La gema olvidada

Capitulo 1: El regreso de otra gema

Era un día tranquilo en la ciudad playa, ese día las gemas no tenían ninguna misión pendiente, asi que decidieron quedarse en casa con Steven y ayudarlo con sus invocaciones

-Vamos Steven ya casi lo tienes! – Decía Perla alentando al joven chico

-Algo está por salir! – Exclamo el chico, pero fue nada más y nada menos que el escudo burbuja – De nuevo el escudo burbuja– Hablo decepcionado el chico mientras observaba su gema

-Vaya Steven, aun asi seas un chico de 18 años aun no controlas bien tu gema – Menciono una chica de cabellera larga y color de piel morado

-Lo sé, creo que debería volver a ser un chico de 12 años – Dijo pensativo el mayor pero reflexionándolo, asi es más fuerte

-Bueno supongo que ya hemos trabajado mucho por hoy, oh ya ha regresado Garnet – Los tres dispuestos a recibir a la ya mencionada se dirigieron a al hogar de ellos

-Hola Garnet, como te fue?, Lograste encontrar a Jasper? – Pregunto Steven recibiendo a la Gema

-Aun no, debo buscar con mayor rapidez – Solo dijo esas palabras para entrar a su habitación del Templo

-En que pensara Garnet? – Preguntó curioso Steven al ver a Garnet un poco preocupada

-Steven tal sabes cómo nosotras que Jasper unida con Lapis es un peligro para todo el planeta – Explicaba la chica de blanca piel

-Tienes razón, saben que iré a por una rosquilla, quieren una? – Tras decir esto, Amatista afirmo con la cabeza, en cambio Perla solo hizo una mueca de asco – Pues regreso pronto – Salió de la casa y se dirigió a la Gran Rosquilla

-Hola Steven, como te ha ido? – Pregunto Sadie alegremente a Steven

-Bien Sadie, por favor lo de siempre – Hablo el chico para recibir sus rosquillas preferidas, tras recibirlas decidió cambiar su rumbo a la furgoneta de su padre – Papá! – Grito desde fuera para ser recibido por Greg

-Oh, hola hijo como te va? – Pregunto un ya viejo

-Solo quise venir a saludarte, no es bueno que tengas tanta soledad y además aprovecho de traerte una rosquilla! – Le dio en mano una rosquilla de chocolate con chispas de colores, a lo cual Greg agradeció dándole una buena mordida a la misma, Steven después de charlar un rato con su padre decidió volver al templo, pero antes de decir nada las chicas se fueron por el portal, a lo cual el joven Universe subió al portal y se teletransportó


Al llegar pudo divisar estar en una isla, y en el horizonte una gran torre corrió hasta llegar y subir por las escaleras, al llegar estaban las gemas combatiendo contra una especie de sombra que tenía consigo una empuñadura de espada con una gema de color negra en el pomo(1) de la misma, pero no tenía ningún tipo de filo

-Chicas que es eso! – Grito impresionado tras ver al contrincante de ellas

-Que haces aquí Steven!? – Exclamo Perla solo para recibir un ataque propiciado de la sombra, pero Garnet aprovecho el momento para destruir al enemigo dejando retazos de oscuridad en el suelo – No te paso nada? – Pregunto preocupada por él, a lo cual solo asintió

-Regresemos al Templo, este lugar me da escalofríos – Menciono Amatista mientras veía el suelo totalmente obscurecido por los restos del enemigo

Antes de que se dirigiesen al portal Steven pudo ver que la empuñadura no se había perdido – Oigan chicas, miren esto – al tomar la empuñadura el pomo relució por un momento pero perdió el brillo nuevamente para volver a su estado normal – Ah que mal, esperaba a que pasara algo – y tal como dijo algo ocurrió, la profunda penumbra del suelo empezó a moverse de lado a lado, corrieron al portal y regresaron al Templo


-Eso estuvo cerca, demasiado – Hablo Amatista, lo único que hizo tras eso fue lanzarse al sofá y quedar dormida

-Ugh Amatista, ni siquiera piensas sobre que te acuestas! – Regaño a la chica morada, pero al no prestarle atención decidió limpiar la casa, por cuarta vez

-Me pregunto si esto me ayudaría a usar mi gema – Steven tomó la empuñadura y la acerco a su gema, pero reacciono igual que en la torre, excepto por un mensaje que escucho casi como un susurro que decía – Gracias chico– Steven se sorprendió un poco por esto, pero no tanto como para alarmar a las gemas

Las semanas pasaban y Steven trataba de comprender el mensaje de la empuñadura, hasta le pregunto a Connie que querría decir pero igualmente no pudo explicarlo, luego a Perla, pero de un modo sutil, no lo pudo entender al no saber todos los detalles, asi que se limitó a esperar hasta cuando estaban las gemas en el Templo al igual que Steven, el pomo de la misma empezó a brillar dejando un rayo de luz que formaba a un hombre, el cual tras el rayo desaparecer había un chico de unos 25 años con el pelo de color gris casi blanco que le llegaba hasta la cintura, un cuerpo delgado y las pupilas de color negro parecía que miraba dentro del alma, llevaba puesto una chaqueta que le llega a los talones de color marrón oscuro con detalles de cuero, pantalón negros y zapatos de vestir del mismo color del pantalón, encima cargaba una hombrera en el hombro derecho de un cristal del mismo color que la espada y unas grebas del mismo material, pero al salir de la espada Steven tomó rápidamente la empuñadura

-Regresadme mi preciado tesoro y arma eterna, si es alejada de mi graves consecuencias traerá – tras decir ese pequeño poema Steven un poco atemorizado le lanzo la empuñadura, la cual tomó rápidamente y el pomo brillo con tal belleza, que de la guardia(2) salió un filo pero no de metal, era un filo laser con la forma curva de un sable

-Steven que hiciste! – Grito Perla solo para ganar territorio contra el enemigo al igual que las otras dos gemas

-No les quiero hacer daño, solo quería mi arma de regreso, nada más – Guardo su arma en su espalda y sin mediar palabra dio media vuelta para salir de la casa

-Oye e-espera! – Grito Steven para salir de la casa y pararse frente al chico

-Mmm? – Pregunto el de tez gris claro mirando a los ojos al chico

-Solo quería decirte que, me llamo Steven Universe y tú? – Preguntó alegre mientras estiraba la mano para un saludo cordial

-Mi nombre es Black Ónix, pero mejor llámame Ónix – Sonrió mientras estrechaba la mano del chico

-Parece que ya te hiciste amigo de él, hola yo soy Amatista – Respondió mientras le acercaba el puño de ella

-Mucho gusto Amatista, soy Ónix – Choco el puño de Amatista con el de él, mientras salían Garnet seguida de Perla, este se quedó fijamente mirando a Perla

-Que me vez? – Pregunto un poco groseramente, tarde se dio cuenta de la forma de preguntar

-Disculpa no fue mi intención hacerte incomodar, Pero no pude evitar pasar por alto tus hermosos ojos azules – Al decir esto, provoco un ligero sonrojo azulado en Perla la cual miro hacia otro lado para evitar que viera su rostro sonrojado, Amatista soltó una risa algo picara por como reacciono Perla

-Dinos porque una sombra nos atacó intentando obtener tu sable? – Pregunto directamente Garnet haciendo que Ónix la mirara con sorpresa

El chico no dijo ni una sola palabra, hizo lo mismo que en la casa, se dio la vuelta y se fue tranquilamente pero al llegar escaleras abajo desapareció sin más junto con su empuñadura

-Donde esta? – Pregunto Steven al ver que se esfumo

-No lo sabemos, pero espero que no causa desastres fuera de ciudad playa – Hablo Garnet mientras se dirigía hacia el Templo seguida de Amatista y Perla, después de unos segundos Steven entro después


Mientras tanto en una isla lejana

-Mi forma malvada? No puede ser, yo la elimine por completo! – Se tomó la cabeza con dolor mientras caía de rodillas y gritaba, de un momento a otro se desmayó empezando a tener una pesadilla

En la pesadilla

-Este es el inicio de una nueva era de gemas malvadas! – Decía un hombre pero no sabía distinguir sus facciones, parecía que su piel era verde, pero luego se acercó otra persona más grande

-Apresúrate con el Peridot, ya quiero ver a mi nuevo general! – Amenazaba el más grande a el según llamado "Peridot"

-Ya voy Jasper, crees que crear una gema con estas deplorables condiciones es fácil! – Reclamo el más pequeño a "Jasper" , pero el de tez verde al terminar se quedó esperando una forma física, pero no sucedió nada

-Eres un idiota no sirves de nada, bah no puedes crear una insignificante gema! – Tras decir esto Peridot acerco una simple empuñadura a la gema recién creada, cuando lo hizo la gema se incrusto siendo el pomo de la misma, asi salió un cuerpo era igual que actualmente, pero sus ojos ya no representaban bondad sino maldad pura

-Que has dicho? Ja – Le hablo burlonamente a Jasper acercándose a la nueva gema para inspeccionar su estado – Su cuerpo físico es resistente, no parece sufrir de imperfecciones corporales, pero donde está su gema? – Inspecciono todo el cuerpo del nuevo pero no encontró nada, del enojo lanzo el detector lejos y aterrizo justo al lado del sable, tras esto empezó a tener lecturas de la gema – Ya veo su gema esta en este sable, Jasper esa es la única desventaja si este chico pierde su empuñadura volverá a su gema a regenerarse

-No importa, por lo que veo es fuerte y me servirá bien en la batalla, asi que dime cuál es tu nombre? – Pregunto Jasper mirándolo fijamente a los ojos

-Black Ónix, ese es mi nombre – Dijo atrayendo hacia sí mismo la empuñadura saliendo de la guardia el característico laser con forma curva

-Sé que destruiremos a esas Gemas traidoras, tú y yo haremos grandes cosas y una de ellas será destruir a esas desgraciadas, prepárate general Ónix – Río alocadamente mientras observaba su pase directo al triunfo

En el mundo real

-Dónde estoy? – Pregunto Ónix desorientado, lo único que pudo reconocer es que estaba dentro de una especie de cabaña, cuando se levantó y miro por la ventana vio a un hombre de unos cuarenta años con una katana atacando al aire, se acercó a el silenciosamente

-Oh, ya has despertado – Hablo el hombre mientras guardaba la katana en la funda de su espalda

-Si gracias por haberme dejado descansar en su morada, señor? – Pregunto el nombre del hombre pues quería agradecerle

-Billy, pero me solían llamar Bill – Dijo el señor viendo de pies a cabeza a Ónix, cuando se percató que tenía también un sable – Por lo que veo llevas una espada contigo, cierto?

-Encantado de conocerlo Sr. Bill, si asi es pero no es una cualquiera – Tras decirlo saco la espada saliendo el sable de ella

-Guao, nunca había visto una espada asi – Empezó a mirar el sable y la empuñadura, pero se percató de algo, el pomo era un gema – Eres una Gema cierto?

Esto desconcertó un poco a Ónix, como es que este señor sabia de las Gemas en este mundo, debía preguntárselo – Como es que sabe de las Gemas?

-Se puede decir que yo soy una – Se desabrocho la parte del pecho del kimono que cargaba y dejo ver un reluciente topacio

-Pero como es que su color de piel es como el de cualquier humano?-

-Controlar la gema es lo importante, no dejarse llevar por sus poderes, no crees? – Hablo el señor mientras reía un poco

-Me enseñaría a utilizar mi gema? – Pregunto emocionado el chico, a lo que Bill le respondió con un si

-Pero si quieres que te enseñe tendrás que hacer unos labores por mí – El viejo sonrió tras ver la respuesta afirmativa del joven

Los meses pasaban, a Ónix se le hicieron rápidos y divertidos pues Bill ha sido el mejor acompañante y entrenador que haya tenido, pero un día en la fría brisa de diciembre Ónix se acercó a su mentor

-Maestro, me has enseñado todo lo que necesitaba, gracias por todo lo que ha hecho por mí, pero debo retirarme a mi hogar nuevamente – Explicaba tristemente mientras se sentaba al lado de Bill para observar la playa

Tras un largo suspiro Bill decidió responderle a su Aprendiz – Sabes? Si no estuvieras aquí tal vez no estaría vivo ahora, el hecho de que estés aquí trabajando tan bien, me da como se dice? Un motivo para estar vivo, porque creo que las personas mueren a veces cuando ya no quieren vivir y la naturaleza es más sabia de lo que se cree, poco a poco perdemos a los amigos lo perdemos todo, perdemos y perdemos hasta que decimos sabes? que rayos estoy haciendo aquí no tengo razones para continuar, pero contigo muchacho tengo razones para continuar y voy a estar vivo, y yo nunca te abandonare, porque cuando te deje no solo sabrás como pelear, también podrás proteger a tus seres más queridos, de acuerdo?

-Claro que sí, Bill – Dijo Ónix con lágrimas en los ojos

-De acuerdo, ahora te tengo un pequeño obsequio – Hablo mientras se quitaba la espada junto con la funda de la espalda

-Oh, Bill no tenías que hacerlo-

-Mira esto, lo ves? – Explico mientras le otorgaba la espada – Es el objeto favorito que tengo sobre la tierra, Miyamoto Musashi me la regalo y ahora te la doy a ti, y va a ser como un ángel detrás de ti, si alguna vez te hieren y sientes que vas a caer este ángel te susurrara en el oído, "de pie que esto apenas comienza!" Porque Bill te quiere

-Gracias Bill, yo también te quiero – Tras decir esto lo abrazo con lágrimas cayendo por su rostro mientras sostenía la espada con su mano derecha, Bill tras despedirse de Ónix, este sin mediar palabra desapareció al igual que en ciudad playa