Card Captor Sakura y sus personajes no me pertenecen.
Caballero
Sonríe, asiente y búrlate sin intención. Escucha su voz cambiarte y resonar jovial, disfruta la emoción infantil que despierta al contarte lo que hizo su querida novia por él en su cumpleaños. Eso es, un comentario amical irónico más y podrás deshacerte del cosquilleo en tus manos. Tus labios se curvan por simple inercia y tus nudillos duelen por la fuerza ejercida contra ellos.
Habla. Apóyale en su decisión de renunciar a todo y nada para permanecer junto a ella; recuérdale lo que arriesga al quedarse y lo que perderá si niega su posición. Observa sus enormes ojos castaños suavizarse y una retahíla de pensamientos llegan a ti en palabras imposibles. Sin embargo, ahora que suele tildarte de camarada, prefiere revelarte estas cosas. Reprime la resignación y sosiega el desencanto; sabías que esto pasaría.
Cubre la sorpresa cuando él decide revelarte su agradecimiento, decirte que le importas y que está agradecido. ¿Por qué, de todos modos? No te figuras actuando de un modo que te impidiese respirar su esencia sin acercarte peligrosamente. Embriágate lo suficiente, mas no al grado de perder el control y transmitirle lo que ahora mismo piensas.
Se noble, bebe una copa y despídelo como es debido. Bromea sobre la devoción que siente hacia la menor de los Kinomoto y lo inesperado que resulta verlos juntos. No te aproximes, no lo toques, deja el vino; comprende que tu rango de visión no se encuentra distorsionado tan sólo por la intensidad de tus impulsos.
Nota la extrañeza en su mirar ante tu comportamiento. Rozas su mejilla y tomas su mano; en realidad, actúas movido por una fuerza que ni siquiera tu estúpida magia puede derrotar. Responde a sus llamadas, dile que juegas y que en la mañana no lo recordarás. Entiende que –si retrocede, es porque estás haciendo algo malo y te arrepentirás.
Piensa como caballero, por última vez.
Su voz se torna extraña, escucha. Está tratando vehemente de apartarte, alegando que te encuentras bebido y no estás en tu juicio; no menciones que miente, nunca has sido más verídico que esta noche. La entera preparatoria pretendías y te consagraste como actor nato cuando lo felicitaste por invitar al baile de graduación a Sakura.
No importa, siente, inhala su aroma a fruta y otoño. Aprovecha, ya no tiene sentido arrepentirse ahora. Ignora la angustia en su expresión y la exclamación de asombro muriendo en sus labios al cumplir tu fantasía; saborea sus sonrosados labios, memoriza la sonrisa de su piel y sonríe como idiota. Al menos, en este momento sí sientes felicidad plena.
Disfrútalo porque será la última vez, modificaste los lazos y los quemaste sin retorno hoy. Guarda la ilusión y el recuerdo de creer sentirlo corresponde y rodear tus hombros; es producto del alcohol, de seguro. Rompe instante, recorre su mandíbula en besos cortos y pronuncia lo que grita tu mente de una maldita vez; después de todo, el caro dije que adquiriste en Londres no dejaría una huella más profunda que esto.
—Feliz cumpleaños, querido Syaoran.
N/A. Bueno, esto no es para Syaoran. Va para Pami en el intercambio de regalos de boyeurism.
