Hola a tod s! Es mi primer fic en esta sección n.n, ya tenía la idea hace tiempo pero no me animaba a ponerla ._. , a ver que tal les parece n.n.
Aclaración: Ninguno de los personajes me pertenece a mí, sino a su correspondiente autora.
CAPÍTULO 1: NUESTRAS DIFERENCIAS
Uno de los problemas de nuestras parejas es la diferencia de edad, pero la ciencia ha llegado a descubrir algo que puede reducir o aumentarte años de vida, el efecto repercute física y un poco emocionalmente; esa fue la noticia que revolucionó el mundo. Entre los principales compradores destaca el público femenino y los hombre viejos. Veamos la reacción de nuestros personajes.
Pareja romántica:
- ¡Woow! Eso suena genial, ¿A que no parece algo así como el elixir de la vida? - Dijo emocionado Misaki mientras alzaba ambas manos.
- Supongo que sí... - Contestó Akihiko, "Hmm, tal vez ordene un par...", ya se traía algo entre manos como siempre.
- ¡Tengo que decírselo a mi hermano! - El menor fue corriendo hacia el teléfono.
"Creo que también haré una llamada...", pensó el peliplata tomando su celular.
Pareja egoísta:
- ¿Has oído las noticias Hiro-san? - Preguntó Nowaki sin evitar mostrarse interesado, con el uso de eso al fin podría eliminar los 4 años de diferencia y poder llevarse mejor con su castaño.
- Oh, ¿Esas pastillas para reducir de edad? Sí – Contestó fingiendo indiferencia mientras leía un libro, en realidad estaba tan interesado como Nowaki, hasta había anotado el número telefónico de referencia.
- Sería bueno pedir una...
- ¡¿Eh?! ¿Para qué querrías una?
- Para ser más cercano a Hiro-san, por supuesto- Contestó el más alto con una sonrisa y corazones a su alrededor. Hiroki se quedó estático y algo sonrojado, acababa de decir justo lo que él pensaba- ¿Hm? ¿Hiro-san, también te gustaría hacerlo?- Preguntó ante la obvia expresión del castaño.
-¡Claro que no! - Gritó arrojándole el libro que andaba leyendo.
Pareja terrorista:
- Viejo, compra una de esas pastillas
- ¿Eh? - Miyagi se quedó anonadado – Jaja, ¿Para qué? Si así estamos bien...- Respondía mas por la influencia de su billetera que por la de sus deseos.
- Lo sabía, eres un pervertido que gusta de menores.
- ¡¿Qué rayos?! ¡No soy ningún pervertido!
- Entonces... ¿Cómo explicas esto? - Dijo remarcando la situación en la que estaban, completamente desnudos acostados en la cama luego de una intensa sesión de placer.
- ¡! - "Este mocoso...", pensó irritado – Están muy caras, ¿sabes?
- … - Quedó en silencio amargamente luego de escuchar la respuesta- Entonces, si mi padre me la compra no hay problema, ¿verdad? Después de todo eres solo un profesor...
"Qué se ha creído...", murmuraba entre dientes con una lágrima de verguenza.
En la central telefónica del producto:
- Sí señora, le estará llegando en 4 días, gracias. - ¿Hola? Sí, solo dígama si es para aumento o reducción - Entendido, ¿Cuántos años?
La línea estaba saturada de tantas personas ansiosas por poseer "la maravilla", como la habían llamado.
- Buenas noches, central de "la maravilla", ¿En qué puedo ayudarlo?
/Buenas, me gustaría ordenar dos pastillas/
- Lo siento, pero solo podemos vender una por persona, las sobredosis pueden producir graves efectos secundarios.
/Entiendo...Entonces, solo deme una/
- Bien, ¿Para reducir o aumen-? - Fuen interrumpida por su compañera
- Oye Sumino, acá hay uno al que no le entiendo nada, por favor tú podrías...
- Esta bien, disculpeme señor, acá continúe el pedido con quien le voy a pasar
/No hay problema, quiero uno para reducir 10 años/
Y así continuaron llegando las llamadas. Al parecer el nervioso de la línea era Hiroki.
"Tsk, cree que un adulto realizado no puede comprar algo así, ¡Se lo voy a demostrar!", Miyagi marcó el número y ordenó uno para reducirse 17 años, fue muy vergonzoso para él, hasta la operadora ya lo tomaba por viejo verde.
"Si solamente pudiera obtener una...", pensaba un Nowaki con aura deprimente, "Aah, en vez de ponerme triste mejor busco una forma de ser más cercano a Hiro-san", se levantó y fue a buscarlo a la habitación y he ahí, encontró a Hiroki colgando como loco y aventando el celular abajo de la cama.
- Jejeje, ¿Qué pasa Nowaki? - Preguntó nervioso entre risas- ¡Oye! ¡No-! Nowaki ya había recogido el móvil y checó el número.
- Hiro-san, en serio tú... ¡Soy tan feliz que hagas esto por mí! - ¡No lo hago por tí!
De vuelta en la central telefónica:
- Ah, estoy...tan...cansada... - Yo...también...
- ¡Entreguen la lista de pedidos de una vez! - Gritó el jefe para despertarlas
- ¿Eh? Oh, si... - Todo era un caos y habían anotado los pedidos en desorden, en 5 minutos arreglaron los papeles para entregárselo al jefe, solo que... lo ordenaron al azar, haciendo que a nuestras parejas no les llegara la orden correcta.
¿A quién le tocará qué? Y luego de eso, ¿Qué van a hacer?
