Antología

Capítulo 1: Un envoltorio rosa, un regalo y unos pensamientos de amor

Los rayos del sol estaban asomando por la ventana de la habitación de una bella peli rubia la cual estaba luchando por que esos molestos rayos no perturben su relajador descanso pero era tarde, ya que, en un abrir y cerrar de ojos ya estaba despierta mirando el techo pensando en todo lo que había pasado el día anterior. Había sido su cumpleaños y habían festejado en ese mismo lugar con todos los amigos de su prometido (los cuales también eran sus amigos pero conociéndola a Anna nunca lo admitiría).

Sin más, luego de unos minutos contemplando algún objeto y lugar interesante de la pared, se levantó y se vistió. Una vez cambiada, y como era la única despierta en la casa, se dispuso a abrir los regalos que le habían dado sus invitados el día anterior, con una invisible sonrisa, la cual no se la mostraría nunca ni a su prometido, ya que era una señal de debilidad que una Itako respetada como ella no debe mostrar, porque SI, sentirse querida por un grupo de personas que no tengan nada que ver con ella era una debilidad que no podía mostrar, o por lo menos eso pensaba la rubia.

Bueno con cada paquete, bolsa de todo tipo, tamaño y colores que habría se encontraba con un adorable regalo de cada uno de sus "amigos" o los amigos de su prometido, como por ejemplo: un envoltorio azul marino con un listón celeste, el cual contenía un baby doll color rojo con negro que hacía volar la imaginación a cualquier hombre sin descontar a su "inocente" prometido. "Esta fue la mente sucia y pervertida de Pillika, yo lo sé" pensó con una venita a punto de explotar en su frente pero ya vería como la regañaría luego, en ese mismo regalo encontró una nota en la cual Horo le aclaraba que él no había tenido nada que ver con el regalo de su hermana así que por favor que no lo mate o no lo castigue como a ella. Sin siquiera darse cuenta esa nota había sacado una pequeña risita por parte de la rubia, ¿pero qué le pasaba? ¿Ella riéndose por algo dicho por el idiota de Hoto Hoto?. "Cumplir años debe estar afectándome" pensó. Y así se encontró con otros regalos, desde vestidos estilo chinos, hasta un celular cortesía Oyamada y una hermosa cadena y un beso de su prometido la noche anterior.

Pero lo que más le llamó la atención fue el regalo de Tamao, si su más preciada amiga aunque no se lo demuestre seguido o casi nunca, bueno eso pasaba con todos incluido Yoh. "Debería cambiar esa forma, pero no puedo, tengo una reputación que cuidar". Si…. Siempre ganaba su orgullo, pero esa es otra historia. El regalo de la peli rosada era un Cd muy viejo de una cantante Colombiana llamada Shakira, y una nota que decía que escuche la canción número 3 del Cd y una estrofa muy curiosa que decía:

"¿No se acuerda que hace un par de años dije que la escuche y ud no quiso?, bueno, voy a insistir ahora, es que me parece que encaja perfecto con sus sentimientos por el joven Yoh".

"Ay esta Tamao, siempre pensando en los demás antes que en ella, que bueno que pudo encontrar su amor en el idiota de Horo, se lo merece" dijo Anna mientras ponía el Cd.

La música comenzó a sonar y la letra se hizo escuchar muy despacio por el cuarto de la Itako mientras ella prestaba suma intención a ella, y su sorpresa no tardó en llegar

Para amarte necesito una razón
y es difícil creer que no exista
una más que este amor

Es verdad ella no sabía porque amaba al vago, despintado y tranquilo a punto de desesperar a alguien de su prometido, pero eso también era lo que lo hacía ser él, por eso lo amaba.

Sobra tanto dentro de este corazón
que a pesar de que dicen
que los años son sabios
todavía se siente el dolor
porque todo el tiempo que pase
junto a ti
dejo tejido su hilo dentro de mí

En ese momento recordó el momento de su partida a Los Estados Unidos para la pelea de Shamanes, realmente no quería que se aleje de ella, llegó a tal punto de pensar en decirle que deje todo y que se quede con ella, que no le importaba ese estúpido título de Shaman King, que ella lo amaría con o sin él, pero que se quede allí, con ella… a salvo, pero no pudo, otra vez su maldito orgullo y por eso casi lo pierde en el combate con Hao. La verdad que ese dolor de no tenerlo con ella la destrozó. Pero su orgullo no fue lo único que le impidió decírselo, también es porque ella no puede ser tan egoísta de quitarle su más anhelado sueño a su prometido. Y así la música siguió sonando, mientras unas rebeldes lágrimas se deslizaban por las mejillas de la Itako.

Y aprendí a quitarle tiempo a los segundos
tu me hiciste ver el cielo aun más profundo
junto a ti creo que aumente más de 3 kilos
con tus tantos dulces besos repartidos
desarrollaste mi sentido del olfato
y fue por ti que aprendí a querer a los gatos
despegaste del cemento mis zapatos
para escapar los 2 volando un rato…

No podía entender, la canción la hacía estremecerse mientras la seguía escuchando, todo era cierto, él era la única persona que con un beso, una caricia, un abrazo… No, ni siquiera necesitaba tocarla, con su sola sonrisa ella ya estaba en un viaje mágico que sólo él la llevaba.

"La verdad –pensó al terminar de escuchar la canción y secarse las lágrimas- debo agradecerle a Tamao por este hermoso regalo" pero no era necesario pues, unos minutos atrás una peli rosada, se fue para el cuarto de la Itako con intención de avisarle que el desayuno estaba preparado, pero al escuchar la canción no pudo evitar escuchar todos los pensamientos de Anna con una dulce y orgullosa sonrisa, realmente, no había errado con su regalo.

Continuará...