"Los personajes de Inuyasha no me pertenecen, ya que son creacíon de Rumiko Takahashi.



"Cuando el telón se cierra"

Prologo

"_ ¿Cuanto falta para llegar? - preguntó una linda chica de unos quince años sentada en el asiento trasero del automóvil.

_ Una hora más o menos - respondió su padre - y aseguren su cinturón de seguridad, ahora vienen las curvas.

La chica obedeció al mandado de su padre y un niño más pequeño que ella sentado a su lado, la imitó. Todos se encontraban cansados después de todo un día viajando, pero su madre los consoló, diciéndoles que había que tener paciencia. Era un viaje largo, habían viajado a las afueras de California durante las vacaciones de verano y ahora iban de regreso.

El padre de los muchachos pidió a su esposa un poco de jugo para la sed, pues el calor era demasiado y el sol calentaba desde lo alto. Pero ni él y ni su hija pensaron que aquello traería tanta desgracia.

_ Yo también quiero, mamá - dijo Kagome, la chica.

_ ¡Hey, esa es mi taza! - gritó Souta, su hermano menor.

_ No seas egoísta, Souta, préstamela.

_ ¡Ni hablar!, ¡Tu tienes la tuya! -soltando su cinturón e intentando quitársela.

_ Cálmense ya. ¡Souta! - los reclamó su madre.

_ ¡Souta, bájate de mi! - decía Kagome, intentando apartar a su hermano.

_ ¡Kagome, Souta! ¿Acaso siempre tienes que estar peleando? ¡Ya basta! - les gritó ahora su padre, volteándose hacia los chicos y quitando la vista de la carretera por un segundo. Pero en un segundo, todo puede pasar.

_ Cariño, ¡Cuidado!- le gritó su esposa.

Al voltearse para ver lo que le estaba indicando su esposa, con horror se dio cuenta de que frente a ellos y en sentido contrario, venía un autobús por la misma pista. Pero ya era tarde para bajar la velocidad, pues venía demasiado cerca. En su intento desesperado por esquivar el autobús, se salió del camino y volcó el automóvil, el cual dio varias vueltas antes de detenerse con el techo hacia abajo. Luego de un griterío dentro del automóvil, ahora había un profundo silencio… angustiante. Kagome despertó con la sensación de haber dormido durante horas. No estaba segura si aún dormía o estaba despierta; pensó que sus ojos, por abiertos que estuvieran, ya no veían. Solo había oscuridad rodeándola en un momento lúgubre y atemorizante. Poco a poco comenzó a acostumbrarse a la oscuridad. Sentía un peso sobre sus piernas y al darse cuenta, sobre ella estaba su hermano, sangrando de una herida en la cabeza. Ella también sangraba, pero el dolor era tan intenso que casi no podía sentirlo.

_ Souta- lo llamó ella con dificultad y un hilillo de voz-…Souta- repitió.

No escuchó ningún sonido más que el del goteo incesante de un líquido, que por el olor tan penetrante, la hizo pensar que la gasolina se estaba cayendo. El olor a gasolina penetraba en cada partícula del aire, parecía que cortaba sus sentidos, entrando por su nariz e intoxicándola. Una lágrima corrió por su mejilla y luego otra y muchas más.

_ ¡Souta!- gritó para que ahora sí la escuchara.

Pero el pequeño no se movía, ni tampoco respondió a sus llamados. Kagome intentó empujarlo para sacarlo de sobre ella y poder salir del automóvil volcado. Soltó su cinturón que aún la estaba sujetando y con dificultad alcanzó la manecilla de la puerta y la abrió, seguido esto se dejó caer hacia fuera, golpeándose el cuerpo un poco y sintiendo por primera vez el dolor de sus heridas. Se arrastró tragándose el dolor que le provocaba articular movimiento, quiso saber como se encontraba su madre, pero al abrir la puerta delantera donde ella se encontraba, vio el cuerpo de su madre inerte, con el rostro cubierto de sangre y manchados también sus brazos y piernas.

_ ¡Mamá!- gritó llorando con más fuerza.

No sabía que hacer, ella estaba muy adolorida como para moverlos a todos. La desesperación se apoderó de ella en cosa de segundos, y lloraba de temor y dolor. A los pocos minutos de encontrar a su madre, sin movimiento alguno, escuchó los gritos de personas que se acercaban para ayudar. Sintió que un hombre la tomó por los hombros, sosteniéndola y ella le suplicó ayuda. Un nudo se había formado en su garganta, impidiéndole hablar con claridad. Pero la voz de aquel sujeto se hacia más lejana cada vez, y su imagen era difusa, hasta que la chica ya no pudo oírlo y cayó al suelo desmayada por el dolor.

...

Horas más tarde, despertó recostada en una cama de una sala de hospital. Esta vez, cuando Kagome abrió los ojos, una luz intensa la cegó por unos cuantos segundos. La habitación blanquecina la hizo darse cuanta de donde estaba. Quiso levantarse, pero una enfermera a su lado la detuvo.

_ ¿Donde está mi familia?- Kagome inquirió angustiada.

La mujer no respondió, la miro a los ojos y la chica volvió a repetir la pregunta. Al no escuchar respuesta, millones de pensamientos cruzaron por su mente, hasta que escuchó por fin de los labios de la enfermera lo que había ocurrido. No pudo evitar que las lágrimas corrieran por su piel, tan incesantes como lo era su dolor: 'Lo siento mucho, tu padre falleció en el lugar, y el pequeño no resistió hasta llegar al hospital… de verdad lo siento', le contó la enfermera.

Su madre había alcanzado a llegar hasta el hospital, pero su cuerpo no soportó y luego de los pocos minutos de haber llegado, dejó de existir."


Gracias por leelo = )
Es muy corto, pero tenía que ser así para cautivar la intriga = )
Cariños!
atte

Yuki-chan