tenían braquetes, tenía que utilizar gafas para poder ver, pues sino tropezaba.
No, el no se enamoraría en alguien como ella.
Negó con la cabeza despejando sus pensamientos. Ingreso a la ducha cerrando los ojos al sentir el agua recorrer su cuerpo y recordar el día en que "él" se presento
Hola ¿Cómo estas hermosa?
Su voz, era como terciopelo. Su sonrisa marca Colgate, su mirada seductora.
Ella sintió su corazón detenerse, babeo por él, suspiro por él. Pero al sentirse pegajosa a causa del sudor, sus mejillas se tiñeron de vergüenza
¡OH dios!, ella sudaba como cerdo y el olía a pino y menta. Mientras que ella apestaba.
Se alejo dando media vuelta, regresando a casa, una maleducada, ni siquiera tuvo la delicadeza de responderle, pero en ese instante al voltear vio a una rubia delgada.
Quiso llorar, el nunca se fijaría en ella. El estaba saludando a la mujer que estaba a sus espaldas
Idiota
Idiota.
Despertó de sus pensamientos. Se vistió con sus ropas que ocultaban sus defectos y salió presurosa del lugar, aunque no pudo evitar dirigir su mirada hacia el sillón donde el siempre solía sentarse, con su sonrisa marca Colgate en su rostro.
Sin embargo en esta ocasión, el no estaba. Sintió la decepción bajando la mirada salió al exterior.
Más cual fue su sorpresa al verlo a él allí, en el estacionamiento parado sensualmente en su coche gris.
El sonrió al verla.
Ella volteo a ambos lados
Si, a ella le sonreía.
Se acerco con cautela, dirigió su vista hacia el frente, quería ignorarlo.
Tonta no lo hagas se dijo
Mas la vergüenza recorrió su cuerpo, ya que ella no era la mujer ideal, la modelo. No, ella era fea.
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Sintió los nervios recorrer su cuerpo, esta era su oportunidad a conocerla, se dirigió a su auto el cual él conocía. Ya que antes que ella llegara se paraba en los ventanales en el despacho de su madre esperando su llegada.
Una vez divisaba el auto se dirigía presuroso en las escaleras y frente a ella se sentaba en ese sillón que lo ocultaba de todos, mas el solo la veía a ella.
Espero 15 minutos, no pudo evitar recordar el haber chocado con ella apropósito, sonrió ella se había ruborizado, y a él le causo ternura su timidez.
Esta vez, actuaria.
Esta vez la conocería.
La vio salir, se enderezo en el auto cruzando los brazos sobre su pecho. Sonrío de medio lado. La saludo con un cabeceo, y vio como ella con la mirada enfrente se dirigía a su auto.
- Buenas noches—musito con una hermosa voz de ángeles
-Buenas noches—respondió su voz salió un poco chillona a causa de los nervios, mientras se aclaraba la garganta.
-¿Desea algo? ¿Estoy infringiendo las reglas del estacionamiento?—le pregunto curiosa viéndolo de frente
Como se derritió ante esa mirada, como deseaba besar sus labios.
-No, solo quería…—estuvo a punto de lograrlo, se había acercado más a ella pero sus intentos se vieron frustrado gracias al grito de su prima.
-¡Harry! Ven un momento tu madre te llama
Maldijo en silencio, Dios no estaba de su parte. Al fin había logrado escuchar su voz, acercarse a ella, pero ahora…
Ella se dio la media vuelta aprovechando que él se había dirigido hacia la mujer rubia que estaba en la puerta.
Ingreso al auto y se fue. Dejándolo con una sensación de vacío.
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Respiraba rápidamente, sentía la adrenalina correr en su sangre.
Al fin le hablo, al fin supo su nombre
"Harry"
Pero él no estaba en su auto por que le gustara, estaba en su auto por que había infringido la regla del estacionamiento, ella se maldecía por idiota. Sabía que él era el hijo de la dueña. Ahora ella no sabía qué hacer
¿Qué tal si la sacaban de las clases?
¿O la demandaban por evadir el carril de los incapacitado?
Pero no era su culpa, no había más espacio que ese además estaba alejado. Nadie se daría cuenta, absolutamente nadie
Estúpida
Si que se dieron cuenta, por eso él la esperaba en el auto, con la intención de decirle que era la última vez que la veía en ese lugar.
Qué vergüenza, además estaba su mirada. Esa mirada que la intimido, le causo escalofríos.
No sería una cobarde, si el lunes la corrían de las clases ella pagaría los impuestos por la multa que le impondría.
Decidida a que el lunes sería la última vez que lo vería.
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"mírate eres gorda"
"Estás fea"
"Quien se fijara en ti"
"Granosa"
"Solo fue una apuesta para besar a la vaca Granger"
"Estúpida ¿creíste que él te amaba?
Despertó a causa de las pesadillas, otras vez esas pesadillas. Se limpio las lágrimas que recorrían su rostro.
Se paró de su cama, se vio en el espejo de cuerpo entero, su feo reflejo la asustaba. Por eso nadie se fijaba en ella, por eso hacían apuestas pues les daba vergüenza y horror tenerla como novia.
Se siguió despreciando a ella misma. Era una estúpida
Creyó que el si la amaba.
-¡Draco por favor!—suplico- tú me amas
-¿yo? ¿Estas segura? Jajajaj solo te bese porque tendría 100 grandes a mi poder pronto. ¿Creíste que te amaba?
-Si
-Estúpida….eres gorda, fea, ¡das asco! ¡Aléjate de mi, vaca Granger!
Por eso ella decidió en esas vacaciones bajar de peso, ponerse bella. Ser una mujer para su amor platónico.
Más nunca espero que su corazón latiera por otro hombre, aun más prohibido que el anterior.
Aun más peligroso que Draco Malfoy.
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-Estoy segura que llegaremos a un acuerdo, ¿estás seguro que no puedes? ¿Y las clases?
Thomas no puedes dejar botado las clases ¿tu mama? ¿Se encuentra bien?
Está bien, buscare un remplazo…si está bien. Luego hablaremos…chao
Ingreso cuando su madre hablaba por teléfono. Era lunes, dentro de poco ella ingresaría para tomar sus clases. Su mamá con un suspiro cerró teléfono. Se sentó en el sillón el cual podía ver el exterior y al mismo tiempo el coche gris asomar.
Mas la preocupación por su madre le hizo desviar su atención hacia la mujer pelirroja.
-Mamá ¿te encuentras bien?
-Si hijo, si….
¿Segura?—escudriñó
-Bueno no…deán no podrá dar las clases esta semana ya que su madre se encuentra en el hospital a causa del dengue ¿ahora que hare? Luna no está disponible esta semana ya que le dará clases particulares a Parvati por su boda. Ginny está ocupada con sus clientes y Neville tiene un concurso el viernes pero necesita entrenar ¿Harry dame una solución?
Harry veía a su madre afligida, se acerco a ella dándole un abrazo. No veía como darle una solución a sus problemas. Pero su cerebro reacciono. Deán Thomas era el instructor de ella.
-Lo hare yo mamá—dijo seguro, mientras su madre lo miraba con esceptismo
-¿Qué? ¿Tu? ¿Ni siquiera sabes lo que Deán hace?
-Mamá—argumento Harry—llevo un mes viniendo aquí, un mes donde me aprendí las coreografías de Deán. Además soy el único disponible ¿o qué? ¿Piensas cancelar las clases hasta que la mamá de Deán se recomponga?
Su madre negó, pero razono la propuesta de él. Aun con un suspiro acepto que su hijo se convirtiera en instructor lo que resta sus vacaciones.
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GRACIAS POR LEER
