Sin remedio
El fuego quema (La Ciudad de la Muerte incendiándose, alumnos blandiendo guadañas temblorosas, sangre en el camino que al final del día resulta ser suya). La ira quema (y así mismo…). El dolor quema (heridas mal curadas y un brazo menos, imperfectamente no simétrico. Camaradas muertos por descuidos innecesarios -se arrepentirá toda la vida-. Patty tratando de seguir con su vida, en el fondo queriendo irse de ahí, teniendo razón). La locura quema y sangra (una última vez, al menos. Su abandono se justifica) y es más roja que la sangre bañando el asfalto -daría el otro brazo por recuperar a Liz, y el corazón mismo para volver a ver a Patty.- Y al final, todo quema y da risa risa risa. Es simplemente ridículo admitir que ha enloquecido.
