—me gustas, Stan.

Note como tensaba la mandíbula, manteniendo su vista fija en el videojuego mientras lo ponía en pausa. Se giró hasta toparse conmigo, sus azules ojos había perdido el brillo divertido provocado por el nuevo videojuego que había comprado al escuchar tal cosa salir de mis labios.

—déjate de bromas, Kyle.

Baje la mirada hasta el piso, donde en este momento estaba sentado, mi corazón comenzó a acelerarse bruscamente al sentir la mano de mi amigo en la frente.

—seguro te afecto el helado que comimos en la tarde… pero no estas caliente.

Me sonroje y lo empuje lejos de mi bruscamente, me ponía demasiado tenso tenerlo tan cerca. Me miro confundido. Aparte la mirada sumamente avergonzado, pude esperar un poco más, este no era el momento para confesarse, lo sé; pero escuchar a Stan diciendo que le rogaría a Wendy para que regresaran termino con mi poca paciencia.

—mira, sé que es difícil procesarlo, pe-

— ¿procesarlo? –Me interrumpió, bastante molesto- Kyle, mi novia acaba de cortarme otra vez y mi mejor amigo se me acaba de declarar ¿y tú crees que es difícil procesarlo?

Mi incomodidad no podría ser mayor. Lo mejor que pude pensar fue en irme.

—mira, Stan. No quiero respuesta, solo lo dije porque no pude guardármelo más. Somos súper mejores amigos y no debemos guardarnos secretos. Y quiero que eso sigamos siendo. No dejes que mis palabras te afecten. Solo, olvídalo, ¿sí?

Fingí ver el reloj que estaba sobre nosotros. Stan me miró fijamente, con los ojos como platos. Me levante rápidamente y me encamine a la puerta principal.

—tengo que irme. Olvide que tenía que recoger a Ike para llevarlo al parque. Nos vemos el lunes.

— ¡no, espe-!

Interrumpí su protesta cerrando la puerta tras de mí, camine lo más rápido que pude, no quería escuchar el típico ''perdona, pero no soy gay'' o cosas así. Sentí mi pecho comprimirse. No pude evitar pensar que ya nada sería igual, solo por mi actitud marica cuando me contaba sus problemas con Wendy. ¿Y si ya no quería saber de mí? Me lo merezco, pero, ¿tan mal esta enamorarse de tu mejor amigo? Suspire, mientras cerraba los ojos fuertemente, evitando que las lágrimas salieran. Mordí mi labio inferior por dentro, mentalizándome que llorar era inútil.

—basta, marica. No llores.

Me dije en voz alta. Abrí los ojos un poco para ver donde me encontraba. Cerca del Tweek Coffeehouse Bross. Lance un largo suspiro al revisar cuánto dinero tenia. Lo suficiente para un café expreso.

Al entrar note que el establecimiento estaba casi vacío, solo unas cuantas parejas demostrándose amor. Lo que menos necesitaba. Baje la mirada mientras me posicionaba frente al mostrador. Mire al señor Tweak, este solo sonreía tranquilamente.

—buenas tardes, jovencito. ¿Qué deseas tomar hoy?

—buenas tardes. Me gustaría un café expreso, por favor.

—trabajando. Si quieres puedes tomas asiento mientras esperas.

—sí, gracias.

Sonreí mientras me dirigía a tomar asiento en la esquina del local, en las mesas de alrededor no había nadie, solo una chica con audífonos, lo que me hizo sentir tranquilo. La mesa donde me senté era para cuatro personas.

—d-di-disculpa por el r-retraso ¡GAH! T-ten

Dijo cierto rubio mientras temblaba, logrando sacarme de mis pensamientos.

—gracias, Tweek. ¿Aún estas de servicio?

—n-no hay mucha gente h-hoy. Ya termi-ne. ¡HA! ¿p-porque?

Le sonreí mientras señalaba el asiento de frente con un movimiento de cabeza.

—siéntate conmigo.

El me miro confundió, luego sonrió y se alejó, diciendo que iba por un café.

En menos de 5 minutos ya se encontraba sentado frente a mí. Sonriéndome con una taza de café en su mano izquierda.

—deberías de dejar el café. Tomar tanto te puede matar.

— ¡GAH! Lo s-se. Pero n-no pu-puedo dejarlo. Pe-pero e-estos meses e-esto-y t-tratando de t-tomarlo sin c-cafeína.

Menciono sonriendo. Yo correspondí dando un pequeño sorbo a mi café.

—eso es un gran paso.

—g-gracias. P-por ciert-to, ¿q-que te tr-trae po- ¡GAH! Por aquí?

Lo pensé unos minutos, después de todo, Tweek es mi amigo, y necesitaba decirle a alguien. A Kenny talvez, pero luego.

—bien, pero lo que te diré es un secreto.

— ¡JESUCRISTO! ¡G-guardar se-secretos es mu-mucha presión! T-tratare, p-pero n-no prome-to nada.

Me lleve la mano a la barbilla meditándolo un segundo. Seguro lo gritaría en la cafetería de la escuela o estando con sus amigos, lo último no era problema, porque Token no es muy de chismes y a Craig le daría igual. Pero Clyde era otra historia. Con un suspiro decidí contárselo. Total, Stan ya lo sabía y lo que pensaran los demás me tiene sin cuidado.

—está bien, te lo cuento. Hace tiempo que me gusta Stan, y justo hoy se lo confesé. Me dieron muchos nervios por lo que salí de su casa rápido y camine unas calles y bueno, termine aquí.

Al terminar de hablar sentí un peso menos sobre mí. Mire a Tweek que me miraba sorprendido. Creí que era por lo que soy gay hasta que hablo, mientras yo tomaba un poco de mi café.

—n-no puedo c-creer qu-que te pas-se lo mismo q-que a mí.

Me atragante con mi café, tosiendo varias veces, Tweek me daba pequeñas palmaditas en la espalda, hasta que me controle un poco.

— ¿lo mismo que a ti?

Pregunte incrédulo. Me miro mientras el color subía a sus mejillas, giro un poco su cabeza mientras tomaba su café. Estaba visiblemente nervioso, temblaba mucho más que antes, trate de calmarlo.

—puedes contarme, no le diré nada a nadie. Lo prometo.

Sonrió un poco y dio un suspiro.

—a-a mí me gu-gusta Craig ¡AHHHH! P-pero no se l-lo quie-quiero dec-cir porque t-tiene a-amigos homof-homofóbicos y s-siempre tra-trata de enca-cajar con ellos. No di-digo que él sea a-así, pe-pero si ellos s-se enteran l-lo golpea-golpearían.

Baje la mirada sintiéndome estúpido, ya que la situación de Tweek era más grave que la mía y él no anda lamentándose como yo.

—eso es muy malo, ya que si Craig acepta tus sentimientos se tendrían que andar con cuidado, y si un día los descubren los golpearían a los dos, ¿Qué tan homofóbicos son?

—l-lo su-suficiente para m-matar a alguien. M-me lo dijo Craig. M-mata-mataron a dos c-chicos por ir d-de la mano h-hace d-dos días.

Un horrible escalofrió me recorrió entero. Lo había escuchado en la escuela el jueves y ayer, viernes, pero no creí que fuera cierto.

— ¿Qué? ¿p-porque hacen eso?

No pude evitar tartamudear tragando en seco. Mi estómago se contrajo de los nervios.

—n-no lo sab-sabemos. ¡GAH! E-estoy r-realm-mente pr-preocu-pado. No se p-porque Craig s-se junt-ta con e-ellos, ni po-porque han v-venido aquí.

—pues, según los rumores que escuche ayer ellos vinieron a South Park porque había muchas parejas gay. No escuche bien, ya que no creí que fuera cierto. Pero ahora que lo dices es muy preocupante. ¿Los has visto?

Tweek abrió la boca para contestar, pero en eso la voz de Kenny nos interrumpió.

— ¡hola Kyle, tweek!

Dijo sonriente mi amigo, mientras Butters le seguía el paso con un café en cada mano. Kenny se sentó a mi lado mientras Butters lo imitaba sentándose con Tweek

—siento interrumpir, pero te vi y pues quería saludarte

Dijo, mientras bajaba un poco el cierre de su Parka para darle un sorbo a su café.

—bueno, lo cierto es que está pasando algo… malo.

Su mirada se posó sobre mí, al igual que la de Butters. Tweek me miro asintiendo, dejándome hablar.

—bien, ¿han escuchado en la escuela que el jueves mataron a dos chicos?

Kenny asintió, mirándome serio. Cosa rara en él, Butters solo se agacho. Él era el más sensible a estas cosas, seguro.

—pues, según palabras de Tweek, son un grupo de chicos que son demasiado homofóbicos, tanto que mataron a esos chicos, que supuestamente iban de la mano. Demostrando ser pareja o algo.

— ¿¡estás hablando de esos idiotas que llegaron hace poco!? Hijos de puta. Craig me dijo que le daban mala espina, pero no les di importancia. Pero, ¿Qué coño les pasa?

— no lo sabemos, Kenny. Cuando interrumpiste le preguntaba a Tweek si los había visto o algo.

Miramos a Tweek, este solo tembló y se jalo mechones de su cabello.

— ¡HA! ¡E-eran much-muchos! P-pero no vi cuan-cuantos ex-exactamente. Craig me d-dijo que m-me fu-fuera.

Pose mi mirada en Butters, este solo se acariciaba los nudillos con algo de ansiedad, luego levanto la mirada algo alarmado.

—yo vi a muchos chicos ayer. Iba camino a mi casa de la escuela, en el parque donde a veces practican básquet estaban muchísimos, fumando y bebiendo. Craig estaba con ellos.

Kenny se miraba realmente molesto.

—mierda, pero, ¿Qué más da? Mira, si las parejas gay del pueblo disimulan un poco talvez y se vayan.

Lo mire con el ceño fruncido, era un idiota.

—Kenny, creo que no comprendes la gravedad del asunto. Dos chicos murieron porque eran novios ¡eso no se puede ignorar! Además de que si son demasiados y aparte Craig se les une nadie podrá pararlos. ¿Y si el siguiente es el señor esclavo? ¿El señor Garrison?

Note como bajo la mirada, pensativo. Mire a Tweek y el me devolvió la mirada, ¿Qué sería de nosotros si se enteran de nuestras preferencias? Además, está el hecho de que hay amigos muy unidos, como Stan y yo. O no, ¿y si piensan que somos novios? Trague en seco al pensar eso. Si Stan no me correspondía o no pasaría lo mismo. Eso me preocupo bastante. No podría estar con él ni aunque me correspondiera. Pensar esto último provoco mi sonrojo.

—y-yo no c-creo que ¡GAH! Cra-Craig se les u-una p-porque él se-sea así.

Dijo dudoso Tweek, Kenny levanto la mirada, lo miro a los ojos y le sonrió.

—él no es así, seguro tendrá sus razones. Tranquilo.

Le sonrió, luego se terminó su café de un solo trago. Se levantó bruscamente sobresaltando a Butters y a Tweek.

—tengo que irme. Los veo el lunes.

Avanzo unos cuantos pasos, se detuvo y se giró repentinamente.

—no le den más vueltas al asunto, seguro se soluciona. Adiós.

Al ver como salia Kenny solté un suspiro cansado.

—no sé qué se trae entre manos

Murmure. Pero Tweek me escucho.

— ¡AH! Seguro e-esta co-con el g-gobierno y e-esta p-lane-ando alg-go ¡ES DEMASIADA PRESION!

Grito presa del pánico, sobresaltando a los pocos clientes que quedaban, se sujetó el cabello y lo jaloneaba bruscamente.

—tranquilo, amigo.

Le dije, levantándome un poco y sosteniéndole las muñecas para que parara. Al tranquilizarse pasaron unos minutos en donde Butters y Tweek hablaban animadamente, yo solo me limitaba a asentir cada vez que me hablaban. Estaba perdido en mis pensamientos mirando la ventana, pensando en cómo hacer olvidar a Stan lo de mi penosa confesión. Después de todo, debo mentalizarme que no vamos a estar juntos. Al salir de mis pensamientos descubrí que faltaba poco para anochecer.

—Tweek, tengo que irme. Fue un gusto conversar contigo. Y toma en cuenta lo que dijo Kenny, seguro el lunes se van. Adiós Butters. Nos vemos.

Trate de tranquilizarlo, mostrándole mi mejor sonrisa.

— ¡GAH! T-te lo agr-agradesco Kyle. N-nos vemos el lu-lunes.

—adiós, Kyle

Me dijo felizmente Butters.

Salí del establecimiento después de pagar el café. De un último vistazo note que Tweek seguía hablando animadamente con Butters. Camine tranquilamente mientras note como comenzaba a nevar. Al llegar a casa mi madre estaba en la cocina, preparando la cena seguramente, papá seguro estaba en su oficina y Ike en su cuarto, camine hasta la cocina y ayude a mi madre a servir. Llamo a Ike para que bajara y en ese momento llego mi padre sacudiéndose la pequeña capa de nieve de los hombros.

Después de un rato nos sentamos todos a cenar.

— ¿Qué tal te fue en la casa de Stanley?

Pregunto mi madre, mientras el bocado que ya había tragado se atoro en mi garganta, haciéndome toser un poco. Tome agua desesperadamente y suspire.

—bien. Solo que no estuve ahí todo el día. Fui al café de los Tweak y me encontré con unos amigos y charlamos. Luego vine aquí.

— ¿te enojaste con Stan? Es raro que no pases el día entero con él.

Baje un poco la mirada, jugando con la comida.

—claro que no, solo… tenía ganas de un café.

—bueno, cambiando de tema, ¿Qué tal te la pasaste con tu amiguita Ruby?

Arquee las cejas en señal de sorpresa al escuchar a mi padre, Ike solo se encogió de hombros sonriendo.

— nada mal. Sabe jugar videojuegos muy bien.

—claro, su hermano bueno para nada la enseña, cuando no se está drogando o algo

Mascullo mi madre molesta, seguramente porque Ike es amigo de Ruby.

—cálmate, Sheila. Los Tucker no son malos.

Ella solo giro los ojos, molesta. La cena transcurrió normalmente hasta que termine, recogí mi plato y lo lave. Me despedí de mi familia y subí a mi cuarto, cerrando la puerta con seguro.

Suspire al dejarme caer en la cama. Cerré los ojos un momento hasta que un sonido molesto me distrajo. Era un mensaje, al leerlo note que era de Stan.

''Kyle, mañana en mi casa. ''

—Stan

Suspire mientras me quitaba los tenis y el abrigo. Me cambie y en menos de dos minutos ya tenía pijama. Me acosté y me cubrí completamente, presintiendo que mañana sería un día muy largo.

Nos leemos luego.