Guerrera.

Capítulo 1

La noche avanzaba rápidamente, se encontraba un poco cansada pues era lo menos que podía esperar luego de luchar contra todo ese ejercito de demonios que Naraku había enviado para eliminarla según él; pero que equivocado estaba luego de su transformación y entrenamiento era estúpido de su parte considerarla débil, pues la realidad es que como la llamaban ahora los aldeanos y youkais ella era una guerrera de la Luna, admirada por los aldeanos pues con todos sus poderes se dedicaba a la proteger a los indefensos y por los youkais pues era inmensamente poderosa y algunos decían que era por su belleza.

Todo esto pasaba por la mente de la hermosa Kagome Higurashi mientras en su rostro ahora altivo y hasta un poco aristocrático se dibujaba una sutil sonrisa, todo en ella era digno de admiración poco a poco se fue acercando a su destino; este era una bella laguna que se encontraba en medio del bosque a la orilla de un sendero poco conocido e inclusive inexistente para muchos pero bien reconocido por ella y algunos pocos más, todos ellos descendientes de la casa iluminada por la Luna pues esta era la protectora de la estirpe, les proporcionaba todo su poder y claro cuidaba de ellos.

De manera sutil se fue acercando a la orilla y delicadamente se fue despojando de sus ropas y claro de su nueva armadura, quien creería años atrás que ella llevaría tal cosa pero es que nadie en realidad sabía quién era y como lo sabrían si ni ella misma conocía su destino o en realidad su naturaleza; dejo la fina armadura a un lado de sus pies y junto a ella su kimono este era de un precioso color blanco aperlado con flores de sakura en diversos tonos de rojo todas estas bordadas con hilos de plata, al despojarse de esta prenda mostro en todo su esplendor su esbelta figura, unos redondos senos firmes y de un tamaño perfecto ni muy grandes y claro tampoco pequeños, unas exquisitas piernas largas y bien torneadas, una estrecha cintura, su piel blanca como la más fina porcelana, unos labios deliciosos color carmín, ojos del color del más exquisito chocolate y sus cabellos largos un poco más abajo de su cintura de color azabache con unos reflejos azulados y a estos ahora se le sumaban algunos plateados que marcaban significantemente que provenía del Clan Inu, protegido por la Luna.

De manera silenciosa y delicada se fue sumergiendo en la deliciosa agua y dejo reposar su cuerpo en estas, eliminando completamente cualquier rastro de lucha y quedando completamente renovada en cuerpo y alma, pues esa era noche de Luna llena la cual se encontraba en lo más alto del firmamento mostrándose en todo su esplendor proporcionándole un aire místico a todo el Sengoku, esta se encontraba acompañada de un centenar de estrellas las cuales también brillaban con intensidad tal cual luciérnaga, parecía que estas danzaban en rededor a la Luna como dando una sublime función para la reina del firmamento.

Toda la laguna era iluminada directamente por los rayos lunares transmitiendo un aura de serenidad y pureza, aun recordaba la primera vez que llego a este lugar y claro cómo fue que esa misma noche toda su vida dio un giro de 160 grados y se transformó en quien es ahora: Lady Kagome Inuyoukai de las tierras de Este, emisaria de la Luna.

En ese preciso momento recordó como había sucedido todo, en ese mismo lugar hacía ya 1 año : se encontraba caminando por el bosque sola; pues era una costumbre muy agradable que había adoptado luego de salir cada noche para desahogar su corazón de todo el dolor que sentía por su amor no correspondido, ya que desde que Inuyasha se había decidido firmemente por Kikyo, ella comenzó a viajar con ellos y aun cuando a le dolía mucho debía aceptar que lo mejor para el seria lo que le hacía feliz y si esto era la compañía de Kikyo, ella se haría a un lado y lo apoyaría en silencio por todo el amor que le profesaba.

Dos meses habían pasado ya desde la llegada de Kikyo, todo se había vuelto un tanto incómodo para ella y esa noche su mejor su mejor amiga y como ella le decía su protectora y compañera la estaba llamando para muchos esto sería una locura pero para ella era la única realidad, sentía como La luna le llamaba y transmitía tanto desde sentimientos hasta su mismísimo poder a través de su luminosa aura, podía sentir como cuando ella la iluminaba por todo su cuerpo corría una corriente de eléctrica que incrementaba sus fuerzas y su poder incrementaba. Esa tarde Sango, Miroku Y Shipoo habían peleado con Inuyasha, pues le recriminaban el cómo dejo que casi la mataran durante el repentino ataque de Naraku o mejor dicho una de sus marionetas en compañía de Hanna, la marioneta la ataco y si no fuese por que pudo crear un campo de energía y lo utilizo como escudo en ese momento estaría muerta por uno de los tentáculos o por el veneno de este; por esa razón Inuyasha le dijo que era solo un estorbo que lo mejor para todos es que se largara a su época y se fuera por fin del Sengoku pues este no era su lugar, ella solamente cayo y sus amigos observaron con pesar su silencio mientras Kikyo reía internamente al sentirse triunfante pues ahora había comprobado que él era solamente suyo así como ella lo era de él.

Por eso había decidido marcharse y a pesar de todas las peticiones de sus amigos se mantuvo firme y dejo a todos en el campamento pues lo mejor sería que ellos siguieran juntos, además no estaba tan lejos de la aldea quizás unos tres días y ya estaría de regreso en su época, no quiso que nadie la acompañara seria innecesario ella ya podía defenderse sola pues luego de la llegada de Kikyo tuvo que mejorar y sacar a flote sus poderes pues nadie peleaba por ella ni se preocupaba por mantenerla a salvo y en realidad lo agradecía pues ahora era mucho mejor, el monje Miroku la ayudo a fortalecerse como sacerdotisa y Sango le enseño a defenderse en una lucha cuerpo a cuerpo. Gracias a ellos era más fuerte y podían luchas por sí misma.

Ya estaba atardeciendo y poco a poco se veía como la Luna despuntaba en el firmamento, no sabía por qué pero se sentía completamente tranquila, de repente sintió como si la Luna la llamase y con todo tranquilidad la siguió, pues sabia internamente que esa aura era de su Luna que la llamaba y la guiaría a donde tuviese que ir pues con ella no correría ningún peligro; de manera silenciosa y pasiva fue avanzando por el bosque en la dirección que la Luna le guiaba y así fue como llego hasta esa hermosa laguna que la llamaba a introducirse en sus aguas y refrescar su cuerpo y alma en ellas, además la Luna iluminaba completamente sus aguas no había un solo lugar que no reflejara sus rayos e internamente se sintió completamente feliz, pues sabía que su amiga y confidente la había llevado y no podía reusarse a ese majestuoso gesto de amor.

Tranquilamente se quito sus ropas, las dejo en la orilla de la laguna y se sumergió en las aguas cuando las toco sintió como está la recorría y todo su cuerpo se llenó de una cantidad de energía pura que jamás había sentido y mucho menos imaginado, sintió como las aguas y los rayos de luna la elevaban y envolvía, sintió un regocijo inmensamente inexplicable en su interior y vio cómo su cabello se hacía más largo siempre de color negro azabache pero ahora se veían algunos reflejos entre azulados y plateados, su cuerpo se fue estirando poco a poco sin provocarle alguna clase de molestia o dolor, sus curvas eran muy bien definidas, sus pechos siempre altivos y firmes pero un poco más grandes, en sus manos vio como crecían sus uñas y llegaron a parecer garras seria acaso eso posible, luego su piel resplandecía tanto que nublaba su vista y poco a poco se fue quedando dormida.

Sus sentidos se estaban despertando, pero ¿Acaso estaba todo bien? su cabeza le dolía un poco por la cantidad de sonidos que escuchaba intensamente, su piel estaba en contacto directo con el suave pasto y su olfato estaba inundado por todos los aromas de su alrededor, delicadamente fue abriendo sus ojos y pudo ver claramente todo su alrededor, estaba en la orilla de la laguna a la que había llegado por la noche, pero pudo admirar la belleza del lugar bajo la luz del sol pero era incomparable a todo lo que se veía por la noche bajo la luz de la Luna. Se fue levantando y se dio cuenta que estaba completamente desnuda y no solo eso un hombre la observaba fijamente y sin ningún pudor, inmediatamente su primera reacción fue buscar su ropa para cubrirse y la encontró como pudo y lo más rápido posible se colocó su blusa y falda, pero él no dejaba de observarla fijamente; repentinamente él se fue acercando y la tomo de las manos y fue cuando reacciono ¿Que estaba pasando?, ¿porque se sentía tan diferente? Y ¿Quién era ese hombre o mejor dicho Youkai que la tenía sujeta de sus manos y observaba fijamente?