Disclaimer: Haikyuu y todos sus personajes son propiedad de Furudate Haruichi.


Day: #1.

Prompt Used: Summer Nights.

Rating: K.

Pairing: Iwaizumi Hajime/Hinata Shouyou.

Warnings: No es intencional si Hinata no les parece muy entrado al personaje.


Esto es, como dice el resumen, para la Hinata Rarepair Week en Tumblr. Es un pequeño aporte y va especialmente dedicado a Saku que tanto ha aguantado mis historias sin sentido ni forma alguna. Primera vez publicando en , gracias por tener esto en cuenta.


"Déjalo ir"

Es lo primero que se le viene a la mente mientras sus ojos, de ese color marrón tan común pero no por ello menos brillantes, se quedan fijos en el cielo. Es una bella noche, llena de estrellas que, de cierta manera, le hacen pensar que están allí para poder presenciar una despedida.

¿Debería de sentirse mal? ¿Debería de estar llorando?

Son sentimientos contradictorios los que tiene por dentro, Hinata siempre sería una persona propensa a dejarse llevar por lo mínimo que sintiera, alguien transparente que deja que todos vean sus temores, sus ansiedades, sus aspiraciones. No tiene miedo a ocultar nada. Sin embargo, allí en el parque en donde acordaron reunirse no puede expresar nada, tiene miedo de lo que llegaría a pasar al dejarlo descubrir lo que realmente siente. No hay felicidad, no hay emoción, lo embarga la tristeza de ser dejado atrás.

"Chibi-chan, me han aceptado en una Universidad de Tokio."

La frase sigue allí, latente, desde el instante en que fueron pronunciados por esos labios que tanto había anhelado besar, que tanto anhelaba que fueran para él y que le dijeran las palabras mas hermosas que pudiera escuchar. Es una persona llena de sueños, de ilusiones y en esa ocasión no es la excepción, pero ahora no hay un sueño hacía una meta en particular que pueda cumplir por si solo, ahora es un sueño que sólo podría ser cumplido si esa otra persona lo amara, si realmente lo quisiera y sabe que no es el caso. Es una despedida vacía, no hay una razón en especial para la cual Iwaizumi-san aceptase encontrarlo en el parque. No hay nada más allá de la sonrisa que recuerda que le dedicó ante la noticia, su emoción. No quiere ser transparente ahora, no cuando sabe por primera vez que sus sentimientos podrían dañar a alguien, alguien al que sólo quiere desear suerte en su vida porque Hinata sabe que será dejado atrás. Ese es el riesgo de enamorarse de alguien que está en tercer año cuando acababa de cursar el primero.

Escucha los pasos de alguien acercarse, sus ojos se cierran como si fuese un sueño y nada de eso pasara, como si la última noche de verano que estaría con él sólo es una ilusión de sus mas aterradoras pesadillas. Siente su presencia a su lado, tomando asiento en la banca, el corazón se le desborda. Latidos rápidos, respiración agitada y el rubor de sus mejillas que aparecen cada que está a su lado. Se pregunta si ha sido demasiado obvio con sus intenciones todos esos días desde que se atrevió a hablarle al As de Seijoh, si ha notado sus manías de querer tocarlo, de querer llamar su atención, de sentir una especial irritación por lo cercano que es el Gran Rey con él, la envidia de que es un senpai para Kageyama y que, cada que lo voltea a ver, Hinata se da cuenta de que tan lejos se encuentra.

Era una sensación parecida a la que tuvieron en el primer partido oficial contra Seijoh, Hinata recuerda haber tenido una visión, una especie de imagen mental que no se iba desde que las jugadas en el último set se hacían cada vez mas difíciles. Su mano extendiéndose hacía la camisa blanco con turquesa del As, el número 4 grabado allí junto con el nombre de la escuela. La sensación de vacío ante el cerrar de sus dedos sin alcanzar nada, sólo con la esperanza de que a la siguiente vez pudiera tocarlo siquiera. Se siente melancólico, los momentos que logró estar con Iwaizumi Hajime le aparecen en cámara lenta y se pregunta si es parecido a cuando alguien muere, que ve todo de esa forma, la vida pasar frente a sus ojos. Y es como un presagio de que todo lo que pensó que podía pasar, sus esperanzas y sus momentos estaban por terminar allí.

Es una noche de verano, una noche bella, el calor no es tan sofocante, el cielo nocturno no deja de brillar en su máximo esplendor y Hinata piensa que no podría tener una mejor vista justo ahora.

Todo había nacido por una admiración profunda, de su fuerza por superar obstáculos, por su gran perseverancia, porque sabía que no todo lo que hacía el equipo se lo llevaba el Gran Rey. ¿Cómo iba a saber que tanta admiración podría crecer de esa forma? Cuando se dio cuenta, ni siquiera la mención de Bokuto-san lograba llamar su atención si Iwaizumi-san estaba allí.

.

"Chibi-chan, ¿pasa algo?"

La pregunta lo saca de sus pensamientos, su rostro gira como si realmente no creyera que en todo ese momento de silencio el mayor esperó pacientemente a ver si algo se reflejaba en Hinata. Sonríe, sonríe porque se da cuenta de que es lo único que puede hacer y tras unos momentos de duda, tras unos momentos llenos de aprensión se decide por tomar la mano ajena. Posa la suya de forma casual, apoyada sobre el asiento de la banca y puede sentir el ligero respingo del cuerpo ajeno por el tacto sorpresivo.

"No pasa nada." Responde, quizá no con la sinceridad tan conocida proveniente de él, pero sonríe sin importar que.

En una noche como aquella, se permite dejar ir entre sus manos a la persona que fue el primero en despertar sentimientos tan extraños y alucinantes, se permite dejarlo ir.

"¿Sabe? ¡Estoy emocionado por usted! Es como si me metieran en una licuadora y fuera el resultado que saliera de allí, entre la emoción, la ansiedad y todo ello porque usted está a punto de salir al mundo por su cuenta..." traga saliva, sus ojos se entrecierran y se aguanta las ganas de llorar, de gritar para poder continuar con lo que tiene en mente. "Gracias por permitirme el despedirme a estas horas."

El día de mañana, sabe que ya no podrá verlo en las calles, ya no podrá buscar su presencia y en los siguientes partidos contra Seijoh ya no habrá nada que lo emocione a tal grado como enfrentarlo. Su presencia se esfumará.

Y se inclina, de forma rápida y torpe, sus labios lo rozan y las lágrimas contenidas están punto de desbordarse cuando trata torpemente de evitarlo.

Y está seguro, en medio de todo eso, que no habría podido pedir una mejor despedida.

Justo en una noche de verano.


La idea original era un simple fanfic de una despedida y sentimientos correspondidos, desgraciadamente para muchos amo los amores imposibles y no correspondidos. Lo lamento.