Jajjajaja creo que no me voy a aguantar al escribir esto…simplemente tenía que hacerlo.
Hope you like it.
Habían pasado ya 11 meses desde que habían vencido y AVALANCHE se había dispersado, solo se veían en fechas especiales o solo por visitas de negocios.
Yuffie Kisagari ahora estaba tomando su papel de hija de Godo y para asombro de todos lo estaba haciendo de una manera muy inteligente y sensata, haciendo que su nación reluciera en muchas cosas que habían sido olvidadas en los pasados años.
Cloud S. vivía en 7 heaven junto con Tifa y Denzel, aunque el joven oji-azul no había confesado su amor por Tifa ya era hecho consumado para todos que esa relación terminaría bien si Cloud se declaraba.
Vincent Valentine había sido sacado de su ataúd por sus amigos una semana después de haberse metido a el, al enterarse todos no habían podido contenerse a sacarlo y después de eso quemar el ataúd y prácticamente arrastrar a Vincent a la casa de Nanaki en Cosmo Canyon, todos lo vigilaban de una manera muy disimulada teniendo mucho cuidado con que no se acercara a la mansión en Nibelim.
Cid ahora tenía un taller completo y vivía en una casa al lado de la de Shera, este tampoco había declarado su cariño a Shera, aunque se quejaba mucho de Cloud por su conducta con Tifa.
Barret y Marelen vivían en Midigar en una casa que el hombre había conseguido, ambos eran muy felices.
Esta historia empieza en un día normal para Yuffie o bueno normal después de lo que había pasado ya hacia mas de 10 meses, acababa de hablar con los mayores y sus planes estaban funcionando pero había algo que no le gustaba, había algo raro en el habiente como si una fuerza se aproximara, estaba en la ventana de su cuarto, se había dejado crecer el cabello con el cual se había hecho una tranza que ahora rebasaba sus hombros.
La heredara de Wutai miraba tranquilamente el panorama, pronto sus ojos se fijaron en los campos fuera de el pueblo, sus pupilas se dilataron al ver lo que sucedía, una pequeña niña estaba siendo asediada por monstruos, pero estos no eran para nada normales, sus pelajes tenían un color fosforescente y sus ojos estaban inyectados de un color rojo, la pequeña gritaba con todas sus fuerzas, mas no conseguía ayuda, inmediatamente Yuffie entro a su cuarto tomando el conformer y saltando por la ventana, corrió lo más rápido que podía, sabía que no estaba en su máxima condición física por no haber estado practicando, pero aún así logró llegar justo a tiempo para matar a uno de los seres que iba a morder a la niña, la sangre del monstruo baño la cara de Lady Kisagari y esta puso una cara de asco, el conformer estaba empapado de sangre, los demás monstruos al ver esto salieron huyendo del lugar, esto significaba que se habían dado cuenta de su propia insignificancia hacia esta luchadora.
Yuffie se quedo parada un momento recuperando el aliento, tardo en darse cuenta que la sangre en su cara la cual ella había tragado sin darse cuenta ardía, y su mundo se transformo en una ida y vuelta, calló al piso de gatas, intentando de escupir la sangre que accidentalmente había tragado, pero sin ningún logro grande, y antes de que lo supiera se desmayó.
La niña se quedo llorando junto al cuerpo de su protectora, pensando que se encontraba muerta, hasta que su padre quien no la había visto y se había preocupado las encontró, al ver a la heredera de su nación en esas condiciones el hombre checo su pulso, apenas y lo encontró al principio, pero poco a poco se fue haciendo más fuerte hasta que estuvo seguro de que sobreviviría. La llevo en hombros hasta el palacio y ahí la servidumbre la acogió, he inmediatamente fue llevada el médico.
Yuffie se despertó con una luz en su cara, estaba recostada en una cama con sabanas blancas, un hombre con bata blanca estaba inspeccionándola, ella le dio un golpe de reflejo y dejó al pobre doctor más que adolorido, y limpiándose la sangre de la boca mientras le comentaba lo sucedido.
Yuffie preguntó la fecha, y se sorprendió muchísimo al saber que había dormido por una semana completa, pero de repente recordó algo y se levanto de la cama disculpándose con el doctor y sacándolo del cuarto donde había encontrado ropa limpia, después de vestirse con ella salió corriendo del cuarto con una expresión nerviosa y se dirigió al establo de los chocobobos, en donde tomando a su favorita y un poco de ropa extra salió de Wutai.
Viajó toda la noche, y sin pararse a descansar ni un solo segundo, aunque no se sentía bien no pensaba disminuir el ritmo.
Cuando llego a su destino ya era de tarde, se bajó de su cohocobobo y después de atarlo en el corral con mucho cuidado de no ser escuchada toco la puerta, intentando de contener el dolor de cabeza que sentía desde hacía unas horas, una persona con ojos cafés le abrió la puerta, era Tifa, Yuffie puso su mejor sonrisa, Tifa se hizo a un lado y Yuffie entró, se dirigieron ambas al comedor donde se encontraba cierto grupo de gente.
Y claro que ustedes pueden adivinar quienes eran, fue recibida por una serie de quejas por parte de Cid y Barret y más por este último quien se quejaba de que Yuffie había llegado tarde el cumpleaños de su querida hija, ella les respondió con el mayor entusiasmo que pudo, logrando así confirmar que ella se encontraba bien.
A pesar de sentirse mal no lo demostró, escondiendo el dolor que aumentaba segundo a segundo detrás de una sonrisa. Nadie lo noto, o por lo menos eso creyó, porque alguien se había estado fijando en el silencio de ella y había observado con disimulada sorpresa la única expresión de dolor que se le había escapado a Yuffie.
Cuando ya era muy de noche Yuffie salió de la casa, segura de que todos dormían, tenía que desahogar de alguna manera todo el dolor que sentía, pero no quería preocupar a sus compañeros demostrándolo enfrente de ellos.
Había un pequeño bosquecillo por la casa, así que se dirigió ahí, pero antes de llegar sus fuerzas desaparecieron y se desmayó, pero algo la sostuvo antes de tocar el suelo.
Cuando abrió los ojos el panorama que vio la dejo muy asombrada, estaba en un laboratorio y unas esposas la mantenían atada a una mesa de operaciones, esto no le dio buena espina, tenía que salir de ahí a toda costa, así que con todas sus fuerzas y entrenamiento de ninja se liberó de las ataduras, pero justamente cuando se había soltado abrieron la puerta, ella se escondió lo más rápido que pudo. Entró un hombre con bata blanca, la expresión de su rostro no le agrado nada a Yuffie, en cuento el hombre se dio cuenta de que ella no estaba llamó a los guardias.
Antes de que estos pudieran llegar Yuffie ya había golpeado al hombre y había salido corriendo de la habitación, la adrenalina había causado que todo el dolor desapareciera.
Después de recorrer unos pasillos de manera exasperada encontró unas escaleras, podía escuchar el ruido de los guardias buscándola, bajo las escaleras y después de eso se encontró en un salón redondo, para su desgracia ahí ya había guardias, uno disparó y para la buena suerte de Yuffie le dio en el hombro, ella gritó desesperada, fue cuando una mano pálida salió de una de las puertas de los elevadores y tomándola del brazo que no estaba lastimada la metió y le tapo la boca diciéndole en un tono tranquilizador:
-Prometo que no te voy a hacer nada, solo tienes que seguirme, si eres tan importante para ellos lo mejor será que te saque.
Yuffie nunca llego a saber que tuvo esa voz en esos momentos que creyó todo lo que le había dicho, sin temor a una trampa.
La soltó y Yuffie pudo ver la cara de la persona cuya voz la había tranquilizado, no debía ser mayor a ella por más de 5 años, tenía un cabello café claro recogido en una trenza la cual era bastante larga, se podía notar aunque las luces del elevador estuvieran casi apagadas, tenía una estatura normal y una figura delgada, lo único raro en ella era que a estas alturas de la noche y adentro de un edificio tenía unos lentes oscuros puestos los cuales impedían ver el color de la pupila, iba toda vestida de negro incluidos unos guantes.
La chica le extendió su mano en la cual se encontraba una píldora, Yuffie la miro asombrada. –Para calmar el dolor de la bala-dijo ella.
Yuffie se la metió a la boca, el sabor de la pastilla era realmente desagradable, pero le quito todo el dolor de todo, Yuffie iba a agradecer pero no tuvo tiempo por que el elevador paró bruscamente, su acompañante maldijo por lo bajo y saco una pistola pequeña de uno de sus bolsillos y le dio a Yuffie otra.
Las puertas del elevador se abrieron, y la chica empezó a disparar sin pensarlo dos veces, para el asombro de Yuffie la chica había matado a 3 de los 7 hombres que las esperaban.
Cerró las puertas del elevador y con una sonrisa tranquila dijo que tenían que bajar al último piso. Por fin el elevador llegó y las puertas de abrieron, habían mas guardias en ese piso, la chica miró a Yuffie y le pregunto dudosa si podía pelear.
-Pero si la gran ninja Yuffie nunca se rehúsa!-grito esta de una manera muy alegre.
La muchacha tenía una expresión de asombro pero no dijo nada, solo salio del elevador, Yuffie ahora se preguntaba como iba a hacer para pelear, no llevaba su arma más que la pistola pero sería mejor que ahorrara las balas para situaciones desesperadas, tomo una idea de su compañera, la cual estaba peleando cuerpo a cuerpo con los guardias evadiendo las balas que disparaban lo mejor posible, pero recibió mas de tres. Ambas peleaban de una manera que cualquiera que las hubiera visto diría que estaban acostumbradas a pelear juntas, poco a poco se habían acercado a la puerta, llevaban más de 3 horas peleando y la energía de Yuffie se había ido apagando poco a poco. En cuanto estuvieron junto a la puerta salieron corriendo después de quitar la cerradura con la última bala que les quedaba.
Corrieron hasta estar seguras de que ya no podrían seguirlas y después de eso pararon, los lentes de la chica habían caído para dejar al descubierto unos ojos grises iguales a los de Yuffie, pero después de tomar unos respiros y tranquilizarse estos pasaron a un color azul sereno, Yuffie estaba con la boca abierta asombrada.
-Logramos salir-dijo ella.
-¿Cuál es tu nombre?-pregunto Yuffie, era una pregunta de la que había querido saber la respuesta poco después de conocerla.
-Annie-dijo ella antes de desmayarse.
Eran las 2 de la mañana cuando el timbre sonó y las 2:30 cuando un molesto Cid abrió la puerta, lo que vieron sus ojos lo dejo anonadado, era Yuffie, cubierta en sangre y con uno de sus brazos apoyando a una joven que estaba más herida que la primera la cual se veía que no estaba en sus 5 sentidos.
