Terry Grandchester. Infancia y adultez. Segunda parte.
NO LEER, SI NO HAS LEIDO 13 AÑOS DESPUES.
Hola a todas, esta es una continuación de 13 años después, una historia de amor. Espero que esta nueva historia les guste como la otra.
La temática va a ser igual. Presente entrelazado con la infancia de Terry. Los personajes van a ser exactamente los mismos. Como todas sabes los personajes son de K. Mizuki y de Y. Igarashi, a mí no me pertenecen, esto es con finalidad de diversión y no de lucro alguno. Al igual tomaré pequeños fragmentos de la novela FINAL STORY de Mizuki.
CAPITULO 1
UN NUEVO COMIENZO.
Finales de agosto de 1930.
Terry Grandchester:
Cuando llegamos a América a pasar las vacaciones de verano siempre pensé el regresar al Reino Unido… sin embargo estas vacaciones me hicieron reflexionar que América es la oportunidad de nuevos trabajos, nuevos horizontes, una nueva vida… Candy es americana y sus familiares están en Chicago y El Hogar de Ponny está relativamente cerca y sin tener que cruzar el atlántico.
Mi hermano Edward, fue muy generoso conmigo, pues a pesar de que él ya había heredado el Ducado de mi padre Como nuevo Duque de Grandchester abogo por mí ante la Suprema Corte… para que tuviera los mismo privilegios como hijo de los Duques de Grandchester y que me tocara lo que a mí me correspondía por ley, por el simple hecho que soy hijo legitimo… mensualmente tenía ahora un fideicomiso con una suma bastante cuantiosa, y aunque no trabajará podría vivir como un Rey.
Sin embargo vivir de la aristocracia nunca había sido realmente mi estilo de vida, pero con ese dinero podría hacerme de una nueva casa en Nueva York y quizá en el futuro poder ser productor de Broadway… sabía perfectamente que tendría que comenzar desde cero, y lo peor del caso es que ya no era más un joven soltero y posiblemente olvidado, pues más de una década no había pisado Broadway.
Había pasado una semana ya en Nueva York, las noticias de quedarnos a vivir aquí no le había agradado a Ricky, sin embargo para mi sorpresa a Maggie lo tomo más que excelente la noticia.
Flashback.
– ¡¿Qué?! ¡¿Vamos a vivir aquí en Nueva York?! ¿No vamos a estudiar en Stratford, en Inglaterra? – Preguntó Ricky completamente pasmado con la noticia. – ¿Por qué?
– ¿No te agradaría cambiar de ambiente y vivir en la Gran Ciudad de Nueva York? Además aquí la educación no es tan estricta como lo es en Inglaterra. – Contesto Terry algo triste, pues pensaba que sus hijos les agradaría vivir en América.
– Supongo que van a ser diferente. – Dijo Ricky completamente desilusionado.
– ¿Y tú Maggie, qué piensas referente a quedarte a vivir aquí en Nueva York? – Pregunto Candy viendo el completo desagrado de Ricky en vivir aquí. Seguramente su hija deseaba irse también a Inglaterra.
– No tengo problema en quedarme a vivir en Nueva York, al contrario lo veo fascinante. – Respondió Maggie con un brillo especial en sus ojos azules.
– ¿Estás segura? Sabes perfectamente que aquí no hay monarquía, ni tienen privilegio alguno en América como en Europa. – Dijo completamente anonadada Candy sabiendo como era su hija de elitista.
– ¡Sí! Además si mi papá es feliz actuando aquí en Broadway yo también estoy feliz.
– Para mí, lo más importante es que ustedes sean felices. – dijo Terry conmovido con las palabras de su pequeña hija. – Pero Ricky, ¿Hay alguna razón por la que desees estudiar en Stratford Avon?
– No papá, no hay ninguna razón… solo me tomo de sorpresa que nos quedemos a vivir aquí de un día para otro. Pensaba que mañana íbamos a tomar el transatlántico para Inglaterra… y quedarnos a vivir aquí me tomo de sorpresa.
– Bueno, creo que está entonces decidido, mañana buscaremos escuelas para ustedes y también veremos de rentar un departamento, ya que vivir en hoteles no me agrada mucho la idea. – dijo Terry más relajado. Pues la opinión de sus dos hijos era primordial para él.
– ¡Sí!
Ya en la noche.
– Ricky – dijo Maggie ya en la noche cuando se habían ido a dormir y compartían la misma habitación en el hotel. – ¿Por qué deseabas regresar a Inglaterra? Pienso que Nueva York es diferente, vivir en la gran Ciudad…
– ¿Realmente te gusta Nueva York? – Preguntó Ricky con una mirada intencionada. – Lo dudo mucho hermanita, cómo si no te conociera cómo piensas y cómo eres realmente. – le dio una sonrisa.
– Bueno, tú sabes, me lastimaron muchos mis amigas del colegio, me sentí como una leprosa desde que a mi papito fue desterrado de la monarquía y todo por culpa de la odiosa Emma Miller que pretendió ser una Grandchester. Allá nos van a mirar feo, pues todos saben lo ocurrido y aquí nadie nos conoce, en cambio si es bien conocido en América el poderío del apellido Grandchester y Andley.
– ¡Emma no tuvo la culpa de eso! – Exclamó enojado Ricky levantándose de la cama – Sabes que fue mi padre quien planeo todo ese alboroto de su vestido y ¡Qué las escoltas sacaran un arma apuntando a la Realeza! ¡Fue mi papá que hizo creer que Emma era hija del abuelo! ¡No tienes porque culpar a Emma de eso Margaret!
– ¡Así! Se me olvidaba que estás enamorado de ella ¿Verdad? – Le guiño el ojo pícaramente.
– ¡Margaret! A veces puedes ser una odiosa. – dijo apagando la lámpara de la mesita de al lado de su cama y tapándose con las cobijas hasta la cara.
La primera semana fue todo un caos, las mañanas las utilizábamos para buscar colegios para los niños, y en las tardes viendo departamentos que llenaran nuestras expectativas.
– ¿Te gusta este lugar? – Preguntó Terry viendo el departamento en la 5th ave. En realidad deseaba algo mucho más lujoso y exclusivo, ya que a pesar de todo siempre había sido educado de esa manera y deseaba lo mismo para mis dos pequeños hijos, mi objetivo era tener una hermosa vista del Central Park en vez de una vista a una calle llena de edificios. Ya que en Stratford teníamos vista al lago Avon y praderas verdes. Así no sería tan drástico el cambio de país y residencia.
– ¡¿Podemos pagar esto?! – Fue la respuesta que dio Candy a la hermosa vista desde la sala y comedor al Central Park, también se podía ver un enorme lago, adentro el departamento era bastante grande y lujoso. Había tres recamaras, sala, comedor, una amplia cocina, un pequeño despacho y un cuarto de servicio.
– Bueno, en realidad primero vamos a rentarlo y dependiendo de cómo me vaya en Broadway ya veremos… ya que también está la opción de compra. Además la mujer de bienes raíces, me dijo que en esta zona están los colegio más exclusivos de Nueva York.
– Para serte franca me agrada mucho el lugar y la vista es espectacular – dijo viendo una línea larguísima de enormes arboles en el central Park.
– Espero que no salgas de noche a querer saltar de árbol en árbol, como la Tarzan pecosa que conocí en mis días de colegio. – Candy volteo a verlo con cara de pocos amigos.
– ¡Terry! ¡Te voy a dar! – Grito Candy y Terry se echo a correr por la sala y comedor – nada más deja que te atrape, – pero cuando Candy atrapo a Terry, su esposo la tomo de la cintura y ahí le dio un beso de lo más apasionado.
Fin del Flashback.
Viernes en la mañana.
– ¡¿Qué?! – Grito Ricky completamente enojado, – ¿Voy a asistir a un colegio de varones? ¡¿No habrá niñas?!
– ¿Y yo debo de asistir a otro colegio de niñas? – Maggie también se sorprendió – ¿Ya no vamos a estar juntos en el mismo colegio? ¿Por qué?
– La mayoría de los colegios son así… si deseas una buena educación. – dijo Candy con una hermosa sonrisa a sus dos pequeños hijos, pues sabía perfectamente que no les iba a gustar la decisión. – El lunes ya comienzan las clases.
– Referente a los colegios nada se compara con los colegios británicos, aquí son muy nuevos para mi gusto. – Dijo Terry seriamente – Maggie asistirá a The Brearley School y Ricky asistirás a St. Bernard's School, no tiene 100 años de historia pero parece un colegio agradable para que estudien.
– No creo que me agrade mucho la idea de ir a un colegio de niños. – hizo un puchero Ricky…
Dos semanas después finalmente pudieron cambiarse a su un departamento, justo enfrente del Central Park.
Escocia.
Villa de los Grandchester.
Eleonor Baker estaba sentada en el jardín tomando su desayuno, cuando una de las doncellas había llegado con el correo, había una carta que le había llenado de satisfacción enorme, pues nunca pensó recibir una carta de Terry, en tan poco tiempo. La rasgo y saco dos hojas completas con su elegante escritura masculina. Decidió servirse más té y galletas para leer la masiva de su hijo. Mientras leía la carta su expresión había cambiado muchísimo, nunca se había imaginado de un cambio tan drástico en la vida de su hijo.
– Buenos días mi amor, – Saludo el Duque dándole un beso en los labios y Eleonor inmediatamente oculto la carta de Terry. – ¿Qué ocurre? ¿Pasa algo malo?
– Buenos días Richard, – Eleonor trato de sonreír – pensé que habías ido a cabalgar.
– Ese era mi plan esta mañana, pero me dolía un poco mi pierna y preferí solo caminar un rato cerca del lago. – Se sirvió té y tomo una galleta en su mano y le dio un mordisco – te hice una pregunta – dijo el Duque seriamente – ¿Hay malas noticias? o ¿Por qué estás ocultando unos papeles bajo la mesa?
– Ahh ¿Esto? – Saco la carta de Terry y la puso sobre la mesa. – Es una carta de Terry…
– ¿De Terry? ¿Qué te platica? – Pregunto el Duque tranquilamente mientras le daba un sorbo a su té.
– Bueno, me platica muchas cosas referente a sus planes en el futuro… ya que lo despidieron del Parlamento en la primavera, – suspiro para darse fuerzas para decirle la noticia – ha decidido volver a la actuación, en esta masiva me dice que no va a regresar a Inglaterra, piensa trabajar nuevamente en Broadway.
– ¡¿Qué?! ¡¿Piensa mudarse a vivir a Nueva York?! ¡¿Y trabajar nuevamente en Broadway?! – Eleonor solo asintió con la cabeza – ¡No sé por qué demonios me sorprendo si ya lo sabía! – Golpeo la mesa con fuerza – ¡Sabía perfectamente que el día que le entregara los pasaportes de Ricky y Maggie se los llevaría a América! ¿Te dice algo más?
– Terry me platica que está viendo departamentos en la 5th ave. y en la 8th ave. Frente al Central Park y buscando colegios para los niños.
– ¡Supongo que con el fideicomiso que le llega mensualmente de los Grandchester, ya que esa zona no es nada barata! – Se rio ante su incredulidad – ¡Parece que lo tenía fríamente todo calculado! Cómo es qué no me di cuenta… cuando planeo todo el alboroto en la fiesta de cumpleaños de Ricky y embarcarme a mí con la hija de la sirvienta con Emma Miller como mi hija bastarda. – Rodo sus ojos de lo ingenuo que había sido – ¡Lo despiden del Parlamento! ¡Se zafa fácilmente de su compromiso de heredar el Ducado de los Grandchester! y ahora ¡Se larga con toda su familia a Nueva York para hacer actor de Broadway!
– Richard, la etapa Terrence en Inglaterra llego a su fin, necesita nuevas metas… nuevos horizontes… no quedarse estancado en su confort, deberías de aplaudirle que cada día tenga nuevas ambiciones… seguir con sus sueños. – Eleonor le tomo de la mano cariñosamente – Tu ducado, está en buenas manos, tu hijo Edward ha sido realmente capaz con las nuevas responsabilidades como el nuevo Duque… no debes de preocuparte más por tu legado.
– Terrence finalmente me gano la batalla, una batalla que yo no pude ganar con mi propio padre… – apretó fuertemente la servilleta de tela que tenía en la mano.
– El tiempo ha cambiado, ya no es igual… – dijo suspirando Eleonor – y tú no eres igual que tu padre.
– Sabes, – dijo el Duque completamente melancólico – hoy es mi aniversario de bodas con Regina… el día que cambio mi vida… tu destino, mi destino, el destino de Regina. En esta villa fue concebido Terry…
El Duque como Eleonor dejaron la conversación y ambos recordaron cuando llegaron a Escocia hace 33 años.
Enero de 1897.
Eleonor Baker.
Había dejado mi carrera como actriz, tenía 17 años y había trabajado desde los 15 años ya que mis padres habían muerto en un accidente. Tenía que dejar los estudios y ponerme a trabajar… después de tener dos papeles secundarios iba finalmente a tener mi primer protagónico, Julieta en Romeo y Julieta, Robert Hathaway en el papel de Romeo.
– Lo lamento Robert, – dije con una mirada triste – pero he decidido irme a Inglaterra…
– Era tu sueño tener ese protagónico – contesto Robert con tristeza. – te habías esforzado tanto en conseguirlo.
– Lo sé, pero no puedo dejarlo… lo amo con todo mi corazón. – Comencé a llorar – Necesito de tu apoyo y comprensión.
– Te voy a extrañar mucho, ese hombre es muy afortunado, te deseo mucha suerte en tu nueva vida en Inglaterra… Eleonor.
– Gracias – dije abrazando a un gran amigo y compañero de escena.
Richard era un hombre de 21 años de edad, cuatro años mayor que yo, sabía quién era, él nunca me oculto su origen y sus raíces, una parte en mí, cuando tome el transatlántico sabía qué Richard no podría ofrecerme absolutamente nada y sabiendo esto, aun así acepte irme con él. De Southampton tomamos un tren a Escocia.
– Estoy seguro que te encantará vivir aquí, – dijo mostrándome la villa – en este lugar pase muchos veranos hermosos. – poco a poco me mostraba cada habitación desde la sala, con una chimenea de mármol, comedor y en cada punto de los pasillos había varias armaduras con espadas que parecían que iban a moverse. En las paredes estaban colgados los severos retratos de antepasados de los Grandchester, generación tras generación.
– ¿Quienes son estas personas? – dijo Eleonor viendo un enorme cuadro pintado con dos personas de aspecto severo.
– Ellos son mis padres, mi padre el Duque de Grandchester y mi madre la princesa Helena y ella – dijo llevándola a otro cuarto con más retratos y armaduras… es mi abuela… la Reina Victoria.
– ¡Wow! Da miedo estar con alguien de la realeza… – sonrió Eleonor y sin evitarlo vio un hermoso gran piano de cola, en otra esquina de la habitación había también un arpa y varios estuches de violines de diferentes tamaños.
– Este era mi salón de música – dijo al ver que ella se sentaba en el banco del gran piano. – esto es un regalo de mi abuela, cuando tenía 5 años de edad.
– ¡¿Quieres decir que este piano es de la Reina?! – Pregunto asombrada, deseando poder tocar el teclado con sus manos.
– ¿Sabes tocar el piano? – Pregunto Richard a ver las intenciones de Eleonor de querer tocarlo y se sentó a lado de ella en el banco del piano.
– Si, mi mamá me inscribió cuando era niña a clases de piano, ya sabes tocaba mucho a Mozart y también me inculco el arte… me gustaba muchísimo leer desde pequeña y tenía las obras de W. Shakespeare, claro eran copias económicas, pero me encantaba.
– No sabía que fueras una gran lectora de W. Shakespeare. – Dijo con una hermosa sonrisa en su rostro.
– Antes de venir aquí había obtenido el papel de Julieta. Me hubiera gustado mucho haber interpretado ese papel.
– ¿Te arrepientes? – Pregunto Richard con un cambio de voz y semblante triste.
– En absoluto. Nunca podría arrepentirme de estar contigo… – Ambos se miraron a los ojos con profundo amor.
Richard se había perdido en esas lagunas de un azul zafiro con vetas verdosas, su cabellera larga y rubia, su piel tan blanca como la porcelana… sin evitarlo más, Richard se acerco lentamente a sus labios y comenzó a besarla lentamente y Eleonor aceptaba sin restricción alguna sus besos, sus caricias, al principios suaves y tímidos, posteriormente más profundas y atrevidas, ahí en medio de la sala de música se confesaron su amor sin condiciones, sin ataduras, sin promesas, ni juramentos.
Y donde en los siguientes meses fueron esas paredes testigos de un amor incondicional y donde una nueva vida estaba creciendo en las entrañas de esa mujer Americana y a su lado un hombre aristócrata que la amaba con todo su ser.
A…
Hola a todas, espero que le haya gustado este pequeño capitulo. Como dije iba a continuar con 13 años después y con este nuevo proyecto, donde había escrito la historia de Terry Grandchester una infeliz infancia y juventud.
Como había hecho en el primer fanfiction voy entrelazar el presente con el pasado de Terry. Esta novela es un Terryfiction.
Deseando seguir contando con su apoyo, comentarios, sugerencias, y que me acompañen en esta nueva aventura.
EL CAPITULO ES CORTO ESPERO QUE EN LA SIGUIENTE SE MAS LARGO. JEJEJE
Mil gracias. Besos.
