No podía dejar de dar vueltas por la habitación, la ansiedad por saber que estaba ocurriendo lo consumía y los nervios de cualquier padre primerizo lo torturaban. Astrid comenzó con los dolores del parto cuando la luna ya estaba muy arriba en el cielo,dejo a a Gothi y el resto de mujeres que llego a su hogar actuar con respecto a su experiencia, beso a su esposa en la frente antes de salir de la habitación, prometiendole que todo estaría bien, el amanecer comenzó a aparecer y el aún no tenía noticias de su esposa y su hijo.
Sabía que los nacimientos tardaban, pero nunca pensó que el tiempo correría tan lento, no había de que preocuparse, su madre se encontraba con ella y Gothi sabia lo que hacia se repetía una y otra vez en su mente.
Con cada grito y gemido que escuchaba de su esposa se le oprimía el corazón, sin duda era una mujer sorprendente, sintió como el aire de la casa comenzó a abrumarlo, se sentía inútil con su esposa sufriendo y el se encontraba allí sin hacer nada, por lo que decidió salir a respirar un poco, para ver si asi sus nervios se disipaban.
Apenas salió de su hogar sus amigos acudieron a él, incluso uno que otro aldeano curioso se acercó a la casa esperando escuchar del jefe que el próximo heredero ya había nacido.
—¿Y?, ¿Ya nació?— Fishlegs dijo con suma emoción.
—No, aún no nace, solo...necesitaba un poco de aire— El jefe le respondió mientras dejaba salir el aire pesadamente.
—¿Porque tarda tanto? El mocoso de patán salió enseguida, debe ser porque ni el cuerpo de su madre lo aguantaba— Se burló el gemelo, comenzando a reírse solo.
—Tal vez el mocoso de Hiccup se cree demasiado importante— Acompañó su gemela en las burlas, comenzando a reírse con su hermano.
—Nadie es más importante que mi pequeña Jorgenson— Les reclamo el enfadado padre de la criatura mencionada —¡Además no deberían hablar así de mi hija!.
—¡Relaja el casco, bromeamos para que hipo se tranquilice!— Dijo Ruffnut como si nada —¡Si!, porque tiene cara de que comió algo en mal estado— Defendió también su gemelo.
—Si...pues no creo que este dando resultado—Comento el ex-trampero apuntando al castaño que se encontraba inmóvil.
—¡A dejado de respirar, Hiccup a tierra, aterriza el dragón!— Ambos gemelos comenzaron a sacudir al jefe excesivamente esperando que así este reaccionará.
—¡Lo hacen muy despacio!— Les grito Snotlout, mientras se metía en medio de los gemelos y comenzaba a agitar con mayor fuerza a Hiccup.
—¡No lo muevan tanto o se sentirá peor!— Fishlegs les dijo mientras también se incorporaba a sus amigos, esperando que dejaran asi de agitar al jefe.
Pronto Hiccup se encontraba entre un montón de brazos que luchaban y lo agitaban, el único que estaba ajeno a la lucha era Eret que se encontraba un poco mas alejado de ellos, la lucha de brazos continuo hasta que un pequeño grito se sintió del interior de la casa, todos se quedaron quietos como si lo que escucharon hubiera sido parte de su imaginación.
Hipo agudizo el oído esperando cualquier tipo de sonido que saliera de su hogar, deseo que no fuera su mente jugándole una mala pasada, fue ahí que lo volvió a escuchar, un pequeño grito, era el grito de su hijo o hija, salió disparado al interior de su casa, totalmente emocionado por la nueva Aventura que estaba por vivir.
Se apresuró por las escaleras dando pequeños tropezones mientras subía, nervioso, abrió la puerta de su habitación con lentitud, esperando no encontrarse dentro de un sueño, cuando su madre salió a su encuentro y lo abrazo con fuerza, lucia cansada, pero su sonrisa era amplia y cálida.
—Hiccup, ¿quieres conocer a tu hijo?— Dijo la nueva abuela cargando un pequeño bulto que sostenía una de las mujeres que ayudaba a su esposa.
—¿Hijo?
—Es un varón, se parece mucho a ti— La castaña le respondió mientras acariciaba la mejilla de su hijo y le entregaba a su bebe.
Hiccup cargo a su pequeño temblorosamente, su hijo era pequeño y lucia frágil, su piel aun estaba algo rojiza y tenía el cabello castaño igual a él, aunque no podía ver el color de sus ojos, porque su hijo se encontraba muy dormido y al parecer no tenía ganas de despertar o no pensaba hacerlo pronto.
—Bienvenido al mundo— Le susurro, sintió como se le hizo un nudo en la garganta por la emoción —Yo soy tu papá, tal vez estés decepcionado del que te toco, puedo ser un poco torpe y un exagerado, pero créeme que te querré con todo mi ser, como te he querido desde que me entere que venias a nuestras vidas.
Hiccup se acercó a su esposa, Astrid estaba sudorosa y pálida por haber dado a luz hace poco, pero para el aun lucia Hermosa y se encontraba aun mas enamorado de ella por hacerlo tan feliz.
—Mira a tu mami, ahora esta tranquila, pero es muy enojona— Dijo el castaño mientras le acercaba a su bella esposa a su hijo —Gracias Astrid, te amo— El jefe le susurro mientras le daba un dulce beso en la frente.
La rubia solo acaricio a su hijo en la mejilla con esfuerzo, lucia agotada y se estaba quedando sin fuerzas, pudo mirar a su esposo a los ojos, tratando de no preocuparle, pero el cansancio comenzó a consumirla junto con la oscuridad.
—Astrid… ¿Mamá que ocurre?...
—Hijo, necesito que salgas, algo se complico.
Su madre le arrastro hasta la puerta, Hiccup apenas pudo divisar como gothi comenzaba a revisar a su esposa, mientras su madre le insistía en que debía salir de la habitación, fuera lo que fuera no estaba bien y le preocupo.
—¿Mama…va a estar bien? — Pregunto temeroso de la respuesta que su madre fuera a dar.
—No lo sé...
Su madre le dedico una mirada inquieta antes de cerrar la puerta de la habitación, él se quedó ahí estático sin saber como reaccionar, esperando que sea lo que sea que tuviera Astrid mejorara, solo el leve movimiento de su hijo lo trajo de vuelta a la realidad.
—Tranquilo amiguito…todo estará bien— Dijo con preocupación, mientras acunaba al recién nacido.
Pero la verdad es que dentro de él, no sabia que ocurría, ni lo que podía llegar a ocurrir, tuvo un mal presentimiento, solo le rogaba a los dioses que nada malo pasara.
