Autor Original: Black Romeo
ID: 4522224
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El reto
Mikage/Celestina sonrió orgullosamente ante el reflejo de su mejor amigo en el espejo. Con su suave cabello chocolate colgando suavemente de sus lados, brillantes ojos esmeraldas y rubor rojizo, Teito Klein podría hacer que cualquier chica le diese su dinero. El susodicho moreno estaba casualmente vestido con un jersey blanco perla de cuello en V de manga larga, vaqueros negros y zapatillas. Una delgada cadena de plata con un diminuto diamante redondo de color negro adornaba su esbelto cuello, el único accesorio que aceptó llevar ante la insistencia de Mikage. Aunque, ¿en qué narices no estaba insistiendo Mikage? Desde unas adorables horquillas de color rosa para el pelo hasta estúpidas minifaldas, el estúpido rubio insistía en que se pusiese todo eso, como razonó, haría que ese tipo se enamorara de él. Pero, ¿no era porque Frau le quería desde el principio, que se atrevió a pedirle al infame y malhumorado chico del instituto que saliese con él (haciendo recibido numerosos golpes y una mejilla hinchada en el proceso)?. Mikage y sus extrañas razones; un extraño tema en el que ni siquiera valía la pena aventurarse, pues podría implicar daño cerebral permanente.
"Aww, Teito. Te ves tan lindo. Frau va a volverse loco después de verte" bromeó Mikage.
El moreno miró a su amigo. ¿Toda la población rubia era un puñado de idiotas? Cada rubio que había conocido estaba seriamente afectado por la idiotez de algún modo u otro, hasta el aparentemente normal Hakuren, que cree que este nuevo admirador suyo es la creación más hermosa que del jefe de los cielos, que tendía a ser el mayor mujeriego de todos, que el mundo alguna vez había visto.
"En serio, Mikage, es por ti que estoy forzado a esto. Recuerda que no voy a dejarte escapar tan fácilmente por forzarme a estar en esta vergonzosa situación. Ese tipo se atrevió a pedirme salir delante de toda la clase, no tiene vergüenza y, para más, ¿acosa a tu mejor amigo?" Teito se dejó caer en el sofá, sintiéndose repentinamente cansado. Se recostó hacia atrás, descansando suavemente su cabeza en el sofá. Mikage le miró con una sonrisa todavía.
Recuerdos de ese día volvieron a asaltarle. Voces y muchas voces, como se esperaba de un viernes normal en el Instituto del Distrito 7. Era la última clase del día y ya que estaban libres, los estudiantes estaban chismorreando y vagando por los alrededores. Teito estaba en su asiento, guardando las cosas en su mochila mientras Mikage estaba sentado en su escritorio, despotricando sobre un partido de béisbol cercano, a lo que su amigo le prestaba atención a medias. De repente, los caóticos sonidos de la multitud fueron cayendo hasta llegar a tenues murmullos mientras una figura se abría paso entre la multitud. Teito ladeó la cabeza para ver más allá de Mikage e inmediatamente vio el cabello rubio puntiagudo del capitán del equipo de baloncesto, Frau, acercándose a él. La expresión seria que lucía hizo que, inmediatamente, Teito se pusiera en posición defensiva. Mikage también se bajó del escritorio y se colocó al lado de Teito.
"¿Qué quieres?" preguntó Teito, irritado por ser observado.
"¡Tengo algo que decir!"
"Bien, ¿qué es?"
Frau pareció dudar con esto. Respiró hondo, cerrando los ojos en el proceso. Una vez estuvo seguro de que no tartamudearía, dejó salir el aire y finalmente dijo "¡Quiero que salgas conmigo!"
Toda la clase se quedó en silencio, mirando boquiabiertos a su ídolo. La mandíbula de Mikage prácticamente cayó por esto y, sobre Teito, solo miró fijamente a Frau, como si no creyese lo oído.
"¿Perdona?"
"¡Dije que te quiero y quiero que salgas conmigo!" respondió Frau, un poco más alto.
Con un rápido movimiento, Teito le tiró de la corbata, obligando a Frau a descender hasta su nivel.
"¿Estás intentando burlarte de mí?"
"N-No, de verdad me gustas…" tartamudeó Frau, a pesar de la presión que tenía en el cuello.
"Dilo de nuevo y juro que te arrancaré la garganta" amenazó Teito, apretando el agarre.
"T-Te quiero…"
Con esto, recibió un fuerte puñetazo en su mejilla izquierda que le hizo perder el equilibrio y el pobre muchacho cayó contra los escritorios. Incluso antes de que pudiese tocar su rostro fue golpeado sin piedad, hasta que el furioso moreno fue alejado por su amigo rubio.
"Eso es suficiente, Teito" ordenó Mikage.
La multitud jadeó mientras el capitán luchaba por ponerse en pie. Toda su mejilla izquierda estaba roja e hinchada, prediciendo un futuro moratón. Un pequeño hilo de sangre se filtraba por sus labios cerrados y había algunos moratones en sus brazos.
"Todavía me gustas" Frau sonrió, ganándose algunos jadeos de la multitud, la cual había estado presente desde el principio del culebrón. Un estudiante salió corriendo de la clase para llamar a un profesor. El rostro de Teito estaba roo del enfado mientras alzaba su puño, apuntando al rostro casi desfigurado de Frau. Pero Mikage intervino.
"Ya veo, así que le quieres de verdad" sonrió Mikage, sus manos plantadas firmemente para evitar más violencia si era necesario. El atrapado moreno, por otro lado, se había quedado en silencio y miraba tontamente a su amigo, dudando si era Mikage o algún clon androide.
Frau sonrió "¿Qué te apuestas?"
"Hey, Romeo, espera un segundo"
Pero Mikage nunca llegó a decir la razón pues un profesor de pelo negro entró corriendo "¡Dejad de pelear!" y entonces sus ojos cayeron en el herido capitán "¡Frau-kun! ¿Cómo demonios te hiciste eso?" rápidamente se arrodilló a su lado para comprobar si había alguna herida grave. Después de todo, ese chico parecía ser la razón de que los escritorios y sillas estuviesen volvados.
"¿Ah, esto? No es gran cosa, solo algunos rasguños" Frau agitó las manos para mostrar que estaba perfectamente bien.
Bastien suspiró "Eso no significa que vaya a dejar que te muevas por ahí con la cara hinchada. Ven a la enfermería" solo entonces el sonido de la última campanada resonó por toda la clase. La adolescente audiencia rápidamente salió de la clase, dedicándole algunas miradas comprensivas a su ídolo. Mikage caminó hacia Bastien y le dedicó una amistosa sonrisa.
"Bastien-sensei, déjeme ayudar a Frau-senpai a ir a la enfermería. No necesita preocuparse por un asunto tan simple y, ¿no debería estar en la reunión de profesor en el despacho del director?"
"¡Oh, lo olvidé! Gracias, Mikage-kun. Por favor, cuida de Frau-kun, ¡debo irme!" con esto, Bastien-sensei salió con rapidez de la clase, dejando al trio viéndole desaparecer. Entonces Mikage giró el rostro para encarar a su amigo con una mirada pensativa y dijo "Oye, Teito, ¿no tenías algo de trabajo también? ¿Algo relacionado con Castor-senpai?" dándose cuenta de repente, el moreno rápidamente corrió hacia la puerta sin mirar de nuevo, arrastrando su mochila con él. Después de todo, Castor también tenía reputación de ser un sádico además de ser el estudiante más inteligente del instituto.
"¿Y? ¿Qué quieres?"
Mikage se sentó en el escritorio y llevó las manos a su pecho con una expresión seria. El ámbar afilado se clavó en el azul. Era como si estuviese inspeccionando el corazón de Frau.
"¿Vas en serio de verdad?"
Frau lo miró con desconcierto "¿Acerca de?"
"De Teito. ¿De verdad le quieres?"
"¿Quieres que lo pruebe?"
Mikage negó con la cabeza "Quiero que lo muestres"
"No sé a dónde quieres llegar"
"Dejaré que vayas a una cita con Teito. Pero no me malinterpretes, es una prueba"
Frau solo miró a Mikage. Claro, esto es un sueño. Mikage, sin embargo, tomo eso como una señal para seguir.
"Tienes que asegurarte de que te bese para el final del día. ¿Puedes hacer eso?"
"Pero, para empezar, Teito nunca aceptará venir" dijo Frau con desanimo.
"Eso déjamelo a mí. Pero escucha" Mikage señaló con un dedo a Frau "Si fallas, tienes que olvidarte de Teito. Ahora, ¿aceptas el desafío?"
"¡Con gusto!" los ojos de Frau brillaron con la determinación de un amante mientras se levantaban para encarar el reto que decidiría su destino.
