"La Historia"
Capitulo 1. San Valentín.
Y ahí se encontraba ella, con un mandil puesto y enfrente de la estufa revolviendo en una cacerola una mezcla que parecía ser chocolate.
- …removiendo constantemente hasta conseguir una mezcla homogénea y suave- leyó Kushina en la receta que allí tenia.
Este día era el de los enamorados, en donde las chicas regalan chocolates a sus chicos amados y se declaran esperando a que fuesen aceptadas. Kushina no era de ese tipo. Pero esta vez era la excepción. Esta vez la "habanera sangrienta" (como así le habían apodado hace algunos años) estaba preparando de aquellos chocolates, los cuales se los iba a dar a Minato Namikaze, su chico amado.
La verdad es que los días anteriores ella se la había pasado pensando en que regalo pu diera darle al Namikaze, ya que desde que él la había salvado de unos ninjas que que rían secuestrarla, Kushina se había sentido muy cercana al chico y sentía que algo le debía y por eso es que había pensado en darle un regalo. Pero no sabia que darle, así que ella fue a pedir ayuda a su amiga Mikoto quien era muy sabia en cuestiones de este tipo. Ella le recomendó algo simple: unos chocolates hechos por ella. Le dio la receta y le deseo buena suerte con esto.
Kushina agregó el chocolate en moldes pequeños para luego colocarla dentro de la nevera esperando a que se enfriaran y endurecieran. Sonrió satisfecha. Se dirigió a su habitación y se vio en el espejo que allí tenía, tomó el peine y comenzó a cepillar su hermoso cabello rojo. Cerró los ojos y comenzó a recordar aquel día en que Minato la salvó. Desde aquella vez ella se había enamorado profundamente de él, aunque no lo admitiera. Por eso, este día había decidido declarársele. Se arregló muy bien; se bañó, peinó y se puso su mejor ropa. Sacó los chocolates de la nevera y los colocó en una pequeña caja en forma de corazón. Salió de su casa cerrando con llave y se dispuso a buscar a su chico
Buscó a Minato por toda la aldea durante bastante tiempo, hasta que al fin lo encontró. Estaba a unos cuantos metros de distancia. Se acercó con paso firme, decidida, pero se detuvo al ver como una chica le entregaba unos chocolates. La chica era de mediana estatura, no mayor a la de Minato; su cabello era de un profundo color negro que llegaba hasta los hombros, con una hermosa tez blanca y ojos de un color marrón muy intenso. Vestía una falda corta que dejaba ver sus largas piernas junto con una blusa de un gran escote. La chica era en verdad muy linda y con buenos atributos.
Kushina se sintió algo intimidada por la chica pero lo supero y siguió caminando en dirección de Minato. Ella se detuvo en secó cuando vio que aquella chica se acercó al Namikaze para plantarle un ligero beso en la mejilla. La Uzumaki no supo como reaccionar, sintió una opresión en el pecho y un enojo creió en ella. Sin saber que hacer, dio media vuelta y regresó por donde había llegado…
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- Gracias por los chocolates- dijo Minato con un leve sonrojo en su rostro por el inesperado acto que había hecho aquella chica.
-De nada- contestó igualmente sonrojada- sabes… tu y yo pudiéramos ir a algún lado a pasear…- le mencionó a Minato esperando una cita con él.
-Lo siento, pero debo de ir a buscar a alguien- se excusó y rápidamente se fue de donde estaba dejando a la chica algo confundida.
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Kushina se encontraba en un parque, sentada en un columpio con la caja de chocolates encima de sus piernas viéndolos. ¿Por qué se había ido? Simplemente no lo entendía. Se había sentido triste y furiosa al ver como Minato aceptaba la caja de chocolates y mas aun al ver como aquella niña lo besaba. Se sentía frustrada. Abrió la caja de chocolates y sin dudarlo empezó a comerlos todos, sin ninguna delicadeza manchando el contorno de sus labios. Le habían quedado no muy sabrosos, pero estaban bien.
-Hola Kushina- saludó un joven rubio viendo que la chica tenía la cabeza gacha. Pero inmediatamente la alzo al escuchar la voz del joven y al verlo no pudo evitar un sonrojo.
-¡Ah! Ho-hola- tartamudeo un poco al devolverle el saludó. Minato notó que Kushina tenía chocolate batido en la cara, pero lo ignoro. – Veo que tienes muchos regalos- dijo al ver como Minato cargaba tres bolsas repletas de chocolates, rosas, cartas y otro tipo de regalos.
-Si- tardó un poco en contestar- son muchos, pero no recibí lo que en verdad deseaba. – dijo volteando a ver a Kushina.
-¿En serio? ¿y quien te iba a dar lo que mas deseabas?- preguntó algo sorprendida la Uzumaki, ya que ella creyó que estaba satisfecho con todas las cosas que le habían dado.
-De ti- contestó sorprendiéndola aun más. Ella bufó
-Tú no necesitabas otros chocolates de mí-
-Yo necesito todo lo que venga de ti- confesó haciendo sonrojar gravemente a Kushina.
-Bu-bueno… además ya me comí tus chocolates así que no tengo regalo para ti- dijo nerviosa por la anterior confesión.
-No es verdad- dijo acercándose un poco a la chica quien seguía sentada en el columpio.- todavía queda un poco- y sin previo aviso se acerco peligrosamente a sus labios rozándolos con los suyos. Kushina quedo tan sorprendida que ni moverse pudo. El Namikaze apretó un poco mas sus labios durando unos pocos segundos así. Luego se separo un poco y lamio los labios de la pelirroja limpiando un poco el chocolate que manchaba los labios.
-Delicioso-
