Ninguno de los personajes me pertenece (si fuera millonaria diria lo contrario)

YUME

Por: Iris Tsukiyono

Pétalos de sakura inundan mi pensamiento. Pétalos rojos llenos de sangre¿Por qué tengo esto en mi mente¿Por qué unos pétalos tan hermosos son manchados con esa sustancia tan sucia?

Llevo días teniendo el mismo sueño; un camino repleto de árboles donde la nieve son los hermosos pétalos rosas. Recorro ese camino tranquilamente admirando la belleza del lugar. Parece que nada puede perturbar tan magnifica paz, pero, cuando estoy a la mitad del camino la cicatriz de mi pasado duele, tan intensamente que todo parece tan real.

Al despertar me encuentro terriblemente alterado. Toco mi pecho al sentir arder la cicatriz¿Por qué ese sueño es tan intenso que me altera por completo?

- ¿Tuviste ese sueño otra vez, verdad Kantarou? – Habla un hombre alto de tez blanca, cabello profundamente negro y unos ojos azules, intensamente azules.
- Tal vez si, tal vez no, Haruka – Le contesta el joven Kantarou, un folclorista amante de los youkai de ojos rojos y cabello plateado.
- Cada vez que tienes ese sueño te encierras en tus pensamientos y no escuchas que Youko te llama – Haruka - ¿Youko? - Hantarou - El desayuno esta listo, baka – Haruka - ¿Por qué me llamas baka, baka! – Kantarou - ¡Ya dejen de pelear los dos! - Los interrumpe una joven youkai, Youko, de cabello castaño, siempre vestida con su kimono magenta.

Son las cuatro de la tarde y el joven de cabellera plateada se encuentra en el jardín contemplado el hermoso cielo azul, o eso creen sus compañeros. La verdad lleva toda la tarde pensando en ese sueño tan extraño que ha tenido por cinco días consecutivos. No halla ningún significado concreto a semejante escenario¿o si, no lo puede recordar.

Una pequeña gota cae en su rostro sacándolo de sus pensamientos… - Lluvia – es lo que responde al contacto de esa minúscula partícula de agua…

- ¿Kan-chan¿te encuentras bien? – Pregunta muy preocupada la pequeña youkai del kimono magenta - Hai, estoy bien Youko, no pasa nada – continua con la mirada perdida – parece que pronto va a llover¿verdad? – la youkai levanta la mirada al cielo - Si, será mejor que entres o pescaras un resfriado – se retira a terminar su quehacer.

¿Qué significa ese sueño¿Qué significa¿Pétalos¿Sangre¿Por qué tengo ese sueño si jamás he estado en ese lugar¿Por qué?

La lluvia empieza a caer sin preocuparle al joven folclorista. Continua en la misma posición desde hace tres horas sin poder sacar de su cabeza una respuesta, por mas simple que sea.

El cielo se torna de negro, caen relámpagos…

- ¡Kantarou! – lo llama el mayor de la casa - ¡Kantarou!
- …
- ¡Con un demonio Kantarou, reacciona! – le da una cachetada - ¡Me dolió, sabes! – se toca su adolorida mejilla - ¡Pues no me hacías casi! - ¿Eh¿Qué pasa?
- ¿Pretendes quedarte todo el día ahí parado mojándote?
- ¡Ah, esta lloviendo – corre adentro de la casa - No lo había notado – lo sigue - ¿En que pensabas?
- ¡Haruka como eres! – le grita el folclorista – no pensaba en nada – se pone serio - ¿Cuándo vas a contarme lo que te preocupa, Ese sueño que tienes¿Qué es lo que te preocupa tanto?
- No saber la respuesta, no saber porque lo tengo y…lo siento tan real Haruka, me asusta, me asusta demasiado – lagrimas resbalan. Haruka se acerca a su joven amo, lo abraza.
- Puedes contar conmigo, Kantarou - Lo se – continúan abrazados – ya no quiero soñar, no quiero volver a tener ese sueño… no quiero.

Kantarou cierra sus ojos. En pocos minutos se encuentra completamente dormido. Haruka, quien lo sostiene en sus brazos se da cuenta del grave problema en que se encuentra su amo. Kantarou es fuerte, fuerte para luchar contra demonios, fuerte para resistir hechizos, pero… ¿Es ese sueño mas poderoso que su amo?

- ¿Crees que Kan-chan este bien, Haruka? – la pequeña youkai se encuentra preocupa por su amo – lleva toda la mañana dormido - Si, solo esta cansado.

Los pétalos vuelven nuevamente a inundar mi mente. El sueño, tan persistente, no me deja descansar¿Qué diablos significa todo eso? Un camino de árboles de sakura, todos cubiertos de sangre¿de quien es la sangre?

Una joven de kimono rosado avanza rápidamente por las calles de Tokio buscando desesperadamente una casa, una casa donde se encuentra la persona indicada para resolver el dilema que tiene a su familia en un estado de pavor intolerable.

Su pequeña hija, de siete años, regreso una noche a casa después de jugar con sus amigos y comenzó actuar extraño. Al momento de la cena no quiso probar bocado, su padre le insistió que comiera algo provocando el rompimiento de todos los platos y vasos.

- Buenas tardes – la mujer llama a la puerta de la residencia Ichinomiya - ¿Se encuentra el sensei Ichinomiya?
- ¡Un momento, por favor! – le contesta una joven. Sale corriendo al recibidor – Perdón por la tardanza – se disculpa - Descuide¿Se encuentra Ichinomiya-sensei? – vuelve a preguntar la mujer - Hai, pase por favor – la joven la instala en la casa – en un momento lo llamo¿gusta una taza de te?
- Si no es mucha molestia

El joven folclorista aun se encontraba en cama pensando como de costumbre en los pétalos de sakura cuando su joven youkai le interrumpe su meditación para informarle de la visita de una señora.

- ¿Kan-chan? – le habla la preocupa youkai - Estoy bien Youko – le sonríe – Solo me cambio y estoy con ella.

- ¡Ichinomiya-sensei! – la mujer el kimono rosado se levanta al instante de entrar Kantarou en la habitación – Ichinomiya-sensei tiene que ayudarme – comienza a sollozar - Si, la ayudare, la ayudare pero por favor calmese señora – el folclorista la ayuda a regresar a su lugar – dígame¿Qué sucede?
- Es mi hija, Ichinomiya-sensei, algo le pasa y no sabemos que hacer – continua llorando – Hace una semana regreso a casa y se empezó a comportar de una manera muy extraña – toma un minuto para calmarse – Esa noche no quiso cenar y mi esposo la obligo y ella … ella hizo explotar todos los platos, pero eso no es lo peor. Ichinomiya-sensei¿Qué hago?... ¿Qué hago? – pierde la compostura – mi hija… mi hija… no la puedo controlar, hacer cosas horribles – se cubre la cara - No se preocupe, yo le ayudare – el folclorista le extiende la mano y muestra una sonrisa en su rostro - Kan-chan – comenta la pequeña youkai aun preocupada por el estado de salud de su amo - Gracias Ichinomiya-sensei - De nada,… ? - Oh, lo siento mucho, olvide presentarme – ríe nerviosamente – que descuido de mi parte, me llamo Sasami Iku - Mucho gusto, Sasami Iku-san – da una reverencia – puede contar con toda mi ayuda – se dirige a la puerta – con su permiso, tengo cosas que terminar. Por favor déle a Youko la dirección y cuando desee que vaya.

El joven folclorista sale de la habitación dejando a dos mujeres algo confundidas. ¿Desde cuando Kantarou tiene cosas más importantes que atender antes que el dinero?

Kantarou ignoraba porque había dicho esas palabras. No tenía ninguna cosa que hacer, sus artículos se encontraban perfectamente terminados solo para la espera de Reiko y su última revisión, su habitación ordenada y el estudio igual. No hay actividades pendientes más que holgazanear.

- ¿Kantarou? – le habla el mayor de la casa - ¿Qué pasa, Haruka? – se voltea para ver a su demonio - Andas todo el día en las nubes – le regaña - ¿Uh? – confundido - ¡Vez lo que te digo, ni siquiera me pones atención cuando te hablo! – enojado - ¡Claro que te pongo atención, Haruka-chan! – venganza – solo me desconcentro lo que dijiste - Entonces¿Por qué no haz comido en tres días? – fulmina a su amo con la mirada - ¿Nani¿Tres días? Claro que he comido, no estoy loco para matarme de ha…. ¡gruuhh! – le gruñe el estomago – etto…
- Te recomiendo que tu mente vuelva a este mundo o no saldrás vivo en tu próximo trabajo - ¿Qué no estas tu para protegerme, Haruka-chan? – sigue con la venganza - No toda la vida podré protegerte, Kantarou-chan – le devuelve el ataque

continuara...