Vocaloid no me pertenece.

Dos cosas antes de comenzar:

Uno; Se, perfectamente, que Flower es mujer, lo sé. Pero para fines de este fic le cambie el sexo. Pero, repito, se que es mujer.

Dos; He subido cosas peores, meh.


Jaló la silla por el respaldo y colocó su vaso con jugo sobre la mesa, tomó asiento y colocó ambos codos sobre la mesa. Lanzó un largo suspiro y observó al reloj de pared que colgaba frente suyo. Las manecillas marcaban las siete con dos, demasiado temprano para la mayoría de los habitantes de la mansión, así que podía desayunar con tranquilidad, aunque no tenía hambre y solo se había servido un vaso de jugo de naranja.

Suspiró y tomó su vaso, para darle un buen sorbo y después lo volvió a colocar sobre la mesa. Un suspiro más salió de sus labios y comenzó a jugar con el vaso de cristal en sus manos. Tan pérdida estaba en sus pensamientos que no se percató en la presencia de que unos de sus compañeros le dieron los buenos días.

A su lado, Wil tomó asiento y observó algo preocupado a Yan He que no respondió a su saludo. Observó a la joven y esta lanzó un suspiro bastante largo. La tomó de la muñeca y la chica se sobresaltó un poco y se giró a verlo, Yan He sonrió con alegría y algo de vergüenza.

-Buenos días, no te escuche entrar-. Confesó.

-Escucharnos-. Corrigió Wil, mientras señalaba a Yuu que derramaba toda la leche sobre la barra y a Kyo que dejaba el tocino rostizarse en el sartén.

Yan He asintió de nueva cuenta, aún más avergonzada que antes y continúo tomando su jugo. Wil observó a su compañera que volvió a perderse en sus pensamientos. Yuu y Kyo que estaban más dormidos que despiertos, con sus respectivos desayunos se sentaron en el lado izquierdo de Yan He. Wil dirigió la mirada a sus compañeros, pensando que estos habían notado la extraña actitud de la chica, pero solo vio como Kyo comía un tocino asquerosamente grasoso y quemado y Yuu derramaba toda la leche sobre la mesa. Suspiró.

-Yan-. Llamó y la chica le miró. –¿Pasa algo? Te vez muy distraída-.

La joven sonrió y negó con la cabeza, restándole importancia a su situación, sin embargo Wil no le quitaba la mirada de encima, cosa que la puso nerviosa y comenzó a jugar con su vaso medio vacío. No le gustaba molestar a sus compañeros, pero estaba siendo demasiado obvia y tarde o temprano todos en la mansión se enterarían de su situación, suspiró derrotada.

-Sabes que puedes confiar en nosotros-.

Y eso habría sido una frase muy solidaria de no ser porque Kyo estaba casi vomitando el tocino que, se supone, estaba comiendo… Y por que Yuu tenía la cara contra la mesa y hacía burbujas con la leche derramada a su alrededor, pero estaba pendiente ya que levantó la mano y mostró su pulgar en forma de solidaridad. Wil se masajeó las sienes y decidió ignorar a los otros dos.

-¿Qué sucede?-. Volvió a preguntar Wil y Yan He lo miró.

-Pues… Quiero invitar a salir a Luo, pero no sé como…-. Confesó sonrojada la chica, mientras bajaba la mirada.

-¡Pero qué buena idea!-. Gritó Yuu, levantándose de golpe, asustando a todos y mostrando como la leche caía pos su rostro. –Te podemos dar unos consejos perfectos-.

-¡Claro!-. Contestó Kyo, una vez corroboró que quien estaba a su lado era Yuu y no un estropajo mojado.

Ambos giraron y observaron a Yan He, la cual les miraba esperanzada y expectante, si ellos decían que podían ayudarla, estaba segura de que así sería. Por otro lado Wil veía no muy convencido a sus compañeros, ¿Cómo iban a dar consejos si ni ellos habían tenido una sola cita? No le daba buena espina lo que iba a pasar. Kyo y Yuu se miraron para después asentir y girar a ver a Yan He, para hablar al unisonó.

-Puedes llevarla a un hotel y…-.

Yan He casi cae de su silla cuando Wil se subió a la mesa y azotó la cabeza de Yuu y Kyo contra la misma, todo lo que estaba sobre la superficie saltó y por poco caía. La chica observó aterrada a Wil, el cual normalmente era tranquilo observaba con odio al dúo que había sido azotado contra la mesa de madera. El moreno inhaló lentamente para después soltar a los otros, bajar de la mesa y tomar asiento de nueva cuenta.

-Perdón…-. Se disculparon al mismo tiempo.

Yan He miró preocupada a sus compañeros que no levantaban el rostro, el pobre de Kyo había sido estampado contra el plato de porcelana que tenía enfrente. Wil suspiró y se volvió a masajear las sienes, sabía que ese par no daría un solo consejo decente. Carraspeó un poco, para llamar la atención de la chica y la observó, ya más tranquilo.

-Puedes hacerlo con algún regalo, o invitarla a una cita y decírselo-. Aconsejó.

Yan He se removió nerviosa en su lugar. –No lo sé, ¿y si no le gusta a donde la llevo?-.

-¡El hotel…!-.

Y la cabeza de Kyo volvió al plato de un fuerte puñetazo que le otorgó Wil. Yuu por su parte se tapó con su vaso vació de cristal, el cual no serviría de protección pero no encontró nada más al alcance y en su condición era algo que lo protegería, o eso esperaba. Wil restregó en círculos la cabeza de su compañero contra el plato repetidas veces.

-¿Qué eres? ¿Un puberto con hormonas alborotadas?-. Siseó. Y recibió otra disculpa. Lo soltó y se sentó.

-Pues vístete de chica, se sentirá identificada y será más fácil-.

Todos los presentes, o los que estaban al cien consientes, giraron a ver a la izquierda de Yan He, en medio de la chica y de un Kyo medio inconsciente, estaba Flower, con una taza de té humeante y su cabello que parecía un nido de pájaros, juraban ver unas cuantas ramas y hojas en esa maraña de cabello y otras cosas que no querían saber qué diablos eran. Tomó un sorbo de su té con lentitud y dirigió su vista monótona a Yan He.

-Finge ser chica, pasa tiempo con ella y lograras conocer sus pasatiempos-. Levantó el pulgar, en signo de victoria, como si su consejo fuese lo mejor.

-Flower, Yan He es una chica-. Dijo Wil, masajeando sus sienes con más fuerza, lo estaban sacando de quicio, ¿Cómo no sabía el sexo de uno de sus compañeros?

Flower observó a Wil en silencio, para después pasar a ver a Yan He y escanearle con la mirada, la camisa holgada que portaba Yan He le impedía saber si lo que decía el otro era verdad, además, siempre veía a Yan He con pantalones y camisas holgadas. Pero después de que Yan He asintiera admitió que era cierto. Así que procedió a preguntar algo que, en ese momento, le llegó como una revelación.

-¿Qué copa eres…?-.

La taza de té de Flower se derramó por toda la mesa cuando su cabeza fue azotada contra la mesa por Wil. Kyo, que ya se había levantado, se protegió con su plato. Yuu se escondió detrás de su compañero y Yan He se alejó de la mesa. Wil empujó aún más la cabeza de su amigo contra la, hasta ese momento, hermosa mesa de carísima madera.

-¡¿Pero qué pasa?! ¡Ya no son unos mocosos para andarse con eso!-. Gritó iracundo.

Una vez Flower se disculpó, Wil regresó a su asiento y comenzó a respirar agitadamente. Y la cocina quedó momentáneamente en silencio. Flower levantó el rostro de la mesa, con su nariz y frente enrojecidos, tomó su taza y bebió lo que quedaba de su té, como si su cara no hubiera tenido un encuentro intimó con la mesa.

-Creó que mejor lo dejamos así, chicos…-. Susurró la única mujer.

-¿Dejar, que cosa?-.

Wil gruñó con frustración, mientras que el resto saludo a Yohio, el cual estaba a la derecha de Wil. El recién llegado comía su pan tostado, mientras le ponían al tanto de la situación, aunque Flower sacó de nuevo a relucir su ignorancia con respecto al sexo de su compañera, no fue a mucho. Yohio al instante y con los ojos iluminados de la emoción, se propuso ayudar a la chica.

-Puedes llevarla a dar un paseo por el parque, comer algo en alguna cafetería-. Comenzó a contar, Yan He le miraba atenta. –¡Y después llevarla a un hotel!-.

Todos los presentes observaron con compasión a Yohio, el cual fue tomado del cabello y azotado contra la mesa con más fuerza que el resto, ya que Wil estaba a su lado. El moreno permanecía en silencio, pero su mirada mostraba toda la frustración que sentía en el momento y qué decir del agarre que mantenía.

-Animales en celo… eso son-. Susurró, sin embargo todos lo escucharon.

-O le puedes regalar una linda lencería…-. Dijo Yohio, aún contra la mesa, mientras levantaba una de sus manos.

Wil tomó el largo cabello del chico y lo levantó, azotó la cara de Yohio una y otra vez contra la mesa, asiendo que la misma temblara y todo lo que estuviera sobre la misma. El rubio solo permanecía en silencio. Cuando Wil pareció cansarse, soltó a Yohio, el cual que quedó inerte con la cara contra la mesa. Yan He juraba ver sangre colarse entre los cabellos rubios de su amigo, además, ¿siquiera aún seguía vivo?

-¿Y la besaras si salen?-. Las miradas se dirigieron a Oliver, que estaba entre Yan He y Wil. El menor miraba con monotonía a la chica.

-Supongo que sí…-. Confesó Yan He, sin entender bien la pregunta.

Oliver frunció la nariz y sacó la lengua con repugnancia. –Iug, que asco-. Y sin más, volvió a comer su cereal con leche.

Wil se tapó la cara con ambas manos, ¿de dónde habían salido todos? ¿Es que, acaso, ya todos practicaban el ninjutsu en la casa y les daba por aparecer de la nada? ¿Por qué no llegaban como personas normales y daban los buenos días en lugar de llegar de la nada y sentarse en la mesa? Y, lo más importante, ¿Por qué solo los hombres se estaban levantando a esa hora? Necesitaban ayuda femenina ahí, como deseaba que Mew apareciera. Le dolía la cabeza de tanto tratar con ese grupo de pervertidos.

-No tienes porque preguntar sobre eso, Yan-.

Ahora las miradas fueron al otro lado de la mesa, frente a Yan He, estaba Bruno, con su taza de café humeante y su barba sin afeitar, un par de ojeras se notaban mucho bajo sus ojos. Sonrió como lo hace un padre a sus hijos. Wil gimió frustrado, ya no quería más consejos de pre adolescente calenturiento, ya solo quería acabar de desayunar.

-Confía en ti, Yani, te aseguro que todo saldrá bien-. Levantó su taza y bebió un poco. –Lo que elijas, sera perfecto-.

Yan he le observó en silencio, y después observó al resto de los presentes. Wil se frotaba las sienes con molestia, Kyo se limpiaba toda la grasa que tenía en el rostro, Yuu limpiaba la leche derramaba en su lugar, Flower miraba a un punto en la nada, Yohio ya se había levantado y se masajeaba la nariz con una mueca de dolor y Oliver le daba pan tostado molido a James. Sonrió y se levantó de su asiento.

-Gracias por sus buenos consejos, chicos-. Realizó una pequeña reverencia y se retiró de la cocina.

Dejando a todos los varones en silencio y observando la entrada de la cocina, a excepción de Bruno, que seguía bebiendo su café. Wil sentía un tic nervioso en una de sus cejas, ¿buenos concejos? ¡¿Pero qué concejos?! ¡Si todo lo que habían dicho esa panda de pervertidos solo habían sido guarradas! Sentía pena por Yan He, la pobre había sido contaminada por ese grupo de animales en celo. El sonido chirriante de la silla a su izquierda le llamó la atención, era Oliver que se había bajado de la mesa y caminaba hacia la salida, sin mirar a atrás.

-¡Eso es, pequeño! ¡Huye antes de que estos imbéciles te contaminen también!-. Pensó.

-Oye, Wil, ¿estás bien? Tienes cara de constipado-.

Y con ese golpe, estaban seguros de que la mesa ya tendría grabada la cara de Flower hasta el final de los tiempos, o hasta que alguien comprase una nueva mesa para la cocina pero por como seguía la cosa terminarían comprando una nueva mesa y llevando a Flower al hospital, porque Wil lo azotaba una y otra vez, causando el pánico en Yohio y que Yuu y Kyo intentasen detenerle, entre tanto caos, Bruno reía de buena gana como si estuviera viendo la comedia de las cinco y, la verdad, no sabía que diablos pasaba, solo vio que todos parecían estar en algo importante y dedujo que era sobre la chica, estaba feliz de que su concejo había ayudado, aunque no sabía en que.

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Una vez se arregló, bajo corriendo las escaleras. Sabía que Luo saldría a desayunar con Chika y Cul, así que podría auto invitarse y aprovechar la situación. Cuando llegó al final de las escaleras se encontró a Oliver con una revista en manos, una vez estuvieron frente a frente, el rubio se la entregó. Yan He observó el artículo, eran unos pasadores para el cabello, observó al niño sin comprender bien.

-Escuche a Luo decir que los quería-. Comentó Oliver. –Si planeas pedirle que sea tu novia, regálale algo-.

Yan he sonrió, y besó a Oliver en la mejilla. El menor al instante la alejó y realizó gestos de asco, con la manga de su camisa se limpió la mejilla que había sido besada, la chica rió con fuerza y le revolvió el cabello al menor con cariño.

-Gracias-. Le dijo.

-Como sea-. Contestó de mala gana el menor, mientras caminaba de regresó a la cocina.

La chica observó al menor retirarse, y estaba segura que nada le quitaría esa sonrisa que tenía en el rostro. Sabía que ese sería un gran día. Dejó la revista sobre una mesa que estaba cerca suyo y caminó hacía la sala principal, donde se encontró con Luo. Algo le decía que llegaría a casa a darle buenas nuevas a sus queridos compañeros.


Vuelvo a decir, se que Flower es mujer. Pero la primera vez que la escuche, no que la vi, pensé que era hombre xD Y hay muy pocos varones en Vocaloid 3, así que tuve que poner a Flower como uno, para que hubieran unos cuantos más.