Ok, aun no sé cuánto durará esta, depende de los comentarios y de cuanto me dé para extender la historia. Pero espero que la disfruten. Fue un tema dado por una de mis lectoras y me gustó la idea.

Ninguno de estos personajes son míos, todos los derechos reservados a ABC

Capítulo 1

"Fin"

Una palabra fue lo que llevo a todo este enredo. Ahora él estaba solo en un pueblo fantasma sin tener idea alguna donde se encontraba su familia. Henry se armó de valor y agarro el Mercedez de su mama y salió de Storybrooke. Manejo unas cuantas millas cuando encontró un pequeño establecimiento y con un movimiento brusco estaciono el auto en frente de este. Henry se quedó en el carro por unos segundos tratando de calmar su respiración, y dándole gracias a su abuelo por haberlo llevado a 'manejar' poco después de volver de New York. Si no hubiera sido por eso, no hubiera llegado ni a la esquina.

El joven se bajó y entro al establecimiento en donde estaba una mujer de pelo rojo y ojos claros mirándolo extrañamente. Esta no podía creer que un niño de tan poca edad estuviera en posesión de un auto y que estuviera manejando. A ella le pareció un poco sospechoso.

"Te sabes estacionar muy bien" dijo esta con sarcasmo. ¿Tienes la edad para estar manejando?

"Si" contesto Henry un poco impaciente. ¿y usted?

La mujer sonrió

Henry después le pidió a la señora ayuda mostrándole unas fotos con su familia y preguntándole si los había visto. La mujer negó, mientras Henry con poca paciencia insistía. La pelirroja con cara de preocupación le dijo que esperara que iba a preguntarle a sus amistades. Pero lo que en verdad iba a hacer era llamar a la policía. Henry escucho la conversación y se apresuró a recoger las fotografías. Pero cuando ya iba a salir vio un libro que le llamo la atención.

Se acercó a el están y leyó el título 'Héroes y Villanos' . No. Susurro virándolo para encontrar la foto de Isaac como autor de este. Henry salió con el libro de camino a buscar al escritor.

OM OM OM

Todo paso muy rápido, el encuentro con el autor, las amenazas, las peleas, la magia, el golpe proveniente del Isaac, el encuentro con el ogro y el ser salvado por su abuelo. Que, en esta historia, era el matador de ogros con magia blanca y 'corazón noble'. El solo pensar en eso le erizaba la piel a Henry, era inaudito que el mago más poderoso de todos los tiempos, el Oscuro, se haya tornado un héroe así de repente. Pero, lo que le causaba un malestar incontrolable era en la situación en la que estaba y con quien estaba.

La mujer que le dio su amor incondicional desde que era un bebe, la que lo arrullo, lo cuido y lo protegió los primeros 13 años de su vida, la persona en la cual confiaba plenamente. Lo estaba apuntando con una flecha directamente en su corazón. Ella se veía diferente, su cabello era largo y estaba recogido por una trenza, su ropa era la de una bandida (y allí él se dio cuenta de los papeles invertidos con Snow) y su mirada reflejaba valentía pero a la vez tristeza, perdida y desesperanza.

"¿Quién eres tú? ¿Qué quieres?

Henry respiro profundamente y agarro valentía de donde no la tenía. Al fin y al cabo él fue criado por una madre que a pesar de que tenía mucho miedo, nunca lo mostraba.

"Mi nombre es Henry… y soy tu hijo"

Regina lo miro de arriba abajo, mientras esas últimas palabras eran procesadas. Ella no recordaba su rostro. Pero si sentía algo por este joven desde la primera vez que lo vio a sus ojos. Al principio pensó que era su instinto maternal, el cual ella pensó había enterrado para siempre. Pero luego la seguridad de él le dio un poco más de esperanza. La cual se desvaneció repentinamente al recordar quien era su enemiga y que había hecho para hacerle la vida miserable.

Henry vio cómo su mama bajo la guardia por unos momentos, pero de repente volvió a aferrar sus fuerzas al arco y la flecha en sus manos. Su rostro que había pasado de esperanza se transformó en uno de rabia y traición. El joven dio unos pasos atrás.

"Te mando ella ¿verdad? ¡CONTESTA! O esta vez nada te salva"

"No, ma… ella (sabiendo que se refería Snow) no me mando. Es verdad, yo soy tu hijo"

"¿Por qué debería creerte? Ella siempre quiere hacerme sufrir, jugándome sucio y pudo haberte mandado a ti para que me vengas a jugar una broma como esta. ¿No le fue suficiente quitarme a mi hijo de brazos y acabar con su vida? Ahora quiere que baje mis guardias contigo para que me entregue y me lleve a la guillotina"

Regina estaba reteniendo las lágrimas que brotaban en sus ojos.

Henry, a su vez, estaba muy confundido. ¿Un bebe? Su mama había tenido un bebe y Snow se lo había quitado. El joven recapitulo todo lo que había leído en el libro, pero él nunca leyó nada acerca de este hijo. Se imaginó luego de que Isaac había escrito algunas páginas pero las había escondido para que no se supiera la historia completa. Henry le comenzó a agarrar aún más rabia al autor. Su mama nunca iba a poder tener un hijo propio, por lo que ella le había contado de la poción de infertilidad, y que este le hubiera dado uno y se lo hubiera quitado de la manera más ruin, eso sí que no lo podía aceptar. Era mucho sufrimiento para ella.

"¿Y bien? Me vas a decir la verdad o terminemos esto de una buena vez" dijo Regina prensando un poco más la flecha. Henry la miro profundamente, el la conocía más que ella misma, él sabía que él le había sembrado la espina de la duda y que Regina no le haría daño.

"Primero que todo, yo te conozco desde que tengo uso de razón, se tus gestos y tus ojos reflejan más de lo que tu quisieras. Yo sé que tú lo sientes, sabes que yo no te estoy mintiendo. Lo pude ver cuando bajaste la guardia y tuviste ese brillo en tus ojos, esperanza. Ma, yo lo que te pido es que me escuches."

Regina, convencida una vez más que el joven decía la verdad, bajo sus defensas y lo guio a su cueva.

OM OM OM

Snow fue llamada al salón principal por uno de sus caballeros negros. Le habían comentado que encontraron un intruso en unas de las trampas y que apoyaba a la bandida Regina debido a un 'amuleto extraño' que habían encontrado en su bolsillo. La Reina Snow era de poca paciencia y menos se tomaba el tiempo de escuchar las excusas patéticas de los traidores. Pero, como toda una Reina, no les gustaba ensuciarse las manos con sangre de campesinos, así que le dejaba el trabajo sucio a su fiel compañero y esclavo.

La Reina apareció un corazón en sus manos y grito con fervor.

"ENTRA YA"

El cazador, irritado, entro al gran salón agarrando el pomo de su espada

"No necesitas gritar Snow, yo siempre te encontrare"

"Disculpa… tu siempre me encontraras… ¿qué?"

"Siempre te encontrare, Mi Reina" dijo el cazador volteando los ojos sutilmente.

"Así me gusta"…. "Mata a este traidor" dijo Snow señalando al autor.

"Con mucho gusto, su majestad"

Isaac empezó a gritar cosas incoherentes, tratando de salvarse de una muerte segura cuando atino al decirle a la Reina quien era en realidad su amor verdadero. Eso despertó un poco de curiosidad en Snow y dejo que el hablara. El autor se acomodó su camisa levantándose rápidamente.

"¿Cómo sabes esto?"

"Un libro mágico, el cual tiene toda la información acerca de esta tierra. James era cruel como tú. Se entendían, se enamoraron, era todo para ti. Pero por causa de Regina, el murió. Así que le quisiste dar donde más le dolía y agarraste el corazón de su amor verdadero, Charming (el Cazador), para que fuera solamente tuyo. Pero nunca estuviste satisfecha, él es solo una imitación y tú sabes a quien le pertenece en realidad, con o sin su corazón."

El cazador miro a Snow y luego al autor. Todo lo que es decía era verdad. Lo que lo impedía a el de estar con Regina era el control que la Reina tenia de su corazón. Era una tortura el no poder huir con ella sin esperar una muerte dolorosa y segura. Era duro saber muchos secretos que le podían causar a ella felicidad, y no poder decirle. La carcajada de Snow lo hizo salir de sus pensamientos.

"¿Así que sabes donde esta Regina? Dime ¿qué quieres a cambio por esta información? Si es verdad, te concederé lo que quieras, si no… morirás en la guillotina."

Issac trago en seco porque él sabía que ella estaba hablando muy enserio. Pero también sabía lo que él había escrito así que sus preocupaciones no eran mayores.

Charming, presto mucha atención a lo que él estaba hablando, esa noche era usualmente la que él tomaba para ver a Regina, así que le iba a advertir de lo que estaban tramando.

OM OM OM

Regina y Henry estaban sentados en unas sillas echas con tronco al igual que la mesa que los separaba. La bandida, había escuchado al chico con mucha atención, y aunque le pareciera absurdo, al leer lo que ella iba a hacer el día siguiente la dejo sin habla. Aunque no confiaba en el plenamente, decidió darle el beneficio de la duda.

"Ok, tú dices que estamos atrapados en un libro, que esto no es real y que yo soy tu mama adoptiva… sabes lo loco que suena esto."

Henry volteo los ojos y exhalo con frustración. "No estoy loco"

"Capaz no. Pero tienes una imaginación muy fructífera jovencito" Regina se paró para servirse un poco de agua.

"Mama.. Por favor… tienes que reconocerme"

"No me digas así" dijo Regina entre dientes. Cada vez que esa palabra salía de los labios del muchacho era como si un cuchillo entrara en su corazón y un frio intenso llenara su cuerpo. Ella solo podía imaginar su bebe perdido. Porque a pesar de lo que decían los rumores, que Snow había acabado con la vida del pequeño, ella muy dentro de sí sabía que su hijo estaba en algún lugar esperando por ser rescatado, o eso era lo que ella quería pensar.

Henry, por su lado, sentía como su corazón se partía en mil pedazos por la indiferencia de su mama.

"Ya es tarde, es mejor que vayas a la habitación y duermas un poco. Yo hago guardia. Ya mañana veo que hago contigo" dijo Regina rompiendo el silencio tan incómodo.

Henry asintió con la cabeza, cansado y desilusionado del día de hoy. Él tenía que hacer algo para revertir lo que Isaac había hecho. Pero ¿Cómo? Eso era algo que tenía que pensar.

Por cuestión de costumbre y reflejo, Henry se levantó y le dio un abrazo bien apretado a Regina, se separó y le dio un beso en su mejilla.

"Buenas noches Ma… disculpa… te veo mañana" el chico le dio una media sonrisa yéndose al cuarto y dejando a Regina en un estado de shock del cual iba a ser muy difícil salir.

OM OM OM

Regina dio unos cuantos pasos alejada de su cueva, cuando sintió unas manos fuertes abrazarla por detrás. Ella dio un brinco sorprendida y se puso tensa. Pero sus músculos se relajaron inmediatamente ya que ella sabía quién era.

El cazador le dio un beso en su cuello susurrándole en el oído

"Disculpa por el susto mi amor"

Regina cerró los ojos sonriendo plácidamente al escuchar la voz de él tan cerca de ella. La bandida se dio la vuelta dándole un beso apasionado. Antes de perderse en el momento, el cazador paro el beso mirándola fijamente a los ojos.

"Te tengo noticias, llego un hombre al castillo diciendo que sabía el futuro, y que mañana ibas a robar una carroza. La Reina está planeando una emboscada."

Regina abrió sus ojos marrones sorprendida por la información.

"Vengo solo a advertirte, tendremos que dejar nuestra cita clandestina para otro momento" dijo este apretándole con firmeza su trasero. A lo cual Regina gimió.

El cazador había cambiado mucho después de haber caído en las garras de Snow. Ahora era más tosco, su vocabulario se había desmejorado y tenía tendencias un poco más oscuras del hombre en el que ella se había enamorado. Ahora, aunque su dulzura salía de vez en cuando, la mayoría de las veces era dominador y podía tener falta de tacto, pero a ella le excitaba aún más que el fuera así más por su encuentros íntimos. Aunque cuando de conversaciones serias se trataba, extrañaba al amoroso ovejero que le robo su corazón,

Regina sin advertencia lo empujo en contra del tronco que tenía atrás de él y lo beso profundamente. Bajando su mano hacia su miembro y masajeándolo como podía. El cazador dejo salir un gruñido. Después de unos segundos, Regina paro sus movimientos mirándolo pícaramente.

"Lastima… estaba esperando tenerte esta noche. Pero así como tú me provocaste… así te dejo yo a ti"

El cazador perdió un poco su paciencia y la agarro por el cuello trayéndola hacia su mismo nivel. "Cuidado con lo que haces… te puedes arrepentir"

Regina se sorprendió con el movimiento tan brusco. Cada encuentro parecía que la rabia de él se estuviera intensificando y su sutileza evaporando. Eso le preocupaba, pero no lo mostraba, así que rio maliciosamente

"Lo estoy esperando"

El rio de vuelta y a soltó dándose la vuelta para irse.

"David" dijo Regina esta vez muy seria y con esperanza de que esta noche tuviera una respuesta diferente.

David se dio la vuelta con cara desafiante. Él sabía que venía después de ella pronunciar su nombre, el cual se había perdido el mismo día que había caído en el dominio de la Reina. Este era un recuerdo burlón, de como el permitido que le arrebataran todo sin luchar primero.

"¿Dónde está nuestro hijo?"

"Te dije que murió"

Regina salió corriendo hacia él, pero David la paro en seco. La bandida le pegaba e su pecho desesperada. "Eres un mentiroso, tu sabes que él está vivo y sabes donde esta… dímelo" Regina a este punto estaba comenzando a alzar la voz.

"Regina, no me hagas molestar más de lo que estoy. Supéralo, el ya no está. Olvídalo" dijo David susurrando esta última palabra, soltándola bruscamente y dándose la vuelta. Mientras se alejaba podía escuchar el llanto silencioso de la mujer que amaba con toda su fuerza. Se alejaba con ganas de desmentir lo que había dicho, correr hacia ella abrazarla con fuerza y decirle la verdad. Que su bebe estaba bien y que él lo había llevado a un lugar en el cual Snow nunca lo iba a encontrar.

Pero eso estaba prohibido para él. El mismo día de que Snow le quito él bebe a Regina le susurro a su corazón: Cada vez que Regina pregunte por su hijo tu respuesta será que murió. A pesar de que tú sabes que él está vivo y en buenas manos.

David podía ver la maldad en esa orden. Hubiera sido muy fácil para Snow desaparecerlo y que él y Regina lidiaran con la perdida. Pero el saber de su bienestar y no poderlo decir, era un castigo aún mayor.

Aquí está un capitulo largo… espero lo hayan disfrutado.