Había muchas cosas que molestaban a Kageyama sobre Hinata, una de ellas y la principal era su testarudez.
"Vamos, cierra los ojos."
"No."
"¡Solo hazlo!"
Llevaban bastante tiempo así, por alguna razón que desconocía Hinata había estado insistiendo en ello, al inicio preguntó el porqué pero el atacante se negaba a responder y continuaba empecinado, cómo pensaba que sería capaz de hacer algo así si no sabía qué era lo que haría o qué pasaría.
"¡Yo lo hice cuando tú me lo pediste, ahora hazlo tú!"
Ah, ese era un buen punto, uno que mataba cualquier replica aunque en realidad no le pidió que cerrara los ojos sino que confiara... en él. Demonios, aquel enano le había ganado.
Soltando un suspiró hizo lo que Hinata quería. Cerró los ojos y esperó unos segundos pero nada pasó, sabía que Shouyou estaba ahí porque podía sentirlo en cierta medida. Pensando en ello, en un inicio había creído que esa sensación abrumadora que el atacante producía era algo que pasaba solo en los partidos pero ahora se percataba de que seguía sintiéndola, aunque era algo no-tan-abrumador.
Hinata colocó las manos sobre sus hombros sujetándolo con algo de fuerza y jalando de él, lo siguiente que supo fue que estaba siendo besado por el más bajo. Teniendo los brazos de Hinata rodeando su cuello y sus labios presionando los suyos, tomo al atacante de la cintura y lo atrajo un poco más, comenzando a mover sus labios lentamente, al inicio el beso era suave y tímido pero poco después lo sintió mordisquear su labio inferior levemente, pasando la lengua lentamente por él, pidiéndome acceso a su boca, a lo cual no se negó. Podía sentir su lengua jugueteando con la suya, reconociéndose, sus labios aprisionando los suyos, comenzaba a faltarle el aire pero en ese momento poco importaba, quería seguir sintiéndolo, temblando bajo sus manos que acariciaban lentamente su espalda, el calor aumentando a medida que el beso se prolongaba, pensando que podría estar siempre así, que no existía nada más, que solo estaban los dos, pero la necesidad de respirar lo obligo a separarse de Hinata.
Respiraban de forma agitada, Shouyou se encontraba sonrojado y con una sonrisa plasmada en su rostro, llevó una de sus manos a la cara de su compañero regalándole una caricia, pasando su pulgar por los labios, ahora algo más colorados, queriendo besarle de nuevo.
Como si hubiese leído sus pensamientos Hinata lo atrajo de nuevo, y como pasaba cada vez que se besaban, se olvido de todo.
