Bueno, esta es mi primera historia así que no seáis crueles.
La verdad es, que la he hecho a partir de otras historias que me han resultado interesantes y, igual, se parece algo a alguna de ellas, pero he intentado cambiarlo lo más posible.
Sumary: La historia se centra en Mikan, una chica que nos contara su vida hasta… bueno, eso ni yo lo se, pero nos contara las dificultades, sufrimientos, dolor, alegría, felicidad y muchos otros sentimientos que hicieron que ella sea como es hoy.
aclaracion: gakuen alice no me pertenece.
Y ahora si les dejo leer.
CAPITULO 1
Hola, me llamo Mikan Yukihara y el 75% del instituto cree que mi vida es maravillosa y espectacular, el otro 25% cree que soy una asesina que solo vive gracias a su padre. Que… ilusión.
Si es verdad que llevo el apellido de una de las más ricas familias de la ciudad, pero solo fui un pequeño capricho de mi madre. Se acostó con uno de los sirvientes de la mansión y de ahí salí yo.
La gente solo ve mi lado superficial y las sonrisas falsas, una mascara que mi padre me obligo a crear. El siempre me maltrato porque no soy hija suya de sangre, es decir que desprestigie el nombre de la familia al nacer.
Se libro de mi madre envenenándola y me culpo a mi por lo que la gente no se me acerca creyendo que soy una asesina y como mi padre me "salvo" piensan que mi vida es no saben todo lo que sufro, día tras día, semana tras semana.
Un continuo sufrimiento al que ya me acostumbré. Y antes, aunque sea, tenia a mi madre pero desde los siete estoy sola. Vivo únicamente con mi padre y algunos criados de el. Desde que ella murió la cantidad de mayordomos disminuyo bastante porque mi padre me puso a trabajar en lugar de ellos.
Por supuesto, nadie más que los que vivimos en esa casa sabemos de esto, mi padre no es tan idiota como para delatarse y por eso las marcas de golpes y demás me las hace en lugares que se pueden ocultar fácilmente como piernas, espalda, tripa y pecho. En los brazos intenta evitarlo pero alguna vez e ido a clase con manga larga en pleno verano.
No recuerdo cuando fue la última vez que sonreí de verdad. Como tampoco recuerdo al criado que me creo. Mi padre se encargo de que pareciera que el mayordomo nunca existió. El único recuerdo que tengo de ellos son dos piedras, una de color blanco y un azul muy tenue y la otra naranja suave. Ambas están metidas dentro de un colgante que me regalo mi verdadero padre y que se que me quería porque recuerdo jugar con una mancha oscura, y se que no es mi padre falso.
Pues bueno, me levanto otro día mas junto con los rayos del sol porque tengo que hacer el abundante desayuno para mi padre, luego desayunar yo, lavar los platos, mas tarde hacer la colada, limpiar una habitación de la casa y prepararme para ir a clase.
Después de hacer toda mi lista de cosas, salgo de casa y empiezo a correr, me llevo mas tiempo del que creía lavar la ropa y ahora voy tarde. Llego a clase en un tiempo record, menos mal que soy muy buena en los deportes y me siento en mi pupitre esperando a la llegada del profesor.
Las clases transcurren normalmente, solo alguna que otra mirada desdeñosa y alguna que otra zancadilla pero no demasiado, algo que agradezco porque estoy de un humor de perros porque mi padre me ha hecho hacerle tres desayunos distintos porque no le gustaba ninguno.
Además y como no, están el grupo de supuestos amigos que solo se me acercan para ganar fama y prestigio. Y yo por no hacerles mal hablo, sonrío y pongo mi fachada de falsa felicidad y agradecimiento por se mis "amigos" a pesar de los rumores que corren por ahí.
En el almuerzo solo me han tirado la comida dos veces y no me he manchado ninguna. Pero cuando yo creo que puedo comer en paz, el destino me hace una jugarreta. Aparece justo delante de mí una chica que por alguna razón me guarda un rencor inmenso y su única meta es hacerme la vida imposible. Creo que es porque mi padre tiene mas poder que el suyo y hace unos años el destruyo su empresa.
Y justo como pensaba, me empuja y se abalanza sobre mi y empieza a golpearme y la gente que estaba almorzando con migo me miran con una notoria cara de falsa preocupación y lastima. Yo no me quedo atrás y le devuelvo los golpes y después de diez minutos los profesores vienen y nos separan. Aunque yo estoy mucho más golpeada que ella, estoy mejor en cuanto a pinta. Y por si fuera poco, una de las amiguitas que se nos han unido llevaba una navaja en el bolsillo y me la a clavado dos veces, una en un costado y otra en la mano. Nada grave, mi padre ya me a dado cuchillazos en puntos críticos y he sobrevivido y puedo fingir estar bien aunque eso no quita el dolor. Por lo menos para mañana estará curado el del estomago y para esta tarde el de la mano.
Por alguna extraña razón, las heridas que me hago no duran mucho. La más grave fue una rotura de pierna y sano en una semana cuando debería haber tardado tres meses. Y por otra extraña razón mis notas son excelentes. Me refiero a que me aprendo todo lo que dice el profeso en el mismo momento en el que lo dice y no lo olvido jamás, por esa misma razón recuerdo cada herida que mi padre me a hecho.
Se que sonara extraño que la herida mas grave haya sido una rotura de pierna cuando he dicho que me han apuñalado mas de una vez pero la pierna tardo mas, por eso creo que fue la mas grave.
Nunca he culpado a mi padre de hacer lo que hace, porque al igual que yo me siento traicionada por el cada vez que me pega el se debió sentir igual cuando mi madre le engaño. Realmente su matrimonio fue arreglado y no se querían pero mi padre es demasiado orgulloso y tomo el acto de mi madre como una burla y una ofensa hacia el.
No recuerdo cuando fue la ultima vez que alguien me dijo algo bonito de corazón pero si recuerdo el ultimo día en el que llore y me prometí no volver a hacerlo jamás, fue en el funeral de mi madre, delante de los invitados. Ahora tengo diez años pero he madurado antes de tiempo. Mi pelo es marrón y algo ondulado hasta media espalda, un poco más. Mis ojos son como el chocolate y mi cuerpo es normalito, no es para presumir pero tampoco para envidiar.
Cuando llego a casa después de clase antes de tiempo a causa de la pelea, me encontró con que mi padre si esta en casa pero no me escucha llegar porque está teniendo una conversación en un despacho con alguien a quien no reconocía la voz. Al pasar por enfrente, no hay otra manera de llegar a mi habitación, escucho algo que me perturba.
-...tendrían que despertar pronto- dice el hombre desconocido
-si, pues todavía no lo han hecho y me prometiste que lo harían hace medio año- repuso bastante enfadado mi padre- la única razón por la que la sigo manteniendo a pesar de que no es mi hija es porque su padre y su madre eran unos alices.- Ahí es cuando me doy cuenta de que están hablando de mí.
-No es mi culpa que Mikan sea tan inestable, además sus alices son muy poderosos y peligrosos como para que intentemos despertarlos a la fuerza- replica intentando defenderse el chico
- Me da igual cuantos hombres mueran en el proceso o si muere ella, solo quiero quitármela de encima- responde mi padre.
Eso es algo que ya no soporto, mi padre me odiaba, si lo sabia, y le daba igual que muriese o no pero que los hombres que me tuviesen que matar lo le importase que muriesen, fue algo que hizo que toda mi furia contenida saliese y lo ultimo que recuerdo es una luz blanca cegándome y después todo oscuro.
Despierto en mi cama, mi padre me observa furioso desde un lado de ella sentado en una silla y junto a el esta, supongo yo, el hombre misterioso que estuvo hablando con el antes de la luz… Espera, ¿La luz?, ¿Qué fue esa luz?
Me intento incorporar pero me mareo y estoy a punto de caer cuando siento unos brazos en mis hombros. No me había dado cuenta hasta ahora pero es la mucama que me ayuda cuando mi padre no mira a hacer mis tareas.
¿Recordáis cuando os dije que nadie me hacia una muestra de afecto desde hace mucho tiempo?, pues olvidadlo. Ella es la excepción. Era una gran amiga de mi madre, solo unos años mayor que ella, y esta le prometió a mi madre que me cuidaría. Y así lo ha hecho hasta hoy.
Me sonríe dulcemente y me vuelve a colocar en la cama, pero mi padre la manda fuera. Una vez fuera de la sala este empieza a hablar.
- Mikan, a partir de mañana ya no vivirás aquí sino en una residencia con este señor y otras personas y trabajaras para ellos, ¿vale?- explica y pregunta, bueno, demanda mi padre.- Hoy harás las maletas y te marcharas antes de la hora de la cena.- Solo asiento en respuesta y satisfecho con mi decisión mi padre se marcha de mi habitación, seguido por el otro hombre.
No pasan ni cinco minutos cuando veo a la mucama entrar por la puerta, por cierto se llama Eleanor.
- Oh, cariño, cuanto lo siento pero no podré ayudarte mas-dice ella con cara de preocupación, se la ve decaída y no pienso permitir que la única persona a la que realmente le importe se deprima por mi culpa.
- Tranquila- le digo- no es tu culpa, tu as hecho todo lo que as podido y para mi a sido más que suficiente- le intento consolar, sin mucho resultado porque rompe a llorar.
- Tengo que decirte algo- susurra, como temiendo que alguien la pueda oír- Tu madre me dejo una carta para ti y una cajita, te lo intente entregar antes pero no me atrevía porque igual tu padre te la quitaba.- siguió hablando en voz baja.
Me sorprende la noticia y a la vez me alegra pues no esperaba que pudiese tener algún otro recuerdo a parte del colgante. Abrí la carta y en ella ponía:
Querida hija mía:
Si estas leyendo esto es porque yo ya no estoy a tu lado y para que nos recuerdes a tu padre y a mi te regalamos ese collar con dos piedras. Nunca lo has de perder porque si alguna vez estas en peligro, meterás las dos piedras en tu cuerpo y eso te salvara de cualquier enfermedad y luego la cajita es un obsequio mío. Dentro de ella encontraras muchas piedras y estas son como las de tu colgante solo que no te salvaran. Las puedes introducir en tu cuerpo y usar su poder.
Estoy segura de que estarás muy confundida, pero, solo te diré que eres una alice, osea que eres una persona con algún tipo de poder especial. Para mi desgracia heredaste los míos que son SEC: robo, inserción y copeo de alices y el de tu padre que es anulación.
Tendrás que aprender a usarlos y por desgracia no estaré yo para enseñártelos pero te podré dar un consejo: nunca le digas a nadie que heredaste mis alice.
Con cariño, te quiere tu madre
No puedo aguantar las lágrimas y rompo a llorar. Haber recibido una carta de mi madre es demasiado yo pensé que ella no suponía nada de esto pero me equivocaba. Cando logro tranquilizarme abro la cajita y me encuentro con cientos de piedras. Me acerco una a la tripa y para mi sorpresa desaparece al poco de mis manos y me siento como renovada. Hago lo mismo con las demás hasta que solo quedan las del colgante. Hago esto porque llevar esa clase de cosas no se si me lo permitirían así que están mas seguras dentro de mi.
Terminado esto, me despido de Eleanor y me pongo a preparar las cosas que voy a llevar. Al cabo de dos horas ya tengo todo preparado y a los diez minutos vuelve a aparecer la mucama por mi habitación aunque esta vez con una sonrisa. Me despido de ella y después de coger la carta de mí madre bajo al piso de abajo donde espera un señor para llevarme a mi nueva casa.
El trayecto en coche es aburrido asíque me pongo a releer la carta de mi madre. Pero hay algo que no encaja, antes cuando la he leído no he visto esa especie de doblilla y cuando tiro de el la hoja esta se desdobla dejando ver otra parte de la carta. En ella pone:
Si lees esto es porque o has robado muchos alices o te as insertado muchos de los alices que te deje.
Algo que no me atrevo a contarte es que tienes un hermano pequeño y que el si sabe de ti porque le dejamos a cargo de una persona que puede mostrarte cuando quiera pero el único problema es que cuando cumpla siete se lo llevaran a la academia alice. Prométeme una cosa y es que cuando cumplas dieciséis te vallas a la academia alice. Tu hermano se llama Yuoichi Hijiri y podrás comunicarte con el a través de una de las piedras que estaban el la cajita, una de color naranja y degradando a amarillo con rallas girando alrededor suyo azul degradado a gris. El tiene una igual y fue una piedra creada por mi asíque solo la tenéis vosotros dos.
Termino de leer la carta y lo primero que hago es intentar hacer que funcione la piedra y al quinto intento lo consigo. Me sorprende que también tenga visión de el.
- ¿One-chan?- pregunta confundido y asustado el.
- si Yuo-chan, soy tu one-chan- le respondo sin poder creerme por un lado que existan esta clase de poderes y por otro que tenga un hermano.
El parece cambiar su expresión por una de entusiasmo y alegría. Empezamos ha hablar y paso todo el trayecto contándole cosas sobre mi y escuchando cosas sobre el hasta que alguien me interrumpe diciendo que he de bajarme. Me despido de Yuo-chan y me bajo para encontrar un enorme edificio negro en medio de un bosque.
Como ya he dicho, esta es mi primera historia y todavia no se como muy bien como funciona FanFiction así que, me disculpo por si ha quedado raro y también por las faltas de ortografía.
Hasta el próximo capitulo se despide Sakuranokimi
bye-bye
