Una compañera para dos

.

.

.

-No te haré daño-me susurró dulcemente pero yo estaba sumamente nerviosa.

-Lo sé…-mi interior se removió ante la mirada atenta y llena de amor de mi querido novio.

Él me miraba a los ojos buscando algún atisbo de duda pero yo solo le sonreía con amor y entrega. Él no dudó más y se enterró en lo más profundo de mi ser llevándose consigo mi virginidad.

.

.

.

-¿Algún día volveré a verte?-él me sonrió con una tristeza tan profunda que marcó hasta lo más profundo de mí ser.

-No lo sé-me respondió con dolor.

Se acercó a mí y nos volvimos a fundir en aquella danza carnal pero esta era amarga y dolorosa. Era nuestra despedida y sabrá Dios cuando lo iba a volver a ver.

.

.

.

Hay algunas cosas que los Cullen desconocen de mí. No tengo planeado decírselo ni siquiera a Edward ya que son algunos de mis más preciados secretos que no pensaba contárselo a nadie, ni siquiera a él.

-Jamás sabrás-le susurré al viento mientras esperaba la llegada de Edward.

.

.

.

-¡Espera!-grité patéticamente mientras intentaba reponer mis pensamientos. Intentaba procesar lo que él acaba de decirme e intentar hallar mi voz.

Todo mi mundo se vino al suelo luego de aquellas crueles palabras. Le entregué mi corazón sin esperar nada a cambio pero él solo jugó conmigo, cuan patética pude haber sido.

.

.

.

-¿Por qué nunca me lo dijiste?-me reclamó furioso. Sus ojos antes dorados ahora se habían transformado en dos pares de carbón mostrando así su enojo.

-No pensé que te importara tanto que yo no sea virgen-me volvió a mirar y algo dentro de mí supo que todo había acabado.

-Edward…-intenté acercarme pero él rechazó mi contacto.

.

.

.

-¡Más!-exigí a mi amante.

-Hmmm…-le escuché susurrar.

-Más rápido…-él sonrió de aquella manera que hacía que mi corazón latiera a mil por hora.

-Pídelo, suplícalo…-lo fulminé con la mirada.

-No lo haré-él se acercó a mis labios y los rozó.

-¡Dilo!-gruñó molesto y yo solo sonreí.

-No-él me sonrió.

-Terca-de repente mis piernas se hallaban encima de sus hombros y profundizó aún más en mi ser.

-Ahhhhh….-atiné a gritar cuando sentí toda su masculinidad entrando y saliendo a una velocidad inverosímil.

.

.

.

-Felicidades señorita Swan, va a ser mamá.

No pude evitar sonreír de oreja a oreja ante aquella noticia.

.

.

.

Declaimer: Los personajes pertenecen a las grandiosas Stephanie Meyer y L.J. Smith. Solo la trama es mía. Además algunas escenas y líneas las tomé de la película o del libro.

No olviden dejar su review.