Hinata Hyugga observó como tiritaban sus manos a medida que se acercaba a la puerta del salón. El pasillo estaba vacío, sabía que llegaba tarde, pero aún así, no quería entrar. No podía controlar el remolino de pensamientos desatados dentro de ella, todo anudado a nervios e impaciencia.

Sabía que tarde o temprano tenía que afrontarlo, no podía quedarse parada ahí esperando a que el día terminara. Inhaló aire sonoramente y sin pensarlo dos veces, giró la manilla de la puerta.

Segundos más tarde, se asomó por la puerta cautelosamente y en menos de un segundo vio muchas cabezas dirigiendo sus miradas hacía ella. Se sonrojó al instante, sintiéndose torpe.

- Profesor , ¿puedo pasar? - Preguntó casi en susurro, no podía estar más avergonzada para ese momento - Lamento la demora.

El profesor, un hombre de unos treinta años, la miró de manera simpática. Al menos a Hinata le relajó ver que parecía estar de buen humor.

- Claro, pasa - Se dirigió hacía ella invitándola a pasar hacía el interior de la sala con un gesto de manos.

Hinata caminó torpemente, sintiéndose paranoica al ver como toda la clase le puso los ojos encima. Quería creer que era producto de su imaginación, pero al dirigir pequeños vistazos a algunas personas dentro de la sala, se daba cuenta de que su teoría no podía ser cierta.

El profesor tomó suavemente a Hinata de un brazo, dejándola parada al frente de todos.

Un pánico escénico la embargó de tal manera que sentía el latido de su corazón retumbar en sus oídos. Quería desaparecer a toda costa de ahí.

- Bueno, está a la vista que tenemos una nueva adquisición - El profesor miró a Hinata con una sonrisa, pero ella estaba tan petrificada que apenas si lo notó - ¿Cómo te llamas?

- Hi..Hinata Hyugga ... Uchiha - Respondió para su sorpresa, estaba convencida de que no iba a ser capaz de articular ni una sola palabra de lo nerviosa que estaba.

- Y bien, Hinata, ¿de donde vienes?

- Vengo desde el instituto que está en el norte - El profesor pareció no entenderle - Fue como una especie de traslado, como es la misma cadena de colegios sólo me movieron aquí.

El profesor asintió. Hinata se sintió tonta después de haberle dado tal explicación.

- Veamos, Hinata - Comenzó a remover sus dedos, como si estuviese tramando algo - Tengo que asignarte un puesto, déjame ver… - Lanzó una mirada periférica a lo largo de todo el salón, Hinata vio que habían dos lugares vacíos que podían estar disponibles para ella.

Rogaba en su interior que no la dejaran con una persona terrible o insoportable.

- Ve hacia la tercera fila, en el penúltimo asiento, al lado de la señorita Haruno - Hinata dirigió su mirada rápidamente hacia el lugar que el profesor le dijo y ubicó a la chica de la cual hablaba. Tenía cabello Corto rosa junto con ojos jade que ahora miraban a Hinata de forma fija.

Esto la cohibió aún más, pero intentó caminar lo más relajada posible evadiendo las miradas de las personas que estaban en los asientos delanteros. Al llegar a su correspondiente puesto, puso su mochila despreocupadamente sobre la mesa al igual que muchos de sus compañeros y se sentó. El profesor continuó hablando y Hinata miró a las personas que ahora la rodeaban con algo de timidez.

- Hola - La chica que estaba a su lado era la que rompía el hielo, y se quedó pensando en algo - ¿Te gusta que te digan Hinata o prefieres un apodo?

- No.. solo Hinata - añadió.

- Bueno, yo me llamo Sakura Haruno - Le sonrió de manera amigable y Hinata supo de inmediato que le simpatizaba - Ella se llama Ino - Dijo señalando a una chica detrás suyo que miraba a Hinata con curiosidad - Y el es Sai - Hinata se giró sobre su asiento parea ver detrás suyo, y al lado de Ino, a un chico que la miraba con simpatía.

Parecían buenas personas, Hinata esperaba que estas primeras impresiones fueran acertadas.

- Disculpa la pregunta pero… ¿Tú eres pariente de Sasuke Hyugga Uchiha? - Consultó con cautela Ino. Habló como si lo que hubiese dicho fuera algo malo. A Hinata le pareció introvertida.

- Es mi hermano - añadió con serenidad. Ya estaba preparada para esa pregunta, de hecho, estaba segura que en el momento en que dijo su apellido, todos los de la clase ya la habían asociado a Sasuke.

- Ah, pensé que sonaría estúpido preguntarlo porque quizás eran perfectos extraños - Ino tenía un aspecto Introvertido que llamó la atención de Ginny, simplemente le sonrió.

En su fuero interno, Hinata intentaba no pensar demasiado en Sasuke y hablar de el como si fuera un tema ajeno, sino comenzaría a deteriorar su estado de ánimo. No quería ser etiquetada como "La hermanita de Uchiha".

- ¿Qué te ha parecido todo? - Sai era quien hablaba esta vez. Hinata meditó un instante la pregunta para elegir correctamente sus palabras.

- No lo sé, recién llegué - Miró sus dedos mientras se dedicaba a hacer musarañas - Hay muchas cosas distintas, por ejemplo en mi otro instituto nos sentábamos solos, no en pares. Tampoco teníamos una clase fija, sino que nos rotábamos, por lo que éramos generación.

Temía estar aburriéndolos con su respuesta, dado que estaba intentando no hacer algo mal su primer día. Dirigió una mirada a sus oyentes y aún parecían estar escuchándola atentos.

- ¿Qué te gusta? - Sakura tomó la palabra.

- ¿En qué sentido?

- Cuales son tus gustos, que actividades te gustan… cosas por el estilo.

- Bueno… me gusta mucho la danza - A Hinata se le dibujó una sonrisa en el rostro - Y básicamente soy una persona común y corriente - resumió.

Justo en el momento en que Hinata terminó de hablar, el profesor alzó la voz para hacerse escuchar.

- Chicos, hay que ir al discurso - Avisó.

Se hicieron escuchar gritos de queja y aullidos de exageración. Hinata no comprendía nada.

- Sólo síguenos - Ino habló de manera cordial con Hinata.

Se quedó esperando a que los tres comenzaran a moverse, aún se sentía como el pez perdido en el océano.- ¿Qué es eso? - Miró a Sakura , quien era la más próxima a ella, para que le contestara.

- Oh, es solo una especie de bienvenida - Puso los ojos en blanco - Media hora de nuestras vidas perdida.

- Con eso eres oficialmente bienvenida - dijo en tono sarcástico Sai.

Todos comenzaron a caminar para salir hacia el pasillo.

Para Hinata todo parecía excesivamente nuevo, fue como si la sacaran de su rutina de un día a otro, así de brutal. Se sentía contenta de ver que hasta ese momento las cosas no habían resultado mal, tenía esperanzas de que este año fuera mejor, a pesar de todo.