Lo Correcto


Elieen Prince desapareció del que alguna vez fue su hogar con miedo, miedo de no hacer lo correcto, miedo de lo que sentía y pensaba, miedo de que su familia la encontrara, miedo de sí misma.

Pero cuando apareció en su humilde casita de la Hilandera, y observo a Tobías sucio por el trabajo en la fábrica, sentado frente a la chimenea en el único sillón que tenían, cansado y nervioso por la espera, todo su miedo desapareció.

Tobías volteo un poco asustado por el súbito sonido de la aparición, todavía no se acostumbraba a la locura de la magia y lo sorprendente de esta, pero eso no evito que sonriera cuando vio a su preciosa Elieen, ataviada en un vestido negro que parecía de otra época, se acerco a ella despacio y la tomo en sus brazos mientras solo la luz de la chimenea los ilumina en la oscuridad de la noche, por fin estarían juntos para siempre lejos del miedo.

Elieen y Tobías se casaron al estilo muggle, se noto la falta de asistentes a la boda con solo unos cuantos familiares de Tobías, más eso solo menguo un poco la felicidad la pareja, pues no se podía hacer nada, a veces simplemente eran, así las cosas.

La novia era pelinegra, tenia una mata espesa de cabello, muy lacio hasta la cintura, sus ojos eran de un precioso gris y su piel era muy pálida, tanto que en ocasiones parecía enferma, sin embargo, este día era la excepción pues con su radiante sonrisa iluminaba su preciosa mirada, su nariz era pequeña y respingada, y era considerablemente más alta que el promedio y aun así Tobías la sobrepasaba por media cabeza.

La verdad los asistentes a la boda se preguntaban cómo había conseguido una esposa tan bella, pero todos sabían que no debían dejarse engañar por las apariencias, más de algún varón del vecindario trato de propasarse con ella, solo para encontrarse después con golpes y cortadas que ellos no recordaban hacerse

Nadie podía dudar que Elieen no era una delicada flor desprotegida del mundo, después de todo, aunque los muggle no lo supieran ella era un Prince y una Slytherin, a fin de cuentas.

Tobías por el contrario era un hombre más bien tosco, tenía una mirada amenazante, la mayoría de las veces sin proponérselo, de un color negro profundo, su pelo era lacio pero corto pues en la fábrica el pelo largo era peligroso, era musculoso por el esfuerzo que conllevaba cargar cosas muy pesadas constantemente, su nariz era grande y aguileña tosca como el hombre que la portaba, su único buen rasgo era la sonrisa que le dedicaba a su preciosa Elieen, con solo esa sonrisa todo su rostro cambiaba, solo por esa chica.

Las ropas de ambos eran un regalo de la madre de Tobías los trajes habían sido de la madre y el padre de este cuando ellos mismos se casaron, y aunque era un sencillo vestido blanco, con el porte elegante de Elieen era indiscutible lo hermosa que se veía, el ojinegro se sentía un poco incomodo con su traje, pero no le parecía correcto firmar de otro modo el acta de matrimonio.

Elieen se veía preciosa y no pudo evitar besarla frente a todos incluso antes de firmar los papeles

Ese 25 de abril Elieen y Tobías se casaron, ese mismo día Elieen planto en su jardín unos hermosos lirios para conmemorar su día especial, esperando un futuro lleno de felicidad en su casa de la Hilandera.


Buenas Chic s, soy nueva en esto de escribir fanfics y eso se va a notar bastante, la verdad, pero realmente me frusta lo conforme que esta la gente con el final o con la vida de Severus, así que yo haré mi propia historia de su vida, a como mi imaginación me lo permita