Mitad y Mitad

- Estás preciosa hijita- me dijo mi madre- mírate nada más, ayer eras un bebé, y cuando menos lo espero estás vestida de novia llegando a la iglesia- lagrimeó.

- Oh, mamá, soy tan feliz!- le contesté dandole un abrazo, aunque en la limusina entre el vestido y nosotras dos era complicado.

Y asi era, yo era tan, pero tan feliz. Estaba a punto de casarme con el hombre de mi vida, con el que tanto amo. Jacob Black, ya era mío, ya nos habíamos casado por civil, y ya me juró mil veces su amor, pero ahora, ante Dios, jurariamos amor eterno. Él es todo para mí, es mi cielo, mi luna, mi sol y mis estrellas, lo amo más que a nada. Él siempre estaba ahí para mí, recuerdo ayer a la noche, me dio el típico miedo pre-boda.

- Jake…estoy asustada…-le dije en un susurro- y si… y si esto no está bien? Y si nos sale mal?

- Tranquila amor, sabes que siempre estaré aquí a tu lado. Siempre encontraré la forma de estar contigo, ni la muerte misma podría alejarme de ti Houston, te amo y nunca dejaré de cuidarte- me consoló, me agradaba que me llamara Houston , me decía así porque cuando me enojaba hablaba demasiado y él una vez me dijo " HOUSTON, PARA" y yo me callé por la verguenza, asi que mi lindo indiecito consideró que era digno de recordar que me hubiera callado en ese estado de ira.

Sólo con eso me bastó para sentirme segura nuevamente. Y aquí estaba, con mi precioso vestido de novia. Era de seda, blanco que contrastaba con mi cabello castaño, mangas musculosas y escote en pico, haciendo mi busto más voluptuoso, tenía bordados de flores no demasiado visibles, y su caida era hermosa. Preferí usar una tiara no muy llamativa, ni a Jake ni amí nos gustaba llamar demasiado la atención… Bueno, a él si… pero yo no quería llevar un velo gigante con 5 personas atrás mio toda la fiesta para poder caminar. La tiara era tan delicada y hermosa que me sentía preciosa de verla. Mis zapatos eran sandalias sin demasiado taco, la torpeza es mi mejor amiga, en realidad eran unas sandalias chatas con apenas tacon. Debo admitir, mi peinado era mágico, el cabello suelto pero clips de gancho recogian de a poco alguno mechones para que el resto cayera en rizos por mi espalda formando un prolija y delicada V. Mi maquillaje hacía que mis ojos cafés fueran más profundos y mis facciones mas bonitas.

Estaba realmente linda, y así me sentía.

Hoy era el día más feliz de mi vida, iba a serlo, en un rato sería Isabella Marie Swan de Black ante la iglesia, pero principalmente, era el voto de amor eterno. Sí, me había casado con Jake por civil, pero eso solo era para la ley. No era tan importante y especial para mí.

Además, esta noche sería mi primera vez, y sería con el único hombre con el que querría hacer eso. Hoy empezaba una nueva vida, junto a mi dulce indiecito Jacob. Lo malo es que no tendriamos invitados de su familia, ya que es huerfano y nunca conoció al resto de la suya. Fue criado por una familia de La Push, pero hace tiempo que no los ve, a los 18 años se fue a vivir por su cuenta, estudiando abogacía y trabajando, hace 5 años vive así, independientemente. Es tan lindo y admirable….

- Bella… ya casi llegamos linda- me recordó Renée, mi madre. Por un momento me sentí nerviosa y con ganas de correr hacia quien sabe donde, pero luego recordé cual era la razon del nerviosismo, y pasé a estar ansiosa. Jacob seguro estaba con Quil – su mejor amigo- dentro de la iglesia, esperandome. Llegamos a la puerta del punto de ceremonia, y nunca me sentí tan energetica y feliz. Bajé con cuidado y mi padre, Charlie, desde afuera me tendió al mano para ayudarme a pararme y colocar en orden mi lindo vestido.

- Bells, Jake no ha llegado aún, esperaremos un rato más, de seguro esta restrasado por el tránsito.- me dijo Charlie.

- Si, de seguro, pero que no se tarde demasiado, que venga a pie si es necesario- replicó mi madre. La miré con cara de regaño y calló.

Esperamos 10 minutos, y yo comencé a tener una mala corazonada. Algo sucedía… bah, debían de ser los nervios…. Mis padres me llevaron a una pequeño cuarto a la derecha del altar por la parte de atrás. Ahí no podrían verme ni Jacob cuando llegara, ni los invitados. Mientras yo husmeaba por la puertita entreabierta si mi futuro esposo llegaba, pero la puerta no se movía.

Pasados 8 minutos, me empecé a preocupar… ¿Y si algo sucedió?


Hooola, bueno, espero que les haya gustadoo, al principio este fic va a ser bastante triiste, pero después es mejor :P

Saben que pueden dar ideas si asi lo desean, y dar criticas, siempre vienen bien:P Y bueno, me encantan los reviews, asi que agradecería que me comentaran qué les pareceXD

Igual el primer capitulo no dice mucho, lo mejor se viene despues jejejej

Graacias por leer y GRAACIAS SI ME DEJAS REVIEW

:) Besooooooooos