Desde hacía cuatro años cada mañana era la misma historia, desde que esos malditos neomortífagos se habían echo con el control del país su vida se había convertido en un infierno. Todavía recuerda como hacia cuatro años, cuando iba a viajar a cursar su segundo año en Hogwarts se dió la alarma de una rebelión por parte de los todavía existentes seguidores de Lord Voldemort; los aurores enseguida fueron a sofocar la batalla que se estaba librando pero no eran suficientes asi que la gente común, los civiles, también fueron a luchar. Sorprendió lo bien que estaban preparados los nuevos mortífagos, sus armas de nueva tecnología, y el gran número que eran. Muchas de las personas que ella conocía murieron y casi la otra mitad desapareció, como su familia, llevaba años sin saber de sus padres, de todos sus tios...La guerra duró varias semanas y terminaron ganando los mortífagos.
Para controlar mejor a la población el pais quedó aislado y dividido en 12 distritos comunicados por una vía ferroviaria en la que solo podían viajar quien tuviera permiso, osea los mortífagos. Cada distrito estaba rodeado por una valla electrificada, pero el del distrito donde ella vivía, el doce, casi siempre estaba apagada. Solo los más puros de sangre, los que pudieran demostrar su linaje vivían en el Capitolio que era una metrópolis donde a nadie le faltaba el dinero y la comida, y se les permitía hacer magia cosa que a la gente de los distritos se le estaba prohibida. Desgraciadamente los distritos pasaban hambre, y el suyo, el doce, era el más pobre, trabajaban en las minas, el carbón era su fuente de producción y los chicos, a partir de los diecisiete años ya podían trabajar allí. Otros como su prima Victoire y su novio Teddy ayudaban en el negocio familiar de sus abuelos, pero los negocion casi siempre se iban a pique en el distrito doce, allí el dinero no servia para nada, lo que interesaba era la comida y la forma de pagar las cosas era a modo de trueque.
La gente de su edad iba al colegio, nada que ver con Hogwarts, este era un colegio en el que el director era mortífago y se la tenía jurada a ella, Rose Weasley, y a todos sus primos; por suerte los demás profesores eran gente del distrito, como su prima Molly o el profesor Scamander. Por las tardes, saltaba la valla del distrito con su primo Albus para conseguir cazar algo para comer, estaba prohibido bajo pena de muerte, pero si no lo hacían entonces si que ellos y sus familiares morirían de hambre puesto que con lo que sacaban de las minas, el puesto de profesora de Molly y la botica de sus abuelos no daba para alimentar a tantas bocas.
Vivían quince personas en una casa con tres habitaciones, un baño, una cocina y una pequeña sala de estar, habían pasado de vivir sin complicación por el dinero a la más absoluta de las miserias y lo peor, estaba todavía por llegar.
