Los personajes no me pertenecen, son propiedad de J.K Rowling y Kiishimoto.

Summary: Hermione pierde a sus padres tras la guerra, al poco tiempo de iniciar su ultimo año en Hogwarts un suceso la lleva a la sala de menesteres pidiendo un lugar al que huir, la sala le otorga un libro y una manera de irse e iniciar una nueva vida lejos de todo y todos. Las naciones elementales seran su nuevo destino acaso...¿Será esta su oportunidad de ser feliz?.

Pensamientos- Hola

Hechizos o Jutsus- Hola

Voz sobrenatural- Hola

Otro idioma- "Hola

Prólogo.

La calma tras la tormenta empezaba a hacerse presente en el Londres mágico que luego de la batalla de Hogwarts y la derrota definitiva de Voldemort, muchos decidieron retomar o al menos intentar volver a la normalidad reintegrándose a la nueva generación de alumnos y así terminar sus estudios como era el caso de Ginny y Hermione mientras que por otro lado Harry y Ron habían decidido iniciar su entrenamiento para auror pero aun así usarían los fines de semana en Hogsmeade para visitar a sus novias siempre que pudieran. Hermione anhelaba más que nada sentir algo de normalidad entre las paredes del lugar que todos consideraban un segundo hogar, sus padres a quienes les había borrado la memoria antes de ir en busca de los horrocruxes se habían mudado a Australia, la castaña con toda la emoción de recobrar a sus padres para terminar aquel ciclo de dolor se embarcó en su búsqueda, necesitando el cálido abrazo de su madre y el olor a colonia de su padre solo para encontrarse que aquellos que le habían dado la vida yacían muertos con signos de tortura y la expresión vacía que dejaba atrás la maldición asesina y así aquella tarde de junio Hermione Granger se quebró y lloró mirando los fríos e inertes cuerpos de sus padres, ya no habrían las galletas de chocolate de su madre que tanto le gustaban ni mas tardes frente a la chimenea con su padre escuchándole mientras este leía en voz alta para ambos. Dos horas más tarde un grupo de aurores apareció, entre ellos sus amigos quienes habían recibido el débil patronus de la castaña alertándoles de la situación y así fue como encontraron a la ojimiel que estaba con la mirada perdida y llorando mientras abrazaba sus piernas junto a sus padres sin reaccionar ni notar la presencia del grupo, para cuando retomó consciencia de su entorno estaba en un sofá de la Madriguera frente a ella Harry la miraba, aquellas cálidas esmeraldas de su hermano provocaron una nueva oleada de lágrimas quien sin esperar la abrazó reconfortándola permitiéndole desahogar aunque fuera un poco el dolor que punzaba con fuerza en su pecho. De eso ya habían pasado 3 meses y ya hace una semana con el primero de septiembre iniciaba su último curso en el colegio de magia, en el banquete de bienvenida notaba la poca afluencia de la casa verde y plata pero los niños de primero habían aumentado, puesto que aquellos que no habían ingresado el año anterior se habían unido al grupo este año.

-Es tan reconfortante pero a la vez triste caminar por estos pasillos de nuevo- piensa mientras hace su ronda como prefecta y premio anual que era, pese al esfuerzo en conjunto de los profesores y demás personas para hacer que el castillo volviera a su gloria de antaño no pudieron borrar del todo las marcas negras de maldiciones oscuras perdidas durante la batalla final que habían quedado en las paredes como un firme recordatorio de lo ocurrido, entre las salas que lograron ser restauradas estaba la de los menesteres que había quedado deshecha tras el hechizo de fuego demoniaco realizado por Crabbe y esta era en definitiva la sala preferida de la castaña junto a su querida y añorada biblioteca.

-Pensar que esta vez al regresar no habrá nadie esperándome en casa- suspira tristemente mientras avanza hasta detenerse al borde de la torre de astronomía, las estrellas titilan suavemente en el cielo y el silencio es realmente relajante –Ron no me ha enviado una respuesta a mi última carta y de eso ya una semana, es extraño…Si bien se que está en su entrenamiento aquello no ha impedido que Harry también le escriba a Ginny e incluso me envió una carta para saber cómo estoy pero Ron ni siquiera se ha molestado en eso, aunque supongo que debe seguir enfadado por el hecho de que me negué a la propuesta de formar parte del entrenamiento y elegir venir a Hogwarts- algunos pasos se escuchan acercarse por la escalera, mira el cielo con tranquilidad y de pronto los pasos se detienen en la entrada.

-Granger- aquel tono de voz y forma de arrastrar las palabras solo podía pertenecer a alguien, se voltea y ahí justo frente a ella esta Draco Malfoy, uno de los pocos Slytherin que regreso al colegio tras la guerra.

-Malfoy- responde Hermione con una leve inclinación de cabeza como saludo, desde el inicio del curso habían hecho una especie de tregua silenciosa en vista de que ahora compartían torre como premios anuales, la castaña camino hacia la salida haciendo que el rubio se apartara para dejarle paso y así ella dio inicio a su camino a su torre. Su nueva habitación en la torre de los premios anuales no difería mucho de la que tuvo en la torre Gryffindor con la diferencia de que esta no debía compartirla con nadie, procedió a cambiarse y apenas su cabeza toco la almohada se dejo caer en los brazos de Morfeo.

Habían pasado tres días más de ajetreado ir y venir con las clases y ese día por fin era la primera salida a Hogsmeade, Ginny y ella habían recibido una carta de Harry donde les avisaba que las verían a ambas en Las tres escobas a las 3pm, tras almorzar con tranquilidad ambas se pusieron en marcha al pueblo charlando amenamente.

-Estoy muy emocionada de ver a Harry otra vez- la pelirroja se veía realmente feliz y ansiosa por llegar, no habían pasado ni dos semanas desde que se habían visto por última vez pero ella sentía como si hubieran pasado meses.

-Estoy segura que Harry debe estar igual de ilusionado por verte- le dijo la castaña riendo mientras su amiga apresuraba el paso cuando vislumbró el lugar a lo lejos- Sin embargo dudo que Ron este muy emocionado por verme a mí- aquello llevaba dándole vueltas desde la noche anterior, si bien conocía las actitudes del pelirrojo no justificaba el hecho de no responderle ninguna de sus cartas, con un profundo suspiro alcanzo a la Weasley y ambas entraron, recorriendo el lugar con la mirada vieron al pelinegro sentado en una mesa del fondo y pronto estuvieron sentadas junto a él, Hermione miro disimuladamente a su alrededor en busca de su novio cosa de la que se percató el ojiverde quien le dirigió una mirada de disculpa a la castaña.

-No vino, dijo que tenía algo más que hacer- las palabras del chico le cayeron como un balde de agua fría- Me dijo que te entregara esto- le paso un sobre por encima de la mesa y en tiempo record lo había abierto sacando la carta para que a los escasos 30 segundos luego de tenerla en sus manos una sospechosa humedad se empezaba a formar en las esquinas de sus ojos, aquello que decía la carta no podía ser cierto, bajo la mirada esquivando la de su hermano en todo menos en sangre y la de su mejor amiga.

-Lo siento recordé que debo terminar los deberes que el profesor Flitwick nos envió- susurro antes de tomar sus cosas y salir apresurada del lugar y luego empezar a correr por el sendero a Hogwarts dando rienda suelta a sus lágrimas sin notar que aquel papel que revelaba lo que le había hecho daño había caído junto a la silla que ocupaba antes de poder guardarlo en su rápida carrera por dejar Las tres escobas. Harry y Ginny se miraron el uno al otro sin entender que había sucedido.

-Hermione terminó los deberes de encantamientos anoche…-el moreno con la preocupación escrita en sus ojos se fijo en el trozo de pergamino, tomándolo con cuidado empezó a leerlo y su preocupación paso a ira en cuestión de instantes antes de silenciosamente dárselo a la chica a su lado que lo tomo apurada al notar la expresión del último Potter.

"Querida Hermione

Lamento no poder ir a reunirme con ustedes hoy pero es que ya no puedo más, se que estas pasando por malos momentos debido a la muerte de tus padres así como nosotros por la de Fred pero ya no puedo seguir soportando tus penas y las mías, y ahora con tu decisión de seguir en Hogwarts es más difícil todo por eso quiero que sigas con tu vida tal como se qué harías yo por otro lado intentare buscar a alguien que pueda ayudarme a superar todo sin que tenga que soportar su tristeza también. Espero logres entender mis motivos y que podamos seguir siendo amigos como antes. Sin más que decir me despido.

-Ron"

La cara de la ojicafé estaba roja de furia igualando el color de su cabello, arrugó el pergamino entre sus manos y luego su mirada pasó a una llena de tristeza y preocupación, aquello era un duro golpe para su amiga y no podía soportar que fuera así para ella.

-Ronald es un completo imbécil como le puede hacer esto a Mione- buscó refugio en los brazos de su novio sintiendo como este la abrazaba con fuerza.

-Esto es el colmo de lo que pudo hacer, Ginny aunque sea tu hermano y mi mejor amigo te juro que lo voy a golpear hasta el cansancio en cuanto lo vea- afirmó el chico sin soltar a Ginny tratando de calma su angustia y su furia.

-Debemos ir por Hermione, ella no debe estar bien- ella se separo del chico para levantarse pero él la sostuvo impidiéndoselo.

-Sera mejor que la dejemos para que se calme, conozco a Mione y sé que ella no querrá que la veamos así, hablare con Mcgonagall para poder desayunar mañana allá y así hablaremos con ella- Ginny solo pudo suspirar y volver a la posición de antes.

Por otro lado Hermione había ya llegado al castillo y corría tan rápido como podía sin ver realmente hacia donde la guiaban sus pies, cuando se detuvo se dio cuenta que estaba en el pasillo del séptimo piso, camino unos pocos pasos más y cerro sus ojos que aun estaban anegados de lagrimas, con todas sus fuerzas deseo que la sala le diera una forma de huir de todos y de todo, del dolor por sus padres y ahora la decepción y tristeza que sentía por el hecho de que aquel con quien pensó formar un futuro la dejara así sin más, apenas se materializó la puerta frente a ella entro dándose cuenta que la sala estaba vacía y era de un color blanco impoluto, sin ventanas o decoración alguna, y justo en el centro había una única mesa junto a una visiblemente cómoda butaca, se acercó secando de las lagrimas con la manga de su blusa para notar que sobre la mesa reposaba un solitario libro y junto a este dos objetos más, el primero era una especie de cuchillo cuyo filo tenia forma de hoja y un mango con un anillo en el pomo junto a este había una piedra de unos 5 centímetros de diámetro de color celeste con vetas negras y violetas, la forma irregular le recordaba muy vagamente a la descripción que le había dado su mejor amigo sobre la piedra filosofal, ignorando ahora ambos objetos se centró en el libro cuyo título la dejó asombrada e intrigada a partes iguales.

-Las Naciones Elementales: El origen del Chakra- leyó en voz alta, se preguntaba porque la sala le había dado aquello pero queriendo averiguarlo se sentó en la butaca acomodándose y tomando el libro decidió aventurarse entre aquellas páginas para evadir su realidad sin saber que aquello la llevaría a tomar una decisión que quizás cambiara realmente su propia existencia.


Buenas! Este es el prologo de mi primera historia espero que les guste!

Me despido

Saludos Altair Black 3