Reviews abajo, se necesitan para ver como va el producto o que dirección tomara este proyecto, aún es una idea en proceso, ya que viene de un sueño loco que tuve. Espero les guste. Pueden leer mi fic de una toma para que se guíen un poco en la dirección que esta irá.

Un santo para un ángel.

Capitulo 1 (Nuevos cambios)

Emiliana POV

No se como llegamos aquí, ni como planeamos quedarnos aquí. No es que no me guste, es un lindo país o lo poco que he visto, aún no se por que dejamos todo atrás, siempre creí que éramos felices en Italia. No teníamos muchas cosas pero estábamos bien, ahora estamos en un lugar completamente distinto, me siento rara, no entiendo lo que hablan, lo que hacen, la gente pasa a tu lado, pero no te ve, la ciudad donde estamos es grande, nada como nuestro pueblo. Ahora me encuentro aquí sentada, haciendo lo mejor que se hacer escribir con lo poco y nada que queda de luz. El lugar es pequeño, papá pasa todo el día fuera, mi mamá sino esta en la ventana esta en la pequeña cocina, yo me encuentro sentada al frente de ella viendo revuelve la pequeña cacerola que al parecer será la cena. No he visto a Phillipo en todo el tiempo que hemos estado aquí, dios no lo he visto desde que nos marchamos, me parece extraño, mi mamá no me ha dicho donde esta, tampoco quiero preguntar, quizás el se quedo en casa. Aunque quisiera preguntar no me dirían nada, tengo apenas 14 años, que podrían confesarle a una chiquilla. Ahora mas que nunca quiero que no me vean como una niña, en mi interior tengo la sensación que tendremos que luchar, yo no se mucho del mundo, pero podría ser de ayuda en algo. Me bajo de la silla y empiezo a caminar hacia donde mi madre, sus hombros se mueven y escucho su respiración forzada, solo basto un paso mas para notar que esta llorando, por los grandes ojos rojos, sé que ha estado llorando por mucho tiempo… Acaso soy tan descuidada. Me acerco y todo lo que se hacer es plantarme en su lado y abrazarla, no quiero preguntar, por que no quiero saber, hay pocas cosas que pueden destruir a una mujer fuerte como ella, la razón de su llanto debe ser algo enorme.

"No sucede nada principessa... Solo estoy preocupada por tu padre" No podia mirarme, nisquiera podia tocarme, solo mirar al frente y seguir repitiendo lo que me dijo. No sabia que decir, que hacer.

La puerta de abrio y vi la cansada figura de mi padre entrar al cuarto, parecía exhausto, pero una sonrisa iluminaba su rostro, esta duro hasta que notó la situación. Se acerco a mi madre y la envolvió en un abrazo calido que hizo que esta se diera vuelta y enterrara su cara en su cuello, el llanto y desesperación dejando su cuerpo inmediatamente. Las cosas irían bien las cosas mejorarían, solo pedía que si Phillipo quería venir, nos pudiera encontrar.

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3 años después

El restaurante estaba a capacidad y aún así llegaba gente, no podía creer que en tan solo 3 años construimos nuestro pequeño imperio. Cuando mi papá vino a casa esa noche, la esperanza de un nuevo cambio lleno nuestras vidas, todo empezó como un servicio de comidas a domicilio, nuestros primeros clientes fueron unos pocos vecinos pero nos iba bien, tanto, que alcanzo hasta para enviarme a la escuela, al principio no entendía mucho, ya que aún no manejaba muy bien el ingles, pero cuando iba a entregar los almuerzos conversaba un poco con los vecinos y ellos me ayudaban. Ellos estuvieron en mi situación en algún momento, la mayoría de los que vivían en la parte sur de Boston eran extranjeros. Pero de alguna manera éramos todos familia, una gran familia. Fui sacada rápidamente de mis pensamientos por la voz de mi padre.

"Bella, la señora McMahon te necesita" me dirigí a la mesa, mientras mi padre retiraba la loza de una de las mesas. Al llegar a la mesa, noto a la pequeña mujer saboreando lo ultimo de su lasaña. Ella era Irlandesa por donde se le mire, pero una cosa que disfrutaba esa mujer, mas que las misas de domingo en la catedral, era la lasaña, decía que podía saborear toda Italia sin siquiera haber conocido el país.

"Necesita algo mas?"

"Me gustaría tener dos porciones mas para llevar" la miro por un segundo algo extrañada, la señora McMahon vivía sola en un edificio que me recordaba a mi primer hogar en el país. Con una sonrisa decidí preguntar, por la extraña petición de la mujer.

"Mmm... Hay algo que no me ha contado? Quizás algo referente a una compañía… Masculina quizás? Muevo mis cejas de forma sugestiva mientras la veo sonrojarse y taparse la cara.

"Oh no querida, solo que planeo llevar un poco a unos vecinos míos, son dos chicos trabajadores, pasan todo el día fuera, quizás un poco de comida casera los haga sentir bien" si alguien se preocupaba mucho mas de los de mas que de ella era la señora McMahon. "Y trae la cuenta, también"

Sin nada mas que decir me retiro, pero mis pasos son abruptamente cortados por una figura enorme, era alto y delgado. Parecía estar en sus 40's, tenia la cabeza rapada, sus rasgos no eran para nada americanos, como creí que era otro cliente le ofrecí mi ayuda.

"Disculpe, necesita algo" el hombre me miro por un largo momento, antes de dirigir su mirada hacia el mesón.

"Necesito hablar con tu jefe, el esta aquí?" nadie que había conocido hablaba como el, aquí todos eran amables, pero el parecía tener un poco de desprecio en su voz.

"No tengo jefe, pero mi papá es el dueño" miro hacia atrás adonde el esta en la puerta que lleva a la cocina "Papà quest'uomo cerchi, sai?" me mira por un segundo antes de dejar los platos y acercarse hacia donde el hombre se encontraba. Mi padre iba a empezar a hablar hasta que el hombre lo interrumpio.

"Se que ustedes son de Italia, por eso vengo a ofrecer una mano, una ayuda al hermano, mi nombre es Giuseppe Yakavetta, pero todos me dicen Papa Joe. Si pudiéramos conversar un poco, de lo que puedo ofrecer" Estaba lista para cortar lo que tendría que decir el hombre, cuando mi padre me empujo hacia la cocina.

Algo andaba mal, algo seriamente estaba mal y yo no podría dejar las cosas así.

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8 meses después

Al principio no sabia bien, que es lo que pasaba, pero luego gracias a algunas personas empecé a sacar mis propias conclusiones, la verdad, no podía entender la por que fijarse en un pequeño restaurante como el de nosotros, si nos iba bien, pero por que, un hombre con su poder podría tener cosas mas grandes y mejores. Ese día fue una de las primeras visitas, después otras de otros personajes, aparecieron todos los días en nuestra puerta por 2 meses, era una rutina ya, pero aún así mi papá nunca me dejo ni a mi mamá ni a mi lidiar con ellos, cuando estaban cerca de nosotras el aparecía de la nada y como siempre tenían una discusión. Hubo momentos en los que creí que podrían hacer algo, pero siempre se iban. Esto extrañamente dejo de pasar hace 6 meses ya, la verdad, no notamos al principio, pero definitivamente nos alegrábamos de que nos dejaran en paz, algunos clientes empezaron a evitar el restaurante y no había mucho por hacer más que seguir adelante.

Ya estoy en mi último año y mis padres están decididos que salga de la escuela y comience de inmediato una carrera en alguna universidad, hace poco me entere del fondo que tienen en el banco con dinero para mis estudios, fue su regalo de cumpleaños uno planeado hace mucho y verdaderamente me sentía un poco mal de que pensaran tanto en mi. Nunca mas hablamos lo que pasó con Phillipo, pero no me basto mucho para darme cuenta de la cruel realidad, el estaba fuera de la fotografía para siempre, como? No lo se, solo se que el no está aquí, lo extraño el tenia mi edad cuando nos cambiamos aquí, mis padres nunca hablan y cuando preguntaba, no respondían o de plano me negaban cualquier conversación con ese nombre. Era mejor no pensar en eso, se que duele pero no podía pensarlo, menos ahora que el restaurante volvía a renacer.

Pero las cosas buenas no duran mucho y el ascenso tampoco lo hizo, hemos estado batallando cada situación posible. Plagas, quejas de salubridad, robos…. Y muchos más que no podría terminar nunca de mencionar, la verdad creí que a este rumbo las cosas ya estaban lo suficiente mal. Pero ahí no terminaba, eso era solo la punta del iceberg, mis papás negaron saber la fuente de nuestra repentina mala suerte pero yo sabia bien… Dios sabía mejor que bien, todo era por esos hombres y su estúpida manera de ganarse nuestro negocio, no podría decir que vi venir todo esto, pero tampoco imagine que podrían hacerlo. Vandalismo e intentos de incendio nos han mantenido alerta, mi padre ha llegado al extremo de dormir por las noches en el restaurante, esto seguí así y no podía concentrarme en el colegio sabiendo todo lo que podría estar ocurriendo en esos momentos. En mi camino al restaurante, pare ante la conmoción fuera de una tienda de electrodomésticos de apoco me hice mi camino hacia el centro donde parecía haber una agitada conversación. En las pantallas que adornaban la vitrina del lugar un noticia surgía, una balacera en un strip club, uno que parecía perpretado por los mismos individuos que aparecieron en medio de una reunión de la mafia, estas noticias han estado apareciendo de esta manera por las ultimas semanas, los Saints de Boston los llaman, sacan a cada hombre que daña la cuidad y lo eliminan, la primera vez que vi la noticia me pareció que era algo necesario, no se si era por mi gran repulsión hacia la mafia y su deseo de controlar el negocio familiar, o por que en verdad era algo bueno lo que hacían. La conversación iba entre si lo que hacían era bueno o malo, unos indicaban que eran asesinos no importa a quien fuera la victima, otros apoyaban la iniciativa, no se que demonio tomo mi cuerpo pero reaccione contra el hombre que intentaba explicar por que lo que hacían era igual de malo o peor que la mafia.

"Ver un crimen y no hacer nada, es igual o peor que hacerlo tu mismo" sin mas me fui tenia cosas que hacer y calculando la hora, el restaurante ya tenia algo de gente.

Al llegar estaba cerrado y mirando por las ventanas mis padres estaban sentados en unas sillas cerca del mesón mi madre lloraba y mi padre parecía consolarla pero al mismo tiempo hablaba las palabras que la hacían llorar, abrí la puerta y al momento que esta se cerro ellos tenían su atención en mi, podía notar la manera en que mi madre intentaba reponerse.

"Que es lo que pasa? Son casi las 2 deberías abrir"

"Las cosas están bien, bambina, siéntate un momento" ira llenó mi ser, por que siempre intentaban hablarme así a mi, necesitaba respuestas que o me eran entregadas cuando me hablaban de esa manera, por dios ya tenia 17, sabia lo que ocurría hasta cuando pretenderían.

"No, estoy harta y cansada que intentes ponerme una venda en los ojos, quieren que me comporte como una adulta, entonces empiecen a tratarme como una, ya no soy una niña, necesito respuestas y las quiero ahora" mi padre se acerco a tomar mi mano, pero la tire fuera de su alcance.

"Las cosas no han ido bien últimamente, han ido peor de lo imaginado, no nos queda nada, no hay mercancía ni dinero. Con tu madre creemos que es tiempo ya de cerrar para bien" lo mire perpleja por un momento, las cosas no habían ido bien, pero llegar a esto. "Un amigo nos ofreció trabajo en su restaurante, tu no tendrás que trabajar solo concentrarte en tu último año y luego la universidad" miro mi rostro por un momento y luego tomo mi mano. "No podemos seguir así, necesitamos algo, el poco dinero que tenemos nos queda para pagar el último mes de renta del local"

Yo no dejaría que dejaran todo así, pero no diría nada, solo asentí y vi como mi madre volvió a llorar, mi padre la empezó a consolar de nuevo. Ahí fue cuando lo vi, la idea que salvaría todo, podría sacar los fondos universitarios, remodelarlo todo hacerlo nuevo, y con lo que ganaríamos podríamos reiniciar todo.

Las cosas no duran… Esto no lo hizo tampoco, puse mi fe, tanta fe y energía ahora todo se fue, la policía lo clasifico como un caso accidental, quizás los materiales que habían adentro eran la causa del incendio, pero yo sabia bien, sabia mas que bien la fuente de nuestra nueva desgracia. La peor parte definitivamente fue admitirles a mis padres lo que hice, a este paso estaría terminando mis exámenes, preparado mi graduación, pero ya no había nada, ni siquiera dinero, me sentí estúpida por creer que podría organizar todo. Ahora veía como mis padres se iban en un avión devuelta a casa, no quise ir, no quería dejarle saber a ese hombre que gano, que nos borro del mapa, no entendía como un hombre así podía tomar lo ajeno hacer lo que quisiera y salirse con la suya. Ahora la idea de tener vigilantes en la ciudad parecía más que necesaria, pero con vigilante y todo su familia se deshizo, no tenia nada, excepto un poco de dinero y un trabajo en un restaurante de un amigo de su papá. El juicio en contra de Yakavetta era un chiste, era algo obvio que ese hombre saldría limpio de cualquier cargo, el tenia el poder en sus manos.

Limpiaba unos vasos cuando salieron en las noticias, los Saints de Boston hicieron una aparición en pleno juicio, y lo eliminaron, una ola de nausea me inundo, era tanto la pena, rabia y tristeza que no lo pude aguantar, era casi abrumadora la situación, tuvo que morir para que las cosas pararan, tuvo que ser así. Las grabaciones de la corte fueron cortadas por la aparición de los dos fugitivos, los hermanos MacManus, mas conocidos como los Saints se habían dado a la fuga y quien los veía podría reportar a la policía. Claro podían dejar pasar a un mafioso, pero no a unos hombres que todo lo que hacían era proteger y de paso hacerle el trabajo mas fácil a ellos. Empecé a sentir el sur de Boston un poco mas distinto, quizás las cosas mejorarían de ahora en adelante, o quizás con ellos a la fuga, esto se convertiría en un infierno, pero sea lo que sea, tendré que luchar. No volveré, no me rendiré.

Nota de autor:

Ufff... definitivamente decidí escribir esto para introducir un poco mas en mi OC, pero no se preocupen señoritas los hermanos MacManus ya harán su aparición. Intentare jugar con los puntos de vista y no quiero que se mezcle mucho así que haré lo posible para hacerlo claro. Dejen sus review aquí abajo, ayúdenme dándome algunas opiniones o sugerencias, siempre son bienvenidas :D