Disclaimer: la historia es de S.M, yo solo blah blah blah …

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- Voy a tener tanto sexo esta noche.

Jasper negó con la cabeza mientras entrabamos al bar "The Hook". El nombre apestaba, lo sabía, pero había venido tantas veces que ya sabía cuántos billetes le tenía que ofrecer a cada camarera para algunos "servicios especiales" de su parte.

Mi mejor amigo, Jasper, estaba en total desacuerdo con mis relaciones románticas con las señoritas trabajadoras del bar; pero había pasado toda la maldita semana de guardia y necesitaba un poco –mucho – de sexo. Si lo miraban desde mi perspectiva, yo recibía buen sexo sin responsabilidades y les ayudaba a las chicas a mejorar su calidad de vida. Era un desgraciado, lo sabía y estaba bien con ello.

- Solo vengo porque me compras tragos – Jasper se sentó en nuestra mesa usual – Por supuesto que teníamos mesa usual – mirando con el ceño fruncido a las chicas con poca ropa que pasaban cerca de nosotros. Me senté frente a él y reí.

- Relájate, no es como si mi hermana pensara que te vienes de putas conmigo – Sonreí a la chica que dejo las cervezas en nuestra mesa, se ceñida camiseta dejaba ver sus pechos casi por completo, su falda era casi demasiado corta y sus zapatos gritaban Zorra desde donde los miraras.

Por eso me metía con este tipo de chicas, ellas sabían exactamente lo que yo quería, y estaban bien con ello. No esperaban llamadas al día siguiente, ni palabras bonitas antes de llevarlas a la cama y mucho menos citas antes de follar. Ese no era mi estilo, no tenía la energía ni el tiempo para esas cosas.

A pesar de eso, tenía mis estándares, y esta chica no los alcanzaba. Le sonreí y trate de sonar lo menos cabrón posible.

- Te avisare si necesitamos algo más – La chica asintió y se alejó hasta la barra llena de gente, Jasper bufo.

- Si tuvieses una novia podrías tener sexo cada noche, no tendrías necesidad de hacer esto – Tome un largo trago de mi botella y lo mire.

- Ya hemos hablado de esto, no quiero ninguna novia, no seas un dolor en el trasero como mis padres y mi hermana.

Jasper se encogió de hombros. Ya tenía suficiente con mis padres exigiéndome que fuera un hombre y actuara con madurez, decían que iba a morir solo si no conseguía una novia y les daba un nieto pronto. Mi hermana solo decía que era un machista de mierda, que utilizaba a las mujeres para mi propio beneficio, lo cierto era que nunca negaba sus acusaciones. Tenía cierto resentimiento hacia ellos por juzgarme de esa manera.

- Como sea – Jasper ya había terminado su cerveza y llamo la atención de alguien detrás de mí -. Hoy me vomitaron encima, solo quiero tomar algunas cervezas y luego dormir, no quiero discutir sobre lo prostituto que eres.

Jasper era pediatra, el pobre bastardo decía que amaba su trabajo, pero yo sabía que debía ser un dolor en el trasero lidiar todo el día con niños como él lo hacía. Él y yo trabajábamos en el mismo hospital desde hace un par de años, pero yo era cirujano, nos conocimos cuando éramos residentes y desde que le había mentido a mi madre sobre vomito en el baño de su casa habíamos sido mejores amigos.

- ¿Todo bien por aquí? – Preguntó una alegre voz a mi lado. Me gire y lo primero que note fue su cabello. Café, largo y ondulado cayendo por sus hombros hasta por debajo de sus pechos.

La chica no encajaba nada con el perfil de las chicas del bar. Su camiseta no mostraba absolutamente nada de escote, sus pantalones cortos no eran lo suficientemente cortos y sus zapatos de tacón negros lucían incluso elegantes en ella. Largas piernas, increíble cuerpo, grandes ojos color marrón, sonrisa genuina. Nunca la había visto antes.

La quería.

- Otra, por favor – Jasper pidió señalando la botella de cerveza vacía delante de él. Ella asintió sin perder la sonrisa y luego se giró hacia mí.

- ¿Quieres algo? – A ti.

- Quiere sexo fácil, pero obviamente no lo va a conseguir de ti. Puedes solo traerle otra cerveza – Jasper abrió la boca antes de que yo pudiera hacerlo. ¿Qué demonios? La chica soltó una risita, asintió y camino hasta la barra.

El ruido de la música y las conversaciones a nuestro alrededor me estaban dando dolor de cabeza.

- ¿Por qué hiciste eso? – Quise saber. Jasper nunca se metía cuando yo ligaba con chicas.

- Ella obviamente no te va a dar lo que quieres, ¿eres estúpido?

- Ella trabaja aquí - ¿Acaso él era estúpido?

- No puedo creer que eres médico, salvas vidas y no puedes darte cuenta de las cosas más simples – había un gesto de burla en su cara que quería hacer desaparecer con mis puños.

- Sus cervezas – La chica las dejo sobre la mesa, sonrió a Jasper y luego se giró para irse.

- Espera – casi la toma de la muñeca, pero me detuve, no quería parecer desesperado -. ¿A qué hora sales? – Usualmente me decían que las esperara a cierta hora en cierto lugar y estaba hecho.

Ella levanto una ceja, claramente divertida y le dirigió una mirada a Jasper, él se encogió de hombros y segundos después la chica volvió a mirarme.

- Las chicas me han contado sobre ti. Les encantas, doctor – Así que ella sabía sobre mí -. Pero no lo vas a conseguir de mí, así que deja de desnudarme con la miraba y búscate a alguna que esté dispuesta.

- Dime cuanto – Ofrecí confiado. Jasper jadeo molesto, pero no le preste atención.

Los ojos de la chica se llenaron de furia, no vergüenza o incomodidad, soplo furia, sus puños se apretaron a sus costados.

- Eres un cabrón – Miro a Jasper y cruzo los brazos sobre su pecho -. Tu amigo es un cabrón.

- Lo sé. Lo siento mucho. No volverá molestarte.

- Espero que no lo haga, lo único que va a conseguir va a ser un buen golpe en las pelotas. Eres un imbécil – Me dijo antes girarse y volverse hacia las otras mesas, donde otros hombres la esperaban ansiosos.

- ¿Qué coño? – Le pregunte a Jasper con el ceño fruncido.

- Te lo dije – Se encogió de hombro y tomo un trago de su cerveza -. Es una chica decente, y una chica decente no se metería contigo.

- Si es decente, ¿Por qué trabaja aquí?

- Debes tener algún tipo de retraso mental, lo juro. Edward, no todos son médicos que ganan montones de dinero como tú. Algunas personas hacen lo que pueden para vivir – Terminó su cerveza murmurando "idiota" entre dientes -. Busca alguna chica para que nos podamos ir. No pienso volver aquí contigo.

- No quiero a ninguna chica – Dije como el jodido caprichoso hombre que era. Barrí el bar con la mirada y entre todas las mesas, mujeres casi desnudas y hombres ejecutivos escondiéndose de sus mujeres estaba ella, riendo de algo que le había dicho uno de los tipos detrás de la barra. Saque de mi billetera un billete que alcanzaba para las cuatro cervezas y la propina y lo deje sobre la mesa. Tome la mitad de mi cerveza y deja la botella.

- Tu polla te debe estar odiando – Jasper rio.

- Cállate – Camine fuera del lugar.

- ¿De verdad te quedas sin sexo esta noche? – Parecía genuinamente sorprendido.

- La quiero a ella.

- Si bueno, buena suerte con eso – La situación era tan divertida para él.

- Chupamela.

- Eso quisieras.

.-.-,-.m.-,.-,-,..-..-.-.-.

TADA. ¿reviews?