Disclaimer: Los personajes son del Masashi Kishimoto. La historia es total de mi autoría.
~Besos sabor a café~
Naruto llevaba 15 min de retraso ¡15 MINUTOS!. Su primera cita con Hinata y él llegaba tarde ¡Kami-sama!.
Corrió con todas sus fuerzas y entró al café "Konoha", un café que se había puesto de moda entre los últimos meses por sus hermosas vistas hacia la ciudad. El rubio subió las escaleras cayendo casi en el último escalón. Recuperó el equilibrio y vio donde se encontraba ella esperándolo. Aún no había notado que había llegado, su rostro estaba adornado por su sonrisa tímida, y un leve rubor adornaba sus mejillas, mejor novia no pudo tener. Notó que estaba nerviosa y jugaba inconscientemente con uno de los hilos de su bufanda. Naruto puso su mano atrás de si ocultando la rosa que, le llevaba, era una suerte que hubiera sobrevivido al trayecto. Se tomo un poco de tiempo para recuperar el aire después de tremenda corrida, tomo su corbata arreglándola y sonrio mientras caminaba hacía donde ella se encontraba. Ella instintivamente alzó su mirada encontrándose con esos ojos color azul que le recordaban tanto al cielo y le robaban desde el primer día que los vio su aliento.
—Na-Naruto-kun—. Dijo con su característica voz tierna.
—chan—.El rubio se sentó a un lado de ella y empezó a hablar rápidamente su pobre excusa, aunque a Hinata poco le importaba que el llegara tarde, le bastaba con que él hubiera llegado. —Y es así como mi abuelita terminó con los zombies y media ciudad en sólo una noche—. Finalizó con poco aire Naruto.
—Etto...—
¡Sí lo sé, mi abuelita es genial!—. Prosiguió Naruto sonriente, a lo que Hinata sólo sonreía mientras trataba de seguir el hilo de su conversación.
—Nee~ Hime—dijo Naruto cambiando repentinamente de tema mientras desviaba la mirada con un poco de color en sus mejillas. —Yo... Etto... te traje algo— Suspiro tratando de sacar sus nervios y le mostró la rosa a la ojiperla, a lo cual está se sonrojo fuertemente mientras tomaba la rosa y la olía. Naruto prosiguió con su historia de su abuelita super heroína que volaba y salvaba al mundo.
Poco a poco se les fue consumiendo la tarde, Naruto estaba más calmado y había pedido dos cafés para ambos, fue entonces cuando pasó, sus miradas cada vez se encontraban más seguido, cada vez se acercaban más el uno del otro inconscientemente, y cuando estaban cerrando los ojos para aquel momento mágico... Se escucho —¡Sí serás, pervertido!— de una chica rubia a unos sillones atrás de ellos, haciendo que se rompiera aquel momento. Naruto se apeno y se alejó lo más que pudo de ella, mientras Hinata se ocultaba tras su flequillo, dando a paso a ilusiones y esperanzas desmoronadas y labios con sabor a café que no se probarían ese atardecer.
Chis up. Smiles on.
