Alfred se sentó en una pequeña banca de madera, y quedo mirando de reojo aquella piedra lisa y brillante junto a el, negra, reluciente contra los rayos implacables del sol que parecía brillar con inusitada fuerza ese día y al americano le molestaba de sobre manera aquello, porque la parecía una burla, en ese lugar y en ese momento en que el al fin se había decidido a visitarlo, pensó que debería estar nevando, pero casi parecía verano y no había ni rastro de nubes en el cielo, en los milagros no creía como para esperar que el frío lo envolviera y el cielo le diera ese pequeño regalo. Miro a su acompañante que solo sonreía.
-hola…-musito en voz baja, aflojándose un poco la corbata que llevaba puesta, iba vestido impecablemente, con un terno oscuro, una camisa blanca y una corbata color hielo que no asentaba para nada con el, parecía hacerle palidecer la verdad, acentuaba sus ojeras, su expresión cansada y ese gesto ligeramente molesto-Iggy me regaño por tu culpa-murmuro cuando no obtuvo respuesta a su saludo-así que… Aquí me tienes, aun no entiendo porque tanta manía con que tenia que hablar contigo-quedo mirando el cabello rubio casi blanco del otro, la piel tan pálida, esos ojos violetas de un color tan particular, la nariz algo mas grande de lo que debería ser. Tampoco tuvo respuesta esta vez, Iván le seguía sonriendo de la misma forma infantil de siempre, con una mano sobre su bufanda, ni haciendo calor podía esperarse verlo sin ella. Tomo aire-sigo enojado contigo, así que no te esperes nada de mi-desvío la mirada de su rostro, sintiendo los ojos arder y se sintió patético por eso, apretó un poco mas el ramo de girasoles que llevaba en la mano derecha, con tanta fuerza que seguro había quebrado algunos tallos-en realidad… ni se para que vine, fucking commie, ¡todo es tu culpa! ¡Así que deja de sonreír, shit!-le quedo mirando de nuevo, enfadado, los ojos llenándosele de lagrimas sin poder evitarlo pero no le importo, le dio rabia de esa expresión tranquila en el rostro del ruso, quizas con un deje de lastima en los ojos que parecían enfocados en el-¡y no me mires así! ¡tu no sabes nada maldita sea!-su voz acabo por quebrarse para luego obligarse a serenarse, bajo la cabeza y quedo mirando sus zapatos impecablemente negros-yo…-se mordió los labios-siento todo… lo que hice-murmuro, le hubiera gustado tanto obtener una respuesta, una pequeña palabra, pero la boca de Iván seguía perfectamente cerrada y solo mantenía su mirada fija en el, aun con ese rastro de lastima-y…-trago saliva, cada vez se le dificultaba mas hablar-¿podrías decir algo, no crees? No me gusta hablar solo… todo el tiempo…-se paso una mano por la cara, suspirando-en fin… solo venia a decir eso, no pienso volver, te lo digo, tu casa es muy fría, así que… ya me voy-se levanto, dejando el ramo de girasoles en el suelo, junto al ruso, que estuvo seguro que sonrío un poco mas cuando lo hizo-feliz cumpleaños Iván
El joven rubio se alejo, aguantadote las ganas de echar a correr o de llorar, dejando la tumba del ruso sola de nuevo, la brisa inusitadamente calida movió ligeramente las flores que quedaron junto a la foto de Iván, logrando que los pétalos amarillos cubrieran un poco esa sonrisa vacía plasmada en el papel, eran las únicas flores que habían sobre la tumba que fechaba la muerte del joven hacia seis meses atrás.
El sol seguía brillando con fuerza sobre el cementerio de Moscú, en pleno invierno, ese 30 de Diciembre, burlándose aun del dolor del americano que solo queria que nevara para poder sentir de nuevo ese frío tan característico que lo envolvía cuando estaba con el ruso.
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Bueno… fue una idea bastante bizarra que supongo se puede clasificar como AU. No me culpen, es culpa del insomnio! El gran culpable como casi siempre.
Gracias por leer.
