Different Sense.
Autor: Anye
Fandom: Durarara
Parejas: Shizaya [Shizuo x Izaya] Alter egos [Tsugaru/Delic/Tsukishima/Shitsuo X Psyche/Hibiya/Hachimenroppi/Sakuraya]
Advertencia: Shonen ai, Lime, lemon. Temas algo fuertes, violencia.
Sumario: Habiendo una delgada línea entre el amor, la obsesión y el odio… Un orgulloso amor que no deja de lado aquella eterna enemistad. Sentimientos contradictorios y un sinfín de emociones tambaleándose entre la cordura y la locura ¿acaso sólo divagaciones? [Shizaya][Alter egos x Alter egos]
Nota: Nunca antes había escrito de esta serie que actualmente me fascina y desde que la vi me ha encantado. Aún así después de leer un par de fics, no sé porqué me dieron ganas de escribir sobre sus alter egos también, entonces, antes de proseguir, los describiré un poco para que no se pierdan.
Shizuo Alter egos:
Tsugaru: Todo lo contrario a Shizuo. Es tranquilo, detesta la violencia y en tanto pueda se mantendrá muy lejos de ella. Es una persona cariñosa además.
Delic: Todo un playboy seductor. No tiende a tomarse en serio las relaciones que tiene por tanto es de muy poca confianza. Piensa en divertirse y pasarla bien y además es reconocido como un "plebeyo" a ojos de Hibiya. Tiende a salir lastimado fácilmente. Tiene un enorme ego y es bisexual. También es algo sádico. [En caso de alguna relación SDM]
Tsukishima: No se conoce mucho sobre él, aún así es conocido como el mensajero, pues siempre porta un bolso lleno de cartas. Es algo tímido pero también es dulce. Tiene un pésimo sentido de la orientación por lo que siempre se pierde y su visión no es muy buena tampoco, que es el motivo por el cual usa lentes.
Shitsuo: El mayordomo. Amable y muy leal, además que atiende las ordenes de su amo con fidelidad absoluta.
Izaya Alter egos:
Psyche: Bastante optimista y alegre. Siempre con una sonrisa en sus labios y a veces algo obvio. Es bastante celoso y cuando es celoso no es para nada amigable, llegando a cierto punto de locura y capaz de torturar e incluso matar a quién toque o miré a su persona amada de maneras que él no le agradan.
Hibiya: El caprichoso que usualmente es consentido por Delic. Es testarudo y le gusta creer que es independiente. Tiene una mascota que es un caballo, y le gusta ser tratado como un príncipe, él trata a todo el mundo como plebeyos y detesta que lo traten así. Es fácil herirlo, pero no suele demostrarlo, e incluso llega a ser masoquista. [en una relación SDM]
Hachimenroppi: De todos los alter egos, es el más depresivo y amargado. Dice que espera la muerte con los brazos abiertos y a diferencia de Izaya, detesta a todos los humanos. Tiene tendencias suicidas y usualmente se lo ve como una persona inexpresiva. Puede ser muy dramático a veces.
Sakuraya: Dulce, adorable y amigable. Ama los animales y árboles de cerezo. Ama ayudar a los demás, aunque no hay mucho más descrito sobre él.
Different Sense
By. Anye
I. Agridulce
Observó sus manos con cuidado y tardó unos segundos en darse cuenta que estaban sucias y manchadas por un denso líquido que se escurría lentamente por ellas, acariciando su piel y perdiéndose en su ropa. Las observó sin lograr entender lo que pasaba hasta que sintió como un par de lágrimas empezaban a escurrirse por su rostro, nublando su visión y sin siquiera poder detenerlas. Su cuerpo se apoyó en la pared y lentamente se deslizó hasta el piso en donde empezó a llorar desconsoladamente sin creer aún que lo había hecho después de todo. Intentó limpiarse las lágrimas rápidamente y fue cuando se dio cuenta que sólo había terminado de embarrarse con ese líquido carmesí. Se levantó de inmediato y empezó a correr lejos de la escena, lejos del delito con sólo un objetivo en mente.
Escuchaba lejano el ruido de la ciudad y poco le importó las miradas acusadoras sobre él, no le importó el cansancio de sus piernas y sólo se tranquilizó cuando pisó "ese" lugar rodeado de árboles y un manantial que lo hacían lucir como un lugar salido de una historieta. Abrió con suavidad la tradicional puerta y botó sus zapatos a un lado, sin preocuparse del orden y caminado automáticamente hacia una habitación. El lugar estaba totalmente sumergido en silencio y el eco de sus pasos en aquellos pasillos que parecían eternos, largos como nunca antes los había sentido y desesperantes como jamás había imaginado podían ser, resonaba con fuerza. Se detuvo en la puerta de la habitación principal y fue cuando un inmenso miedo se apodero de él, inmovilizando cada movimiento.
Su respiración se hizo más pesada y tan sólo pensó en cómo tranquilizarse; respirando hondo y apoyando sus manos sobre la puerta con delicadeza, volviendo a paralizarse en el lugar al ver como esas imágenes se asomaban en su conciencia. Cerró fuertemente los ojos intentando olvidar tal macabro escenario y fue cuando oyó.
-Psyche… -una ronca voz llamó desde dentro con tranquilidad y suavidad. El nombrado sonrió al recordar ese amado rostro que de inmediato sustituyó cualquier otro pensamientos, sin poder darle la cara, sin tener el valor de mostrarle esa parte de sí mismo que siempre había negado y quedándose inmóvil aún en su lugar. Sin querer, nuevamente empezó a llorar, luchando por evitar que sus lágrimas siguieran escurriéndose sobre la marca del delito, pero antes de lograrlo la puerta se abrió sola dejando ver a ese rubio de porte alto y vestido maravillosamente de azul.
El más alto lo miró con sorpresa y sin decir nada acarició una de sus mejillas frotando con suavidad la sangre seca que estaba aferrada a su rostro –Psyche… -Levantó su rostro y observó sus ojos que suplicaban algo que no sabía aún. Lo abrazó con delicadeza dejando que el más bajo termina de desahogarse en su pecho y cuando el llanto cesó, lo adentró en la habitación, se sentó en la madera e invitó a su acompañante a sentarse entre sus piernas. Lo volvió a abrazar, esta vez por la espalda, y cuando pelinegro se acomodó y relajó por completo preguntó.
-¿Qué pasó? –sin acusación en sus palabras.
-Él te miraba… él te conocía, él te deseaba… él sabía que yo te amaba –dijo casi con culpa, mordiéndose el labio inferior intentando que sus palabras se perdieran en medio de los susurros, por desgracia el lugar era increíblemente silencioso –No –corrigió de repente -, él sabía que yo te amo más que a nada –y acarició las manos del más alto que descansaban en su cintura – ¿Sabes?... era insoportable. No podía soportarlo, no quería que te alejaran de mi lado, Tsugaru… –terminó con una mueca infantil girándose se en el lugar para encararlo y rodearlo por los hombros apegándose a él -¿Estás molesto? –susurró en su oído hundiéndose en su hombro y abrazándolo con fuerza. Los minutos siguientes se llenaron de silencio y palabras que jamás serían oídas. Psyche se aferró más a él, quizá no había perdón para lo que había hecho… y claro, no podía culpar al rubio que le quitaba la razón el haber cometido tal hecho, entonces empezó a sentir como un terrible pánico empezaba a apoderarse de sí mismo, si Tsugaru no lo perdonase… él estaría perdido, pero antes de pensar en algo más, unas gentiles palabras vibraron en el aire.
-Vamos a limpiarte – Tsugaru lo separó y se levantó con calma perdiéndose por la puerta durante unos minutos, dejando a un frió Phyche que no tuvo el valor de todos los días de seguirlo. Lo esperó con paciencia y en cuanto lo vio regresar, sólo notó lo que traía entre sus manos: una toalla y un recipiente con agua. Tsugaru se arrodilló delante de él y con calma mojó la toalla empezando a quitar con esmero todo rastro de sangre de su rostro y cuello. Phyche cerró los ojos dejándose hacer, sintiendo la calidez del agua y la suavidad del roce que terminó casi por recorrer todo su rostro. ¿Tan mal estaba? Pues no se había visto en un espejo en su desesperación de huir. El toque bajó por su cuello y antes de darse cuenta estaba en sus manos. Phyche sólo sonrió de inmediato ayudándole con su labor. En cuanto Tsugaru terminó de limpiarlo y se separara dejando a un lado lo utilizado, se abalanzó sobre él abrazándolo con efusividad. Tsugaru no lo culpaba, estaba seguro de ello y no podía ser más feliz en ese momento.
-Psyche –susurró al tenerlo encima, rodeándolo simplemente por la cintura como siempre lo hacía.
-Tenía tanto miedo de que estuvieras molesto conmigo… de que no quisieras hablarme, de que sintieras repugnancia de lo que había hecho, jamás me lo perdonaría –soltó de inmediato y antes de proseguir sólo sintió como repentinamente cambiaban de posiciones y el rubio terminaba sobre él mirándolo sin cambiar su antigua expresión. Acarició su mejilla y entonces habló con tranquilidad.
-No vuelvas a hacer algo así… no te ensucies de esta forma. No quiero que hagas estas cosas por mi… ¿me entendiste? –Phyche lo miró con una radiante sonrisa.
-No asesinaré a nadie más… aunque te miren, aunque de deseen como yo a ti, lo prometo por ti Tsugaru –y sin más se acercó a él y depositó un beso en sus labios. Uno dulce y sin prisas. Uno que expresaba todo lo que sentía… todo lo que Tsugaru significaba para él. Se apegó por completo, rodeándolo por el cuello y cuando sintió que Tsugaru empezaba a corresponder se sintió aún más feliz. Sentía su lengua rozar la suya, jugar en medio de sus bocas y antes de poder hacer algo más, una cálida mano se escurría por debajo su camiseta, acariciando su cintura, tocando su piel y dejándolo sin aliento. Se apegó más a él, y en un simple impulso, lo empujó para terminar sentado sobre él. Lo miró desde arriba al delinear con la yema de sus dedos sus labios y volvió a besarlo, ahora explorando con sus propias manos la tersa piel que se ocultaba detrás del Kimono que Tsugaru llevaba. Tocó su pecho, acarició su abdomen y terminó de apegarse a él mientras sentía como su chaqueta terminaba lejos de él. Sonrió al ver como los hombros del rubio quedaban descubiertos, sólo siendo iluminado por la radiante luna, y no se dio cuenta cuándo terminó recostado nuevamente, con su camiseta terminando de salir y una intrusa mano en sus pantalones.
Se arqueó suavemente al sentirlo, dejando salir un suave gemido y terminando de deshacerse de la camiseta. Observó los ojos añiles de su amante, perdiéndose por fugaces segundos en ellos y su inmensa profundidad, para entonces sentir como este se acercaba a él y besaba su cuello y bajaba lamiendo su clavícula. Lo rodeó por los hombros cerrando los ojos, y pocos minutos después lo obligó a besarlo en los labios, sintiendo un metálico sabor entre ellos. Lo miró con intriga y dijo en un susurro.
-Sabes a sangre… -Tsugaru sonrió tranquilamente volviendo a acariciar su mejilla y dándole otro beso antes de susurrar –Termino de limpiarte, mi querido Psyche –y silenció cualquier otra duda, terminando de introducir su mano en el pantalón del más bajo, llegando a su excitación, tomándola con tranquilidad y acariciándola mientras leves gemidos resonaban en sus oídos.
-Tsu… garu…-gimió Psyche al sentir como su cuerpo se inundaba de esa magnífica sensación. El más alto lo vio, y era indescriptible todo lo que ese pequeño causaba en él con esa expresión. Sus mejillas sonrojadas, sus ojos nuevamente cristalinos y no pudiendo hacer nada más que besarlo mientras terminaba de desnudarlo. Recorriendo toda su piel y deleitándose con sus agradables gemidos.
Psyche se aferró a sus hombros cuando sintió como su entrada era dilatada y cuando Tsugaru se acomodó entre sus piernas y se introdujo en él no pudo hacer nada más que gemir y sentir como todos sus sentidos se inundaban de placer. Unas delgadas lágrimas se escurrieron por su rostro, y cada embestida lo dejaba sin aliento.
-¡Ah!… Tsugaru –gimió a su oído antes de sentir como el orgasmo se apoderaba de su cuerpo, contrayendo sus músculos y rociando su cuerpo. Sintió un par de embestidas más, y fue cuando el rubio se corrió en su interior, cayendo sobre él después y respirando pesadamente sobre él.
Tardaron unos segundos en recomponerse. Phyche lo volvió a abrazar aferrándose a su cuerpo y cerrando los ojos antes de terminar de acomodarse sobre su amante.
-Tsugaru… estas manchado de sangre –besó su mejilla apoyándose en su hombro y tocando aquellas pequeñas manchas que seguramente había obtenido por el contacto con él y los lugares que antes no había limpiado.
-Puede limpiarse –dijo sin importancia observando la pelinegro y extendiendo su kimono para cubrir sus cuerpos.
-Sí… pero algo que jamás desaparecerá será mi amor hacía ti –sonrió el más pequeño –Te amo, te amo, te amo… Tsugaru y haría todo por ti –rió alegre antes de fundirse en sus labios y aferrarse en sus brazo-ss-sszz…
BRRRR— Iniciando sistema —
Parpadeó un par de veces quitándose los audífonos. Sacudió su cabeza y una sonrisa se dibujó en sus labios de inmediato. Se levantó del asiendo en el que estaba, estirándose por completo en el lugar y empezando a caminar alegremente por la ciudad.
Era una maravillosa noche que seguramente tendría la luna alta a la media noche. Llegó al mirador y dio un pequeño salto para alcanzar el barandal y maravillarse con el hermoso panorama. La música sonaba en sus audífonos, sonidos estridentemente alegres. Y al ver la maravillosa ciudad sólo pensó en que quería ver ese paisaje SÓLO con Tsugaru. Quería abrazarlo allí y llenarlo de besos, perderse en su mirada y decirle cómo lo amaba. Sonrió al tan sólo imaginárselo, y en medio de sus divagaciones dio vuelta para entonces chocarse inesperadamente con una persona.
Se miraron un par de segundos intentando identificarse, y después sólo sintió una mano acariciar su mejilla amablemente.
-Buenas noches Psyche… -sonrió el otro pelinegro.
-Izaya-kun –sonrió al sentir el contacto -, Ne…, ne, te tengo una pregunta maestro –y dio un paso más cerca de él ante la curiosa mirada del otro pelinegro.
Izaya sonrió al ver a su "otro yo" y no pudo evitar preguntarse qué era lo que quería preguntar ese muchacho tan jovial.
-Lo que quieras Psyche.
-Ne ¿matarías a alguien? –sonrió con inocencia. Izaya lo vio con interés. No es que nunca hubiera pensado en ello, de hecho, sí, lo había pensado un par de veces o quizá más que sólo un par de veces. Pero su amor por la humanidad era tan extenso que no lo haría con sus propias manos, quizá la única persona que merecía morir en sus manos era Shizu-chan y eso no era un tema de discusión. Pero quizá sí sería la persona que propiciara tales incidentes en caso de querer eliminar a alguien, pero lo demás era casi impensable, jamás lo haría él mismo. Y mientras divagaba volvió a escuchar unas palabras.
-Algo me carcome por dentro… alguien me molesta inmensamente. Lo odio, lo detesto, no lo soporto, quiero que desaparezca. Maestro… ¿Matarías a alguien por la persona que más amas? –preguntó con cierta duda retratada en su mirada. Izaya lo miró y pensó en todos esos seres "indeseables" que también había pensado con hacer desaparecer. Rió suave.
-Sí, lo haría Psyche… -y fue la respuesta más honesta que pudo dar a ese ser que era casi idéntico a él y pensando en los posibles desenlaces de su respuesta. Al parecer, pasaría algo interesante.
-Oh, ya veo… -sonrió –Entonces no es tan malo pensar en hacerlo –rió y abrazó a Izaya –Gracias maestro –esbozó una hermosa sonrisa y antes de separarse, depositó un pequeño y fugaz beso en sus labios, para después empezar a caminar en dirección a "ese lugar" sin mirar atrás y con sólo un objetivo en mente. Debía hacer desaparecer todo tipo de molestia que existiera entre él y su amado Tsugaru. Ese vendedor que había empezado a filtrear con Tsugaru, le hacía hervir la sangre, no sabía el por qué, pero no habría más de eso y de esos horribles sentimientos.
Se detuvo en un callejón y volvió a ponerse la música muy fuerte, se apoyó en la pared y vio la hora. Pronto ese hombre saldría y caminaría por ese lugar, entonces él tendría que hacer su trabajo y sólo esperaba que todo terminara como en su sueño. Que su cuerpo fuese llenado de besos, de susurros y que pudiera estar finalmente sólo con Tsugaru. Sí… un maravilloso deseo. Observó una silueta a lo lejos y sonrió. Sería una larga noche al parecer y la luna estaba radiante, justo como le gustaba.
Nota:
Primer cap PsycheXTsugaru. (Sorteo(?) iba a poner el de Shizuo x Izaya primero, pero luego se me paso el de Delic y Hibiya y… sorteo entonces XD) Me gustó como quedó y espero les haya gustado. Este fic, no es en sí una historia que tenga continuidad en historia con todos los personajes, si tienen una línea de tiempo para los últimos caps. Y sí tienen una misma línea de trama todas las historias que son algo separadas. Son un total de 5 historias, si me animo seis y están todos los alter egos.
Siguiente cap: Blanco y Negro [Shizuo x Izaya]
Gracias por leer~
