Nota: Todos los personajes le pertenecen a Richelle Mead

POV DIMITRI

A paso acelerado me dirigía al lugar al que tenía que ir, no, al debía ir, a aclarar todo el asunto, tenía que darle la cara algún día, y ese día era hoy, quiera o no la persona que me viene persiguiendo desde que deje nuestro cuarto y tratando de seguirme el paso.

Por favor, yo ya hable con él, le dije todo lo que tenía que saber, no es necesario que hables con él, deja tus pensamientos sobre el honor a un lado, Dimitri - me decía mi Roza mientras me dirigía al cuarto de Adrián.

Dimitri – se colocó al frente mío, cortándome el paso.

Roza, por favor, tengo que hacerlo, debo hablar con él – tomándola de los hombros, tratando de convencerla, pero claro estábamos hablando de Rose Hathaway, mi Roza, mi hermosa y testaruda Roza.

No, no te dejare – lo dijo con un puchero, reí en mi interior, claro, ahí está – dame una buena razón por la que te deje seguir con esto.

Está bien, tu ganas – una sonrisa triunfadora se formó en su hermosa cara – te diré mis razones – su sonrisa se desvaneció en un segundo, alzo los brazos en señal de derrota y me dio su mirada de: "habla, te escucho".

Primero, su novia le fue infiel conmigo; segundo, su novia le oculto la infidelidad; tercero, él se enteró de la peor manera posible; cuarto, a pesar de todo, él tuvo que seguir ayudándonos y actuar como si nada; quinto, tuvo que esperar mucho tiempo para obtener una explicación por parte tuya y sexto y último, solo ha obtenido una parte de explicación, falta la mía. – ya los tenia enumerados desde hace tiempo de hecho - Él tiene que desahogar su furia con alguien.

Exacto, ya se desahogó conmigo. – dijo mi Roza, con la esperanza de que desista de mi idea.

No solo debe hacerlo contigo, falto yo, así que por favor – dije esperando que comprendiera que este asunto no solo le correspondía a ella, sino también a mí.

Está bien, ve – cedió al fin - pero te acompaño. No está en discusión. Tómalo o déjalo. – Accedí, sabiendo que era lo único que podía conseguir de mi Roza.

Tomados de la mano, termínanos de recorrer los pasillos hasta la habitación de Adrián, al chico que me agradaba, que consideraba un buena persona, con el que estaba cien por ciento agradecido, pero también era el chico al que había traicionado, a quien arruine su relación y a quien le arrebate la chica que amaba, que sigue amando.

Toque la puerta, esperamos unos minutos, y ahí está él, luciendo como alma que lleva el diablo, desarreglado, despeinado, sus ojos hinchados y con un gran olor a alcohol y cigarro.

Mira que tenemos aquí, a la feliz pareja, ¿Qué? ¿Vienen a restregarme su felicidad o a que les de mi bendición? – dijo con un tono de burla y tomando un trago de su botella de alcohol.

Vine a hablar contigo, quiero darte una explicación, de hombre a hombre – dije con firmeza y con mi mascara de guardián. Su mirada cambio a una seria y decidida.

Ya era hora, Belikov, adelante, tenemos muchas cosas de que hablar.

Este es mi primera historia, espero que les guste para así hacer la continuación.