Parece que me gustas.

Capitulo 1: Celos.

-Gareki~- El pelinegro ni se molestaba en mirar a la persona que se quejaba enfrente suyo. Evadiendo lo, la razón era simple: Nai quería que Gareki durmiera con él pues una fea pesadilla había hecho que el peliblanco no conciliara el sueño.

-No quiero Nai!- Gritó como si estuviera haciendo un berrinche, propio de Gareki en momentos en los que lo obligaban a hacer cosas que le resultaran vergonzosas.

-Por favor...- Nai se vio interrumpido ya que una almohada había sido aventada contra su cara no permitiendole continuar con su insistencia. A un que la aventó despacio (al menos lo suficiente para no tirar a Nai), sabía que el menor era muy delicado y nunca haría nada que le causara daño.

-No!- Gareki negó rotundo a lo que el peliblanco se resigno con un sentimiento que estaba seguro experimentaba por primera vez... No nada más y nada menos que enojo, si, por primera vez Nai sentía enojo de algo, que Gareki no quisiera dormir con él le molesto y que desde hace algún tiempo tiene la sensación de que el pelinegro lo evita, lo ignora, huye de él, no le molesta de esto si no que sabe que el probablemente hizo algo para merecer tal trato, en pocas palabras no estaba enfadado con Gareki si no que con el mismo. Ahora mismo no lo podría explicar. La idea de que el pelinegro ya no quisiera hablarle lo entristeció.

-Bien- Nai habla que un tono de voz que Gareki desconoció en el "Acaso Nai está enojado?" Atino a pensar el pelinegro, nunca había visto ni mucho menos escuchado al muchacho enojarse. Nai seguía sin poder dormir sólo podía pensar en que había hecho mal para que Gareki huyera de el, tal vez ya no deseaba estar con Nai o se había aburrido de el. En poco tiempo pequeños los rayos de luz se hacían presentes en la alcoba inundando de luz cada rincón de la misma lo que obligo a Gareki abrir los ojos. Lo primero que hizo fue bajar rápidamente para despertar a Nai pero para su sorpresa este ya estaba despierto con los ojos hinchados y con unas grandes ojeras bajo sus ojos signos de no haber dormido en toda la noche, Gareki no podía evitar sentirse culpable, pensar que es el responsable del estado del menor.

-Nai- Llamó le pelinegro y no obtuvo respuesta. El menor lo miro de reojo y luego se levanto evitando el contacto visual con Gareki lo cual no paso desapercibido por este. Se puso sus tennis y salio de la avitación dejando confundido a Gareki que de inmediato lo siguió por todo el pasillo, sin poder entender porque esa actitud tan repentina de parte del menor.

-Buenos días pequeño Nai- Habló Yogi saludando a Nai con entusiasmo.

-Buenos días Yogi- Respondió con el mismo tono utilizado por el rubio, Gareki rabio un poco ante esto sintiéndose ¿Celoso? Debía ser su imaginación, se reconfortaba a si mismo, sabiendo muy bien que no era "sólo su imaginación."

-Cómo dormiste Nai-Kun?- Volvió a preguntar encaminando al menor al comedor seguido de Gareki que trataba de no ser descubierto ya que quería escuchar lo que hablaban.

-En realidad no muy bien- Su voz decayó al instante de pronunciar aquella oración. Al oír esto el pelinegro se sintió fatal.

-Cuál es la razón?- Continuo el más alto dando palma ditas de ánimo a Nai en la espalda.

-Bueno tuve un mal sueño y no pude volver a dormir- Mentira Nai sabía que estaba mintiendo un poco pero no quería culpar a Gareki por aquello.

-La próxima vez que eso suceda ven a mi habitación, no me molesta, no puedes seguir así. Dormiremos juntos- Sonrió- Y a sí ya no tendrás miedo- Todo lo que el rubio estaba diciendo molestaba a Gareki pero sabía que el había tenido la culpa por no aceptar dormir con Nai cuando era lo que quería si no aceptó fue por vergüenza .. "Dormiremos juntos" era la parte que más molestaba a nuestro joven de cabellos negros.

-Si lo haré, gracias Yogi- Devolvió la sonrisa. Error ahora eso era lo que más molestaba a al que se encontraba escuchando la conversación, Para que aceptar si tenía a Gareki, quien juraba que si eso volvía a pasar aceptaría sin rodeos? Claro estaba que Nai no tenía la intención de volver a pedir ayuda al de 15. En ese momento Gareki entró en la sala con su típica expresión de tranquilidad y se sentó junto al peliblanco tomando el jugo de naranja que contenía el vaso enfrente suyo. De vez en cuando observaba a Nai de reojo.

-Gracias estuvo delicioso ovejitas- El menor les dio una tierna sonrisa a las dos ovejas que se encontraban ahí, se levanto dando las gracias nuevamente pero esta vez a Yogi.

-Ahh yo también termine- Se iba a retirar si no hubiera sido por que Yogi lo detuvo.

-Pero ni siquiera has comido- Replicó el más alto consiguiendo sólo una mirada asesina departe de Gareki que se zafó y corrió tras Nai.

Al tener una considerable distancia con el peliblanco decidió seguirlo hasta la habitación pero sin hablar, caminaba esperando poder llegar para tratar de aclarar si es que eso es lo que debía hacer. Entraron ambos a la habitación y Nai no le dio tiempo de hablar pues se había arrojado a la cama escondiendo su rostro tras las cobijas.