En ese momento no importaba nada.
No le importaba el hecho de haber actuado sin pensar por el estúpido impulso de haber sido controlada por sus infernales celos que trataba de ocultar en la escuela al observar aquella estúpida escena. No le importó no haberlo pensado dos veces cuando se dirigió a ese lugar en concreto, pasando como un manchón rosa que se dirigió con fuerza hacia aquella singular pareja.
Mientras separaba a esas dos personas, las voces de todos los presentes se callaron de súbito, asentándose un silencio sepulcral en el patio y la sorpresa en los rostros de todos los presentes.
Había pasado tan rápida como cuando ella llegó hasta ellos y se plantó en frente, siendo ella lo único que pudieron observar después de haber sido separados a la fuerza, y sin dudar ni un momento más, utilizó su único movimiento sin pensar en las "consecuencias" y dio uno, dos, y tres pasos hacia el frente.
Había obviado el hecho de que todos los estaban observando, y cómo poder pensar en siquiera obviarlo, si ese era un acontecimiento que nunca pensaron llegaría a pasar.
Cómo no contemplarlo si veían a Helga G. Pataki besar a Arnold Shortman.
Nota de autora: Bien, esto no tiene nada de sentido; es un simple drabble que se me acaba de ocurrir :P
Nunca había escrito para el fandom de Hey Arnold! pero una primera vez no está tan mal.
Ya saben, si les gustó o no, (que creo que no, jajaja) pueden hacérmelo saber mediante un review.
¡Besos con chocolate para todos!
The-Illusion-And-The-Mirror~
