Hola Naomi reportandose ^^
Esta historia es el primer drama que escribí ^^
Lleva 1 año aproximadamente en mi libreta XD
Ya es momento de que lo saque a la luz ^^ y me digan si sirvo para esto o mejor sigo escribiendo romance XD
AVISO iMPORTANTE: Propuestas y Decisiones esta estancado, no estoy contenta con el final que le dí, así que por favor sean paciente, ya que lo borré y lo volví a empezar.
Así que para inspirarme en el final que quiero dar en propuestas, publique este fic y creo que esta dando resultado.
Bueno ya basta!
Disfruten por favor su lectura.
A Leer! ^^
Capítulo 1. Un día cualquiera.
Como era costumbre día tras día se levantaba de la cama, tomaba su ducha matutina, se vestía con tranquilidad y salía de su apartamento para empezar con esa maldita rutina diaria que aún le permitía seguir cuerdo, la cual consistía en tomar el transporte hacia aquel restaurant en donde consumía un incompleto desayuno, caminar un par de minutos por las calles de la ciudad hacia su respectivo trabajo, entrar a laborar a aquel centro de investigaciones de la ciudad de Nagoya, en donde permanecía las horas suficientes para agotar la mañana.
-"La misma maldita rutina"- aquella frase daba vueltas por su mente en los primeros minutos que sus manos comenzaban a tocar las hoja de los reportes del día anterior y sus ojos comenzaban a revisar las bitácoras de actividades a realizar este nuevo día ¿En qué momento su amada profesión dejo de tener sentido?, investigaciones, descubrimientos, análisis, reportes, intercambio de opiniones, convenciones, exposiciones, convivencia forzada con otras personas, para él era más simple trabajar sólo, encerrado en un laboratorio, sin embargo, su actual trabajo le requería más y más actividades, recordaba con nostalgia la época universitaria en donde todo parecía ser más simple -"Sí, todo era más simple… hace más de cinco años…"-
Aunque para aquel investigador de 35 años de edad su existencia en sí se encontraba muerta desde hace cinco años atrás; su cuerpo y su mente seguían funcionando perfectamente, sin duda alguna gozaba de perfecta salud, sin embargo desde aquel terrible día comenzó a sentirse muerto por dentro, su alma siempre tan triste, al grado de encerrarse aún más en su propio mundo, sí antes había permitido que aquel caparazón que refugiaba su verdadera forma de ser, fuera traspasado por alguien con paciencia y amor, ahora mismo se encontraba con doble blindaje, para que nadie más pudiera volver a ver más allá de lo que él permitiera.
Como siempre cumplía con el horario laboral inicial, en esas horas su mente se permitía estar ocupada sin darle espacio a ningún otro pensamiento que no fuera las investigaciones, desgraciadamente tenía que cumplir el horario de descanso, necesario para relajar su cuerpo, provocando que su mente volviera a llenarse de pensamientos negativos, aunque el día de hoy sería totalmente diferente, a veces el destino podía jugar las más pesadas y crueles bromas, y eso estaba a punto de descubrirlo.
Cómo cada tarde se encontraba sentado en ese mismo parque, fumando como de costumbre, viendo a esa desconocida gente ir de aquí para allá, todos con expresiones diferentes en sus rostros -"Que me importa"- pensó terminando su cigarrillo y encendiendo otro al mismo tiempo, miro su reloj esperando a que la hora indicada llegará, pero aún faltaban varios minutos para que eso ocurriera.
Odiaba ese momento de anhelado descanso por sus compañeros menos para él, porque en esas horas su mente comenzaba a divagar de nuevo en el pasado, en el presente y en su incierto futuro -"¡Mierda!"- exclamaba en pensamientos exasperado, ese descanso era necesario al menos tomarlo una vez al día para alimentar su organismo y brindarle energía a su cerebro para continuar sus labores -"¿Por qué?... ¿Para qué? "- se cuestionaba revolviéndose un poco su flequillo, tocando con la fría palma de su mano su frente.
Su mala suerte era tan evidente, al mirar una pareja sentarse enfrente de él, en aquella banca vacía cubierta por las hojas de un enorme y antiguo cerezo, cuya sombra era realmente exquisita -¡Que fastidio!- susurró desviando su mirada a otro lugar, por varios minutos aquella joven pareja conversó, estaban tan ajenos del mundo que no les importaba reír a carcajadas, se podía apreciar la confianza que tenían -"No me interesa prestar atención a sus ridiculeces, sólo deseo que el reloj avance y pueda largarme de aquí"- expresaba muy molesto en su mente, sentado comenzó a mover compulsivamente su pierna derecha, mientras escuchaba sus fastidiosas voces de nuevo, luego sus risas y de repente un silencio sepulcral, que sin querer provocó que su rosto se volteará y sus ojos capturaran claramente lo que pasa en esos instantes, ambos jóvenes se miraban como idiotas completamente sonrojados, el chico había tomado las manos de ella, respira profundamente mientras reunía el valor necesario para comenzar a articular palabra -¡Demonios!- el científico exclamaba mientras observaba la escena sabiendo perfectamente lo que a continuación pasaría.
Ella guardaba silencio mientras él le susurra algo sin dejar de mirarla -"¡Sus ojos!"- expresó en su mente mientras aquella verdosa tonalidad le hacía recordar algo que provoco que su corazón palpitará de repente… ¿Qué pasa? Su corazón cuestionaba emocionado -No es nada- le contestó controlando toda emoción que se presenta en su interior en ese momento… -"¿Cuándo me convertí en alguien tan frio?"- Terminó de ver aquella escena que incontables veces se repetía en ese maldito parque y que por su mala fortuna siempre solía presenciar. Con rapidez se levantó de aquella banca y comenzó a caminar lentamente, alejándose del lugar mientras en su mente aquella última escena se mantiene impresa -¡Mierda!- aquel risueño chico besando con delicadeza a esa chica mientras sus manos sujetan con ternura su rostro y ambos parecían ciruelas con los ojos complemente cerrados.
Sus pasos se detuvieron admirando un tranquilo lugar, se recargo un momento apoyando sus brazos en ese barandal en color blanco que rodeaba aquel maravilloso y tranquilo lago, mientras pensaba que ha pasado tanto tiempo, en que no veía aquella tonalidad en unos ojos, no debería ser tan importante, habían pasado muchos años y sin embargo ese simple detalle tan insignificante hizo que este idiota corazón suyo palpitara de esa manera -¡Maldición!- se maldijo tratando por todos los medios de volver a tranquilizarse… ¿Por qué se siente tan bien? ¿Estás emocionado? escucho la voz del maldito que palpita suavemente de nuevo -"Ya te dije que no es…"- trató de responderle mentalmente mientras se enderezo y trato de caminar de nuevo pero… sus piernas no, su cuerpo mismo dejo de moverse por completo -… … …nada- expresó finalmente en un hilo de voz, presionando su pecho con su temblorosa mano a causa de un súbito palpitar -¡Eh!... no puede… ser… Dios por favor… no… porque mi vida en verdad tiene tan mala suerte-.
Del otro lado del lago sus ojos lograron captar de nuevo otra pareja, pero no era cualquiera, al menos a uno de ellos lo conocía muy bien, trató con todas sus fuerzas de moverse -no puedo… no- pero simplemente su cuerpo no respondía -¡Mierda!- apretó sus puños, cerro sus ojos y trató de sostenerse de ese barandal con ambas manos temblorosas, su idiota corazón palpita como si hubiera terminado una competencia y le estaba costando trabajo respirar, que lo único que podía hacer era esperar a que esa situación pasará, con pesar volvió a observar al frente -Esto es demasiado… no creo resistirlo… pero porque…- exclamó mientras sus piernas comenzaban a perder su rigidez muy lentamente…
Del otro del lago, casi enfrente de él se podía distinguir una pareja en particular, un hombre alto de semblante muy atractivo e intelectual vistiendo un impecable traje de diseñador, cabello negro azulado, sonrisa amable y unos ojos en tonalidad verde completamente atrayentes, aquellos zafiros veían fijamente a un chico bastante risueño de estatura baja y cabello castaño corto, quien parecía llevar la conversación mientras movía sus manos de manera alegre, se notaba claramente que en edad era más joven, llevaba una vestimenta casual y traía consigo una maleta, parecía haber llegado de un viaje y por la manera de saludarse y conversar, daba a entender que acordaron reunirse en aquel bello lugar.
El investigador no podía despegar la vista del hombre de traje quien abrazaba de manera amorosa al chico quien correspondió su gesto de la misma manera, al menos sus acciones lo demostraban puesto que los zafiros verdes del hombre más alto se habían cerrado mientras contenía entre sus brazos al más bajo y quien a su vez acariciaba su espalda suavemente.
Desvió inmediatamente la mirada a otro lugar cuando ambos se separaron un poco, y vio venir el movimiento que a continuación ambos realizaban, ambos se acercaban con tranquilidad mientras comenzaban a besarse de manera natural, en aquel lugar, en presencia del todos, una manifestación de afecto común en aquel parque, el investigador regreso la vista rápidamente, sólo para descubrir que aquel beso aún continuaba, "duele… duele mucho" una voz interna se hizo presente -¡Mierda!- por lo cual su pecho comenzó a doler, sus orbes se movían alrededor de ellos, miraba a las personas que pasaban de largo junto a la pareja, no había miradas de repulsión o asco, no había asombro al mirarlos, no había ningún tipo de insulto hacia ellos, era como si ellos no estuvieran ahí, y los que los notaban simplemente sonreían, se sonrojaban y los dejaban ser.
-Es tan natural… después de cinco años, "eso" es algo natural para la sociedad- expresó en un susurro, mientras sus manos apretaban aquel barandal y se sostenía después de recuperar la fuerza de su cuerpo.
Aquella pareja comenzó a moverse de aquel lugar, ambos caminaban hacia su dirección, tranquilamente rodeaban el lago mientras su conversación continuaba, sus miradas parecían emocionadas cuando la distancia entre ellos se acorto, Souichi de volvió de espaldas rápidamente sintiendo que la adrenalina en su cuerpo rebasaba todos los limites, su corazón se detendría en cualquier momento y su respiración se detuvo cuando una voz tan conocida retumbo en sus oídos.
-Ya veo… así que estaremos juntos una semana completa… parece ser que estas muy emocionado por eso- el hombre alto expresaba con una tranquila voz.
-¡Por supuesto!, Tendría que ser un completo idiota si no aprovecho mis vacaciones para coincidir contigo, me tienes muy abandonado, además alégrate, cuidaré muy bien de ti a partir de esta noche, a menos que tengas otros compromisos- la voz del chico más bajo le respondía en una voz bastante seductora.
-No, al menos esta semana… no- la voz conocida respondía de la misma manera.
-Me alegro escuchar eso, no te preocupes no te hostigare demasiado- le respondió para después tomarle del brazo y reírse de manera divertida.
Aquella pareja se alejaba del él, lo había visto pasar tan cerca, tenía que ser una broma, parecía que sus pasos habían transcurrido en cámara lenta, puesto que su conversación la escucho claramente.
Si, efectivamente su voz seguía siendo la misma, al menos jamás podría olvidarla… jamás… exhaló de manera pesada, su corazón estaba acelerado, sus sentimientos estaban completamente revueltos, enojo, tristeza, alegría, rabia, melancolía, miedo… sí tenía miedo, había pasado cinco años desde que lo vio por última vez, desde aquella tarde en que lo dejó partir, desde aquella vez que se lo entrego a él… a ese otro chico, quien hubiera imaginado que ya llevaban juntos todo este tiempo, acaso su relación… ¿Resultó ser mejor que la suya? ¿Alguna vez hubo una relación entre ellos? ¿Él era realmente feliz? ¿Él ya se había olvidado de él? porque el destino se lo presentaba de nuevo, porque ahora que asimilaba el hecho de estar sin él… él volvía a aparecer en su vida.
-¿En verdad ya lo había olvidado?- se cuestionó de manera directa mientras veía perderse entre la multitud a aquellas dos personas.
-Eso ya no importa- se respondía rápidamente -Hoy es fue día cualquiera… sólo fue una coincidencia… Yo jamás te volveré a… - interrumpió su oración mientras apretaba sus puños, realmente no quería terminar aquella frase, sin embargo, con gran fuerza y pesar la declaró -Tú y yo jamás nos volveremos a encontrar- declaro con decisión mirando el reloj en su muñeca, el tiempo había avanzado, por fin el tiempo de descanso terminaba, se ajustó su saco y comenzó a caminar hacia el lado contrario para regresar a su trabajo.
-Así es… Yo jamás te volveré a encontrar de nuevo… Morinaga…-
Continuará…
Los capítulos serán cortos pero interesantes.
Como mencioné ya está terminada en general, los detalles serán más facil concluirlos.
Espero sus comentarios ^^
Saludos hermosos lectores. ^^
Hasta el Viernes ^^
