Kirby se despierta confundido, sin idea de por qué está dentro de un cuarto blanco, mirando a su alrededor se da cuenta de que no hay nadie mas ahí además de él y un hombre con una bata blanca, por lo que decide acercársele para hablar.

"Buenas tardes… ¿joven? Soy el profesor Oak, antes de continuar me gustaría preguntarte, ¿Eres un chico o una chica?, anqué suene increíble siempre se lo pregunto a los aventureros al iniciar su viaje, solo para ver su reacción, tu eres un caso aparte, claro." Dijo el profesor riéndose de la forma unisex del cuerpo de nuestro rosado héroe.

"Yo soy el héroe de la galaxia Dream Land, mi nombre es Kirby, y no sé cómo he llegado a este lugar".

"No conozco el lugar del que hablas, pero eso justifica tu apariencia, en este mundo habitan criaturas llamadas Pokemon, los humanos hemos aprendido a vivir junto a ellos, los usamos en combates, torneos o simplemente como mascotas o labores del hogar, son nuestros amigos" -Le contesto el sabio profesor con orgullo en su rostro.

"¿Entonces se divierten haciendo pelear a sus amigos?" –Pregunto un confuso Kirby.

"A mi me funciona, cada día encontramos nuevas especies… me pregunto si…" –El profesor le lazo una pokebola a kirby, quien instintivamente la absorbió, cambiando su forma a algo parecido a un voltorb rosado "Asombroso, parece que se trata de una nueva especia de Ditto, ¡Tal vez seas la prueba de su conexión con Mew!" –Celebro un feliz Oak.

"¡Ya le dije que vengo de otro universo!, mi poder es absorber enemigos y copiar sus poderes, no soy un pokemon" –Refunfuño un enfadado Kirby justo antes de regresar a su forma normal y regresarle la pokebola al profesor, quien aceptó la primicia con una cara de decepción.

"Pensándolo mejor, los pokemon no hablan, por lo que no es posible que fueses uno" –Esta declaración provoco una mirada de rabia de Kirby para Oak- "Entonces, ¿Cómo puedo ayudarte a regresar a tu mundo?".

"Ni si quiera se como llegue aquí" –Respondio un Kirby deprimido.

"Entonces parece que estarás aquí por un tiempo, ¿Por qué no me ayudas a llenar un pokedex mientras investigo el asunto con otros profesores? Te llamare cuando tenga la manera de regresarte a tu mundo".

"¿Cómo voy a hacer eso?".

"Es simple, si yo puedo fabricar una maquina que conecte con un universo del que no tengo ni idea, tu puedes hacer algo tan simple, es solo cuestión de que captures uno de cada una de las especies de pokemon existentes, en esta región hay solo 151, por lo que con 140 estaría más que satisfecho, antes que nada escoge uno de estos pokemon" –Un holograma apareció des tras del Profesor, mostrando imágenes en HD, 3D y rasca-huele de Squirtle, Bulbasaur y Charmander.

"¿Por qué solo me das uno? No podre terminar tu dichosa pokedex si desde el inicio de impides tener la data de 2" "En realidad con 6 –interrumpió el profesor-, considerando que evolucionan… Agrégale los pokemon legendarios que es prácticamente imposible que consigas, los pokemon extintos… tío, estas jodido desde antes de empezar, me pregunto por qué mandamos niños de 10 años a hacer esta tarea" –Contesto un, ahora confundido respecto a lo que ha hecho durante tantos años, profesor.

Para evitar la incomodidad del evento, Kirby prosiguió con su decisión "Entonces tengo que elegir entre un dinosaurio con una lechuga en su espalda, una lagartija quemada, y una tortuga azul; Supongo que elegiré a la lagartija, el fuego será de ayuda en mi aventura".

"Claro que lo será, sobre todo en los primeros dos gimnasios… idiota" –Susurró Oak, antes de mandar a nuestro pequeño y redondo héroe a su aventura, entregándole así su mochila, pokebolas, mapa, cuerda, linterna, pociones, 4000 pokepesos, una bolsita de galletas, una mini-tv, un microondas, su pasaporte de Kanto y Xtransceiver.

Se agradecieron mutuamente por el esfuerzo en ayudar al otro y dejaron el laboratorio, deseándole buena suerte a Kirby en su viaje, el profesor regreso a su despacho; Como la noche estaba a punto de caer sobre pueblo paleta, Kirby pensó en pasar la noche en el laboratorio del profesor, pero abandono la idea al ver que este se dirigía a su despacho con una mujer de mediana edad, con su cabello café largo en una cola de caballo, agarrada de su brazo.