THE DARKNESS OF MY HEART

Holaaaa! Como están hermosos y muuuuyyy pacientes lectores, jaja. Lo sé ustedes esperaban actualización de "Océano de Sentimientos" pero les traigo una pequeña sorpresa, que es esta nueva historia la cualhace algún tiempo se me ocurrió y bueno me pique tanto con ella que termine el primer capítulo antes que el capítulo 10 del fic que esperaban. Tengo solo un par de cositas que decir antes de que me hagan el favor de seguir con esta lectura.

La primera es que me disculpen por la tardanza en las actualizaciones pero ya saben la Universidad es algo que no deja mucho tiempo libre precisamente, además como pequeña justificación he de decir que tanto el capítulo 10 como este primer episodio los he estado haciendo en mi celular ya que mi computadora quiso abandonarme pasando a mejor vida y pues que les digo es muy pesado estar escribiendo (y en mi caso peleándose con el auto corrector) en chiquito.

La segunda es sobre "Océano de Sentimientos" no se apuren porque el capítulo 10 del fic ya casi está listo, solo faltan cositas como el cierre y la revisión así que tal vez les tenga la sorpresa de la actualización a principios de año.

Y la tercera es con respecto a esta historia y son solo aclaraciones. La historia primeramente será corta tal vez de uno capítulos a lo máximo, además de que es un fic un tanto oscuro con respecto a la historia misma y a las personalidades de los personajes. Tampoco estarán todas las musas y será un NicoMaki principalmente. Les aclaro que no es una historia rosa (sobre advertencia no hay engaño) pero no por ello no será sexy, apasionada y romántica.

Bueno sin más que decir los dejo con la lectura y bueno no se queden con mis aclaraciones o advertencias y mejor léanla y juzguen ustedes mismos, recuerden que amo leerlos porque es la única manera de saber si les gusta lo que mi mente enferma plasma en papel, sin más que decir y agradeciendo su hermosa atención los espero al termino del capítulo.

[Hospital Psiquiátrico St. Pierre al norte de Tokio]

-Ahora Nishikino-san, porque no comienza hablándome un poco de sus padres- me decía con un excesivo tono familiar aquella mujer de lentes y bata blanca.

-No hay mucho de qué hablar, mi madre está muerta y mi padre es uno de los doctores más respetados de Japón- decía de manera seca mientras me recargaba en aquel incomodo diván- uno de los más "respetados", pero pocos como yo sabemos la clase de cerdo que en realidad es.

-Mmm que curiosa manera de expresarse de su padre- decía aquella mujer colocando sobre la punta de su nariz la pluma con la que escribía- dígame porque dice que el señor Nishikino es un "cerdo".

-Dígame usted doctora de que otra forma podría llamarle a un hombre que utiliza su dinero y posición para tratar a la gente como basura- decía con voz monótona mientras jugaba con mis dedos.

-No es que justifique a su padre señorita Nishikino, pero vivimos en una sociedad donde el fuerte y poderoso reina sobre el débil- decía aquella mujer mirándome con parsimonia- sé que es por demás injusto pero generalmente así es.

-Lo sé pero eso no justifica que puedas tratar a la gente como si fueran seres desechables no, peor aún como si solo estuvieran ahí para satisfacer tus más oscuros y desagradables deseos, de ese tipo de cosas que solo en sus peores pesadillas podría creer reales, doctora- soltaba aquello mientras me incorporaba lentamente quedando de frente a aquella mujer y dirigiéndole una intensa y penetrante mirada.

-¡Hey para atrás Nishikino, aléjate de ella!- decía Rin una de las custodias a cargo de los pacientes la cual me sujeto con fuerza contra el respaldo del sillón y me apunto con una vara de descargas directo al pecho, ante esto me estremecí un poco pero no deje de mirarla retadoramente- ¡Si vuelves a hacer eso te juró que te frio! Y dame "eso" que traes bajo la bata.

Me miraba con total despreció obligándome a permanecer en esa posición para que luego chasqueara la lengua y terminara entregándole aquello que me pedía todo ante la mirada desconcertada y ligeramente temerosa de la doctora. Segundos después de aquello y para sorpresa de ambas la doctora intervino.

-No será necesario eso Rin-chan, yo me haré cargo desde aquí- decía despachando a la custodia que antes de salir se acercó al oído de la doctora y le susurro- lo sé soy consciente de ello ahora retirare por favor.

-Por tu bien esperó te comportes Nishikino, sino pasaras una noche más en la celda de aislamiento haciéndole compañía a tus amigas las ratas- era la última advertencia de la chica de aspecto gatuno antes de abandonar la habitación.

-Muy bien ahora que estamos solas doctora no le apetece ponerse más cómoda, no sé tal vez si se sienta entre mis piernas yo podría hacer que esta terapia valga la pena- le decía con tono seductor haciendo una pose bastante sugerente para acabar guiñándole el ojo.

-Eso no funciona conmigo Nishikino- era su respuesta para luego darme un suave empujón y hacer que cayera de nuevo en aquel diván- porque no mejor sigues hablándome de tu padre.

-¿Para qué? Es obvio que usted está aquí por "sugerencia" de él, dígame doctora cuanto le ofreció para que haga que me pudra en este agujero- decía retomando mi postura aburrida de al principio- o usted es de las ilusas que están bajo su influjo.

-¿Influjo? A que te refieres con eso Maki, puedo llamarte así o prefieres que siga usando tu apellido- decía sacando un cigarrillo de una pequeña cartera plateada- ¿Te molesta que fume?

-No me molesta si invita- decía estirando mi mano y tomando uno de esos cilindros- y prefiero que uses mi nombre.

-De acuerdo Maki entonces solo llámame Hanayo - afirmaba la doctora volviendo a coger su pluma y libreta- háblame sobre ese ¿influjo? Que posee tu padre.

- Fuuu ya sabe me refiero a esa combinación que vuelve locas a todas aquellas mujeres interesadas o carentes de amor- decía después de una bocanada de aquel cigarrillo- Ya sabe, hombre guapo, "viudo", cortés, galante, "esplendido", y por si fuera poco posee una cadena de hospitales por todo Japón lo cual lo hace asquerosamente rico.

-Entiendo, entonces dices que aquellas mujeres que se acercan a tu padre solo lo hacen por interés- decía mientras anotaba con tranquilidad en su libreta.

-Qué más puede ser Hanayo o acaso tú permanecerías al lado de un hombre que sólo disfruta del sexo con alguien 20 años menor que él y que goza haciendo sufrir a la gente- soltaba aquella revelación dejando caer la ceniza de mi cigarrillo por la alfombra- porque me mira así, solo he dicho la verdad. Desde que "murió" mi madre él no ha hecho más que llevarse a la cama a cuanta practicante de enfermería se le cruza por el camino.

-¿Y eso te molesta? Espera dijiste desde que "murió" tu madre, porque las comillas en la palabra "murió"- vaya lo noto al parecer no es tan tonta como los otros.

-Porque no sé cómo mas decirlo, apuesto a que usted leyó el informe de su autopsia- la ojipurpura asintió- y si yo le dijera que lo que está ahí no es del todo cierto. La autopsia dice que mi madre murió ahogada en el lago donde fue encontrado su cuerpo, el cual casualmente está situado a espaldas de nuestra casa de campo. Dígame doctora como una mujer de 32 años campeona de natación durante sus años escolares pudo haber muerto ahogada en un lago que conocía como la palma de su mano, además aún queda el pequeño detalle de que en su cuello había marcas de estrangulamiento.

-¿Crees que tu padre tuvo que ver con su muerte?- decía en tono lúgubre la doctora entornando sus ojos en mí- Piensas que el mató a tu madre.

-No lo sé doctora- decía encogiéndome de hombros, apagando el ya acabado cigarrillo en la palma de mi mano- lo único que tengo claro es que justo el día anterior a la "desaparición" de mi madre, ella y mi padre discutieron. Y sus últimas palabras hacia él fueron: "me divorciare de ti, me llevare a Maki y te dejare en la calle". Y pum misteriosamente después de eso a mamá se la trago la tierra.

-Y nunca antes le dijiste esto a alguien, aparte de mí- decía mirándome fijamente mientras sus pupilas temblaban expectantes.

-Claro que si se lo dije a la estación de policía entera y sabe cuál fue su respuesta- ella negó levemente con la cabeza- me dijeron "Señorita Nishikino usted está muy consternada por la pérdida de su madre, tanto como para acusar a su RESPETABLE padre de un crimen tan atroz". Después de eso no volví a decir nada, solo se lo dije a otra persona aparte de usted pero corrí con la fortuna de que ella si me creyó.

Terminaba aquel oscuro relato con una sonrisa la cual solo salía cada vez que me acordaba de ella, mi amada, mi adorable enana.

-Porque no me cuentas sobre ella Maki- decía la doctora captando de nuevo mi atención- ¿Háblame de Yazawa Nico?

-Ja, ¿Qué quiere saber de ella?- decía con una media sonrisa.

-Todo, dime como la conociste, como fue que te enamoraste tan perdidamente de ella y como fue… que término así- decía con voz pausada acomodándose en su silla dispuesta a hacer lo que nadie en este maldito sitio hacía, escuchar.

-Yazawa Nico. No, Nico-chan- decía melancólica dispuesta a narrar nuestra historia, mi historia- pues la conocí una de las peores noches de mi vida, la noche en la que cobre mi primera víctima aunque claro está a diferencia de las demás no fue intencional, nunca olvidare aquel diciembre…

FLASHBACK 1 Encontrando la luz

[25 de diciembre dos años antes]

-¡DOCTORA NISHIKINO ESTA ENTRANDO EN SHOCK!- decía de manera excitada la enfermera que me asistía.

-¡¿Qué imposible?! Seguí la metodología el procedimiento es correcto, no puede…- comenzaba a ponerme nerviosa haciendo que el bisturí en mi mano temblara.

-DOCTORA, NO HAY TIEMPO TIENE QUE HACER ALGO- me gritaba aquella mujer- LO PERDEMOS.

-¿Qué?… bi-bien administre 2 mg de epinefrina- la enfermera me miro expectante por unos segundos a lo cual me altere más- ¿QUE NO OYE O QUE? Dije 2 mg de epinefrina directos al corazón.

Ante esto la mujer dio un leve brinco para después seguir mis indicaciones y preparar aquella dosis de fármaco, el monitor llevaba 25 segundos mostrando una línea constante por lo que la epinefrina era la única posibilidad de traerlo de vuelta.

Pedí que le administraran epinefrina a un paciente cuyo historial médico no conozco y pedí aquella dosis directo a su corazón...todo esto antes de haber recurrido antes a un RCP básico... MALDICIÓN.

-NOOO, ESPEREEE- ya era demasiado tarde el medicamento ya había entrado en contacto con su corazón provocando una arritmia en el paciente para después detener su corazón por completo.

Me quede de pie contemplando aquella escena como si fuera algo ajeno, podía sentir la mirada de la gente de la sala de operaciones sobre mí, pero no me importaba ya que solo podía mirar a aquel hombre de 30 años de edad cuyo cuerpo inerte yacía en la camilla enfrente mío. Aquel hombre cuya vida había sido arrebatada por mi inexperiencia.

-Doctora su padre la solicita en su oficina- decía en un leve susurro la enfermera pero al no recibir respuesta de mi parte me tono del brazo y comenzó a sacarme de la sala.

Minutos después sin ser consiente ya me encontraba en la oficina de mi padre con el de frente mirándome molesto. Sin decir palabra se aproximó a mi propinándome una bofetada en la mejilla derecha que me hizo perder el equilibrio dejándome en el suelo de aquel sitio.

-Tantos años estudiando sin parar, siendo la mejor, destacando en el ranking como la estudiante número 1 a nivel Japón- decía mi padre mientras se paseaba a mí alrededor como si de un depredador se tratara- Todo eso para que al final resultaras ser UNA ESTUPIDA.

Seguido de esto se inclinó tomándome del cuello de mi bata para levantarme del suelo y estrellar mi cuerpo contra la pared. Deje escapar un quejido de dolor mientras lo miraba con terror. Su cara estaba sumamente cerca de la mía y sus ojos negros parecían arder de furia.

-Tienes una idea de los problemas que vas a ocasionarle al hospital. No que vas a saber si solo eres una niña idiota- hizo amago de levantar su mano para volver a golpear mi rostro, sin embargo se detuvo y cambio la dirección de su brazo, esta vez cerro su mano en forma de puño y lo impacto contra mi estómago.

Aquel golpe retiro todo el aire de mi cuerpo dejándome en el piso de rodillas luchando por recuperar aire. Sin importarle lo más mínimo se aproximó hacia mí para volver a agredirme pero haciendo uso de todas mis fuerzas y coraje cerré mis puños dispuesta a responderle, espere a que cogiera mi cabello y me incorporara para darle un fuerte empujón que hizo que se alejara un par de metros de mí.

Mi padre me miro sorprendido para después volver a su expresión irritada cuando intento volver a acercarse retrocedí un par de pasos hasta chocar con una pequeña mesa del rincón donde se encontraban un par de vasos, una licorera y un abrecartas de plata el cual sin dudarlo tome levantándolo hacia enfrente mío y apuntando a su dirección..

-¿Qué demonios haces? Baja eso- me exigía mi padre en tono autoritario pero al notar la furia con la que lo miraba modero su tono de voz- Baja eso princesa no queremos que nadie resulte herido ¿sí?

Ante sus palabras no pude más que hacer una mueca a manera de sonrisa mientras me dirigía a la puerta.

-Es gracioso que luego de haberme abierto el labio y romperme posiblemente una costilla digas eso, jajaja- soltaba una amarga risa mientras limpiaba los restos de sangre de mi boca con el puño de mi bata blanca- en fin sino te importa padre, me retiró.

Gire la manija de la puerta sin dejar de verlo a los ojos mientras cogía la botella y le daba un gran sorbo.

-Mmm por cierto en cuanto a la demanda, descuida solo diles a tus abogados que se encarguen de hacer el trabajo sucio. Ya sabes, eso de amenazar y sobornar gente de la misma manera en la que cubren tus demandas por ACOSO SEXUAL- daba un último trago a aquel líquido que parecía ser "whisky" y salía de ese maldito sitio rumbo al estacionamiento.

Salto de tiempo

Eran aproximadamente las 2 de la mañana y yo me encontraba conduciendo mi auto, mientras en mi mano derecha sostenía la botella de whisky de la cual seguía bebiendo directamente. Me había pasado un par de semáforos sin importarme que en cualquier momento apareciera la policía de tránsito y me detuviera. Vire como por onceava vez de manera rápida y descuidada y comencé descender la velocidad al percatarme que me encontraba en una zona de la ciudad en la cual nunca antes había estado.

Vislumbre un par de edificios viejos y antiguos hasta que un par de letras neón llamaron mi atención. Debajo de un edificio mal conservado había un letrero que decía "HEAVEN: EL LUGAR DONDE TUS PESADILLAS SE VUELVEN REALIDAD", así que sin más me estacione afuera dejando mi lujoso auto expuesto en ese sitio. Baje y me dirigí a la entrada donde un tipo gordo me exigió mi identificación para comprobar si era mayor de edad, una vez la mostré me pidió una cuota y me dio acceso a tan pintoresco sitio.

El lugar estaba bastante acabado, sin embargo pese a la vieja estructura el sitio estaba bastante limpio y bien distribuido, en el había bastantes personas en su gran mayoría hombres los cuales llenaban el lugar. Camine un par de pasos por aquel sitio hasta que se acercó a mí una chica de cabello anaranjado y ojos azules la cual me guio hasta un sofá para dos con una pequeña mesa de centro, la ubicación de aquel sitio parecía la mejor del lugar ya que se encontraba al pie de lo que parecía ser el escenario. La joven tomó mi orden y se marchó dejándome ahí sentada lidiando con mis demonios.

[Inicio: Recuerdo de Maki]

-¡Vamos date prisa! No tarda en llegar Ryo de trabajar- podría escuchar la voz excitada de mi madre afuera de la oficina de mi padre, además de un par de pasos más que resonaban.

Ante esto corrí lo más rápido que pude hacia el escritorio y me oculte debajo de este, si mi madre me descubría con dinero de la caja fuerte y volvía a notar que olía a alcohol me sermonearía probablemente por dos horas. Recientemente había tomado el hábito de tomar un poco de dinero extra, dinero que usaría para comprar alcohol, cigarrillos o demás cosas que pudieran hacerme olvidar todo por un rato. Sonara ilógico que alguien como yo a quien le dan todo haga este tipo de cosas pero estaba harta de pagar el precio de ser la heredera Nishikino, la siempre perfecta Maki que es incapaz de decir su opinión no sin antes recibir una bofetada por "malagradecida".

Solo esperaba que mi madre se diera prisa para poder salir de aquel sitio angosto, ya que era bastante difícil acomodar mi cuerpo de 15 años de manera que no se notara mi presencia. En cuanto la puerta se abrió un par de sombras se reflejaron en el suelo para después desaparecer ya que la escasa luz que se había colado por la puerta se había extinguido.

-Espera Kazumi alguien podría vernos- decía la voz de… no es cierto- o peor aún, Maki puede llegar en cualquier momento.

Oh por dios, esto no puede ser cierto. Ella noooo. Porque con Sensei.

-Descuida cariño nadie vendrá. Y en cuanto a Maki, esa niña últimamente anda pérdida en su mundo, es por eso que también necesito esto- decía de manera impaciente mi madre.

-Kazum-mmm- fue lo último que salió de la boca de sensei ya que enseguida solo se escucharon gemidos.

Sin poder aguantar mi curiosidad salí poco a poco de mi escondite, asomando levemente mi cabeza por encima del escritorio para finalmente observar a los dos grandes amores de mi vida, sobre el sofá de mi padre completamente desnudas, la pelinegra sobre la pelirroja, devorándose con pasión como si no existiera el mañana y como si ambas fueran "libres". Aquella hermosa mujer de ojos carmín y cabello negro azabache besaba de manera desesperada y amorosa a mi madre, la cual se veía sumamente deseable con esa expresión de lujuria en su bello rostro.

[Fin: Recuerdo de Maki]

Comenzó a sonar una música lenta y sensual, las luces disminuyeron y la pista se quedó en sombras hasta que poco a poco la música cambio a lo que parecía ser "I WANT YOUR BITE" de Chris Crocker. Aquello me regreso a la realidad ya que tenues luces de color azul rey y rojo fueron iluminando el centro de la pista, limpie aquellas pequeñas lagrimas impertinentes de mi rostro y centre mi vista en las dos sillas contrapuestas, una enfrente de la otra y sobre estas, recostada una chica baja pelinegra que parecía portar una especie de camisón o vestido MUY delgado de color blanco. Su cabello estaba atado en una especie de chongo alto y sus labios eran carmín al igual que sus ojos, su expresión era suave y relajada. En cuanto el sonido de la pista aumento ella se fue incorporando lentamente, recogiendo primeramente sus piernas hasta que sus rodillas tocaron su estómago, giro sobre la silla en donde se encontraba y descendió lentamente para empezar a caminar con paso suave pero decidido hacia enfrente de la pista. Se movía en una especie de coreografía mezcla ballet y estilo libre, realmente parecía una bailarina profesional, de hecho habría podido jurar que era estudiante de danza de no saber el sitio donde nos encontrábamos.

La música cambio a un estilo más disco y aquella joven comenzó a realizar movimientos sensuales y provocativos, apenas era consciente del estruendo de voces que me rodeaban ya que mi mirada estaba clavada en aquella chica, en todos y cada uno de los movimientos de su cuerpo, en como sus ojos de vez en cuando se posaban en los míos, en como su cuerpo poco a poco era despojado de aquella prenda blanca que lo cubría.

Estaba tan ensimismada en aquella mujer que no me percate que la mesera que me atendió al principio ya llevaba un rato hablándome, cuando al fin el show termino aquella pelinegra desapareció de mi vista así que me gire hacia la ojiazul que me miraba con un mezcla de nerviosismo y confusión. Sin importarme la impresión que fuera a dejar mi persona le pregunte.

-¿Quién es ella?- hacía referencia a la chica del baile.

-¡¿EH?! ¿Qui-Quién Nico?- me respondía después de sobreponerse a mi pregunta- ¿Disculpe se le ofrece algo más?

-Si… QUIERO A NICO- decía con decisión- Pagaré lo que sea, entendiste. LO QUE SEA- decía con mirada encendida.

-¡Ah! Cla-Claro veré que puedo hacer- se retiró mientras yo me dispuse a abrir aquella botella de whisky que pedí.

Apenas le había dado un par de sorbos a mi vaso cuando vi a aquella pelinegra al fondo del lugar "acompañando" a un tipo obeso de unos 60 y tantos años, el cual besaba su mano. En su rostro se posaba una pequeña sonrisa sin embargo en sus ojos podía notarse el asco que le provocaba el ser tocada por aquel sujeto, continúe observándola un rato más, hasta que un tipo castaño oscuro y de ojos grises se acercó a ellos y le dijo algo al hombre que pareció molestarle para enseguida voltear hasta el lugar donde me encontraba yo y mirarme con desprecio.

Aquella acción me importo poco ya que en ese momento ella también me miraba directamente por primera vez en esa madrugada, así que me incorpore en mi asiento, le dedique una sonrisa e hice un ligero movimiento con mi vaso invitándola a posarse a mi lado, ante esto solo me miro un tanto dudosa para después sonrojarse levemente y dedicarme una leve sonrisa. El castaño se aproximó hasta mí con la chica pelinaranja.

-Buenas noches señorita mi nombre es Takeshi el anfitrión de este lugar, sea usted bienvenida. Lamento informarle que por el momento Nico no está disponible pero…- comenzaba diciéndome pero lo interrumpí sin dudar ya que sabía que lo que buscaba era más dinero.

-No me interesa quien la haya pedido, te pagare el doble de lo que te haya dado ese "sujeto"- el castaño abrió la boca de la impresión- es más, estoy dispuesta a duplicarte cualquier cantidad que él te ofrezca. Pero la quiero a ella, me entendiste a nadie más.

-Oh va-vaya eso que acaba de decir señorita es bastante tentador pero…- decía con duda mientras se rascaba la cabeza aquel joven de manera nerviosa.

-Porque no mejor escoge a alguna otra, tenemos muchas chicas guapas que estarían encantadas de servirle señorita- completaba la pelinaranja con un tono alegre intentando hacer flaquear mi decisión.

-No, dije que la quiero a ella- señalaba a la pelinegra con mi vaso para después colocarlo en la pequeña mesa donde me encontraba para sacar todo el dinero que poseía mi cartera- dígame si con esto basta.

Sacaba un fajo de billetes de mi cartera y los dejaba sobre la mesa para luego coger mi vaso y seguir bebiendo. Esta era una de las pocas cosas que le agradecía a mi padre ya que su lema era: "Siempre carga en tu cartera la cantidad que vales y así le mostraras a la gente lo superior que eres". Al observar la cantidad de dinero ambos chicos parecieron quedarse congelados por un par de segundos hasta que la ojiazul decidió hablar.

-Aguarde un poco enseguida le traigo a su chica- estaba a punto de partir cuando volvió a mirarme- por cierto a Nico le agradan las bebidas dulces, sobre todo los vinos suaves, si gusta puedo traerle una copa para que la acompañe.

Me limite a sonreír intentando retener la carcajada que amenazaba con escaparse de mis labios.

Esta chica sí que sabe hacer su trabajo o mejor dicho tiene un don para los negocios. Supongo que haré caso a su sugerencia después de todo no quiero ser la única que beba.

-Bien, pero en lugar de la copa trae mejor una botella- ella me lanzo una gran sonrisa- o mejor que sean dos.

La chica desapareció de manera rápida mientras el castaño recién reaccionaba.

-Este sitio es demasiado ruidoso si gusta le puedo conseguir un sitio más privado- era lo primero que decía para luego coger el dinero y guardarlo en el bolsillo interior de su frac- será un placer para nosotros atender a tan esplendida clienta.

El sujeto me miro con brillo en los ojos parecía que en sus pupilas grises estaba plasmado el símbolo de yenes. Comenzó a guiarme por un pasillo angosto cuyas paredes estaban cubiertas de espejo, el techo era adornado por unos candelabros que lucían bastante finos, el piso forrado de alfombra color vino se ensanchaba al igual que el pasillo conforme nos adentrábamos a este, finalmente llegamos a un sitio en forma de circulo cuya salida era la misma usada como entrada, alrededor de este había puertas con acceso a las habitaciones.

Abrió la del centro y me indico que siguiera, era un sitio de unos 4x3 metros muy bien iluminado, el cual poseía una cama situada en medio de esta, un pequeño tocador de apariencia victoriana y una mesa de noche. En uno de los costados del colchón tome asiento mientras continuaba bebiendo mi whisky, finalmente el chico se despidió no sin antes decirme que esperaba que disfrutara de la noche y que mi elección había sido la correcta ya que Nico era la mejor. Pero antes de que se marchara lo detuve ya que deseaba dejar algo en claro.

-Espero que con lo que pague sea suficiente ya que deseo que ella este conmigo sin restricciones- le decía de manera seria mientras sacaba una tarjeta de crédito negra con la leyenda "sin límite"- Me refiero a que deseo que sea mi mujer por esta noche, si el efectivo no alcanza esto lo cubrirá. ¡Aguarda!- en el momento en que el castaño iba a tomar la tarjeta la aleje de su alcance- no sé si me di a entender.

-Por supuesto señorita puede hacer lo que guste con Nico, ella es SUYA por esta noche- me dedicaba una gran sonrisa para después coger la tarjeta- Ahora mismo le informo a Nico que se olvide de cualquier restricción y si me disculpa me retiro.

Hizo una última reverencia y desapareció por la puerta, como a los 10 minutos apareció la pelinaranja con una charola con dos copas y dos botellas de vino. Seguido de esta entro ella aquella hermosa ojicarmin la cual paseo su mirada por la habitación para terminar posando sus ojos en mi de manera tímida y temerosa.

Sin poder aguantar más me puse de pie y me dirigí hacia ella, despidiendo de paso a la otra chica y tomando de la mano a mi acompañante, para guiarla hasta la cama. Una vez ahí la mire con intensidad antes de posar mis labios sobre los suyos de manera frenética y apasionada.

Seguimiento en 3a persona

Era una noche como cualquier otra, la bailarina principal de Heaven terminaba de dar su show y se disponía a ir un momento a su camerino para poder tomar algo y relajarse antes de volver al salón principal y atender a todos aquellos tipos que estaban dispuestos a pagar por su compañía, pero una vez detrás del escenario Takeshi el dueño y "anfitrión" de aquel sitio la intercepto, a lo cual la pequeña pelinegra solo suspiro y se aproximó a él con rostro cansado y una evidente mirada de enfado.

-¿Qué demonios quieres?- le decía de manera irritada encarándolo.

-Oh vamos cariño esa es la forma de hablarle a tu jefe- le respondía con un fingido tono dolido mientras colocaba su mano en el rostro de la joven- Vamos Nico porque no mejor empiezas a portarte de una manera más cariñosa conmigo, sabes que te conviene.

Aquel sujeto de apuesto porte pero de repugnantes actitudes comenzó a acercar su rostro hacia el de la chica pero antes de tocarla esta se zafo bruscamente para terminar viéndolo furiosa.

-Déjate de estúpidos juegos quieres, conmigo no te las des de galán. Dime de una vez a que viniste- contestaba con poca paciencia aquella cansada mujer.

-Jaja, como quieras idiota tú te lo pierdes- de esta manera respondía a su rechazo- ve a cambiarte ponte algo lindo, pero no demasiado, el concejal te espera en la mesa de siempre.

-Aaah de nuevo ese viejo de acuerdo ahora voy- dejaba escapar un suspiro para dirigirse enseguida al camerino donde se cambió y retoco el maquillaje saliendo finalmente con un vestido sencillo color azul oscuro y unas zapatillas al mismo tono.

Con pies pesados camino hacia aquella mesa donde el concejal la esperaba con la misma sonrisa hipócrita y la misma mirada lasciva de siempre, antes de sentarse al frente de este respiro profundo y coloco aquella sonrisa amable y amplía la cual siempre era capaz de fingir con sus clientes. Tomo asiento y fingió prestar atención a su aburrida conversación que consistía en las quejas de siempre en torno a su mujer, en lo idiotas que eran los magistrados que se encontraban en este momento a cargo de Japón, en el próximo aumento que recibiría por hacer también su trabajo, etcétera.

Ante esto la pelinegra solo se limitó a sonreír y asentir de vez en cuando con la cabeza, hasta que aquel sujeto tomo su mano y la llevo a sus labios. Primero beso el dorso de su mano con delicadeza pero después comenzó a pasar su lengua por este causando un gran escalofrío por parte de la chica el cual tuvo que reprimir así como el impulso de vomitar debido al asco que sentía. Iba a proseguir ascendiendo por su brazo pero afortunadamente apareció el idiota de su jefe y los interrumpió.

-Perdone la intromisión concejal pero lamento informarle que Nico no podrá atenderlo hoy- decía tan maravillosas palabras provocando que su delicada mano fuese liberada al fin- si gusta cualquiera de las otras chicas puede reemplazarla.

-De que demonios hablas Takeshi soy tu cliente desde hace tres años y sabes a la perfección que solo me gusta que Nico me atienda- decía de manera irritada el concejal.

-Lo sé concejal y sabe que usted es uno de los mejores clientes, pero en esta ocasión aquella joven está dispuesta a pagar mucho por ella- señalaba levemente con la cabeza la mesa al pie del escenario donde se encontraba una chica pelirroja que al sentirse observada se incorporó en el sofá y miró fijamente a la pelinegra- Y como ya sabrá negocios son negocios.

-¡Al DIABLO con tus excusas Takeshi! Te pagare más pero ella se queda conmigo- podía escuchar la voz decidida del sujeto al frente de ella sin embargo sus ojos estaban posados en aquellos bellos y decididos orbes violetas los cuales no estaban dispuestos a dejar de mirarla

Aquella chica poseía un aire elegante como de "ojousama", aparentaba ser una chica decidida y que siempre conseguía lo que deseaba, pero pese a esto algo en esos ojos le provocaban escalofríos.

-De acuerdo veré que puedo hacer, vamos Honoka- hasta ese momento la bailarina fue consciente de la presencia de su compañera pelinaranja.

Ambos partieron dejándola de nuevo con aquel desagradable anciano.

-Entonces Nico dime que dices- la interrogaba por algo que posiblemente había mencionado pero aquella chica no había prestado atención por estar sumida en sus pensamientos- aceptaras ser mi AMANTE.

QUEEEE ESPERA, QUE DEMONIOS- pensaba alarmada la chica pero si se ponía a considerarlo aquello no era tan mala idea.

-¡¿Eh?! Pe-Perdón señor concejal pero ¿de qué habla?- decía de manera confusa mirándolo con el rostro sonrojado por la sorpresa.

-Te decía que estoy harto de mi esposa, esa maldita anciana- respondía frunciendo el ceño para después mirarla con ojos ilusionados- Pero tu mi bella Nico si aceptaras mi propuesta créeme que te sacaría de este maldito sitio y te trataría como lo que eres una princesa. ¿Qué dices?

Ante esto solo lo miro atónita no podía creer lo que acababa de decirle y sobretodo el hecho de que ella hubiese considerado aceptar su propuesta, sin duda seria genial salir de ese infierno pero la cuestión aquí era ¿a qué precio?

No tuvo tiempo de responder debido a que en ese momento apareció Honoka aquella mesera y co-jefa de aquel lugar y le dijo que fuera a cambiarse y arreglarme más en esta ocasión. La chica hizo lo que se le ordeno mientras liberaba su brazo de aquel furioso hombre el cual se quedó con la otra chica para intentar apaciguar su mal humor. Al parecer aquella chica había ganado y ahora tenía que esmerarse en arreglarse porque lo más probable es que ella estuviese acostumbrada a recibir lo mejor y sin duda ella Nico, era lo mejor de ese sitio.

Se colocó un vestido rojo sangre plisado de la cintura para lograr acentuar su cadera, el cual por cierto tenía una abertura del lado derecho que llegaba a la parte media de su muslo, se deshizo del chongo para atar su cabello en una coleta alta que dejaba suelto un par de mechones que reposaban al costado de su rostro. Retoco su maquillaje dejando los labios carmín y los ojos con un poco de sombra negra mate en los parpados, por último se puso unas zapatillas negras de tacón.

Cuando estaba dispuesta a salir Honoka entro con aire entusiasta como de costumbre.

-Woow Nico-chan sí que te luciste, genial ahora vamos- decía cediéndole el paso para terminar cerrando la puerta- le dije a la clienta que este era tu vino favorito y me pidió que trajera dos botellas, al parecer planea consentirte.

-Oh ya veo- le respondió nerviosa ya que esto era algo que ella no solía hacer debido a que su trabajo consistía en ser stripper la mayoría del tiempo. Sin embargo en ocasiones aceptaba a ir con algún cliente a pasar la noche, siempre y cuando este estuviera dispuesto a pagar lo suficiente por ella.

-Tranquila Nico-chan no puede ser tan malo, al menos no es con el concejal- decía aquello haciendo que soltara un suspiro, realmente tenía razón por lo menos no era ese hombre- además si me permites, déjame decirte que la clienta no está para nada mal. Tuve la oportunidad de observarla de cerca y es muy guapa, además es educada y no parece del tipo pervertido.

-Eso dices pero a menudo ese tipo de gente resulta ser la más perversa- decía caminando más lento porque estaba a punto de llegar a aquella habitación- Uff pero bueno supongo que será un servicio normal.

Detuvo su paso ya que la mano de Honoka tiro de su brazo, para enseguida mirarla con seriedad y un tanto de nerviosismo.

-¿Qué pasa?- decía interrogante.

-En realidad no será igual que siempre- decía aquello alarmándola, para después hablar de manera apresurada al notar su temor- No descuida no es algo TAN malo, solo que esa chica desea una "Girlfriend Experience". (1)

-¡¿Queeee?! Dices que no es TAN MALO, Honoka perdiste la razón eso es lo peor- decía pasando una de sus manos por su contrariado rostro e intentando reprimir el pánico que a amenazaba con salir de su pequeño cuerpo.

-Sé que es algo que no "sueles" hacer pero haber solo respira profundo- hacia lo que la chica le pedía mientras recargaba su cabeza en el hombro de esta- lo único que debes de hacer es cerrar tu corazón. Si quiere hablar contigo síguele la corriente mezcla la verdad con la mentira y así te resultara más fácil. Si quiere que la beses hazlo pero cierra tu mente no pienses demasiado en tus acciones y sobre todo no repares en aquella chica, la clave de esto es dejar que tu cuerpo reaccione mientras tu mente y corazón permanecen dormidos.

Respiraba con algo más de calma recordando cada uno de los consejos proporcionados, después de todo no había otra persona que conociera a la perfección este negocio como Kousaka Honoka.

-Cielos había olvidado que anteriormente te dedicaste a esto- le decía con una media sonrisa mientras se miraba en una de las paredes para comprobar que todo estuviera en orden- De acuerdo vamos, ah por cierto- hacia una pequeña pausa esperando a que Honoka la mirara- volvió a hacerlo.

La pelinaranja la miro confundida por un momento pero cuando al fin las palabras de la pelinegra hicieron clic en su cabeza, su mirada se tornó molesta y acabo diciendo.

-ESE BASTARDO INFIEL- expresó con ira para luego respirar profundo y volver a poner su característica sonrisa- No te preocupes Nico-chan yo me encargó de que ese imbécil no vuelva a insinuarte nada. ¡Ahora, estas lista!

Inhalo profundamente por última vez y asintió con la cabeza. Una vez abierta la puerta entro a la habitación para encontrarse con aquella clienta sentada en la cama, ante esto comenzó a pasear su mirada por cada rincón de aquel cuarto para terminar posando sus ojos en aquellos orbes violetas. Sin perder tiempo la otra se levantó y despidió a Honoka para tomar su mano y guiarla a aquella cama. Sin dejar de mirarla comenzó a besarla de manera brusca y apasionada haciendo que su de por si temeroso corazón latiera con mayor rapidez.

Después de unos minutos se separó y pareció avergonzarse ligeramente por su acción ya que su rostro se encontraba tan rojo como su cabello, miro a la bailarina por un breve instante para luego desviar de manera rápida su mirada. Pareció sumirse en sus pensamientos por un corto tiempo y nuevamente volvió a mirarla pero en esta ocasión su mirada reflejaba un poco de culpa.

-Lamento si fui algo brusca pero es que estoy un poco ansiosa. Mmm te gustaría a-algo de vino- decía señalando aquella botella que se encontraba en el tocador- po-por ci-cierto mi nombre es Maki y si no te importa me gustaría que me llamaras de esa forma.

-Tranquila Maki-chan no tienes por qué disculparte - decía de manera segura y familiar mientras se sentaba en una posición más cómoda dejando que su pierna derecha descansara arriba de la izquierda y logrando que se viera la liga de encaje que adornaba su blanco muslo- Porque no te relajas la noche aún es joven.

Aquella pelinegra lanzaba su arma más efectiva, una hermosa sonrisa acompañada de una voz aguda e infantil la cual lograba excitar a muchos, haciendo de la pelirroja una más de sus títeres ya que al notar el adorno en aquel muslo comenzó a respirar de manera agitada, ante aquella reacción la bailarina aprovecho y tomo su mano posicionándola en esta parte de su cuerpo haciendo que frotara en círculos su muslo.

-Porque no te pones cómoda mientras yo traigo el vino- sin esperar respuesta esta se levantó y se dirigió hacia el tocador para servir el vino y luego volver a su posición original pero al último minuto se le ocurrió una idea, así que término por sentarme en su regazo.

La chica la miro con los ojos abiertos como platos mientras su labio inferior temblaba levemente, paso saliva con pesadez y tomo su cintura entre sus manos jalando del cuerpo a la pelinegra y uniendo de manera más suave los labios de ambas. Fue un beso lento pero fogoso donde sus labios parecían seguir una danza ya conocida, era como si estos estuvieran acostumbrados a acariciarse, era algo tan raro y confuso para la pelinegra ya que su pecho parecía querer estallar.

MIERDA QUE ES ESTA SENSACION. ¡NO BASTA, NO PIERDAS EL CONTROL NICO RECUERDA LO QUE TE DIJO HONOKA!- se regañaba mentalmente por dejarse llevar.

Termino por separarse lentamente de aquella ardiente pelirroja, dedicándole una dulce sonrisa para después tenderle una de las copas de vino.

-El vino aguarda así que hagamos un brindis- comenzó a pasar sus dedos por su cabello y mejilla de manera lenta haciendo que aquella chica cerrara sus ojos por un instante y recargara su rostro sobre su pequeña mano.

Ya veo al parecer es del tipo que le gusta ser mimada, bien seguiré por ese lado y de esta manera no perderé el control de la situación- a lo largo del tiempo que llevaba en aquel sitio había aprendido a leer a las personas por lo cual le resulto fácil hacerse con el control a la pelinegra.

-Me encanta la idea brindemos por ti- decía con apariencia feliz pero por un segundo la bailarina noto un atisbo de melancolía en esa violeta mirada- porque esta noche dejemos todo nuestro pasado a un lado y comencemos algo bello mi Nico-chan.

Comenzar algo nuevo pero de qué habla esta chica- era el único pensamiento de la ojicarmin que continuó con el juego.

-Desde luego Maki, por nosotras- continuaba con esa voz aguda mientras ocultaba su rostro en el hueco del cuello de la ojivioleta para así poder preparar su siguiente jugada- Dejemos atrás todos aquellos fantasmas y comencemos a forjar una nueva vida.

Finalizaba con mirada encendida y porte seguro y seductor para beber de un solo sorbo aquel exquisito vino y terminar arrojando la copa al suelo. Lo que no sabía la pelinegra era que sus acciones lejos de domar a su clienta lograban prenderla en demasía ocasionando que aquella doctora quisiera hacerle el amor de manera descontrolada toda la noche.

-Ah eres tan linda mi Nico-chan, tanto que me dan ganas de hacerte mía de tantas y tantas formas- aquella mirada hambrienta ocasiono que el cuerpo de la pelinegra se estremeciera un poco- Dejemos el vino para después y ven acá- la doctora se deshizo de su copa y de un movimiento rápido tiro a la cama a la de baja estatura para terminar posicionándose sobre esta.

Esta intento mantener su sonrisa a pesar de que ya sabía que era lo que venía después de todo tres largos años en ese sitio no habían sido en vano ya que había vivido de todo y la historia casi siempre se repetía. La persona que en un principio era amable y complaciente con ella al final de la noche siempre terminaba usando solamente su cuerpo y después abandonándola como si fuera basura, de hecho aún había noches en las que tenía pesadillas con alguno de ellos o más bien lograba recordar todas y cada una de las horribles cosas que había sido obligada a hacer, y a rememorar todas y cada una de las lesiones ocasionadas durante aquellas noches. Sin embargo grande fue su sorpresa al comprobar que lejos de intentar poseerla a la fuerza la joven solo se recostó sobre ella abrazándola con fuerza y ternura, haciendo que la dama de rojo solo se quedara rígida evaluando la situación ya que nunca antes le había pasado algo tan "inusual" como esto, pero luego de unos segundos decidió responder a aquello rodeando el cuerpo de la otra con sus pequeños brazos y acariciando su cabello.

-Al parecer estuviste deseando estar así todo el día ¿no? Descuida todo está bien, Nico-chan está aquí para ti- expresaba dándole consuelo ya que el chiste de aquel servicio era el trató de "amantes" que debía darle- Tu día estuvo pesado AMOR.

-Aaahh no sabes cuánto, pero en tus brazos ya empiezo a sentirme mejor- decía después de soltar un gran y pesado suspiro para enseguida removerse un poco y lograr acomodarse mejor.

Al parecer esta chica lo ha pasado mal y solo quiere un poco de paz, supongo que no es tan malo después de todo ¿no?- era la frase que utilizaba la pelinegra para calmar sus nervios.

-Siento que no hayas tenido un buen día pero porque no dejas que TU MUJER te consienta- utilizaba de nuevo esa seductora forma la bailarina logrando que de a poco la chica la soltara para luego hacer que se tendiera en la cama.

La mayor de ambas cogió una de las copas del suelo y la lleno hasta una cuarta parte con vino, posteriormente dejo la botella al costado de la cama y le acerco la copa a la más joven para que le diera un pequeño sorbo vaciando a propósito un poco del líquido sobre sus labios y pecho para después limpiarlo con suavidad con ayuda de su lengua. Cuando la otra quiso corresponder a sus caricias la freno colocando uno de sus dedos sobre sus labios diciéndole de delicada y juguetona forma que fuera paciente.

La ojicarmin tomo del pequeño tocador, un par de paños de tela delgada y transparente cuyos colores eran rosa y rojo, posteriormente apago el candelabro el cual era la fuente de iluminación principal, dejando solo encendidas dos pequeñas lámparas de piso las cuales estaban cada una al costado de la cama. Finalmente sobre estas coloco cada uno de los paños logrando un efecto de luz tenue en la habitación.

Se aproximó de nuevo al tocador y tomo una mascada la cual le serviría para jugar un rato. Llego de nuevo hasta Maki y comenzó a atar la mascada en sus ojos.

-¿Te gustan las fresas Maki-chan?- le pregunto obteniendo por respuesta una leve afirmación con la cabeza, la cual la hizo sonreír con ganas, dándole una última caricia a su rostro continuo- Siendo así te pido que esperes solo un poco más, créeme esto te gustara.

De manera rápida camino a la puerta presionando un botón que estaba al costado de esta para enseguida pedir aquel fruto.

-Honoka podrías traerme una charola de fresas por favor y que sea rápido, ya que Maki-chan no tuvo un buen día y no quisiera hacerla esperar más- decía esto último mirando a aquella pelirroja que se notaba cada vez más excitada.

-Seguro Nico-chan en un momento estoy ahí- fue la respuesta de la pelinaranja antes de cortar.

Como a los 3 minutos tocaron a la puerta a lo cual solo abrió dando espacio suficiente para que entrara la pequeña charola de fresas y así tomarla para luego susurrar un "gracias" antes de volver a cerrar. Coloco la charola en la cama y se colocó al lado de la otra notando el leve ceño fruncido de la menor.

-Jaja que pasa Maki-chan tranquila, Nico nunca haría algo que te disgustara. Solo quiero hacer que olvides el horrible día que has pasado-aquello pareció relajar la expresión de la chica permitiéndole a la pelinegra proseguir.

Después de indicarle que se sentara esta se colocó sobre ella haciendo que la más joven automáticamente tomara su cintura e intentara la acercara a ella.

-Oye no hagas trampa ni siquiera hemos comenzado el juego- tomaba con delicadeza sus manos y las retiraba de su cuerpo- Ahora bien, el juego consiste en que debes localizar cada una de las fresas las cuales estarán colocadas en alguna parte de mi cuerpo pero sin utilizar tus manos, únicamente deberás usar tu nariz y boca. Al encontrar la fruta deberás decir en que parte de mi cuerpo se encuentra y después puedes tomarla de mi piel, quedo claro.

-Seguro pero si adivino la posición de cada una, QUE GANO YO- soltaba aquello dejando salir una brillante sonrisa- Porque la verdad parece que solo tú te divertirás con esto.

-Jajaja pero que mentirosa Maki-chan si sabes bien que la que más gozara el juego serás tú- decía esto acercándose al oído de la otra mientras mordía levemente el lóbulo de su oreja- comencemos con algo fácil.

La primera fresa estaba en el pecho de la bailarina ubicada de tal manera que la fruta sobresaliera del escote de su vestido, posteriormente se quedó quieta a la espera de que la pelirroja se acercara. Con precaución esta fue acortando la distancia llegando a la altura del lado derecho de la sien de la pelinegra y comenzó a olfatear de manera lenta su cabello para después ir delineando con su nariz y labios el costado de su rostro bajando de a poco por el cuello y dejando un par de besos en este lo cual logro estremecer ligeramente a la bajita.

Finalmente llego a su destino y con una sonrisa se separó un poco para levantar su rostro y decir con orgullo.

-Esta entre tus pechos- luego de aquello acaricio con su lengua la fruta dando finalmente una pequeña mordida a esta, derramando un poco del jugo por el busto de la contraria apropósito.

-¡Oye eso es tram... Aaah!- no termino de recriminarle ya que comenzó a degustar sus pechos sin restricción alguna haciendo que las palabras terminaran en gemidos.

Pasados unos segundos siguió besando aquel pecho haciéndola desear que aquel vestido rojo se desintegrara ya que estorbaba, sin ser plenamente consiente la bailarina metió sus manos entre sus rojizos cabellos dándole un leve tirón hacia tras logrando que la dueña diera un leve salto y terminara dándole una brusca embestida que hizo que el cuerpo de la mayor se pegara más al de ella.

-Te dije que tú gozarías más con este juego- decía intentando regular su respiración y frenando un poco el deseo que se incrementaba- ¿Quieres seguir con el juego?

-Cla-Claro… necesito más de ti- decía de manera excitada aquella acompañante haciendo que la pequeña pelinegra sonriera con ganas ya que por primera vez estaba disfrutando de hacer esto con alguien que no conocía.

-Ok, sigamos pero antes me quitare este molesto vestido- comenzó a levantarse un poco para deshacerse de aquella estorbosa ropa pero las manos de la otra volvían a aferrarse en torno a ella de forma desesperada.

-Espera, espera Nico… Quiero verte, por favor- expresaba de manera ansiosa intentando acercar de nuevo sus cuerpos.

-Eso no está permitido hasta terminar el juego Maki-chan- era su respuesta intentando alejarla de ella cosa difícil porque a cada segundo se aferraba más a sus ropas- Vamos Maki así no será divertido- le decía con un último forcejeo haciendo una voz dulcemente tierna, pero firme que asemejaba a la de un niño haciendo berrinche- te prometo que al final podrás verme todo lo quieras.

Aquella experta mujer seductora terminaba con una voz picara logrando ser soltada. De manera hábil bajo la cremallera del vestido dejándolo caer al suelo para enseguida recostarse del lado contrario al de la pelirroja, colocando un par de fresas más sobre su cuerpo e indicándole que podía continuar. En un inicio la clienta utilizo sus manos solo para tantear el sitio donde se encontraba la bailarina pero una vez la localizo volvió a utilizar nuevamente solo su nariz y boca para tocar a esta.

Sus finos labios acariciaban y besaban de manera dulce y paciente cada centímetro de aquella piel blanca separándose solamente cuando tentaba el fruto sobre ella. Poco a poco iba nombrando cada parte donde hallaba el "pretexto" de aquel placer, algunos de los frutos se encontraban a la mitad por la posición donde reposaban.

El corazón de la mayor se aceleraba con cada parte de su cuerpo nombrada, "mejilla", "cuello", "ombligo" y sin duda el nombre que más causo excitación en ella fue, "muslo". Después de ser nombrado comenzó a experimentar intensas ondas de placer ya que Maki no solo comió la fresa que reposaba en este sitio, sino que también continuo besando y lamiendo un poco más arriba causando que la mente se le nublara y dejara salir su nombre de entre sus labios.

-Aaah, haa Aaah… Aguarda un poco- decía tomando con su mano la frente de la otra y levantándola levemente- De acuerdo ganaste, a-ahora no qui-quieres tomar tu premio.

Al escuchar aquello la más joven relamió sus rozados labios, ante tan tentadora oferta se incorporó por completo terminando de rodillas en la cama y antes de retirar la venda respondió un: "Claro que sí, no hay nada que desee más".

Después de parpadear un par de veces miro a la otra aún recostada en la cama y con la respiración agitada, así que sus ojos se encendieron como si en ellos hubiera una ardiente hoguera, pero antes de arrojársele encima de manera precipitada y como si la otra lo hubiera intuido, la mayor se incorporó quedando igualmente de rodillas frente a ella y rodeo con sus brazos su cuello.

-No hay prisa recuerda que la noche es nuestra y que puedes hacer con Nico lo que quieras- le decía en el oído causando que se le erizarán los cabellos de la nuca- Ahora Nico también desea verte.

Deslizo sus manos por aquel hermoso y bien formado cuerpo dando leves caricias por encima de la ropa de la doctora que consistía en un traje sastre de falda corta, color lila y una camisa blanca con volados en la parte delantera que enmarcaba el escote de la misma, dejando lucir sus hermosos pechos. Prosiguió dibujando su cuerpo con los dedos mientras se tomaba su tiempo para desatar aquellos diminutos botones y despojarla de su camisa, al tener su torso desnudo frente a sus ojos la bailarina no pudo evitar tragar con fuerza ante tan espléndida imagen.

-Maki-chan, eres lo más hermoso que he visto- volvió a tragar nuevamente- es como si dios mismo hubiera esculpido tu cuerpo con cincel.

Decía aquellas palabras la pelinegra olvidando por completo que ella debía mantener el control. Así que sin más se aproximó a ese níveo cuello que la tentaba y sin más comenzó a besarlo sin restricción alguna, era como si el contacto con su piel le produjera una descarga de endorfinas, pero la pregunta era ¿Por qué?, porque aquella pelirroja era diferente a sus demás clientes, porque solo ella era capaz de detonar aquel instinto salvaje de poseerla y ser poseída por ella.

La conclusión a la que llego la mente de la pelinegra fue que no importaba nada, al menos por ahora ya que más importante que cualquier respuesta a sus cuestionamientos era el hecho de gozar al máximo el tener a su alcance un cuerpo tan bien formado, así que dejando de lado sus dudas y posibles futuros miedos prosiguió a deslizar sus labios de manera ardiente y desenfrenada por la piel expuesta de aquella pelirroja.

Deshaciéndose de manera rápida de aquellas impertinentes prendas, dejando igualmente en ropa interior a su acompañante, la cual no se quedó a la espera de las acciones de la ojicarmin ya que de igual manera se deshacía de la tela molesta que le impedía tocar de manera directa aquel pequeño pero bien torneado cuerpo. Besos y caricias eran entregadas por igual dejando tras de sí marcas rojizas por la piel tocada, la mayor intento retomar el "control" de la situación así que comenzó a pegarse al cuerpo de la más joven provocando que esta quedara recostada sobre las sabanas con la pelinegra encima suyo la cual se encontraba sentada en su vientre con cada una de sus piernas al lado de su cintura.

-Maki-chan- decía con un suave susurro cerca del oído de la otra- ah aaah, si así sigue, so-solo qui-quitalo.

La voz de la pelinegra era tan suave como terciopelo ya que la lujuria hacia que su carácter fuerte de siempre se viera reemplazado por uno en extremo dócil, los labios de aquella clienta eran mágicos ya que lograban encenderla como nunca nadie más lo había logrado en su vida. Prácticamente le rogaba que la tocara, que la despojara de su escasa ropa quedando únicamente en bragas.

-Mmm Nico-chan ah aaaah tu piel, es tan suave y deliciosaam- expresaba con premura la doctora saboreando el pecho derecho de la dama de compañía que en ningún momento dejaba de gemir y estremecerse ante sus atenciones.

-Haaa, haa Makiii mmm- era lo único que salía de los labios de la morena que tomaba con una de sus manos la nuca de la pelirroja para acercarla más a su torso, mientras que la otra la dirigía a la entrepierna de la chica quien salto ante el tacto- haa ¿Qué pasa? ¿No quieres que te toque?

Decía intentando frenar sus ganas de seguir, frotando su mejilla con la de la más chica para lograr darle un poco de confort ya que al sentir sus pequeños dedos en su parte intima aquella chica se había separado de brusca manera dirigiéndole una asustada mirada. Una vez se sobrepuso a la sorpresa la menor, le brindo un dulce beso en los labios a la pelinegra.

-No, lo siento sigue por favor- decía ya calmada la más chica para acercar de nuevo a la pequeña ojicarmin y volver a besarla esta vez de manera lujuriosa, retomando así su danza del amor.

FLASHBACK 1 END

-Vaya, quien diría que Yazawa-san sería una persona tan entregada- manifestaba la psiquiatra con un suspiro.

-¿Que si lo era? Ja, esa enana era increíble entre las sabanas- decía dejando escapar una risa- además de que era una maravillosa persona. Debido a eso me aferre a que permaneciera a mi lado a partir de ese momento. Alguna vez ha escuchado decir que: "Todos buscamos el amor que creemos merecer".

Ante mi frase la doctora se quedó meditando un momento para después incorporarse en su silla, mirarme y hablar.

-Siendo sincera, nunca lo había escuchado. Pero entonces dices que fue por eso que te enamoraste de Yazawa- su conclusión recibió una negación por mi parte.

-No doc, quiero decir Hanayo. Te equivocas, me enamore de Yazawa Nico porque no la merecía- ante mí revelación la ojipurpura me miro confundida- a lo que me refiero es a que me enamore de Nico-chan justo porque representaba todo aquello que no merecía poseer: pureza, amor, bondad, felicidad… un hogar, etcétera. Dígame como alguien como yo tan carente de empatía y pureza, podría ser digno de un ser como ella.

-Justo por eso me propuse conquistarla- decía subiendo mis piernas a aquel sofá, apunte con mi índice a la chica de bata blanca en frente mío- siempre fui consciente de que si ella se enteraba de la clase de "monstruo" que soy en realidad jamás se me hubiera acercado es más ni siquiera me miraría, así que me propuse visitarla cada semana. En ocasiones manteníamos relaciones sexuales y otras tantas únicamente dormíamos abrazadas y platicábamos toda la noche, fue así que poco a poco me fui ganando su corazón hasta que finalmente llegó el momento de pasar a la parte dos del plan.

-Y esa parte era sacarla de trabajar y llevarla a vivir contigo ¿cierto?- concluía Hanayo a lo cual solo asentí con la cabeza.

-Exacto de esa manera ella sería solo MÍA- sonreí ampliamente recordando aquel momento- pero entonces todo se complicó, ELLOS comenzaron a entrometerse.

-¿Ellos? Cuéntame Maki, quienes fueron los que se metieron entre ustedes- decía interrogante de nueva cuenta la doctora.

Ante aquello solo suspire con cansancio y me recargue nuevamente en aquel diván para comenzar a revivir aquello.

-Todos se entrometían en lo nuestro. Dime Hanayo, después de haber encontrado al amor de mi vida crees que iba a renunciar a ella…

FLASHBACK 2 El secreto del concejal

Me encontraba esperando nuevamente en aquella habitación como cada sábado desde hace 6 meses a la mujer de mis sueños. Empecé a repasar con la mirada cada rincón de aquel desagradable sitio mientras bebía con calma mi copa de Lambrusco.

Finalmente se abrió aquella vieja puerta revelando tras de sí a una chica de aproximadamente 1.57 metros, cabello anaranjado y ojos azul celeste; la cual conocía a la perfección ya que era aquella mesera que conocí el primer día en que llegue a este lugar y fue quien me proporcionó el nombre de "mi mujer".

-Honoka no quiero más vino, es la segunda copa que me traes- decía con impaciencia dirigiendo mi mirada a la chica- ¿Qué esperas para traerla?

-Lo lamento señorita Nishikino hice lo que pude pero- decía nerviosa mientras agachaba su mirada y jugaba con sus manos- pero es que… vera el concejal amenazo a Takeshi con cerrar si Nico no acudía con él y…

La joven se quedó a media frase ya que en ese momento la copa que segundos antes estaba en mi mano se estrelló en la pared de su lado derecho ocasionando que estallara en pedazos regando sobre la pared y alfombra aquel líquido oscuro.

-Perdón creo que no te entendí, acaso dijiste que MI MUJER está en este instante en alguno de los cuartos con ese obeso y desagradable hombre- decía con desprecio incorporándome mientras me frotaba la sien con las puntas de mis dedos y caminaba hacia la mesera.

-S-si pero ya le dije que fue solo porque no nos dejó otra opción- decía la chica mientras retrocedía y agachaba la mirada- por-por favor en-entienda.

Me incline para tomar un pedazo grande de cristal roto perteneciente a la copa, este era de aproximadamente unos 8-10 cm de largo. Una vez con el cristal en mi mano derecha, dirigí la izquierda hacia la ojiazul y la tome del cuello impactándola contra la húmeda pared para después colocar la punta del cristal sobre su mejilla izquierda.

-¿Dónde está?- pregunte con poca paciencia a lo cual ella solo me miro con los ojos como platos pero no emitió sonido alguno- eres sorda o idiota, dije ¿Dónde está mi chica?

-Lo-Lo siento pero no puedo decírselo es po-politica, no no no por favor- expresaba con pánico ya que había encajado aquel filoso objeto en su rostro causándole un pequeño corte- alto por favor señorita Nishikino no cometa una tontería.

-Mira preciosa desde la primera vez que te vi supe que eras una chica lista, así que si quieres que tu rostro permanezca en una sola pieza me vas a decir ¿dónde está?- decía aproximando mi rostro al suyo y mirándola de manera furiosa.

-E-Ella esta…- volví a presionar aquel objeto contra su cuello- ¡HABITACIÓN UNO!

Grito con terror la pelinaranja para luego dejarse caer al piso al ser liberada de mi agarre, sin perder tiempo salí con paso apresurado de la habitación donde me encontraba para ir en búsqueda de aquella enana sensual. Me dirigí a la primera habitación y me recargue levemente en la puerta para hacerme una idea de que sucedía adentro.

-¡Oh concejal hoy viene muy travieso!- escuchaba la voz de Nico-chan hablándole de manera seductora a aquel viejo.

-No sabes cuánto he esperado para esto chiquita, aaagrr- eran las palabras de ese desagradable sujeto- ¡Ven aquí!

Escuche un pequeño gritito emitido por mi chica así que sin esperar más abrí la puerta de manera brusca y comencé a entrar a aquella habitación acabando finalmente frente a la cama, causando que los dos residentes de dicho lugar detuvieran su jugueteo y me miraran, uno molesto y la otra con sorpresa.

Aquel sucio ser se encontraba solo en bragas dejando a la vista su enorme panza y gran pecho peludo, mientras se encontraba sobre el delicado cuerpo de Nico. Ella se encontraba prácticamente desnuda portando solamente un camisón transparente de lo más vulgar, el cual obviamente fue sugerencia del concejal ya que conocía a la perfección el estilo de vestir de la morena y eso era algo que ella jamás usaría por cuenta propia.

-Qué demonios ocurre contigo chiquilla ESTÚPIDA, lárgate- me decía con furia mientras se incorporaba y volvía su desagradable cuerpo hacia mí, causándome horcadas por el asco, que desde luego tuve que controlar- QUE NO ENTIENDES, FUERA ESTAS INTERFIRIENDO.

Se atreve a reclamarme, ¿Quién se cree? Después de todo él es el que se metió entre Nico y yo.

Vas a permitir que nos hable así, vamos dale su merecido. Sé que quieres hacerlo anda muéstrale el precio que debe pagar por tocar algo que te pertenece- hablaba la voz en mi cabeza.

-Maki sal de aquí por favor- sonaba la voz suplicante de la pelinegra que me miraba con preocupación para enseguida cambiar de postura- Maki-chan ya hablamos de esto sabes que es mi trabajo así que lárgate ahora.

-QUE ESPERAS NIÑA LARGATE- volvía a gritarme aquel tipo mientras me cogía con fuerza del brazo y me jalaba llevándome fuera de la habitación.

Te está tocando con la misma mano sucia con la que la toco a "ella".

Eso fue lo último que escuche antes de que la habitación se distorsionara y mi cuerpo comenzara a actuar por sí solo. El concejal tenia sujeto mi brazo izquierdo y tiraba de mi dándome la espalda, mientras me dirigía a la puerta vi una lámpara en la mesa, donde se colocaba el servicio, cuyo pie y brazo eran de acero, la cual cogí al pasar cerca de ahí.

-Se equivoca concejal, aquí el único que sale sobrando y el único que interfiere es usted- fueron mis últimas palabras antes de impactar aquella pieza de iluminación en su omoplato ocasionando que deshiciera su agarre y cayera de rodillas ante el grito ahogado de Nico.

Una vez con él en el piso me aproxime nuevamente y volví a impactar la lámpara pero esta vez en su rostro ocasionando que esta soltara un leve chispazo. Enseguida comenzó a emanar sangre del rostro de aquel hombre así que volví a golpearlo como dos o tres veces más en el rostro hasta que los brazos de aquella pequeña chica me rodearon logrando que lo dejara.

Nico-chan gritaba mientras se aferraba a mi espalda sus brazos temblorosos se aferraban a mi camisa la cual se encontraba salpicada de sangre al igual que mi rostro; aquellos pequeños chorros de sangre eran el marco perfecto de aquella tétrica escena. Cuándo estuve a punto de volverme y estrecharla entre mis brazos el dueño del lugar hizo acto de presencia acompañado por aquella chica pelinaranja que minutos antes había amenazado. Desde el umbral de la puerta pude escuchar exclamaciones de pánico así como de sorpresa.

-¿Pero qué DEMONIOS hiciste? Tienes una idea de quién es él- expresaba con ira el dueño mientras se aproximaba con paso inseguro al inerte hombre del suelo- Sabes lo que puede hacernos por esto. ¡HEY ESTAS ESCUCHANDO!

Gritaba logrando que volviera a la realidad observando primeramente el enorme charco de sangre alrededor del semidesnudo concejal. Lo segundo de lo que fui consiente fue de la pequeña chica pegada a mi espalda la cual sollozaba y se negaba a soltarme.

-Y-Yo no, no- era lo primero que salía de mi boca ocasionando un mayor enojo en el anfitrión.

-Mira no me importa que tan asquerosamente rica seas, pero ahora sí que la cagaste y en grande- seguido de esto dirigió su mano a su frente y después se alboroto el cabello con furia- antes que cualquier cosa lárgate, te quiero fuera de MI NEGOCIO.

Eran sus últimas palabras para luego volverse hacia la mesera y darle indicaciones. Agache mi cabeza y cerré mis ojos y puños con fuerza, ya que sabía a la perfección el significado de sus palabras y no podía permitir que pasara. Él quería separarme de mi amada, ese lárgate era un claro no quiero que vuelvas a ver a Nico-chan.

Vaya, vaya al parecer el también planea quitarnos a nuestra mujer, ¿Qué harás Maki? Permitirás que nos eche así sin más- de nuevo hablaba la voz de mi cabeza.

-No sin ella- era el leve susurro que dejaba salir de mis labios para luego tomar con firmeza las manos de Nico que se encontraba en mi estómago y levantar mi mirada de manera decidida hacia el dueño del lugar.

-¡¿Qué dijiste?!- me decía el ojigris mirándome molesto.

-Dije que, NO SIN ELLA ¿entiendes?- me erguía ante él castaño mientras con mi brazo izquierdo aferraba a la pelinegra en mi espalda la cual continuaba gritándome una y otra vez: "Que hiciste" mientras me golpeaba con furia. Ante esto dirigí mi mano derecha hacia el bolsillo de mi saco- No pienso dar un solo paso fuera de este sitio sin ella a mi lado.

Lo miraba retadoramente mientras tanteaba con mi mano aquel metal que se encontraba en el interior de mi bolsillo. Ante mi mirada el ojigris se puso alerta mirándome de la misma manera y como si lo hubiéramos ensayado ambos desenfundamos con rapidez nuestra Ruger LCP calibre 9 mm, apuntándonos uno al otro sin desviar mis orbes violetas de los suyos grises.

-Eres rápida, posees una buena arma pero ¿Qué tan buena es tu puntería?- me decía con tono socarrón mientras me dedicada una media sonrisa- porque yo soy ex agente de policía y nunca he fallado un solo tiro; mucho menos a esta distancia.

-Soy cirujana así que mi pulso es excelente, además el peso del arma es poco y gracias a mi padre y sus excentricidades tome clases de tiro- decía con orgullo mientras le sonreía para luego soltar aflojar el agarre entorno a la ojicarmin- Nico amor deja de golpearme por favor y ve al otro extremo de la habitación no quisiera ponerte en peligro.

Ante mis palabras ella solo me miro por un segundo de manera temerosa para luego colocarse entre ambos ante nuestra mirada atónita.

-¿Nico que haces amor? Quítate de en medio- le decía con temor de que resultara herida o algo peor.

-Si Nico quítate esto no tiene que ver contigo- decía el castaño sin apartar su mirada de la mía- además si resultas herida me harás perder mucho dinero así que muévete.

-No, el concejal estaba conmigo cuando fue agredido lo cual me hará quedar como culpable ante cualquiera- decía mi chica mientras mostraba una mirada temerosa, el verla así me hacía impotente ya que me había jurado no hacerla sufrir- Además Maki-chan lo hirió por mí sin olvidar que tú y Honoka tendrán problemas también.

Le respondía con voz exaltada a aquel hombre el cual no parecía afectarse, tenía que pensar rápido sino ella resultaría lastimada o probablemente acabaría en la carcel y eso era algo que no dejaría que ocurriera.

Mierda que hago, si disparo lo más probable es que ese infeliz siga de pie. Piensa Maki debes sacarla de aquí sea como sea, pero eso sin herirla.

-Tienes razón Nico TODO es tu culpa pero descuida tu y yo luego nos arreglaremos- le decía el ojigris con furia contenida a mi enana- Ahora muévete porque esto es entre la "señorita" y yo.

-Espera es obvio que ninguno de los dos queremos herir a Nico, además de que apuesto a que ninguno de los presentes deseamos terminar en la cárcel, así que te tengo una propuesta- le decía al castaño con seriedad sin desviar ni un segundo el cañón de mi arma de su corazón.

-Dudo mucho que puedes hacer algo para solucionar este "inconveniente"- me decía enarcando sus cejas con molestia aquel hombre- pero bueno supongo que no pierdo nada con escucharte.

-Antes que nada qué te parece si bajas tu arma- el castaño me sonrió con burla mientras me lanzaba una mirada que parecía decir: "Me crees estúpido", a lo cual yo conteste colocándole el seguro a mi arma para luego hacerla girar sobre mi índice dejando el cañón bocabajo y devolviéndola a mi bolsillo todo ante su atenta mirada- ahora por favor deja de apuntar con esa cosa a mi mujer.

Le lanzaba una mirada asesina al notar que no dejaba de apuntar con su pistola a la pelinegra, así que me coloque frente a Nico y la envolví con un brazo para llamar su atención consiguiendo que me mirara por primera vez. Con sus ojos rubís puestos en mí, le acaricie la mejilla para darle algo de tranquilidad que al parecer no conseguí ya que seguía mirándome con algo de ¿miedo? haciéndome recordar que mi camisa y rostro aún estaban salpicados del cebo, perdón quise decir de la sangre del concejal.

Con un movimiento rápido saque un pañuelo y comencé a limpiar mi rostro siendo sorprendida por la mano de Nico que me arrebato el pañuelo mientras que con su otra mano tomaba una de las mías y me guiaba hasta la orilla de la cama, si la misma cama que minutos antes sostuvo su hermoso y delicado cuerpo mientras aquel sucio ser que yacía en el suelo emitiendo un leve quejido, intentaba hacerla suya.

Ignorando el asco que aquel recuerdo me producía me dedique a observar con detalle cada uno de los movimientos de aquella morena, el cómo se dirigía hacia una de las pequeñas mesas en el rincón de la habitación, cómo mojaba mi pañuelo con un líquido proveniente de una licorera y como enseguida volvía a caminar hacia mi terminando sentada a mi lado mientras aceptaba el tacto de mi manos en su delicada cintura.

-Bien Nishikino piensas hablar o tu intención es permanecer ahí embobada con Nico mientras el concejal muere desangrado- decía con sarcasmo aquel hombre del cual solo escuche su voz ya que mis ojos seguían clavados en aquella bellísima bailarina de rostro un aniñado.

-Tranquilo Takeshi- decía con calma sosteniendo con firmeza la cintura de mi amada mientras esta se encontraba de rodillas en aquel colchón y se erguía hacia mi limpiando con delicadeza mi rostro- por el concejal no debes preocuparte es tan gordo que debe tener sangre de sobra, además no creo que perder un poco le cause daño. En cuanto a su supuesta amenaza de cerrar este sitio tampoco debes preocuparte, en la habitación dentro de mi bolso hay un sobre con algunas fotos "reveladoras" del tipo corrupto que yace en tus pies en ellas encontraras el seguro que necesitas para no caer ante este o cualquiera de sus futuros chantajes.

-Honoka ve a verificar que lo que dice- volví mi mirada de nuevo hacia el sitio donde culmino toda la escena anterior, observando como aquella mesera iba y volvía con el sobre en sus manos- Woow sí que son un buen seguro, pero como las obtuviste Nishikino.

-Eso no es de tu incumbencia, solo necesitas saber que son 100% genuinas ninguna está editada- continuaba mirando al dueño de Heaven mientras cogía con fuerza a la pelinegra y la sentaba en mis piernas justo como lo harían los niños en época decembrina con Santa-san- las necesitaba para garantizar que ese hombre no se acercara a ella- esta vez la envolvía protectoramente entre mis brazos, ya que era obvio que aún seguía en shock, logrando que su cabeza reposara en el hueco de mi cuello y hombro- ahora la otra parte de mi oferta consiste en ayudarte a construir una coartada, empezando por atender al concejal. Créeme mis manos son sumamente hábiles ¿verdad? Jajaja- decía mirando a la pequeña entre mis brazos lanzando una pequeña risa al notar su sonrojo, al parecer comenzaba a reaccionar- Casi como las de un ángel, cuando termine con él y le baje la inflamación por los golpes casi no se notara la cicatriz en su rostro. Dime Takeshi aceptas que nos ayudemos mutuamente, claro todo siempre y cuando dejes ir a Nico-chan conmigo.

-¡Por supuesto que no eso no está en discusión Nishikino! Nico no dejara este sitio, es de mis mejores chicas lo sabes- decía con firmeza logrando que frunciera en ceño y estrechara con mayor fuerza a la chica entre mis brazos.

-No seas idiota Takeshi, sé que eres consciente de que lo último que te conviene es tenerme de enemiga. Por la manera en la que pronuncias mi apellido sé que sabes quién soy y mejor aún sabes quién es mi familia y que clase de "influencias" posee. Lo único que te pido a cambio de todo es que me dejes llevarme a mi chica- él solo rio y luego me dijo con voz profunda.

-Tienes razón conozco a tu familia y se de lo que es capaz, además de que se a la perfección que me conviene más tenerte de aliada que de enemiga pero lo curioso de todo ESTO es que lo único que pides a cambio es a una chica que a todas luces "proclamas como tuya" sin embargo yo no he escuchado ni una sola vez que ella afirme pertenecerte- decía enarcando las cejas y mirando a Nico que en ese instante se separó de nuestro abrazo y procedió a incorporarse.

-¡¿Nico?! ¿Amor?- le decía con voz temerosa sintiendo como ese vacío que siempre había existido en mi corazón volvía a mi pecho.

-¡Basta!- era el grito que emitía la pelinaranja para después incorporarse ya que segundos antes se encontraba en el suelo ejerciendo presión en el rostro del concejal para detener la hemorragia- La ayuda de Nishikino-san es lo mejor en este caso, sin embargo ambos olvidan algo muy importante- decía con decisión mientras se ganaba la atención del dueño y la mía- ninguno ha preguntado qué es lo que quiere Nico-chan.

Ante su revelación ambos miramos a la pelinegra que se encontraba de pie a unos pasos de la cama y con la mirada baja. Mi mirada fue de preocupación y miedo ya que no deseaba que se alejara de mí. La ojiazul comenzó a caminar con paso decidido hacia la bailarina para después cogerla del brazo con delicadeza y apartarla hasta la mitad de la habitación, una vez ahí la cuestiono sobre su decisión.

-No lo sé, todo esto es aterrador y tan confuso pero…- decía después de presionarse con desesperación la cabeza con sus manos para después continuar hablando mientras lentamente me miraba- Lo siento pero…- seguía consiguiendo que todo el aire abandonara mis pulmones y que comenzara a sentir que la fuerza se escapaba de mi cuerpo ante el posible rechazo que se avecinaba.

NOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOO ¿Por qué? ¿Nico?

Podía sentir como la oscuridad comenzaba a consumirme, era como si una densa niebla de amargura y pesar rodeara mi cuerpo impidiéndome pensar correctamente, era como si todo rastro de vida comenzara a emigrar de mi cuerpo. Lo cierto es que si ella se alejaba entonces yo, ya no tendría nada.

-Lo siento pero a pesar de todo yo AMO a Maki-chan- al escuchar su respuesta levante mi mirada siendo sorprendida no solo por sus palabras sino también por su abrazo el cual estaba lleno de esa bella sensación de luz y calidez que lograba desaparecer todo rastro de dolor y duda en mi- Me iré contigo Maki-chan pero antes debes curar al concejal y ayudar a Honoka-chan y a Takeshi.

-Lo que tú quieras amor- le decía dándole un dulce beso para enseguida apartarme de sus cálidos labios sabor a cereza y dirigirme hacia los otros dos- Necesito alcohol, vendas y toda la ayuda que puedas conseguirme, además de que necesito que alguien vaya a mi auto por mi maletín.

-Honoka llama a todo el personal de confianza que pueda ayudarnos con esto- le decía a la mesera que salió de inmediato en busca de ayuda- Nico "supongo" que conoces el auto de Nishikino, así que ve por su maletín de prisa- ordenaba aquello a mi pelinegra que sin decir nada salió disparada en búsqueda de aquello- ¿Necesitas que lo movamos o ahí trabajaras?

-Hay que moverlo a la cama y así podre detener más rápido la hemorragia- ante esto asintió dándole la indicación a los tres hombres que entraban seguidos de Honoka- bien me concentrare en él y después fijaremos la "versión oficial" de lo que le sucedió al concejal.

FLASHBACK 2 END

-Supongo que el concejal de quien hablas se trata del ahora Juez jefe de la Suprema Corte, Asakawa Ren- decía deductivamente la ojipurpura- Dime acaso tu eres la responsable de la cicatriz de su ojo izquierdo.

-Jajaja así es Hanayo yo soy quien le hizo esa cicatriz o bueno en términos exactos fue la lámpara que impacte en su rostro- decía sonriendo- Aunque bueno como puedes ver después de "aquello" le fue muy bien.

-Pero haber explícame Maki porque de verdad que no entiendo. Después de "aquello" Asakawa se quedó así como si nada ante la obvia humillación que recibió por parte tuya, de verdad no intento no sé vengarse o algo así- decía con verdadero interés la doctora de suaves mejillas.

-Claro que lo intento después de todo que hombre con un puesto político importante se dejaría humillar por una "chiquilla"- decía recostando mi cabeza en aquel sofá de manera cómoda- Luego de ese día intento buscarme a mí y a Nico, y por lo que supe por mi enana también se pasó por Heaven en más de una ocasión pero todo eso termino el día en que comencé a acercarme a su esposa. Sabía que a su esposa le encantaban los eventos de caridad además de que amaba la música así que sin pensarlo le metí la idea a mi padre de que organizáramos un evento de caridad para ayudar al tratamiento de algunos de nuestros pacientes que se veían angustiados por los costos de su estadía en el hospital.

-Organizamos una especie de evento cultural en donde el objetivo era que el arte, la música y la medicina convivieran además de que uno de nuestros eventos principales era un pequeño concierto de piano el cual iba a ser dado por mí. Después del concierto me acerque a ella y me hice su amiga consiguiendo así su respeto y cariño. El día en que el concejal se decidió a desquitarse por la golpiza de ese entonces, yo solo le hice ver lo cercana que era a su mujer y lo mucho que sabía de él y sus "movimientos", así que no le quedo de otra más que olvidarse de que algún día me conoció a mi o a Nico.

-Wooow Maki debo admitir que me sorprendes, realmente eres una persona muy racional lo cual debo admitir que me resulta extraño ya que yo llegue con una idea completamente diferente de quien eras- decía la doctora mirándome con detenimiento mientras que su postura reflejaba algo de confusión.

-Entiendo usted llego con la idea de encontrar a una chica completamente trastornada y sin sentimiento alguno, no es así- sonreía con socarronería mientras jugaba con uno de los mechones de mi cabello- pues lamento no haber cumplido con sus "expectativas" doctora, porque si algo hay en mí son sentimientos. De hecho podría jurar que estoy tan llena de ellos que es por eso que he actuado como lo he hecho hasta ahora.

Me incorporaba de aquel diván quedando de pie y de frente al escritorio de la doctora mientras posaba con intensidad mis ojos en ella notando como aquella mujer comenzaba a tensarse mientras deslizaba su mano derecha de manera muy lenta hacia abajo de su escritorio intentando alcanzar cierto botón de "pánico" que estaba ubicado en este. Así que para evitar que lo presionara y entrara aquella custodia a someterme levante los brazos a manera de rendición mientras volvía lentamente a mi lugar anterior.

-Tranquila Hanayo creí que éramos "amigas" y que estábamos platicando a gusto- decía con voz tranquila mientras le lanzaba una mirada inocente- Sabes es curioso pero aunque sé que es la primera vez que te veo hay algo en ti que me resulta conocido, no lo sé es como si al mirarte encontrara una parte de mi hasta ahora desconocida. Dime Hanayo eres hija única.

-Así es Maki, hija única al igual que tu- decía con aparente tono indiferente sin embargo en sus ojos había un pequeño brillo de expectación-

-¿Y tu madre?- por alguna razón que aún no descifraba mi corazón comenzó a latir con rapidez por su posible respuesta.

-Desgraciadamente ella murió hace algún tiempo, aunque algo me dice que su muerte no fue para nada tranquila ni mucho menos natural- soltaba aquello mientras me miraba con intensidad y se levantaba de su asiento con la intención de dirigirse hacia mí.

No podía apartar mi mirada de sus purpuras ojos mientras mi corazón y mente corrían como locos, algo en mi interior me decía que aquella chica era más cercana a mí de lo que podía siquiera imaginarme.

-¿Y…? ¿Y tú padre Hanayo?- decía casi entre dientes ya que me costaba hablar, mi respiración se detuvo al liberar aquella pregunta cuya respuesta estaba deseosa por conocer.

-A él no lo conocí, la persona que me crio me dijo que fue asesinado por un hombre muy rico y poderoso- al escuchar su respuesta me puse de pie de un salto y me encamine hacia ella- también me dijo que a pesar de que no me conoció, él y mi madre me amaron mucho y que algún día me reencontraría con la única persona que quedaba de mi familia.

Quede en una especie de estado de shock al escuchar y mirar a la mujer que estaba a escasos 10 cm de mí, la cual me miraba con tristeza y algo que parecía se ¿añoranza?

-¿Hanayo acaso tú eres?

Una "Girlfriend Experience", es un tipo de servicio que una prostituta o stripper ofrece, cuya característica principal es la inclusión de un comportamiento de novia o esposa con el cliente

CHAN CHAN CHAN CHAAAAN, Y QUE LOS DEJÓ EN SUSPENSO. LO SÉ SOY UNA MALA PERSONA PERO LA INTENCIÓN ES QUE SE PIQUEN CON LA HISTORIA Y ME REGALEN SUS SEXYS Y LINDAS OPINIONES.

Díganme por favor que les pareció, sé que no es el tipo de historia amorosa y sexy a la que tal vez estemos (hablando también por mí) acostumbrados pero no sé de repente se me metió esta idea loca y oscura en mi cabeza y me dije ¿porque no? Total nada pierdo y además es algo que no es tan común.

Bueno muchas gracias por llegar hasta aquí y espero tener la actualización de mi fic principal en estos días. ¡FELICES FIESTAS!