"Han pasado 6 años desde la última vez que la vi. Esos ojos color esmeralda, su tono de voz tan particular, su acento, su sedoso cabello color púrpura, su envidiable figura a pesar de que era tan solo una estudiante en ese tiempo. Extraño oír sus bromas, sentir sus abrazos y palabras de ánimo. Me pregunto qué estarás haciendo ahora, Nozomi... en qué parte de este mundo te encuentras? Sueño todas las noches con nuestro reencuentro, pero a veces me gustaría que fuese algo más que un sueño. Necesito verte, tocarte, besarte, contarte todos estos sentimientos que he guardado durante años, y solo tengo la esperanza de que alguien no te haya alejado de mí, imploro al cielo porque yo siga en tu mente, como ese día que nos despedimos, cuando nos confesamos a la otra, cuando prometimos amarnos eternamente, aún sabiendo que estando lejos era casi imposible. Estoy cumpliendo mi promesa, Nozomi, y tú? Lo estás?".
Eli está parada frente a la ventana de su departamento ubicado en el centro de Tokyo. Hace un par de años que comenzó a vivir sola. Aunque se había acostumbrado a la soledad, y al ritmo de su nuevo trabajo como dueña de una fábrica de artesanía. Debido a sus excelentes y destacadas notas en el área de arquitectura, logró ser reconocida como una joven prometedora en la industria, ganando la confianza de grandes empresarios a la hora de cumplir con su trabajo. Aunque Eli podría ser una de las supervisoras de una de las grandes compañías arquitectónicas de Japón, decidió vivir su vida en base a lo que ama, la artesanía, crear cosas de acuerdo a su imaginación, aunque de vez en cuando acude a reuniones o hace trabajos pequeños relacionados con la arquitectura. Tenía una vida acomodada, su trabajo era estricto algunas veces, pero no lo suficiente como para que este falta de sueño y descanso. Sin embargo, algo faltaba en la supuestamente perfecta vida de Eli. El amor de su vida, Nozomi, se había desvanecido de su vida hace algunos años. Aunque intentó hasta lo imposible por contactarla, no ha tenido éxito alguno. Comenzó a rendirse en la posibilidad de volver a verla, pero su amor por ella, y el intenso dolor en su corazón por no poder contactarla la hacían recordar aquellos dulces momentos que vivían juntas.
Nozomi y Eli se conocieron en la escuela Otonokizaka. Aunque les fue difícil al principio, lograron hacerse amigas a los meses después de haber ingresado a su primer año. Eli se postuló como la presidenta del consejo estudiantil, siendo Nozomi quien la ayudaría como vicepresidenta. Eli se caracterizaba en ese tiempo por ser una chica demasiado seria y fría, a diferencia de Nozomi, quien a pesar de ser distante con todos a parte de Eli, era bastante maternal y fácil de tratar. A menudo era quien suavizaba las situaciones tensas que dejaba su amiga. Sus sentimientos fueron aflorando por la otra a mitad del tercer año, donde al darse cuenta de que en unos meses iban a separarse, comenzaron a sentir pánico, y la necesidad de estar con la otra lo más posible. Nunca pasaron más allá de los besos y abrazos, pues ambas eran bastante tímidas en ese aspecto. Lamentablemente, el día de la graduación, Nozomi, quien hasta entonces vivía sola, recibió una llamada de sus padres, indicándole que se mudarían todos juntos a América. El trabajo del padre de Nozomi era demasiado demandante, provocando que la joven se criara usualmente por si sola, pero en este tipo de ocasiones, no le quedaba otra que obedecer. Fue ahí cuando la crisis comenzó. Nozomi solo tenía un par de días junto a Eli, y no sabía si algún día regresaría al lado de la persona que ama. Esos pocos días, los pasaron juntas y aprovecharon al máximo. Fueron a diversos restaurantes, centros de juegos, cine, hicieron pijamadas, etc. La pareja tenía los días contados, y trataban de no recordarlo hasta el último segundo. Finalmente, el día llegó. Eli fue al departamento de Nozomi para ayudarla a sacar sus maletas. Se dirigieron juntas al aeropuerto sin decir palabra alguna, sabían que si alguna de las dos hablaba, las lágrimas no dejarían de caer. Una vez en la entrada del puente que conectaba al avión con destino a América, Nozomi y Eli dejaron las maletas para que pasaran por el proceso de revisión. La hora de la despedida había llegado, y Eli, eligió cuidadosamente sus palabras, asegurándose de no dejar nada sin expresarle al amor de su vida.
Nozomi... te amo, eres lo más preciado que tengo en este mundo... - Toma fuertemente las manos de la menor. - Me duele demasiado el tener que dejarte ir ahora, cuando nuestro amor estaba creciendo, cuando al fin pude confesarte mis sentimientos... Nozomi... yo... no quiero que te vayas... quiero que te quedes conmigo, vivir juntas, amarnos, olvidar todo lo malo junto a ti... mi más amada persona, mi primer y único amor... Nozomi... yo...
Elichi... - Nozomi abraza fuertemente a Eli, quien temblaba mientras sollozaba en el hombro de Nozomi. - Yo tampoco quiero irme... te amo, con todo mi corazón... y desearía con toda mi alma el poder quedarme junto a ti... pero, no puedo... mis padres me esperan, y aunque saben que yo tenía una vida hecha aquí... insistieron en que fuera, y no puedo desobedecerles más... he intentado hacerlos cambiar de opinión muchas veces, pero nada parece persuadirlos... lo siento, Elichi... lamento que tengas que sufrir por mi culpa... lo lamento... Elichi... te amo... te amo... - Un apasionado beso cargado de sentimientos y emociones, con sabor a lágrimas y tristeza, sella su despedida.
Adiós, Nozomi... te amaré por siempre... siempre serás la única en mi corazón... no lo olvides...
Te prometo, que no tendré a nadie más que tu en mi corazón, siempre serás quien me haga suspirar, quien provoque mis sonrojos, quien me acelere el corazón... siempre serás mi Elichi... la única persona que amaré, por siempre... - Nozomi le da un último beso y abrazo, y con sus ojos llenos de lágrimas, se aleja y desvanece por la entrada del puente.
Adiós... mi más bello y grande amor... - Susurraba Eli al verla desaparecer.
...
...
...
De vuelta al presente.
Nozomi... si tan solo pudieras entrar por esa puerta, si tan solo pudiera ver tu hermoso rostro una vez más, escuchar tu voz decir mi nombre una vez más, me conformo con eso, con poder verte... no pido nada más... pero por favor... dime que aún me amas... que aún estás aquí... por favor... Nozomi... - Decía Eli en voz alta.
De repente, la puerta del departamento es golpeada frenéticamente, asustando y sacando de sus pensamientos a Eli. Cuidadosamente se acerca a la puerta, mira por el pequeño lente que da hacia afuera, y sus ojos se abren en sorpresa al ver quién estaba tras la puerta. Enciende la luz, y abre la puerta encontrándose con la persona que había deseado ver todos estos años.
N-Nozomi!
Elichi! - Nozomi entra bruscamente al departamento, rodeando el cuello de Eli con sus brazos, robandole un beso que parecía haber deseado durante mucho tiempo. - Estoy de vuelta... Elichi... - Dice con la voz quebrada.
Bienvenida... Nozomi... - Llorando, Eli cierra la puerta con llave, y empuja a Nozomi hacia el sillón de la sala, besando sus labios una y otra vez sin parar. - Te extrañé tanto... amor... te extrañé tanto... - Decía Eli con lágrimas en sus ojos.
Y yo a ti... mi Elichi... - Nozomi rodeó las caderas de Eli con sus piernas para lograr que sus cuerpos estuvieran más pegados. Querían sentir el calor de la otra, no querían despegarse por ningún motivo.
Luego de que la respiración les faltase, lograron despegarse unos momentos. Necesitaban conversar de todo lo que había pasado, y sus deseos podían contenerlos un poco más, pues ya lo habían hecho durante 6 largos años.
Nozomi... dime... cómo llegaste aquí? - Preguntó Eli sentándose junto a su chica.
Me gradué de la universidad en Estados Unidos. Aprendí a hablar inglés fluido, lo que me ayudó bastante en lo que se trataba de ganar dinero. Luego de un tiempo nos mudamos a China, donde utilicé mis habilidades con el inglés como traductora, claro, tuve que aprender chino también, hehe... - Miraba fijamente a Eli. - Luego de salir de la universidad y de mudarme a China, estuve viviendo con unos amigos en un bloque de departamentos, fue realmente divertido, pero no dejaba de pensar en ti, y en lo cerca que estaba en comparación a cuando estaba en América. Mi ansiedad por verte no podía controlarla... lloraba todas las noches al no sentirte a mi lado... - Hizo una pausa. - Cuando mis padres se enteraron de que quería volver a Japón, pensé que se enfadarían y me prohibirían hacerlo, pero para mi sorpresa, me dijeron que al tener ya 24 años era tiempo de tomar mis propias decisiones teniendo o no su consentimiento... fue ahí cuando preparé mis maletas, y tomé el vuelo al día siguiente... dejé todo atrás, solo quería verte.. y ver si habías mantenido tu promesa de amarme por siempre... hehe...
Nozomi... - La besa tiernamente. - Obvio que la respeté... has sido la única persona en la que he pensado todo este tiempo... me dolía el hecho de no poder verte o hablarte... dime... por qué rayos no intentaste contactarme en todo este tiempo?! - Lucía algo enojada y frustrada.
Elichi... lamento si lo viste así, pero créeme, lo intenté... pero no hubo caso... el sistema de marcado es obviamente diferente en América, pero cuando traté de hacerlo por Internet, me había dado cuenta que no recordaba tu cuenta... me robaron el celular el día que llegué al aeropuerto en América, así que no pude llamarte tampoco... no había nada que pudiera hacer por esos largos 6 años... Elichi, realmente lo lamento...
Nozomi... - Baja la mirada. - Espera, ahora que lo pienso, cómo supiste que estaba viviendo aquí?
Ohh, verás, al llegar al centro de Tokyo cuando intentaba llegar a tu antiguo departamento, me encontré con Alisa-chan, estaba con Yukiho, y me dieron la dirección de tu departamento... hehe... fue ahí cuando corrí hasta aquí...
Nozomi... - Se acerca lentamente y la besa. - Por eso te amo tanto... mi Nozomi...
Elichi...
Ven, acompáñame... - Toma su mano y se dirigen a la habitación de Eli, la cual tenía una cama amplia de dos plazas. - N-Nozomi... antes de cualquier cosa, necesito que sepas algo sobre mí...
Mmm? Qué cosa, Elichi?
Y-Yo... no soy una chica normal...
Eh? A qué te refieres con eso...
Será más fácil si te lo muestro... - Eli, una vez asegurándose de que Nozomi estuviera sentada en la cama, comienza a desvestirse. Empieza por hacerlo con la parte de arriba. Su chaleco azul y blusa blanca, fueron sacados rapidamente, dejando que Nozomi se perdiera en la perfecta cintura de Eli, al igual que sus no tan grandes pero bien formados pechos. Cuando se dio cuenta de que Eli estaba bajando sus pantalones, casi gritó de la impresión. En las sexys bragas negras de Eli, había algo arrollado. - Esto era lo que te quería mostrar... Nozomi... - Eli se baja las bragas finalmente, para dejar a la vista a su grande y erecto miembro frente a Nozomi.
E-Es...g-grande... - Dijo Nozomi con su rostro completamente rojo, y sus ojos con un toque seductor. - Elichi... eres una futanari, eh?
S-Sí... es todo un lío hacerse cargo de ambas partes... haha... - Reía nerviosamente.
Ma, Ma~ Si que tienes un gran amiguito aquí... - Dijo al tocar la punta con su dedo índice.
N-Nozomi... estás segura de querer... tocarlo...
Sí... pues quiero ver cómo disfrutas esto... - Nozomi sienta a Eli con las piernas abiertas sobre la cama. - Quédate tranquila, Elichi~
N-Nozomi... qué vas a ...
Shhh... tu solo disfruta, sí?
En ese momento Eli se dio cuenta. Si el cuerpo de Nozomi ya era esculpido cuando estaban en la escuela, ahora lo está aún más. Su cintura bien formada, abdomen plano, piernas fortalecidas, apretadas y largas, y su busto, el que parecía haber crecido un poco más. Su rostro simbolizaba un aire mucho más maduro. La forma en que tenía su cabello era con una trenza ladeada por su hombro izquierdo. Nozomi se levanta el sweater y brasier que estaba usando, revelando sus enormes y firmes senos. Al ver esto, el miembro de Eli tembló levemente, provocando una sonrisa en Nozomi. La joven de cabello púrpura, envuelve el pene de Eli entre sus pronunciados melones, dándole un nuevo placer a Eli al solo sentir la presión de ambos senos.
N-Nozomi... sigue por favor..
Hehe... - Nozomi, con ambas manos sujeta sus senos, y comienza a moverlos de arriba abajo produciendo fricción en el miembro de la rubia en cada movimiento.
Ghh... N-Nozomi... lámelo...
Ara~ Estás algo demandante, Elichi~ ... - Con eso dicho, Nozomi metió a su boca la punta del miembro de Eli, succionando el líquido pre-seminal que comenzó a salir.
"Ahhh...dios... esto es genial!" - Pensaba Eli.
"Mmh... este olor tan fuerte... me marea... pero me encanta..." - Pensaba Nozomi mientras lamía el miembro.
N-Nozomi...
Qué sucede, Elichi? - Dijo al liberar el miembro de su boca.
Y-Ya casi... hazlo más rápido, por favor...
Está bien... - Nozomi volvió a sus movimientos, esta vez moviendo sus senos en direcciones opuestas, mientras con su lengua rodeaba el glande, y a veces trazaba círculos alrededor del meato.
Ghhh... Nozomi! - Tomando la cabeza de Nozomi y empujándola hacia abajo, soltó el líquido dentro de la boca de la pelipúrpura. - Ha...ha...ha... Nozomi...
Elichi... lo disfrutaste? - Dijo tragando el líquido.
N-Nozomi! Por qué te lo tr-tragaste?! - Dijo alarmada.
Mmm? Por qué no? Es tuyo, Elichi... gulp... - Dijo al terminar de tragar.
N-Nozomi... - En ese momento, el pene de Eli se volvió a levantar majestuosamente, provocando un sonrojo en Nozomi.
E-Elichi... ha...
Nozomi, déjame hacértelo... por favor... - Tomó a su novia por la cintura agresivamente, y la colocó sobre ella.
Elichi... espera... - Se baja y se desviste por completo. Se limpia los senos con un paño húmedo. Luego, vuelve a sentarse sobre Eli. - Ahora sí...
Nozomi... - Hipnotizada, Eli lame los senos de Nozomi, trazando círculos con su lengua al rededor de los pezones, y vio cómo estos se endurecían de apoco. Con su mano izquierda, se iba al trasero de Nozomi, apretándolo fuertemente entre su mano, y con la derecha, bajo hasta la entrepierna de esta, masajeando los labios vaginales de la menor. Poco a poco, la pelipúrpura iba soltando gemidos cada vez más fuertes, pedía a Eli que moviera su mano más rápido, y sin darse cuenta terminó por mover sus caderas al compás de la mano de Eli.
Eli...chi... ya no aguanto más... por favor, métemela...
Nozomi... está bien... lo haré...
Eli comienza a buscar la entrada de Nozomi con su miembro. Nozomi la ayuda moviendo sus caderas. Cuando la encuentra, baja las caderas de Nozomi lentamente. Un fuerte apretón envuelve su miembro al traspasar la entrada.
Ghh... N-Nozomi... estás apretando demasiado fuerte...
E-Es mi primera vez... ahh... por eso... es obvio que pasaría... ghhh esto...! - Decía con una expresión de dolor en su rostro.
Nozomi, estás bien?! - Preguntó preocupada. - No tienes que forzarte a hacer esto... lo sacaré de inm-
No! - Gritó Nozomi. - No lo hagas... me acostumbraré pronto.. solo.. quiero sentirte dentro de mi... - Lo dijo con una voz tan dulce y sensual, que Eli no resistió en terminar de penetrarla. - Ghhh!
L-Lo siento!
D-Descuida... solo quédate así por unos momentos...
L-Lo haré... - Besaba el cuello de Nozomi, y masajeaba sus senos mientras el dolor se iba.
Ahora... puedes moverte... ahh...
Estás segura?
Sí... por favor, muévete... - Dijo al empezar a mover sus caderas de arriba abajo, mientras se sujetaba de los hombros de Eli.
Mmmhh... pero... tu ya te estás... moviendo... ghh... - Se aferró del trasero de Nozomi.
Ahhh... Elichi...
Nozomi comenzó a moverse rápidamente. Sus gemidos resonaban por todo el departamento, pero algo que impresionó a Eli es la estamina de su novia, pues llevaban bastante rato en el mismo patrón y Nozomi no daba indicios de cansancio.
"Agradezco que se haya mantenido en forma todo este tiempo... pues así podemos disfrutar mucho más...claro, yo no me quedaré atrás!" - Pensó Eli.
"Elichi... si supieras lo feliz y bien que me siento al por fin hacer esto contigo..." - Pensó Nozomi.
Elichi... te amo... Dijo mientras empujaba hacia atrás a Eli.
N-Nozomi... - Se sorprendió al ver la lascivia de su novia mientras la montaba. - Nozomi! - Agarró el trasero de Nozomi, y comenzó a embestirla desde abajo mientras se coordinaba con los movimientos de Nozomi.
Ahhh... Elichi!
N-Nozomi!
No pasó mucho tiempo hasta que Eli terminó soltando su líquido dentro de su novia. Ambas, agotadas, se recostaron en la cama. Sudadas, y con dificultades para respirar, sentían que sus piernas y caderas les dolerían al día siguiente.
Nozomi...
Elichi...
Luego de la maratón de sexo, se abrazan, completamente desnudas, disfrutando el calor de sus cuerpos, mientras una enorme alegría las invade, al tener a su primer amor de vuelta en su vida, para ahora, y para siempre.
Fin...
Bueno chicos(as), espero les haya gustado :D gracias por seguir mis fics :) y recuerden, si quieren más de esta historia envíen sugerencias c: un abrazo y nos vemos!
