Nota del autor:

Y con la alianza pacífico, nos iremos A LA CONQUISTA DE ASIA!: Si, Colombia, México, Chile y Perú se lanzarán a la conquista de oriente. En esta historia narraremos sus aventuras, sus desventuras, algunas cosillas un tanto… fuertes, mucho shonen-ai, mucho de esto, mucho de aquello…

Pronto, los tacos, la fruta chilena, la inca kola y el sancocho inundarán el Asia… porque ELLOS CUATRO CONQUISTARÁN EL MUNDO,… MWHAHAHAAAAAAA! Cofcofcof NYAHAJAJAJAJAJAJAJAHAJAJAJAAAAAA!

Pero sin embargo, les tengo que decir que esta nueva historia es algo más ligero y cómico, y va a tratar sobre la alianza pacífico, que en este momento está compuesta por México, Colombia, Perú y Chile. Y debido a que está en boga todo esto de la alianza pacífico, he decidido iniciar este fic, que intentará mostrar una faceta algo… hetaliana de esta alianza a la que he llamado la alianza de los "tigres latinos", una contraposición a los "tigres asiáticos" (Corea Del Sur, Japón, China e Indonesia). Y viendo la cumbre de la alianza pacífico, recientemente desarrollada en Cali, se me ha ocurrido esta nueva idea… tal vez un poco loca, un poco fumada, basándome tal vez en una que otra serie de televisión cofcofcoffriendscofcofcoftwoandthehalfmencofcofoco f… como que me quiere dar algo. Total, será algo Troll epicness!

El obligatorio DISCLAIMER™

Hetalia Axis Powers le corresponde únicamente a Himaruya, yo solo lo uso para mis cochinos y pervertidos intereses. NYAHAHAHAHAHAHAHAHAAAAAAAA!

Los OC citados aquí le pertenecen a los siguientes autores:

Colombia (Juan Pablo Márquez Botero): propiedad de Sirbluemoustache (con quien tengo contacto en DA)

México (Pedro Eduardo Sánchez Hidalgo): Propiedad exclusiva de Nadiezna

Perú (Miguel Alejandro Prado): propiedad de Kuraudia

Chile (Manuel José Gonzáles Balmaceda): propiedad única de ROWEIN.

Tampoco son míos. Solo los uso para mis cochinos y sucios intereses.

De paso, va a haber YAOI entre jefes de estado. Soy un cochino pervertido… MWAHAHAHAHAHAAAAA!

Disfruten la lectura.

Capítulo 1:

Cuatro locos viajan a oriente

Aeropuerto Alfonso Bonilla Aragón de Palmira… o de Cali,… no importa, total ellos dos lo comparten…

Cuatro jovencitos que ya no eran tan jovencitos caminaban con bastante premura por la terminal internacional del aeropuerto. Se distinguían cuatro figuras, cuatro jóvenes tan distintos y a la vez tan similares, aunque ciertamente habían diferencias notorias en sus modos de pensar, vivir, vestir y actuar.

Sus jefes estaban esperándolos en la sala de embarque del aeropuerto. Estaban de incógnito, y ciertamente lucían algo… ridículos, en especial cierto mexicano con un copete muy…. Bueno, dejémoslo en peculiar. No por nada ellos cuatro en 2010 habían establecido una alianza poderosa, que quería imponerse sobre todos, y dominar fieramente el mercado asiático, solamente para ellos. Aunque cierta costarricense con gustos algo… peculiares, arañaba las puertas de la alianza para poder ingresar al grupo de los "tigres latinos", como los habían empezado a llamar.

Los chicos en cuestión no eran chicos comunes y corrientes… eran las cuatro naciones con mayores expectativas económicas en el continente. Juntos, eran la octava economía del mundo y a todas luces si juntaban todos el PIB de cada uno de ellos, superaban por años luz a Brasil. Además, los cuatro tienen costa sobre el océano pacífico, son codiciosos en extremo y desean acallar a todos aquellos que decían que "no podrían".

A fin de cuentas, ninguno de los cuatro se toleraba, pero era extraño, pues se conocían profundamente, eran amigos, y haciendo aparte los conflictos, se entendían a la perfección.

Pero… ¿de qué jóvenes estamos hablando?: pues de las cuatro representaciones de las naciones que conforman la "Alianza pacífico"… México, Colombia, Perú y Chile… o mejor conocidos como Pedro, Juan Pablo, Miguel y Manuel.

Total, era que los cuatro habían tenido que arreglar maletas después de la cumbre, y eso que sus jefes los habían citado temprano en el hotel Intercontinental de la ciudad de Cali. Evidentemente, no sabían para qué, pero a fin de cuentas no por nada estaban allí, esperando la conexión que los llevaría al lejano oriente.

Horas antes, en el lobby del hotel intercontinental….

¿Qué DEMONIOS DICEN? dicen las cuatro naciones a coro

Así como lo oyen les dijo Juan Manuel santos, presidente de Colombia, presidente pro-tempore de la alianza, y por tanto, jefe de todos cuatro (por un año)entre todos nosotros les hemos arrendado un apartamento en Tokio para que desde allí, empiecen a tantear las oportunidades del mercado en Asia

y entonces, quieren que los cuatro vivamos juntos… ¿no es verdad? exclamó entonces el peruano

Sí Miguel, los cuatro juntos van a vivir en el apartamento. respondió Ollanta Humala no nos alcanza para alquilar un apartamento para cada uno, así que no deberían quejarse.

yo no pienso compartir nada con "este", así que mejor me largo...

ni se te ocurra, Manu querido… atinó a decirle Sebastián Piñera, el presidente chileno y jefe de Manuelquieras o no quieras, vas a vivir con estos cuatro, y vas a aprovechar lo más que puedas para abrir nuevos comercios en Asia.

Después de todo, no era tan malo… aunque algunos ya tenían idea de convivir juntos (Juan y Miguel, el uno ya sabía las lides de una casa compartida, y Miguel estuvo "casado" con Octavio muchos años atrás), otros simplemente no estaban acostumbrados a la convivencia. Aunque al fin y al cabo, tendrían que tolerarse y convivir, si es que no se mataban primero.

Y bueno, ahí estaban horas después, esperando la conexión a San Francisco, para después poder partir a Tokio. Los jefes, estaban de incognito en la sala de espera, sus naciones acababan de llegar.

—chicos…

—no nos digan nada —le dijo entonces el mexicano.

El presidente Santos, quien usaba una gabardina marrón oscura, sobrero pesquero y lentes oscuros, les entregó un paquete.

—aquí tienen 5'000.000 de yenes, úsenlos bien. —advirtió el presidente Colombiano

—los estaremos supervisando constantemente, señores —dijo entonces Piñera con algo de malicia— cada tres meses les haremos una visita sorpresa, así que estén pendientes…

—bueno… con tal es que recibamos el giro puntualmente, para no pasar vergüenzas —atinó a decir el chileno de forma escéptica.

—tranquilo, todo ya está pago, la administración, los servicios… no van a tener ningún problema.

Tenso silencio.

—creo que los va a dejar el avión, váyanse rápido o si no…

—o si no que…

Los cuatro mandatarios se miraron entre sí con algo de malicia. A sus naciones no es gustaba nada de nada lo que tramaban esos cuatro. Así que tragaron hondo, tomaron sus maletas y se fueron.

—al menos no le veré al copetes la cara por un buen tiempo —dijo entonces México con algo de desparpajo.

Los mandatarios, simplemente vieron como sus cuatro naciones partían. Santos, ni corto ni perezoso, les dijo a sus colegas.

—señores, los invito a un Whisky en el club campestre…

Y de hecho, Santos le dedicó una mirada demasiado impropia a su homólogo de chile, Piñera.

—al fin estoy de acuerdo con vos, Juanma —responde Piñera de una forma algo… extraña, e insinuante.

Humala miraba con cara de extrañeza a sus dos colegas y las miradas depravadas que se lanzaban ambos mandatarios (como con cara de WTF, de verdad, soy demasiado troll)1. Peña era demasiado tarado para notar a sus otros dos pervertidos colegas, y las miradas lascivas que se lanzaban, así que simplemente dijo:

—saben, yo acepto la propuesta del señor Santos.

—no seas tarado Peña! —le espeta Ollanta al mexicano dándole un zape— lo mejor es que los dejemos a solas.

—no entiendo

Humala, frustrado e irritado se llevó a rastras al copetudo de Peña, evadiendo la mirada del espectáculo algo… indecente que estaban dando sus otros dos colegas.2 Menos mal nadie los reconocía.

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Ya en el vuelo Cali-San Francisco-Honolulú-Tokio

Todos ellos suponían que al menos el viaje sería tranquilo, sin problemas, sin molestias de ninguna clase, para simplemente olvidar.

Pero no era así.

Lo insoportable del asunto estaba en que los habían puesto en clase económica, Miguel al lado de un pandulfo gordo que lo estaba asfixiando, Manuel junto con una madre con su hijo, quien bramaba a grito herido… Juan Pablo al lado de un acosador sexual en potencia que lo miraba de forma demasiado rara… como si deseara devorarlo con la mirada, mientras que Pedro,… bueno, la sacó barata, pues estaba ubicado junto con dos chicas que iban a san francisco: el problema, es que el par de niñas que estaban muy buenas, eran lesbianas, eran pareja y para más inri no deseaban tener nada que ver con ningún hombre.

Todo un lío.

—DIOS… que hice para merecer esto…! —se espetaba para sí el colombiano, intentando hacer acopio de su salud mental para soportar lo que quedaba de viaje junto con el acosador sexual que tenía al lado, y que no hacía otra cosa más que mirarle el trasero, mirarle la entrepierna, saborearse y relamerse como si lo que estuviese viendo fuera un plato de comida, para luego querer toquetear y después volver a mirar.

Manuel intentaba dormitar, pero el niño lloraba y lloraba. Sus bramidos le retumbaban en la cabeza, era un suplicio espantoso que no se lo deseaba a nadie. La madre, ciertamente avergonzada intentaba consolar al infante con toda suerte de recursos: lo arrullaba, lo acunaba, le intentaba dar tetero (o biberón, o mamila, sea como se defina en su nación de procedencia), en fin. Pero el niño chille que chille como bestia herida, le estaba sacando el genio al pobre chileno de ojos marrón oscuro, que intentaba conciliar el sueño para hacer el viaje un poco más llevadero, pero que a fin de cuentas no había podido.

Pedro estaba allí, quieto… amordazado por no poder flirtear con las dos muchachas que le acompañaban a lado y lado, que naturalmente eran pareja. Se estaba conteniendo de forma considerable, pues las dos niñas que estaban a cada lado suyo eran una delicia en todo un amplio sentido. Pero las dos chicas se miraban con deseo entre ellas, con unas miradas dignas de una fotografía para enviárselas a Hungría o Eslovaquia (pues todos sabían de buena fuente que el eslovaco era un fundashi que le encantaba el BARA y el YURI).

Miguel estaba desesperado, rezándole al señor de los milagros de Lima (su "morenito") para no morir asfixiado por el obeso pasajero con quien estaba allí sentado, apretujado contra la ventana, intentando acomodarse como podía, pero el tipo estaba despanzurrado en la silla, lo estaba apretando mucho y estaba al borde de la muerte.

—me estoy… asfixiando… auxi-liooooo! —suplicaba el inca en medio de su desesperación.

Y al pobre de Juan Pablo… se podía decir lo siguiente: no se podía sentir más abochornado. El tipo que tenía al lado, de complexión musculosa, cabello al rapé y facciones notoriamente americanas lo miraba con ese deseo lujurioso, como si tuviese una presa enfrente suyo. Peor, estaba mirando de forma disimulada su entrepierna, luego paseaba la mirada por su torso (que si estaba bien trabajado a razón de todo su entrenamiento militar) luego a su rostro para luego relamerse y seguir mirándolo como si fuese un pedazo de carne jugosa listo para comerse.

Eso le estaba dando miedo. Pues el mencionado tipo llevaba una camisilla sin mangas y una chaqueta (o chamarra) de cuero de tonalidad café, pantalones de mezclilla y tenis converse de tono neutro.

—oiga… ¿por qué me mira tanto?

—no, por nada. —decía el susodicho, luego le preguntó— ¿vas a algún gimnasio?

Dios… el tipo este me está flirteando… —se decía el colombiano para sus adentros—Que hago, carajo… que hago!

—De hecho, es por el entrenamiento militar. —contestó la nación con algo de incomodidad.

El hombre se le acercó de forma disimulada. Lo miró con aun más deseo, el colombiano tragó hondo. Luego, le aventó la mano a sus "regiones vitales", eso le generó demasiada incomodidad.

ay divino niño… sálvame de este violador! —suplicaba desesperado Colombia, al borde del pánico.

—eeeh... c-creo que se está propasando… —le dijo el colombiano a su compañero de asiento.

—ah, siento mis modales. —luego inquirió — ¿tú cómo te llamas?

—Pablo —dijo entonces el colombiano de forma algo incómoda, sin mencionar su primer nombre— Pablo Botero.

—mmm…, un gusto Pablo, soy Samuel Colt.

Le pasó una tarjeta. Y la miró con algo de incomodo terror.

Samuel Colt

Actor y Productor pornográfico.

CEO COLT Productions.

Budapest, Hungría

—Si te interesa, puedes audicionar para una de mis películas, filmaremos una producción en Hawái y nos falta un latino para poder completar el casting. —le dijo entonces el señor Colt.

Maldición, es un productor porno… divino niño, porque tienes que ser tan cruel conmigo —exclamó Colombia para sus adentros.

—l-le agradezco, p-pero no estoy i-interesado… tengo otras ocupaciones.

—como el de ser una nación, ¿no es verdad?

—como lo,…

—llevo casi 25 años trabajando en el medio de la pornografía gay —dijo tranquilamente el señor Colt— y no he encontrado unos socios más excelentes que la señorita Hungría y el señor Eslovaquia,… aunque ciertamente he tenido una fantasía que me ha carcomido durante muchos años…

Tragó hondo. No le gustaba lo que iba a oír.

—¿Cómo sería hacerlo con uno de ustedes? —dijo Colt de forma insinuante, mientras apretaba de forma sugerente el miembro de la nación latinoamericana —sería una experiencia inolvidable y deliciosa que me gustaría probar en este momento…

Y en medio del aire, mientras el vuelo 453 de Japan Airlines surcaba los aires, se oye un grito espantoso que retumba en el cielo. (Imagínense una toma panorámica de un avión de pasajeros, y de fondo un grito muy fuerte)

—GYAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAA!

Ya en Tokio, en el aeropuerto internacional de Narita…

Había sido un viaje tortuoso y traumático para los cuatro. México estaba llorando como una magdalena herida, Chile andaba medio sordo y aturdido por soportar la chilladera del pobre bebé, aunque la madre se excusaba todo el tiempo, Perú tomando bocanadas desesperadas de aire, y Colombia… bueno, tenía una expresión en su rostro de trauma psicológico inolvidable, que ningún psiquiatra o psicólogo le ayudaría a superar.

En definitiva, un viaje muy inolvidable.

Dado que de entre los cuatro a todos se les hacía difícil entender el japonés (no entendían ni mu), se les hizo difícil conseguir algo de información para tomar un taxi, que los pudiese llevar a su nuevo apartamento. Naturalmente mientras todos los pasajeros bajaban, habían algunos familiares que esperaban con cartelitos de todo tipo, indicando quienes eran a los que buscaban. Y todo hubiera sido normal si un grupo considerable de fangirls no se hubiera aparecido repentinamente con carteles rosas de todo tipo y clase, posters de un grupo de J-Rock, gritando como bestias histéricas en celo.

—buuuuueno, al menos nos están dando una bienvenida decente —dijo el mexicano, creyendo que las fangirls eran fanáticas de ellos cuatro.

Pero la suerte no dura mucho. Pues las fangirls los pasan por alto, casi arrollándolos, llevándose por delante a Perú y a Colombia, los cuales suplicaron auxilio desesperados, mientras la turbamulta de fanáticas afiebradas los pisoteaban. Al final, terminaron con una cara de trauma, en el piso, con pisadas de calzados de todo tipo y clase, bien traumados (o con una cara de trauma estilo animé).

—no creo que todo ese alboroto haya sido por nosotros. —exclamó el chileno, señalando al grupo de fangirls que rodeaban a un grupo de muchachos jóvenes que sonreían como podían, firmaban autógrafos a la loca, e intentaban librarse de las fanáticas maniacas.

Evidentemente, todo ese alboroto fue causado por la banda NICO touches the Walls3, los cuales regresaban de una exitosa gira por Europa del este. Y mientras Tatsuya, Daisuke, Shingo y Shotaro4 hacían lo que humanamente podían para librarse de aquella marea intempestiva de fangirls, las cuatro naciones de la alianza hacían lo que podían para que su viaje y estancia en Japón no fuera un suplicio.

Por lo pronto, un joven de cabello color café, lentes de marco color gris, ojos de tonalidad , vestido de traje ejecutivo, los esperaba a la salida del aeropuerto, con un cartelito en el que estaban escritos claramente sus nombres, aunque dos no estaban acentuados (México y Perú), y a otros le habían reemplazado una que otra letra (Chile estaba finalizado e Colombia le habían reemplazado la L por la R). Agregado a esto, el auto que los llevaría era pequeño, así que los cuatro irían bastante apretujados.

Que desastre.

Ohayo!, soy Ryutaro Harune, su asistente adjunto para que puedan adaptarse al estilo de vida japonés. —exclamó alegremente el joven, mientras le abría la puerta de su auto para que pudieran entrar al mismo.

—o en otros términos, serás nuestra niñera —respondió México de forma mordaz.

El joven simplemente se echó a reír de forma sutil, algo raro. Quizás no era tan cierto que los orientales eran distantes, corteses y fríos.

—no… no es eso, simplemente seré su asistente adjunto: me encargaré de acordar visitas, entrevistas y encuentros con diferentes empresarios que estén interesados en invertir en ustedes. —luego agregó— ah, y también tengo que enviarle un informe mensual de sus avances a Santos-sempai, Piñera-sempai, Peña-sama y Humala-sempai, para que les envíen el giro de los 5'000.000 de yenes.

—ay dios,… esto será bastante duro —exclamó Chile agobiado— tras de niñera, nuestros jefecitos nos pusieron también a un policía.

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Y bien, después de todo, empezaron un largo y notoriamente tedioso viajecito por las muy transitadas calles de Tokio. Para mayor infortunio de los cuatro, les había tocado el embotellamiento de la hora pico, así que estaban atascados. El apartamento quedaba en un edificio ubicado en el distrito de Odaiba, uno de los más cercanos al centro, amén de ser una zona muy apetecida a razón de los escandalosos precios por los que se podía pagar por uno de esos malditos apartamentos escandalosamente caros.

Llegaron, mirando asombrados el alto edificio de apartamentos, que tenía varios balcones notoriamente amplios, y en su punta, un agradable y bonito jardín, cuyo verde pasto sobresalía. Ascendieron por el ascensor al piso 8.

Y después de todo, llegaron. Y los cuatro, cansados y agotados, miraron asombrados y estupefactos su nuevo apartamento

Continuará,…

1 Creo que soy el primer autor que escribe algo Yaoi-slash con dos jefes de estado. Después de esto, nadie va a volver a mirar a Piñera y a Santos igual.

2 Soy un puerco troll pervertido… MWAHAHAHAHAHAHAAHAHAHAAAAAA!

3 El J-pop y el j-rock no solo comprende a L'arc-in-ciel (que también me gusta) sino a NICO touches the Walls. El único que he oído de esta banda, (que es buenísima) es Hologram.

4 Tatsuya Mitsumura, Daisuke Furumura, Shingo Sakakura y Shotaro Tsushima son los integrantes de esta banda. Y antes que nada, ¿puedo pedirles un favor?: necesito los nombres de los cantantes del dueto de Chemistry. La canción que ellos suelen cantar es Period, el tercer opening de FMA brotherhood, y pienso citarlos en algún capítulo.