Hola. Este es un nuevo fic que se me ocurrió durante un receso. Será sólo de dos o tres capítulos porque no creo que la historia de para más…

TITULO:

Líder temporal

PAREJA:

ItaSasu, algo de SasoDei, ZetsuKisa, KakuHidan, se menciona PeinKonan y el pobrecito de Tobi solito… uh mundo cruel… jejeje.

DISCLAIMER:

Naruto es propiedad de Masashi Kishimoto. Yo escribió el presente fic con la única convicción de compartir mis preferencias por el Uchihacest.

SUMMARY:

Pein quiere unas vacaciones para estar más tiempo con Konan. Pero antes de abandonar por un tiempo a Akatsuki, debe dejar a alguien al mando. Itachi se hace cargo de la organización. Sus compañeros no están nada contentos con el trato que reciben del Líder temporal… ¿Qué harán?

PRIMER CAPÍTULO

Hágase su voluntad

Serían las cinco de la mañana cuando la magnifica presencia de Uchiha Itachi se deslizaba por los pasillos del escondite de Akatsuki. Horas muy matutinas para los amantes que había en esa organización. Pero al prodigio poco le importaba si interrumpía el descanso de esos tortolitos. No, al contrario parecía disfrutar con eso.

Y es que aunque pareciera un tanto insólito, en esa organización se habían formado parejas. Quizás esto se debía que al pasar mucho tiempo en dúos, es decir en compañía del otro, ellos se atrajeron sin darse cuenta, con el paso del tiempo. Aunque esto no explica el porqué Kisame se enamoró del aloe vera, en lugar de su compañero de equipo Itachi. Tal vez fuera sólo una anomalía de los otros tres casos. De cualquier manera si esto se hubiera dado, si el tiburón se fijaba en su compañero, es más que seguro que el genio no le hubiera correspondido. ¡Ah! Itachi era un caso bastante distintivo, él permanecía solo. Ninguno de esa organización le interesaba. Es más, parecía no afectarle el "efecto primavera".

Tobi también estaba solo, sin embargo a diferencia del Uchiha, él pasaba mucho tiempo en compañía de los amantes del arte, aunque el escorpión siempre pusiera mala cara cuando se inmiscuía entre Deidara y él. Y hablando de los noviecitos ¿Quién diría que estos dos terminarían por gustarse? Siempre estaban peleando por lo que cada uno consideraba "arte"… bueno, los otros también peleaban, con excepción de Konan y Pein… ah las vueltas que da la vida.

Lo cierto es que Itachi ahora recorría los pasajes del cuartel. Vaya "casita" que tenían. Compartían las alcobas con sus compañeros, de esta forma los artistas tenían un cuarto para los dos, al igual que los inmortales y el Líder junto con Konan. Zetsu por su parte tenía una habitación individual, que fue paulatinamente compartido con el tiburón, ya que Itachi no le agradaba la idea de estar casi las veinticuatro horas con el hombre de piel azul.

Después estaban los majestuosos salones de baño, con una exuberante calidad de shampoo y aromas. Viviendo así ¿Quién no quiere ser un ninja criminal rango S?

Los otros salones también derrochaban en comodidad. Estaba el salón de reuniones, el comedor y la cocina… comodidad y confort para esta gente que se dedicaba a una labor para nada visto con buenos ojos.

En fin, el usuario del sharingan seguía su recorrido con una sonrisa de oreja a oreja. Llegó a una puerta cuyo picaporte tenía un cartel el cual decía lo siguiente:

"No molestar, los artistas duermen"

Una malévola mueca surcó su rostro, remarcando más de lo habitual las dos largas marcas que adornaban cada lado de sus pómulos. Por supuesto que haría caso omiso de ese letrero. ¿Qué pensaban? ¿Creían que Uchiha Itachi sería dócil? Si pensaban eso, pues simplemente se equivocaron…

- Par de haraganes, ¡levántense!- ordenó dando golpes con furia en la puerta-. Tienen diez minutos para vestirse, y esperar en la sala principal. Allí les comunicaré cual será la tarea de hoy.

Dicho esto siguió caminando en busca de las otras puertas. Definitivamente esto divertía al Uchiha. Sus subordinados de seguro todavía estaban en el mundo de Morfeo, y extremadamente cansados. Claro, después de lo que hicieron en la noche…

- Malditos. Se divierten a mis espaldas. ¿Por qué ellos pueden divertirse, revolcarse, amarse?... mientras que yo… - cerró sus ojos y dentro de su mente pudo ver a un niño de unos seis años que le decía "siempre dices lo mismo, y nunca llega ese día". Abruptamente volvió abrir sus ojos- Voy a hacer que lamenten mi autoridad. Estableceré mi dictadura. Serán los días que nunca olvidarán… si, esto puede empeorar aún más- sus ojos se tornaron de un rojo infernal.

Él se alejó de la primera habitación en que irrumpió. Dentro de esa recámara había dos personas durmiendo desnudos, enredados entre las sabanas, que por cierto estaban bastantes sucias, manchadas de lo que fuera su entrega horas atrás. Uno de ellos tenía un largo cabello rubio y el otro era pelirrojo.

- Deidara…- susurró en el oído de su pareja. Él se había despertado en cuanto oyó la gélida voz de Itachi.

- Tengo… sueño… un… poquito… más… no seas… malo… Sasori-danna…- balbuceó sin molestarse en abrir sus ojos.

- Si por mí dependiera, créeme que te dejaría. Lamentablemente no es así…- se acercó a la mejilla del dormido para depositarle un beso-. Y ambos sabemos por qué.

Inmediatamente la nariz del rubio se dibujó unas pequeñas arrugas. Como si hubiese tenido una pesadilla levantó la mitad de su cuerpo, quedando descubierto su pecho. Había abierto los ojos como platos. No, esto debía ser un mal sueño. Se quedó tieso, y luego con lentitud giró sobre sus hombros para toparse con esos ojos castaños…

- Dime que esto es una ilusión…- rogó, tenía el rostro en blanco, tanto que cualquiera pensaría que acababa de ver un fantasma.

- Nada me gustaría más, que darte la razón… por nosotros y por el resto de nuestros camaradas… pero él está a cargo… hasta que Pein regrese…- le miró directo a los ojos, a ese hermoso tono azul que comenzaba a pagarse por sus palabras.

- ¡Maldición!... ¡Maldito! ¡Maldito! ¡Maldito!...

El pelirrojo le regaló un beso en los labios a su pareja, luego se levantó de la cama para cambiarse. Tenían sólo diez minutos para ir al encuentro del Uchiha.

- Como te odio Itachi. No entiendo por qué Pien-sama lo dejó a cargo de Akatsuki…- se ofuscó el rubio.

El ojiazul aún no concebía que el shinobi de la aldea de Konoha fuera su Líder… temporal, pero Líder al fin… Ah esos últimos días si que fueron los más terroríficos de su vida. Debían acatar las órdenes del ojirrojos, sin importar lo tontas, estúpidas, insignificantes… que fueran. Pero él se pasaba. Ni siquiera el joven de los piercings les trataba así, de forma inhumana, cruel y degradante.

Deidara añoraba los días en que Pein-sama dirigía a Akatsuki. Sus ojos celestes brillaban más de lo habitual cuando alguien le nombraba, ese si que era un Líder a diferencia de cierto pelinegro…

Desde el momento en que el shinobi de la aldea de la lluvia cruzó la puerta de la guarida de esa organización de criminales, el rubio jamás pensó que le extrañaría, que querría ver de nuevo ese conjunto de piercings…

Itachi era un tirano, de eso no había dudas. Lo primero que hizo en cuanto Pein se perdió ante sus ojos fue ordenarles que limpien la cocina. El siempre más que dispuesto rubio no protestó, y en cuanto terminó con esa tarea, con la ayuda de Sasori, le avisó a Itachi, quien aseguró que la cocina no estaba en condiciones salubres, que en todo caso empeoro el estado de la misma. Sasori casi pierde los estribos, pero por suerte el alegre rubio le dijo que se esforzarían por complacerlo. Después de todo Itachi era su Líder.

En el mismo día el Uchiha ordenó cocinar a Zetsu y Kisame, pero ellos estaban tan acaramelados, comiéndose a besos mientras preparaban la comida del Líder, que se pasaron de sal. Y en cuanto el usuario del sharingan se sentó a la mesa, y llevó una cucharada de la comida a su paladar en pocos minutos de degustarlo lo escupió… parecía que de sus ojos salían llamas. Casi hace estofado de tiburón. Como castigo mandó a todos a limpiar el armamento completo de Akatsuki, tenían que dejarlas relucientes.

"Quiero que brillen como si fueran nuevas, que se vea mi reflejo en ellas" eso fue lo que exigió.

De eso habían pasado cinco días, pero el shinobi de la aldea de la roca lo recordaba como si fuera ayer. Todavía le dolían las manos por limpiar las marionetas del pelirrojo, Itachi había dicho que no quería ver veneno en ellas. ¿Con qué motivo? Las marionetas del shinobi de la Suna estaban impregnadas de veneno con un fin específico, de nada servía sacar dicha sustancia si después Sasori volvería a bañarlas con veneno.

Al pobre de Tobi le encomendó, entre otras cosas, lavar su ropa, esa tarea le mantuvo ocupado hasta altas horas de la noche, puesto que el Uchiha cada rato se le acercaba para decirle:

"¿A esto juzgas limpio? ¿Crees que tú Líder puede usar esto?" todo lo decía con rabia.

Luego estaban los pedidos que le hacía al caníbal, que siendo muy bueno para esconderse, le enviaba por unas frutas de un determinado país, argumentando que sólo en el lugar que le indicaba se encontraban las que quería. ¿Para qué? Si después las tiraba diciendo que no quería comerlas.

Por culpa de Itachi nadie tenía tiempo de estar con sus parejas. Hidan ni siquiera tenía un momento para rezar, e irritado por esta razón, cada vez que podía recitaba esta frase:

"Uno de estos días haré un ritual con su sangre… ¡ya lo verás! ¡Maldito, bastardo!"

Lo extraño de todo era que el titiritero no reaccionaba ante las órdenes del mayor de los Uchiha, él siempre le contestaba a sus insultos. Deidara sabía que su amante no era una persona que sobrellevará con facilidad la arrogancia de otros, él mismo era un altanero… tal vez se debía a que ahora Itachi ocupaba el lugar de Pein.

- Saso… ¿Por qué no le dices nada a ese bastardo?- inquirió el rubio en cuanto vio a Sasori salir del baño.

- ¿A dónde nos iríamos si nos echan de Akatsuki?- respondió con otra pregunta, mientras terminaba de acomodarse la capa negra con nubes.

- Detesto cuando haces eso…- trató de levantarse pero le dolía el cuerpo, ¡que intensa había sido la noche anterior!-. Gracias…

- De nada- dijo sabiendo a que se refería, sólo en las noches podían estar juntos, ya que su Líder les mantenía ocupados desde que salía el sol hasta altas horas. Además después del incidente con la comida, Itachi decidió que cambiaría las parejas a la hora de darle las tareas.

- Sabes a veces pienso que las cosas hubieran sido mejor si tú fueras el Líder…

Ante lo dicho el coleccionista de marionetas comenzó a recordar como fue que sucedió todo…

FLASH BACK

El usuario del rinnengan se encontraba en su cuarto en compañía de la peliazul. Ambos estaban compartiendo un largo y profundo beso. Hace un buen rato terminaron con una reunión, y ahora estaban recostados en esa amplia cama. Las manos del pelirrojo se deslizaron por las piernas de la mujer, sacándole varios gemidos…

- Por fin…- Konan tomó entre sus manos el rostro de su novio- estamos solos…

- Esos imbéciles son únicamente estorbos… pero ahora vamos a divertirnos…- le sacó la capa a su amante, e inmediatamente le comenzó a subir la blusa que llevaba debajo, y entonces…

- ¡¡PEIN-SAMA!! ¿PUEDO PASAR?- sin esperar una respuesta entró abriendo en par la puerta.

- ¡¿QUE MIERDA ESTAS HACIENDO, TOBI?!- el Líder trató de cubrir la piel descubierta de Konan.

- DEIDARA Y SASORI ME DIJERON QUE USTEDES DOS ESTABAN HACIENDO COSAS DIVERTIDAS, Y TOBI QUERÍA SABER SI PUEDE UNIRSE A USTEDES- dijo sin disminuir la voz.

- ¡Oh! dios…- la kunoichi trató de ocultarse en el cuerpo de su amante.

- TIENES CINCO SEGUNDOS PARA LARGARTE, A MENOS QUE DESEES MORIR…

- Tobi, quiere jugar con ustedes…

- TOBI- sus ojos comenzaron a turbarse.

- Uh bueno, Tobi se va…- se alejó, pero dejando la puerta abierta.

Por el pasillo pasó el religioso que al ver la situación en la que estaban los enamorados dijo:

- No se preocupen por mí, continúen con lo suyo.

- DESAPARECE…

- Ah igual tengo cosas más importantes que hacer que ver al Líder tener relaciones carnales con Konan- sonrió ampliamente, y al ver el rinnegan del pelirrojo desapareció.

Apenas estuvieron nuevamente solos, la especialista en el origami se acomodo sus ropas ante un confundido Pein.

- Lo siento- se disculpó- pero así no puedo…

Él hombre simplemente la miró, él la quería demasiado… esta no era la primera vez que los interrumpían o arruinaban su momento. Parecía que jamás los dejarían hacer el amor en paz. No había forma de que sus subordinados les dejaran pasar un tiempo a solas. Él tenía que tomar serias medidas.

- Sería mejor si les dieras a todos unas merecidas vacaciones- comentó arreglándose los cabellos- así tu y yo podríamos…

- Ven- cogió su mano derecha.

La pareja abandonó la habitación. Pein apresuró sus pasos, se dirigía a la sala principal de esa guarida. En el camino se topó con Zetsu, a quien le pidió que les avise a los demás que habría una reunión extraordinaria.

- Haré lo que tú me pediste- ambos tomaron asiento, Pein acarició la mejilla de la mujer, estaba por besarla…

- Tobi, ya está aquí.

- Eso lo noté- dijo irritado, era la segunda vez que el infantil de Tobi irrumpía en su vida amorosa.

Segundos después Itachi hizo su aparición. Los demás llegaron en parejas de a dos, los últimos fueron los artistas, quienes por cierto tenían los cabellos y ropas desordenados. Al verlos el pelirrojo rodó sus ojos hacia su novia, cambio de planes. A ellos nadie les molestaba cuando hacían sus "cosas", el Líder no tenía nada en contra de las parejas homosexuales. Para él era otra manera de amar. Nadie elige de quien enamorarse. Por eso él quería el mismo respeto que él les daba a ellos…

- Yo no soy una persona que juzga las inclinaciones sexuales de otros- habló deteniéndose en cada uno de ellos-. Jamás he interferido en su vida privada, como últimamente hicieron ustedes. A pesar de esto Konan me pidió darles vacaciones a todos los integrantes de Akatsuki, de esta forma cada uno podría pasar unos placenteros días con sus respectivas parejas o haciendo lo que les plazca- agregó a sabiendas de que Itachi y Tobi estaban solos-. Todos nos beneficiaríamos…

A las tres parejas homosexuales de Akatsuki se les iluminaron la cara, su Líder no sólo era tolerante sino también bueno… ya hasta se imaginaban que harían en sus vacaciones…

- Sin embargo… ustedes no lo merecen- afirmó volviendo a mirarlos uno por uno, estaba seguro que lo que aconteció hace unos momentos en su habitación fue culpa de los artistas, Tobi se lo había dicho. Pein estaba convencido de que el rubio y el pelirrojo querían estar solos, y como el chico de la máscara les seguía a todos lados no tuvieron mejor idea que decirle que vaya a "jugar" con el Líder y su novia. Si serán egoístas. Pensaron que les dejaría pasar esto. No. Ahora tendrían que atenerse a las consecuencias- Konan y yo nos tomaremos unas vacaciones- contempló a su novia buscando su aprobación, ella asintió. Al fin podrían convivir unos días como pareja. Y no, no le importaba los otros. Después de todo se lo merecían-. Dejaré a una persona al mando de Akatsuki mientras estoy ausente- examinó a cada uno de los presentes, como si estuviera midiendo sus cualidades-. Tengo dos candidatos: Itachi y Sasori- se detuvo a pensar. Mientras que el rubio cruzaba los dedos para que el Líder se incline por el pelirrojo-. Creo que Itachi sería la elección adecuada ¿Qué opinas, Konan?

La mujer ni siquiera lo pensó. El pelirrojo de los piercings estaba en lo cierto no podían ser benignos con ellos. Si elegía a Sasori, este haría todo lo que el rubio le dijese. Akatsuki sería un caos en cuanto llegarán. En otros tiempos el shinobi de la Suna hubiese sido un excelente reemplazo de Pein, pero ahora teniendo a Deidara como amante… Además tenían que probar una cucharada de su propia medicina, e Itachi no era precisamente un ángel, no con todos esos antecedentes…

- Itachi Uchiha será el Líder temporal de Akatsuki- dijo mirando al nuevo jefe de turno.

-¿Tienes alguna objeción, Itachi?- inquirió el hasta ahora Líder.

- En absoluto- sus ojos resplandecieron. ¡Como se entretendría al tener a sus compañeros como vasallos!

- Muy bien. Todos ustedes obedecerán a Itachi. No importa lo que les encargue, sea una tarea simple, ridícula, innecesaria, lo harán. No quiero escuchar quejas cuando vuelva. Caso contrario en cuanto regresé los subversivos serán expulsados de Akatsuki, eso si antes Itachi no los destierra…- el rinnegan resplandeció- ¡Ah! Por cierto, Itachi puede castigarles en caso de que no cumplan con sus disposiciones y/o lo creo necesario, eso lo dejo a su sano criterio. Puedes usar todos los genjutsus y ninjutsus que quieras, Itachi- ante esto el aludido se relamió los labios- Y ustedes no se opondrán. Qué se diviertan…

- Adiós…- la peliazul movió su mano derecha en señal de despedida.

Konan y Pein abrieron las puertas, y cerrándola detrás de ellos, al unísono dijeron:

- No los veremos por mucho tiempo…

En cuanto sus chakras dejaron de percibirse, el Uchiha se levantó de su lugar. Se detuvo a mirar a cada uno de ellos, estos tenían la vista perdida, no podían creer lo que había pasado. Su líder les había abandonado por no respetar su privacidad.

- Desde ahora, y hasta que Pein se reincorporé, ustedes se dirigirán a mí como Itachi-sama- activo el sharingan en señal de advertencia- ¿Quedó entendido?

- Si…- dijeron al unísono.

-¿Quedó entendido?- reiteró. Ellos habían omitido decir "Itachi-sama"

- Si, Itachi-sama- respondieron de forma unánime.

Ese día comenzó la pesadilla. Nunca creyeron que ese joven de cabellos azabaches, extremadamente reservado podría sacar su lado oscuro… que por mucho tiempo permaneció latente.

END FLASH BACK

- Lo siento, es mi culpa…- Deidara se sentía responsable. Él fue quien le insinuó a Tobi que los dos ninjas de la aldea de la lluvia estaban practicando un juego y que les gustaría que se les uniera, el pelirrojo lo apoyó por su insistencia. El ojiazul quería pasar un rato con Sasori, por eso actuó de esa manera. No había medido las consecuencias…

El titiritero también estaba convencido de que Konan y Pein no le asignaron como reemplazo del primero por lo que habían hecho.

- De nada sirve lamentarse- comentó. Tiró de las sabanas para que el ojiazul quede al desnudo-. Sabes que no me gusta esperar.

- Bien, bien. Dame un minuto.

El rubio se vistió con la velocidad de un ninja. Ambos salieron. Esperaban llegar a tiempo.

En la sala principal ya estaban Tobi y la pareja de inmortales. A los pocos segundos se reunieron con ellos los dos seres más extraños de Akatsuki.

- ¿Ya estamos todos?- preguntó un hombre con una gran boca y dientes afilados.

- Sólo falta Itachi, Kisame- respondió el tesorero.

Esperaron, esperaron… el sol ya se había filtrado por completo en esa sala. Sin embargo el Uchiha no aparecía.

El cansancio se reflejaba en sus rostros, esto era comprensible puesto que todos habían hecho algunas "cosas" en la noche. Y si, durmieron poco y nada. Incluso Tobi estaba lo suficientemente agotado como para molestar a sus camaradas, y eso ya decía mucho.

En eso apareció la figura estoica de Uchiha Itachi.

- Me alegra que hayan cumplido. Son unos subordinados muy responsables- ironizó el joven de negros cabellos.

- ¡ESTAMOS ESPERANDOTE HACE TRES HORAS!- vociferó el rubio.

- ¡Ah!… Me cansé de esperarles, se tardaron una eternidad en bajar. Por eso regresé a mi habitación, creo que me dormí- habló con cinismo-. De cualquier forma, estoy aquí… veamos ¿Qué harán en este día?...-meditó un momento-. Ya sé. Zetsu y Deidara prepararan mi desayuno. Tobi, Kisame y Hidan limpiarán los muebles. La mejor tarea será para ustedes dos…- sonrió socarronamente, el tesorero y el titiritero fruncieron el ceño ¿Qué tendrían que hacer para su majestad?- me darán unos masajes… Kakuzu en los pies, y Sasori en los hombros. ¡Qué esperan!- exclamó, ya que los masajistas no tenían intenciones de acatar sus decisiones.

La tarde trascurrió con la normalidad de siempre. Itachi imponía sus caprichos, y los otros tenían que cumplir… sino su Líder podría torturarles, o incluso peor expulsarles de Akatsuki.

En la cocina, Tobi y Hidan estaban terminando de lavar los platos, ambos se encontraban exhaustos. No podían seguir así ¿Cómo era posible que alguien los trataré como si fuesen esclavos?

- Estoy hastiado con este idiota- comentó el religioso.

- Shhh… Itachi puede escucharte- habló bajito.

- ¡Por Jashin! A estas alturas no me importa si ese maldito me escucha, Tobi- tiró el plato que tenía en las manos-. ¿Sabes qué pienso?- como él otro no contestó, agregó-. Creo que está demente, de seguro la matanza que cometió hace años le afectó el cerebro, él pobre está loco. ¿Por qué si no se ensaña con nosotros? Porque no puede soportar que otros sean felices.

Para la desgracia de ambos, Itachi se deslizó por la cocina sin que perciban su chakra. Apareció detrás del religioso. Inmediatamente Tobi le vio por sobre el hombro del peliplateado. El Uchiha estaba por darle una lección al fanático, pero decidió esperar a que termine de hablar.

-… Hidan… Itachi…está- susurró.

- ¡Ah! ¿De qué te preocupas?, ese mal nacido no puede escucharnos. De seguro está molestando a los otros para que le hagan unos masajes, o no sé haciendo otro estúpido pedido, como enviar a Zetsu por unas uvas al País del Viento- rió ante un asustado Tobi, era claro que no se percató de la presencia del Uchiha-. Sabes creo que no deberíamos preocuparnos tanto. Es decir, Pein jamás dejaría que este lunático nos expulsé de Akatsuki. Cada uno tiene habilidades difíciles de encontrar. ¿Dónde encontrarían a otro inmortal? ¿Eh?- se enorgulleció- Además como soy inmortal no me preocuparía si ese inepto de Itachi me castiga. No creo que su Tsukuyomi sea tan temible, digo si su hermanito fue capaz de soportarlo… ¿Por qué justo yo voy a sufrir con esa técnica?...

Esa fue la gota que derramó el vaso, Itachi Uchiha le haría sentir el verdadero dolor a ese sujeto. Tobi salió corriendo de la cocina, asustado por esos ojos que estaban detrás de Hidan. El religioso se sorprendió por esto… ¿Qué le pasaba a Tobi?

- ¿Qué decías, Hidan?- esa voz era capaz de congelar a cualquiera.

El hombre de cabellos de color ceniza se quedó tieso. ¿Cómo no percibió su chakra? Lentamente giró para darle la cara. Itachi permanecía inmutable, no movía ni un músculo. De seguro estaba enojado... pero ¿Qué haría?

- ¿Qué piensas hacer, bastardo?- Hidan sabía que no serviría de nada disculparse, por lo que prefirió desafiarlo. De cualquier forma era más que obvio que su Líder le castigaría.

El Uchiha sencillamente rió a viva voz. Esa risa resonó en los oídos del otro. El de ojos violeta parpadeo varias veces en señal de confusión. El escenario cambio. Todo era de un color sangre. No sé hallaba en el cuartel de Akatsuki. No eso era…

- 72… 72… horas… horas… de dolor… sufrimiento… agonía… angustia… ¿No decías que la doctrina de tu religión es el sacrificio? ¿Qué piensas de esto?... ah… ahora no soy un bastardo, un inepto ¿Eh? … no, yo soy el diablo en persona…

Todo era oscuro, sangre por todos lados. El fanático estaba atado en una cruz, delante de el se encontraba la imponente figura de Itachi. Su líder le clavaba una y otra vez con una kunai… uno… dos… tres… diez… quince… infinitos golpes… ¿Era una tortura que jamás terminaría?...

Hidan sentía desfallecer. Era un dolor insoportable. Era el infierno mismo. La técnica de Itachi era terrorífica, tanto que el religioso deseaba por primera vez morir.

- Hidan, Hidan, Hidan…

- Esa voz

- Abre los ojos…

-¿Quién es?... ¿De quién es esa voz?... ¿Será él?...

- Despierta… ¿Hidan?

- Kakuzu…- suspiró.

- Al fin despertó…

CONTINUARÁ…

Haber si aprendes a no insultar a sus espaldas a Itachi, Hidan… jejeje

¿Qué les pareció? ¿Itachi es muy dócil? ¿Un poco malo? ¿Es un buen Líder?... comenten que piensan de Itachi-sama…. ¿Qué harán los otros Akatsuki para calmar a su Líder? Ah creo que eso no es ningún enigma… pero los subordinados de Itachi tendrán que darse cuenta que es lo que haría "feliz a su Líder", para que así ellos puedan estar en paz.

Hasta luego.