N/A: Los personajes le pertenecen a Stephanie Meyer, pero la trama es mia.
Capítulo 1
Encargo
Llegue algo agitado a donde me habían llamado. Estaba huyendo de Tanya, ¡¿Que acaso no se daba cuenta que no me interesaba? Le escuche correr y llamarme por el gran pasillo así que decidí esconder tras una columna que sostenía el techo del templo de mármol decorado de una forma no tan ostentosa. Una vez que vi que Tanya se había ido por otro lado, decidí salir y entrar por el arco del templo, luego de arreglarme un poco la camisa y tranquilizar mi respiración.
- Te esperábamos, Anthony –dijo uno de los ancianos de cabello negro vestido de blanco.
Realmente no eran ancianos ya que no envejecían, pero ya tenían sus años. El otro que estaba a su lado vestía el mismo conjunto blanco de camisa y pantalón pero con el cabello rubio, casi blanco como el de su ropa
- Te queríamos decir algo muy importante -dijo mirando al otro.
- Nuestro jefe... –puse los ojos en blanco, era ridículo llamarle así a Aro, el era tan superior como la modestia de Tanya –como decía –tosió "disimuladamente" llamando mi atención –Nuestro jefe te ha elegido para un encargo muy importante del cual solo tú puedes manejarlo.
- ¿Yo? ¿Por qué yo? –dije algo exaltado, el jefe jamás me había llamado para un "encargo".
Ya sabía por experiencia de otros, que esos "encargos" no eran de un día o horas, podían durar hasta años. Y realmente no me agradaría pasar toda una eternidad haciendo un…"encargo".
Había hecho algunos, pero eran nimiedades que me daba Cayo, el de cabello blanco. Pero tal y como sonaba eso de 'El jefe te ha elegido…', no creo que sea algo que dure unas horas.
- Si a ti, porque sabemos que tienes las habilidades especiales para hacer esta misión.
- Y no aceptamos un no por respuesta, lo vas a hacer quieras o no –dijo con un tono severo el de cabello negro, a el cual aun no conocía su nombre.
- No me pueden obligar –me defendí a mí mismo, sabiendo que jamás iba a lograr algo, estos ancianos podían ignorar a veces…bueno, una a las quinientas, y sabia que tener suerte no era una de mis habilidades.
Me fije en la mirada asesina de ambos ancianos, así que termine cediendo a regañadientes. Me contaron cual era mi encargo y ahí fue cuando me arrepentí más que nunca de haber aceptado aunque no me quedaba de otra.
- Iras a la tierra en 8 horas –dijo con un tono más alegre el que me había hablado molesto. Parecia divertido con mi expresión de sufrimiento –tendrás un acompañante, tu puedes…
- ¡No!, recuerda lo que dijo el jefe, si el elegía era capaz de elegir a alguien que le ayudara a volver, o por lo menos eso vio su hija, la Srta. Jane –volví a poner los ojos en blanco cuando escuche su nombre.
Todos adoraban a esa niña, yo, la aborrecía. Aunque jamás la había visto. Tonta niña psíquica.
- Ok, entonces te acompañara uno de mis estudiantes, el Sr. Hale le podría servir de ayuda y buena compañía.
- ¿El chico de que me estuvo hablando el otro día? –dijo Cayo ignorándome por completo.
- Exacto, mi mejor estudiante, jamás había tenido uno como él. Es excelente en todo.
Salí del templo con el humor por los suelos. Genial. A parte de que iría a la Tierra, iría con un cerebrito. ¿Que mas? ¿También me acompañaría la insoportable de Tanya?
A lo lejos vi una silueta con cabello rubio corriendo hacia mí. Los reflejos del sol no me dejaron ver su rostro hasta que estuvo a unos cuantos pasos de mí.
- Hablando del rey de Roma… –murmuré
- ¿De quién hablas, cariño? –dijo con su voz melosa mientras se colgaba de uno de mis brazos y me hablaba al oido.
- De nadie –dije amable, me la saque de encima lo más cuidadoso que pude para no ofenderla.
Maldito sea el día en el que me educaron para que me comportara como un caballero con las 'damas'.
- ¿Por qué fuiste a ver a los ancianos esos? –dijo caminando a mi lado tratando de agarrar mi mano. Oí su tono de desprecio al hablar de ellos. Me sorprendí, uno de ellos era hermano de su padre.
- Un encargo –le conteste, ya que, tendría que decírselo a alguien, ¿no? –Me enviaran a…la Tierra –sus ojos se abrieron como platos.
- ¿T-te…v-vas? –dijo con la voz entrecortada – ¡No te puedes ir! –dijo al borde de las lágrimas, lo que me faltaba, se iba a poner a llorar –Yo…yo…tu eres especial para mi…yo… ¡no puedo dejarte ir! –volvió a repetir.
- No me queda de otra, es una obligación –Tanya estallo en lagrimas.
¡Diablos! No soportaba a la gente llorando. Me acerque a ella, muy a mi pesar, y le pase un brazo por los hombros, tratando de tranquilizarla.
- Hey, tranquila, creo que volveré algún día, pero… –ella levanto su rostro lleno de lagrimas –ten en cuenta que yo… -me miro esperanzada, pero no era lo que yo quería lograr, suspire –yo solo te veo como una amiga –ni eso, dije para mis adentros. –lo siento, Tanya.
Ella volvió a estallar en llanto, pero luego se seco las lágrimas y me abrazo. Susurro algo en mi oído como un 'Te extrañe y mucho'. Y se fue corriendo.
Trate de olvidar todo aquello. No quería ser malo ni nada por el estilo pero de verdad ella no me interesaba, ni ella ni ninguna chica.
Camine directo a mi pabellón, traspasando los grandes jardines llenos de personas como yo, algunos hablando otros simplemente estudiando, así era en el campus de estudiantes.
Llegue a mi pabellón, un edificio de paredes de piedra con ventanas de madera blanca y de tres pisos. Subí a mi cuarto luego de pasar por el hall de descanso en donde estaban la mayoría de los chicos que vivían ahí. Nadie se percato en que entre, bueno, sin ser presumido, un par de chicas se acercaron y yo las evadí olímpicamente.
Al final estaba Tanya, esperándome al lado de la puerta de mi habitación. Me miro con una sonrisa, a pesar de que sus ojos estaban rojísimos e hinchados. Corrió y me abrazo de nuevo, me dio un beso en la mejilla y se fue despidiendo con la mano, si una sola palabra pero sonriendo. Le devolví la sonrisa y entre.
Revolví entre mis cosas y metí algo de lo necesario en una maleta. No sabía cuanto tiempo iba a estar en ese lugar así que no podía llevar ropa, aparte de lo necesario.
Hola, bueno espero saber sus opiniones de esta historia para ver si la continuo, va a ser de unos cuantos capítulos. Espero que les agrade, cuidense.
Allie Brandon Cullen
