DISCLAIMER: Los personajes pertenecen a J.K. Rowling. No tengo ninguna relación ni con J.K. Rowling ni con Warner Bros. La historia, eso sí, es mía y solo mía.
GENERO: Romance/Tragedy.
PAREJA: Remus Lupin/Hermione Granger.
RATING: K
N/A: Siempre me gustaron estos dos... Una lástima. Disfrutadlo.
Te Echo De Menos
Abro los ojos. La misma pesadilla de siempre me ha vuelto a despertar. Una pesadilla... tiene gracia. Para mí, ese sueño es tan real como la vida misma. El dormitorio está completamente oscuro. Tengo que parpadear varias veces para que mis ojos se acostumbren a las sombras. Me levanto de la cama sigilosamente para no despertar a Ron y camino hasta la ventana. El jardín está vacío y la luz de la luna cae de forma fantasmal sobre los arbustos.
Luna llena. Lo echo tanto de menos. Su pelo castaño, sus ojos marrones... Su perfume a chocolate. Es imposible olvidarlo. Han pasado diecinueve años, estoy casada, tengo dos hijos, pero aun así... Aun así lo sigo amando. Todavía siento en mi interior ese calor en el pecho cuando escucho su nombre. Tengo muy claro que no lo olvidaré jamás. Cada vez que veo a Teddy, es como si volviera a verlo a él. Tienen los mismos ojos, la misma inteligencia. Ese niño, su hijo, incapaz de imaginar el sufrimiento por el que tuvo que pasar su padre.
Irremediablemente, lo echo de menos. Fue mi primer amor. El único, me atrevo a decir. Un amor muy cruel. Lo he visto transformarse, gritar de dolor al ser un lobo por otra noche más. He tenido que soportar que lo alejaran de mi lado, cuando era mi profesor. He visto como se casaba con una mujer a la que sé que no quería. He visto como se convertía en padre. Sufrí mucho con todo eso, pero aguanté. Habría aguantado todo lo que hubiera sido necesario para verlo feliz. Pero jamás pensé que también tuviera que verlo muerto. Aun recuerdo el momento en el que entre en el Gran Comedor y lo vi, despojado de su vida, su cuerpo vacío. Estoy segura de que murió luchando, tal y como él quería. Pero no fue justo... Nada lo fue.
Ni siquiera sé cuando empecé a llorar, pero las lágrimas me surcan las mejillas y me salpican las manos. Salgo a toda prisa del dormitorio y entro en el baño; no quiero que Ron o los niños me vean llorar. Me apoyo en el lavabo, pero no me siento con fuerzas para mirarme al espejo. El llanto me sacude cuerpo y alma. La amargura arrastra mis sentimientos a un huracán de desesperación. Me arrasa el corazón, me desgarra. No puedo vivir más sin él.
Aturdida por mi propio dolor, subo a la azotea de la casa. Camino hasta la barandilla y paso por encima, quedando por fuera de ella. El vértigo me impide mirar hacia abajo. Las lágrimas casi no me dejan ni ver, pero he de hacerlo, debo hacerlo. Miro la luna una vez más.
- Ya voy contigo, Remus -Sollozo.
Y dando un paso más, dejo que la vida me abandone y me deje inerte en el suelo de mi jardín. Ron, lo siento.
