Akatsuki no Yona no me pertenece, es de Mizuho Kusanagi.


Esta historia participa en la actividad ¡Desde otros ojos! del foro El Feliz Grupo de Hambrientos.


~Same and different

No había nadie que An Lili considerara ser más opuesto a ella que el siempre serio Shin-Ah.

Shin-Ah, el fiel acompañante de su gran amiga Yona. También conocido por el nombre de Seiryuu, el dragón azul, miembro de los cuatro dragones guerreros legendarios y del recién formado feliz grupo de hambrientos.

Donde él era serio y estoico, lady Lili era habladora e irracional. Donde Lili era ruidosamente inofensiva, él era silenciosamente letal.

Él era robusto y ella delicada. Él era tímido y ella extrovertida. Ella lo tenía todo y todo lo que él tenía eran algunas pieles que llevaba puestas.

Él era misterioso y ella era un libro abierto. Donde él era observador, ella era despistada. Ella adoraba los colores vivos y él parecía vivir en la penumbra.

Lili no lo sabía, pero mientras ella se ocultaba para protegerse a sí misma, él se escondía detrás de aquella mascara para proteger a los demás.

Y aun así eran terriblemente parecidos.

Ellos eran todo azul, inocencia y esperanza. Nacidos y crecidos en lugares entre la niebla, pero siempre buscando alcanzar la luz.

Criados para vivir una vida pacífica, limitada y sin riesgos, pero eligiendo luchar con uñas y dientes para tener un mejor porvenir.

Atraídos irremediablemente por la luz de aquella chica, de apariencia tan frágil e inofensiva, pero con un fuego interior capaz de inspirar a más de mil ejércitos a luchar por el bien mayor.

Lo había inspirado a él –sin importar si su sangre de dragón interfería o no–, un guerrero, y a ella, una mediadora, junto a muchos más a lo largo del camino.

Dispuestos también a hacer todo por ella, quien les había cambiado la vida por completo.

Incluso si se trataba de arriesgar su propia vida con tal de evitar que nada ni nadie le causaran daño alguno.

Por esa y muchas otras razones, lady Lili confiaba plenamente en que el Shin-Ah haría un buen trabajo cuidando de Yona.

Su meta entonces era, darle algún día al dragón azul la tranquilidad de que ella podría cuidar a la princesa de la misma forma.


N/A: ¿Qué mejor regalo de cumpleaños para Shin-Ah (y para todos los demás) que el poder pasar una tarde tranquilos sabiendo que Yona está a salvo junto a Lili? (En serio, necesitan unas vacaciones ;w;) Y también para que Lili pueda devolverle una de todas las veces en que la pelirroja ha terminado salvándola. ¡Algún día lo lograremos, Lili!