¡DragoViking volvió! Y ustedes se deben estar preguntando: ¿Qué hace DV publicando OTRO fanfic? Bueno pues, la verdad es que yo no tenía planeado esto XD

Verán, este es un reto que me impuso nuestra querida MeimiCaro e.e se suponía que el reto era un one-shot, pero la historia que se me ocurrió está un tanto compleja y me estaba quedando muy larga para un shot, así que, como ella predijo, ¡se convirtió en algo más largo! Eso sí, no planeo que sea tan largo como mis otros fics, quizá no pase de unos cinco o seis capítulos, pero estos tendrán una gran longitud.

En fin. En este fic hablaremos mucho sobre la mitología nórdica, así que espero esto no les aburra mucho XD lo haremos muy dinámico, la verdad MeimiCaro dio justo en el blanco con el tema e.e me encanta la mitología nórdica. Como sea, me estoy alargando demasiado u.u ¡Disfrútenlo! En especial tú amiga mía ;)


Prólogo

Caminaba por los amplios pasillos en completo silencio. El suelo y las paredes de mármol blanco brillaban con la luz que entraba por los ventanales abiertos, los dibujos que habían en las columnas resplandecían por el oro que había en estos; siempre se preguntó que significaban esos dibujos, sus hermanas le decían que describían las guerras del mundo de abajo, pero ella siempre creyó que significaban mucho más que eso.

Después de varios minutos de trayecto, al fin llegó a su destino, una inmensa habitación con una mesa rectangular de mármol blanco y sillas del mismo material en el centro de esta, altos ventanales que, junto a un tragaluz, iluminaban todo el lugar con la luz que entraba por estos.

Sentada, en la silla más grande –que más bien parecía un trono– estaba una mujer de dorados cabellos rizados que le caían por espalda y hombros, portaba un vestido blanco largo hasta los tobillos con una abertura en un costado que dejaba ver sus largas y blancas piernas, sus pies estaban cubiertos por unas sandalias de cuero que estaban atados con correas que llegaban casi hasta las rodillas; su abdomen y pecho era protegido por una brillante armadura dorada que funcionaba como corsé.

No vestía muy diferente, la diferencia era que ella no portaba ninguna armadura y su vestido era corto hasta las rodillas; incluso su cabello era similar, hebras doradas y levemente rizadas que caían sobre su espalda y hombros; y sus ojos, azules, mientras que los de ella se asemejaban al cielo en un día despejado y cálido, los de esa mujer eran profundos como el océano mismo.

Esos orbes azules que ahora la observaban con severidad desde su posición, ¿acaso había hecho algo malo?

—Acércate—Demandó la mujer con voz tranquila.

Temerosa avanzó hasta llegar al extremo contrario de la mesa en la que la mujer se encontraba.

— ¿Sabes por qué fuiste llamada?—Cuestionó inclinándose en su asiento para apoyar sus codos sobre el borde de la mesa.

—En realidad no—Logró responder sin titubear.

—Nosotras te lo explicaremos—Resonó una voz por toda la habitación.

Mientras la voz hacía eco en las paredes, a un costado de donde la mujer se encontraba sentada tres figuras comenzaron a hacerse visibles, primero solo fue perceptible una extraña sombra oscilatoria que poco a poco se fue aclarando hasta que tomó la forma de tres mujeres de largos vestidos de color verde bosque con capuchas que cubrían su rostro gracias a la oscuridad que esta les brindaba.

Sabía quiénes eran, había leído mucho sobre ellas y sus hermanas le habían contado muchas historias…

—Las Nornas del Destino—Susurró sorprendida inclinándose para hacer una reverencia.

Y a pesar de su inclinación logró ver como las tres se quitaban la capucha al mismo tiempo revelando sus rostros.

La primera, una anciana de cabellos plateados y piel tan blanca como el papel; era Urd, la Norna de "lo que ha ocurrido", el destino.

La segunda, una mujer de no más de treinta años de cabello castaño atado y trenzado en un moño alto adornado con un velo verde; esa era Vernandi, la Norna de "lo que ocurre ahora", el presente.

Y la tercera, una joven de entre quince y veinte años, cabello pelirrojo recogido en dos trenzas largas que caían sobre sus hombros; era Skuld, la Norna de "lo que debería suceder, o es necesario que ocurra", el futuro. Y no solo eso, pues le habían contado que también participaba como Valkiria.

La pregunta ahora era ¿por qué estaban ahí? Y ¿qué tenía que ver ella en todo eso?

—El destino te ha elegido, Astrid—Habló Urd como si hubiera leído sus pensamientos.

¿El destino? ¿A qué se refería con eso?

Su mirada denotaba confusión, una confusión que era notada por las cuatro presentes… ¿Acaso no pensaban explicarle?

—Irás a Midgard—Habló de repente la mujer rubia, Freyja, aquella que por mandato de Odín las supervisaba.

¿Al mundo mortal? Imposible…


Freyja: Diosa del amor y la fertilidad, las valkirias estaban bajo su mando, más la líder de estas era Brunilda. (¡Casi como Brutilda! xD)

Nornas: Son dísir (plural de "dís", un espíritu femenino) de la mitología nórdica. Tres de ellas son las principales y son las que se mencionaron al principio y final u.u

Midgard: Así se le llama a la Tierra, esta forma parte de los nueve mundos, cada uno colgando de una rama del árbol de Yggdrasil (el árbol de la vida, o fresno del universo). Si han visto las películas de Thor ahí se habla sobre ello XD


Okay, esa es nuestra pequeña introducción e.e espero hacerlo bien con este fic ya que he realizado una gran investigación XD además… aún tengo mis dudas sobre algunas cosas, pero no quería tardar más en entregar este reto e.e y solo puedo decir… ¡Prepárate MeimiCaro! Muy pronto te devolveré el hacha u.u

En fin… Espero esta historia les guste.

A todos los que leyeron hoy… GRACIAS.