Era una calida mañana en Berk, Hipo Horrendo Abadejo III, ahora jefe de la tribu, junto con su esposa Merida Dunbroch, o mas bien, Merida Abadejo, yacian esperando en los muelles a algunas tribus vecinas para celebrar la paz entre tierras. Era el primer año en que Hipo seria presentado como el jefe, a pesar de que ya tenia 5 años en el puesto. Merida noto la preocupacion de su esposo, pero el no tenia nada que temer, era un gran jefe.
-¿Nervioso?- Merida le dio un suave codazo en el brazo de Hipo.
-Un poco, mas que en nuestra boda- Hipo arrugo su frente, señal de preocupacion.
-Oh vamos, eres el mejor jefe que hay- puso sus brazos alrededor del cuello de su marido para plantar un beso en sus labios.
-Tranquilos, ya casi estan aqui- Estoico los interrumpio con Bocon a su lado.
La pareja solo los miro con una sonrisa, y en un dos por tres, los barcos ya estaban aparcando en los muelles. Todos los jefes bajaban de sus barcos y se acercaban a Hipo y Merida a darles las mano. Por el momento, todo iba perfecto.
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Mientras tanto en Corona.
Rapunzel estaba postrada en su cama, no se estaba sintiendo bien desde hace dias, algunas ojeras se pintaban debajo de sus ojos.
Eugene cuidaba de ella todo el dia, los padres de Rapunzel estaban preocupados por el estado de su hija. El estaba caminando por los pasillos del castillo hasta llegar a su habitacion donde yacia Rapunzel.
-Buenos dias preciosa- Eugene avento la puerta haciendola sonar por todo el castillo.
-Largo- Rapunzel dijo mientras estaba acostada boca abajo.
-Pero, vengo a darte el desayuno- Eugene arrugo su frente.
-Dije LARGO!- ella avento una almohada haciendo caer la bandeja de su esposo.
Eugene solo se agacho, la miro por unos segundos y salio corriendo de alli.
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En Arendelle.
La reina Elsa, despues del ''incidente'', muchos principes empezaron a cortejarla, pero solo no encontraba a esa persona para ella. Se sentia presionada solo por el hecho de que su hermana menor, Anna, se casara primero que ella y mas porque ella tendria que tener herederos para el trono. Pero todo eso cambio cuando conocio a un joven muy peculiar, alguien que era tan compatible con ella, que temia que era solo una reflexion de si misma, el mismisimo joven, Jack Frost.
Jack y Elsa salieron durante meses, y despues de una larga relacion, el no estaba seguro de pedirle matrimonio, temia que eso pudiera afectarlos, pero, el le dejo en claro que el queria todo con ella, aunque no estuvieran comprometidos.
Pero la historia de Anna, era mas, ''distinta''. Anna y Kristoff eran como conejos, su relacion era muy pegajosa, muy dulce pero pegajosa. Ellos estaban muy felices, bendecidos con un gran matrimonio, algo que Elsa deseaba.
Elsa estaba en su dormitorio con una troll en su habitacion, ella estaba recostada, esperando una respuesta. La troll termino de hacer su trabajo en ella, y solo la miro con decepcion.
-Lo siento, pero no- la troll respondio con tristeza.
Elsa solo la miro con cierta tristeza, pero sonrio al final. –No te preocupes, tal vez, despues- Elsa sonrio aunque por dentro le habian roto el corazon. La troll le dio una sonrisa, y salio de la habitacion. Jack estaba esperando afuera, el pudo notar la tristeza en la cara de la mujer que habia salido de la habitacion, el solo suspiro, lo habian intentado tantas veces que se estaban cansando.
-Hey- Jack entro a la habitacion y miro a Elsa con tristeza en su rostro.
-Jack, ¿cuantas veces tenemos que intentarlo?- Elsa torcio sus labios con lagrimas en sus ojos.
-No llores, por favor, solo, trataremos hasta el cansancio- el rozo la mejilla de Elsa con suma delicadeza.
-Esta bien- ella recosto su cabeza en el pecho de su novio.
Jack estaba triste, pero, el nunca dijo cuando debian intentarlo.
-Sabes, intentemos ahora- Jack removio su camisa y se puso encima de su novia, sin aplastarla.
Elsa rio. –Oh por favor- Elsa lo beso apasionadamente.
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Estaban en el Gran Salon todos los jefes a quienes habian invitado. Estoico presento a Hipo como el nuevo jefe de la tribu, muchos aplaudieron por la gran noticia.
Hipo daba su discurso sobre lo agradecido que estaba por tener una alianza con esta gente; mientras tanto, Merida no se estaba sintiendo bien, sentia una sensacion extraña en su estomago, muchos pudieron notar que algo pasaba por la cara tan perdida que expresaba Merida, exepto su marido, algunos se acercaron y le preguntaron si estaba bien, ella solo asentia con una sonrisa, pero era totalmente lo contrario.
Hipo con su casco en mano, y el contrato de alianza en sus manos que tenia que estar firmado por todos, lo levanto y siguio hablando sobre la paz entre ellos y Berk. Merida estaba peor cada vez, Hipo la estaba desesperando, de una manera todo la estaba molestando, todo pasaba muy rapido, su marido hablaba demasiado, y solo pudo hacer esto:
Ella le arrebato el casco de las manos a Hipo y vomito en el.
Hipo y los demas solo abrieron sus ojos sorprendidos, en especial, Estoico e Hipo que no se esperaban algo asi.
Merida solo miro a todos despues de lo que habia hecho, y solo sonrio descaradamente.
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Hola a todos ustedes:D yeeey, nueva historia, esta enserio tenia muchas ganas de publicarla, no esperaba el momento de escribirla. Por cierto, si algunos tienen duda, esta no es secuela de nada de mis historias pasadas, solo por si se confunden y la verdad, creo que pensaron que la primera y secunda secuela de encontre el amor iban a ser las unicas pero adivinen que? no(: todavia hay otra historia, como pueden creer que dejaria corta la historia de mis amados Hipo y Merida(:
Bueno, espero y les guste mucho la historia, es un poco diferente a lo demas:D.
