¡Y buenas noches mis queridos lectores!

Lamento mucho los sustos causados (La verdad no, lo hice a propósito Hahaha), pero como verán, está es la secuela de "The Hobbit: The Mysterious Girl", quería publicarla el día de mañana, pero preferí está noche, porque sé que hay muchos que esperaban que dijera algo.

Como sabrán, "El Hobbit", pertenece a J.R.R. Tolkien, la trama de esta historia es completamente mía, los personajes no reconocidos son míos.

Futuros personajes escribirme a: clau24badell o a . También para mandarme imágenes (esto es para ti, Diana Bolsn :D), u otros cosas que me quieran decir en privado y que nadie quiera ver, leer.

PD: Espero que lo disfruten.

Prólogo: Agujero Negro

Frío fue lo primero que sentí al abrir mis ojos, bajo de mí había un manto de nieve, así que me levanté absorta mirando a todos lados, buscando algo que me dijera en donde estaba.

Caminé con mis pies descalzos hasta donde pude deducir unas voces, vi a varias personas rodear a alguien y me acerque, pero al verlos mejor, todo lo que creí perdido volví como un rayo.

Caí al suelo al verme tirada en la nieve con una gran mancha de sangre a un costado de mi estómago, pegué un grito, un grito de dolor, desgarrador. Si tan solo el verme fuera de cuerpo causaba estragos en mi ser, verme casi muerta lo era aún peor.

- No… esto… esto no puede ser -Dije poniendo mis manos a cada lado de mi cabeza apretándola- E-esto… no está pasando… -Me decía- No puede estar pasando -Volví a gritar como nunca antes, quería desaparecer ahí mismo, pero como si fuera una salvación una sombra llegó a donde estaba.

No vi su rostro, porque lo cubría una capa negra, pero me dijo unas cosas que no entendía para luego ver cómo me tomaba entre sus brazos- Está muriendo, sino me la llevo ahora ella…

Esa voz, reconocería esa voz donde fuera.

- Llévatela… ahora -Dijo Thorin, pero de la nada una mota blanca apareció moviendo su cola, al instante se volvió en un gran lobo blanco.

-Chester…-Susurré y fue cuando pude ver su rostro entre las sombras- Mamá… -Fue lo que dije y me acerqué a ella para que me viera, pero cuando se dirigió a mi simplemente me atravesó.

Respiré agitadamente- Esto no es posible -Me dije y luego me giré para ver a los demás.

Thorin estaba relativamente sentado ayudado por Bilbo, Fili y Kili estaban en el suelo y el último agarraba la mano de Tauriel, ella se la apretaba como queriendo que se quedara y que no lo dejara.

- Lo siento -Les dije, pero tuve que seguir a mi madre, logré montarme encima de Chester, y dentro de muy poco tiempo, entre saltos, llegamos a Dale.

Mamá me dejo en el suelo y yo me baje del lobo, automáticamente se transformó de nuevo en una pequeño perro dulce, quería tocarlo, abrazarlo, lo había extrañado tanto, le agradeció a Chester y este solo movió la cola y se quedó junto a mí, mientras mi mamá se fue corriendo.

Me agaché y me puse a mi lado- Escúchame, pedazo de loca, debes despertar, ¡Ahora! -Le gritaba, pero era en vano, no despertaba.

Aunque no despertaba, podía sentir mi respiración muy entrecortada, lenta y débil, me estaba muriendo.

En eso, llegaron rápidamente mi madre y unos elfos silvanos, me tomaron en sus brazos y tuve que seguirlos muy rápidamente, ya que no sabía a donde me llevaban.

Era una casa abandonada en Dale, me pusieron en una camilla de tela y los elfos inspeccionaron mi estómago, justo en ese momento, sentí un dolor intenso en esa parte, pegué un grito desgarrador y caí al suelo.

Respiré agitadamente, todo me daba vueltas y me levanté con ayuda de la pared, me estaban hurgando mi estómago, y sentía como miles de cuchillas se me clavaban, una tras otra.

- Paren -Pedí en un susurró mientras ponía una mano en mi costado-¡Paren! -Grité con dolor mientras mis lágrimas empezaban a salir- ¡Por favor! -Seguí gritando hasta más no poder, ya que ellos no me escuchaban, ni si quiera me veían.

Fue justo en ese momento en el que caí de rodilla frente a mí misma, puse mi cara cerca de la suya, la miré- Despierta… -Le pedí- Despierta… -Le volví a pedir y cerré los ojos.