Sonic es una gran estrella de rock, siempre destaca entre todos los cantantes, a superado a Mikel Jakson, Justin Beiber, Shakira ect. Sonic siempre estaba con su guitarra, tocando, nunca salía al exterior, y eso le dolía mucho. Su padre, Sony, le había enseñado a correr a la velocidad del sonido, pero cuando murió, su abuelo le enseñó a tocar la guitarra, y por eso Sonic ahora es un guitarrista profesional.
Un día, después de su concierto, Sonic salía con pintalabios por toda la cara.
-¡Valla con las fans!-Dijo quitándose el pintalabios. Entonces miró por la ventana. Era un día perfectamente perfecto. Le entraron muchas ganas de salir, así que se puso una chaqueta con gorro negra, se la echó y salió a la calle. Todo era tal y como recordaba, esas rosas blancas del parque, esos postes de la calle que ahora tenían su cara, esas viejas farolas...todo estaba ahí. Excepto un nuevo bar. Un bar que le extrañó.
-¿Café Bar Rose?-Sonic leyó el letrero.-Nunca lo he visto...a ver como cocinan.-Entró allí, se sentó en una de las mesas y esperó pacientemente al camarero. Mientras, echó un vistazo a las demás mesas. En una de ellas había un echidna rojo peleando con una camarera que era una murciélago.
-¿Entonces, estás seguro de que no quieres dar un paseo con migo, Knucky?-Dijo la murciélago.
-¡Rouge, por favor, en público no!-Dijo Knuckles, muy muy rojo.
-Oh, vamos, si nadie nos mira...además, ¡es una simple pregunta cabeza hueca!
-¡Esta bien, esta bien, hoy en el parque a las 7 pero por favor deja de posar así!-Dijo limpiándose la nariz que la tenía llena de sangre. Rouge hizo un signo de "¡toma ya!" y se fue. Sonic volvió a mirar a delante, riéndose por aquella escena. Pero algo, o más bien, alguien llamó más su atención...era una eriza rosa con un vestido rojo y un delantal blanco, que llevaba una bandeja. Caminó hacía Sonic y preguntó:
-¿Que va a tomar, señor?
-P-Pues...yo...-Salió de su shock.-Yo una coca-cola y...¿podría recomendarme algo?
-Bueno...pues yo le recomiendo un Chilli Dog.
-¿¡Chilli Dogs!? ¡No sabía que esa comida tan maravillosa se vendiese aquí! ¡por favor, traeme 10 Chilli Dogs!-Dijo babeando. La chica se rió y se metió en la cocina. En 5 minutos ya tenía los 10 Chilli Dogs y la coca-cola.
-Aquí tiene señor. -Se los dio. Sonic se puso a comer como loco.
-¿La cuenta?-Dijo cuando terminó. La eriza sacó una libreta, hizo unos cálculos rápidos y dijo:
-Son 30 rings.-Sonic sacó su cartera y le dio los 30 rings.
-¡Gracias, y vuelva pronto!
-Por eso no tienes porque preocuparte...-Susurró. Salió de allí, echó un último vistazo al bar, y se dio cuenta de que la eriza lo miraba por una de las ventanas. Sus miradas se cruzaron, y la eriza se sonrojó, se puso nerviosa y se fue. Sonic sonrió, cogió carretilla y se fue a su casa. Estaba decidido, quería conocerla mejor, y saber con certeza porqué su corazón se aceleró al verla.
Continuara...
Nya, mi primer capítulo es súper corto pero espero que sea de vuestro agrado! saludos!
