Los personajes que aquí utilizo no me pertenecen

Esta pequeña historia es un regalo de cumpleaños para LiaCollins

Espero sea de su agrado

John tomo sus cosas para cambiarse de asiento, el profesor lo había puesto junto a Irene al otro lado del laboratorio. Sherlock había quedado con James. Como odiaba a James, siempre obteniendo la atención de Sherlock, sin mencionar que era uno de los pocos que lograba hacerlo reír de verdad y no solo por que fuese alguien "estúpido".

Miro como James corría a sentarse junto a Sherlock y este de inmediato le dirigía una sonrisa, una de esas sin desdén. Irene le decía algo pero ni siquiera le prestó atención, seguía observando al par de enfrente. Irene lo sacudió del brazo para llamar su atención, John la miro con fastidio, a la chica no le molesto solo sonrió socarronamente.

-Hacen una bonita pareja, ¿no crees?

John no respondió.

El profesor había mandado callar a Sherlock y James. Ahora intentaba no reír muy alto.

¿Por qué él no podía hacer eso? ¿Por qué no podía hacer que Sherlock se divirtiera? ¿Por qué?

James giro el rostro para evitar que el profesor lo viera reír, noto que John los miraba, le sonrió burlón y con malicia.

Fue la gota que derramo el vaso. Tomo sus cosas y salió del laboratorio. Necesitaba pensar, necesitaba un momento a solas, necesitaba… ni siquiera sabía por qué actuaba así.

-¡Te comportas como nena, como una jodida nena, deja de pensar idioteces!-

John estaba tan concentrado en intentar calmarse que no noto cuando Sherlock se sentó en la jardinera frente a él.

John contaba del cien al uno mientras respiraba profundo.

-¿Estás bien?

-Sí, creo que…

John se giro sorprendido. Sherlock lo miro de arriba abajo.

-Dices "Sí", pero es claro que sigues enfadado. Puños apretados, ceño ligeramente fruncido, y te muerdes el labio, además de que tu respiración…

-¡Cállate Sherlock!

-He de suponer que tu enfado es por mi culpa, aunque yo no haya hecho nada…

-¡Claro que es por tu culpa! ¡Todo lo que me pasa, es tu culpa!

La mirada de Sherlock volvió a subir y bajar.

-Explícate

-No, explícame tú, ¿por qué?

-¿Has estado juntándote de nuevo con Anderson?

-¿Qué tiene que ver el idiota de Anderson aquí, Sherlock?

-Obviamente nada, pero debes realizar mejores preguntas. ¿"Por qué" qué?

-¿Te gusta Moriarty?

John desvió la mirada y relajo los hombros. Tristeza concluyo Sherlock, no le respondió de inmediato, solo siguió observándolo.

-¿Y bien?-

-Si

John alzo la mirada sorprendido, no esperaba una respuesta tan directa.

-Pero, si tu pregunta implica, si me gusta de una forma más emocional y o sexual, entonces la respuesta es, no.

-¿Entonces… como?

-Me gusta su forma de pensar, eso es todo.

John suspiro aliviado. Se sentía tan tonto.

-Una escena de celos

-¿Qué? ¡Claro que no!

-No fue una pregunta, mi querido John

La boca de Sherlock se curvo en una sonrisa casi imperceptible.

-Sabes que el único, en quien pienso de esa manera, eres tú. Si aun tienes duda, solo debes hacer lo que yo, observa.

Sherlock se acerco a John y tomo una de sus manos.

-Pupilas dilatadas

Lo miro fijamente

-Pulso acelerado

Llevo la mano libre de John a su pecho

-Respiración profunda, un intento de calma

Se acerco más a John. John pudo sentir la respiración de Sherlock sobre sus labios.

-¿Aun lo dudas?

-Bueno, tal vez, si acortaras la distancia y dejaras de hablar, mis dudas se disiparían por completo.

Sherlock lo hizo, acorto la distancia. Le beso durante largo rato.

Esa tarde tuvieron que asistir a detención. No puedes abandonar una clase a la mitad y no sufrir las consecuencias.

Gracias por leer